La Cocha de los Libros hace entrega de una donación a los privados de libertad del penal Castro Castro, Lima.
Taller de cerámica en el penal Castro Castro.
Creo que me he alargado y no he contado ni una ínfima parte de lo que habría que contar. El tema lo requería. Las fotos que voy a compartir son del Castro Castro, del día que entregué una donación de libros que La Cocha de los Libros pudo conseguir gracias a la generosidad enorme de otro buen amigo, cuya imprenta, gracias a la labor de su padre y la suya propia, marcó la diferencia durante más de tres décadas. También del Señor de los Milagros, que el año pasado procesionó por los doce pabellones del mismo penal por primera vez, buena medida, enhorabuena director.
No me olvido de lo que se me va quedando en el tintero, ayer por ejemplo se me pasó hablar de la intriga que pude resolver por fin respecto a unos camiones cisternas de la Municipalidad de Miraflores que veía con sus tubos en el mar. Que no era el mar, que es una poza de agua dulce donde corre agua fresca que viene sabe dios de dónde, por los chorros que brotan de los acantilados, que por eso Chorrillos se llama Chorrillos, que la tierra en Perú a poca agua que le pongas reverdece, no como en Chile, me cuentan los operarios que manejan los camiones. Como los hombres, pienso yo, que a poco que se les regara con dignidad, esperanza, oportunidades... reverdecerían como la tierra, la mayoría por lo menos. Otros hay que no tiene remedio, tanto dentro como fuera.
14
lunes 6 de abril
casos confirmados: 280
muertes: 9
Ya sabéis todos que el viernes pasado empezaron las nuevas medidas de aislamiento que separan la semana en días femeninos y masculinos. Y, como dice el libro, el séptimo día toca descansar y que no salga nadie. Yo salí. Una agencia contrató mis servicios para fotografiar mujeres y vacíos. A los hombres para qué.
Así que el sábado decidí ir a Chorrillos para ver cómo ellas resuelven. Las colas en el Banco de la Nación ordenadas, tres filas diferentes, sillas para las muy mayores, soldados en la otra dirección para sus cosas, la espalda no contagia así que la usamos de mesa. ¿Y usted qué hace? pregunta un oficial en chándal. Fotos. A veces las respuestas más simples son las más efectivas. Hay algunos hombres, los que tenían programada la cita para cobrar el bono de subsidio monetario, que así se llaman los 380 soles de ayuda a la población vulnerable. Se juntan con las mujeres que van a cobrar la Pensión 65 y la 19990, y las que tengan que hacer operaciones de retiro, giro o depósito. La fila casi da una vuelta a la manzana; va camino de completarse antes de la apertura de la oficina. Esto nos lo quitamos de inmediato, me dice optimista un empleado que parece mandar. No seré yo quien le quite el ánimo. Qué bien, me limito a decir.
Sigo con el cometido y busco un mercado. A dos cuadras y a la izquierda está la Paradita. Dale. Ato la bici en una esquina con una hiperfarma llena de peluches, lógico, y cruzo hacia el mercado orientado por las mujeres que vienen con bolsas llenas de comida. Volteo otra esquina y allí está, todo un bullicio de mujeres buscando orden o haciendo que lo encuentran. La distancia social entre caseritas pierde ceros por la derecha, y los fiscalizadores van y vienen enseñando cuánto es un metro a las buenas señoras. No faltan chistes sobre las mujeres y su sentido de la medida. Los hacen para reírse de los hombres, y realmente los merecemos. No creo, sin embargo, que merezcamos tantos memes de nuestra jornada anterior, en la que nos tocó a nosotros salir a hacer la compra. Cómo se exagera con esto de los roles del sexo. Veo a una señora comprando rocoto y a punto estoy de decirle, señora que es rocoto, no pimiento, pero pienso, antes de precipitarme, es mujer, igual sabe lo que hace, y decido dejarla y, si acaso, compartir todas las recetas que he encontrado para saber qué hacer con el rocoto.
