El corpus para el análisis consta de veintiún octavillas publicitarias de prostíbulos, de las cuales doce presentan información acerca de los servicios y dieciséis introducen, además, propuestas laborales (“Se necesitan chicas”, por ejemplo). A partir de este corpus se establecen, de forma muy atinada, tres esferas semánticas mediante las cuales se construye la prostituta: esfera semántica de la informalidad, esfera semántica de la formalidad y esfera semántica del empleo. Todo ello es presentado mediante tablas y figuras, con las que el lector podrá siempre tener una idea más clara de lo que se plantea a lo largo del análisis.
En la esfera semántica de la informalidad, desplegada en los servicios de las tarjetas, el tabú prostituta se sustituye por los nombres chica , chicas , términos que, como argumenta el estudioso, sugieren un contacto íntimo informal entre la mujer prostituta y el cliente; junto a ellos, los adjetivos hermosas , lindas y mejores , a cuyos rasgos compartidos de belleza, grandiosidad y exquisitez añade esta última ( mejores ) los de [+deseable] y [+especial]; en todo caso, son términos sugerentes y asociables con atributos de belleza y exuberancia. En la segunda, la esfera semántica de la formalidad, se indica cómo la mujer prostituta se construye a través de los nombres damas y señoritas , separados por los rasgos distinguidores de [+adulta]/[+joven], y los adjetivos lindas y exclusivas , distanciadas por los rasgos [+adulta]/[+joven], respectivamente. Bien es verdad que todos estos términos formales, tanto sustantivos como adjetivos, pretenden ser más selectos, más considerados y, sin duda, dirigidos a otro tipo de público.
Por lo que respecta a los clasificados, Londoño identifica dentro de la esfera semántica del empleo dos campos semánticos distintos, tal y como hacía en el apartado anterior: el formal y el informal. En el primero, el anuncio se forja con la consideración de un mayor o menor involucramiento de las posibles aspirantes; estas aparecen nombradas con dos rótulos: personal femenino y damas , cuyo rasgo distinguidor será [+profesional]/[-profesional]. El término “damas” sugiere la idea de señoras nuevas, no profesionales; distintas, por tanto, a las conocidas tradicionalmente por el cliente. En el campo semántico del empleo informal, los vocablos empleados son los de chicas y jovencitas , sin que en ambos términos se señale rasgo distinguidor alguno.
En fin, estamos de acuerdo con la opinión defendida acerca del valor de su contribución; palabras acertadas del autor nos parecen estas:
Sin pretensiones de totalidad, este estudio contribuye a abrir la posibilidad de realizar otras investigaciones que exploren la publicidad de la prostitución en sus diferentes géneros (tarjetas, volantes, avisos publicitarios, banners) no solo desde la dimensión léxico-semántica sino, además, desde otras disciplinas y categorías de análisis; en este sentido, los variados subsistemas léxicos aportan a la interpretación de las maneras en que se gestiona la construcción discursiva de esta práctica social.
Gestión discursiva de la penalización del aborto en elNuevo Código Penal ilustrado de Colombia
El tercer texto comentado trata de la gestión discursiva de la penalización del aborto en el Nuevo Código Penal ilustrado de Colombia. Hasta donde conocemos, no encontramos referencias sobre tal cuestión en la bibliografía hispánica, aunque sí existan trabajos discursivos sobre asuntos relacionados con el aborto. 3La hipótesis planteada para este trabajo, según Londoño, es que la penalización del aborto se asocia con estereotipos caricaturescos (la mujer y el médico que lo realiza), lo que hace de esta práctica un acto perverso.
El autor, desde un principio, se refiere a la perspectiva que emplea para su análisis, también dentro de la teoría de la enunciación: la escena de enunciación de Maingueneau. En ella se proponen tres apartados distintos pero imbricados: la escena englobante, la escena genérica y la escenografía. Las dos primeras formarán parte de lo que podemos denominar “condicionantes” (género, registro, condición social, tipo de relación con el interlocutor, etc.), en tanto que la tercera está relacionada con los elementos que conforman el texto o discurso, o sea, con la selección, entre las posibilidades que ofrece el sistema, de los materiales verbales, paraverbales, etc., que realice el autor. Para el lingüista francés y como se indica en la obra:
La escena englobante corresponde al tipo de discurso (académico, científico, filosófico, jurídico, pedagógico, periodístico, político, publicitario, religioso, entre otros). La escena genérica involucra los géneros discursivos particulares que definen sus propios roles (ensayo, reseña, artículo científico, noticia, folleto de campaña electoral, volante, homilía, entre otros). Estas escenas constituyen el marco escénico del texto que define el espacio estable en cuyo interior el enunciado adquiere sentido (el del tipo y el género de discurso). La escenografía conforma una puesta en escena de un dispositivo de habla que tiende a desplazar el marco escénico para instituirse en la enunciación. Por tal razón, no es impuesta por el tipo o el género de discurso sino que es instituida por el mismo discurso.
Para llevar a cabo el análisis discursivo, se parte de un corpus conformado por los cinco artículos de la ley que remiten al aborto, de los cuales cuatro son esperpénticamente ilustrados (122, 123, 124 y 126).
En el marco escénico se habla de cuestiones jurídicas, de leyes donde se ubica la cuestión del aborto, pero, bajando a la escena caricaturesca de los personajes, estos aparecen encarnados por dos estereotipados rostros: el rostro del mal, que corresponde al médico abortista, y el rostro de la indefensión, presentado por la mujer que se ve obligada a abortar, a quien se presenta como alguien ingenua, dócil, irresponsable e ignorante.
El trabajo intenta contraponer los dos mundos distintos que vienen dados por dos tipos de textos opuestos: el Código Penal, por un lado, y los dibujos y textos con que un caricaturista lo interpreta, por otro. El contraste es absoluto: en tanto que en el primero la mujer se erige desde su condición de mujer y de madre, en la escenografía (las caricaturas) aparece esperpentizada; igualmente se podrá decir del médico: en el primer caso, se presenta desde su condición de profesional; en el segundo, como un ser malévolo que ejerce actos de violencia contra la mujer.
El motivo de tal disparidad está en que en tanto se ofrecen con total objetividad los presupuestos (conductas) y las consecuencias (sanciones) del aborto, en las caricaturas se brindan valoraciones a través de estereotipos productos de una realidad donde el aborto es un delito, un acto depravado.
En conclusión, como indica Londoño:
En el Nuevo Código Penal ilustrado se convoca al lector desde otro formato para acercarlo a la ley; no obstante, este acercamiento, que influye en la compresión que él realiza del Código, puede orientar lecturas preferentes ubicadas más en el campo moral que en el jurídico, sin desconocer que este último también puede basarse en prejuicios morales.
Gestión discursiva de la promoción de la donación en las Goticas Éxito
Original es también este subgénero del cuarto acercamiento con que se cierra el libro y donde se estudian las tarjetas troqueladas con las que se persigue captar fondos con fines benéficos. Podemos decir que es un subgénero perteneciente a un campo de acción relacionado con el mundo de la empresa, y más concretamente con el de la mercadotecnia aplicada a promocionar la donación entre los clientes. Como estudioso del discurso, Londoño va a intentar descubrirnos con qué mecanismos se manipula el discurso (gestión discursiva) para conseguir que tales donaciones sean mayores en la campaña denominada Goticas Éxito.
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