John Stott - La palabra de Dios para el mundo de hoy

Jesús dijo que esto era tener la humildad de un niño. Dios dijo que se esconde de los sabios e inteligentes, pero se revela a los que «son como niños» (Mt 11.25). Dios no estaba menospreciando nuestras mentes, ya que él mismo nos las dio. Más bien, nos estaba mostrando cómo debemos usarlas. La verdadera función de la mente no es juzgar la Palabra de Dios, sino postrarse con humildad ante ella, con el deseo de escucharla, entenderla, aplicarla y obedecerla en los aspectos prácticos del día a día.

La «humildad» de los niños se ve demostrada en la manera en la que aprenden y reciben. Los niños dependen de los mayores. Nada de lo que poseen se lo han ganado. Todo lo que tienen se les ha dado gratuitamente. Entonces, debemos «recibir el reino de Dios» como niños (Mr 10.15). Dado que los pecadores no merecen la vida eterna (la vida del reino de Dios) ni se la pueden ganar, debemos humillarnos para recibirla como un regalo gratuito de Dios.

Apuntes del predicador

Esta sección tiene el propósito de ayudarte a poner en práctica las verdades de cada uno de estos capítulos al papel que juegas como predicador, ya seas pastor o laico de una iglesia o líder en un ministerio paraeclesiástico.

A partir de tu propio conocimiento y experiencia como expositor bíblico y teniendo en cuenta las realidades políticas, sociales, económicas y religiosas de tu entorno, te invitamos a responder las siguientes preguntas:

1. ¿Por qué necesitas predicar la palabra de Dios hoy?

2. ¿Cómo deberías predicar la palabra de Dios hoy?

3. ¿Por qué los seres humanos necesitan oír hoy la predicación de la Palabra de Dios?

4. En este capítulo has leído el manuscrito del sermón que John Stott predicó a oyentes específicos, en un contexto histórico determinado. A continuación compartimos el bosquejo sencillo del mismo.

Título: Dios y la Biblia

Texto bíblico: Isaías 55.8-11

Puntos principales:

a. El carácter razonable de la revelación

b. El camino de la revelación

c. El propósito de la revelación

5. ¿Cómo evalúas la fidelidad (exégesis) al texto bíblico que manifiesta el sermón? Por ejemplo: ¿Hubo una idea central? ¿Cuál fue? ¿Fue evidente el estudio del contexto? ¿El bosquejo homilético está relacionado con la estructura del pasaje?

6. ¿Cuáles cambios harías en el título y bosquejo del sermón si lo predicaras hoy a tus propios oyentes?

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