Soldados en el Banco de la Nación de Chorrillos. La espalda sirve de mesa, parece no contagiar.
No insisto en la descripción ni tampoco en cómo encontré al día siguiente, domingo, la ciudad. También descansaron muchos policías y militares, y digo de verdad qué merecido descanso es. En mi paseo por la ciudad no encontré contratiempos. Pero sí me di de bruces con uno de mis mayores temores: me topé con el patrullero solitario, casi un género, en sí mismo, del cine norteamericano cercano al terror. Allí estaba, antes de la incorporación a Javier Prado, con las características propias del patrullero solitario, mal encarado, impositivo y poco leído, no digo ya de textos legales o literarios, de purititos documentos que tiene ante sus ojos ¿Y dónde está su DNI? Lo tienen delante. ¿Esto? ¿Pues no ve que es el carné de extranjería? ¿Y usted de dónde es? −ya os dije que estoy progresando en mi dominio del peruano, pero ¿tanto?−. Nadie puede estar en la calle. Ya ve que no, usted lo está y yo también, cada uno haciendo su trabajo, ¿desea algo más? Uf, terminó bien, ya dije que sin contratiempos. Pero no tiene ninguna gracia, ¿recordáis aquella amiga que llevaba comida a un confinado y a la que le retiraron el brevete, además de ponerle una papeleta? Pues con toda probabilidad tendrá que enfrentarse a un proceso judicial... Y saca pecho el gobierno, al anunciar una lista de infractores con nombre y DNI, para que no quede impune ningún desmán o desafío a la autoridad, y jalean desde las televisiones, y pide la gente más mano dura, y aplauden a policías y soldados y comparten vídeos de detenciones. Hoy el presidente ha anunciado algo así como cincuenta mil detenidos, ¿es esa su idea de empezar la recuperación? ¿Con cincuenta mil procesos judiciales? ¿Va a crear un nuevo sector económico para construir penales y así alojar a todos los que dice que se enfrentarán a prisión efectiva de dos a cuatro años? ¿Y tú que hiciste? Sacar al perro. ¿Y tú? Fui a ver al vecino. No tiene ninguna gracia. Han puesto el país patas arriba y bien puesto está, con firmeza, con reconocimiento de las carencias y con búsqueda de soluciones, bien hecho, y toda esa firmeza, todo ese reconocimiento, toda esa búsqueda se pierde cuando se llega a tomar medidas para los penales. Ayer hablé de ello, no hay que tomar medidas, porque no hay casos y está controlado, dice el presidente. Siete técnicos del INPE y cuatro reclusos de Sarita Colonia ya han dado positivo, y el primer fallecimiento se produjo el sábado: Murió un recluso que estaba en el mismo penal. Hay miedo, hay nervios, nos llaman de dentro y dicen que todo eso que hablan fuera, de multiplicación de medios, no aparece por ningún lado, al contrario, todo cuesta más.
No encuentro frase graciosa para terminar. Hoy no. Y mañana que voy a hablar de Loreto tampoco me parece que vaya a encontrarla.
Recordádme que tengo que hablar de Inma, Cuco y François.
15
martes 7 de abril
casos confirmados: 393
muertes: 15
Rosa, que me conoce, me provoca. Mira, mira, esta noche hay otra superluna. Ya he perdido la cuenta de los años en los que cada vez que hay una luna llena, los noticieros del mundo, con gran algarabía, anuncian la última oportunidad histórica de ver la superluna azul, o plateada o roja o sanguínea, que es como roja pero más líquida, o rosa, que es como roja, pero más floral... la madre que los parió. Y todos como borreguitos con cámara a hacer la foto para al día siguiente compartirla en la red social de turno y la selección de turno en el noticiero que la anuncia como diciendo: ¿Ven? Testigos históricos y de excepción. Es como en la información del tiempo en España, hablan de que va a llover en Polonia y en Letonia habrá viento, pero de eso ya otro día, que tengo que racionar las ideas también.
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