Identidades musicales.
Semejanzas entre el jazz y el son jarocho
se terminó de editar en octubre de 2021
en las oficinas de la Editorial Universidad
de Guadalajara, José Bonifacio Andrada 2679,
Lomas de Guevara 44657 Guadalajara, Jalisco.
Quiero dedicar especialmente este libro a la Música, a las y los músicos que con su trabajo han ayudado a la inmortalidad de los ritmos, notas, acordes, versos e instrumentos de antaño.
También para todo aquel que ha sido despojado de su vida por proteger al mundo de un ser humano cada vez más voraz, y para el que se mantiene en pie de lucha por la justicia y la libertad.
A Cecilia y Teúl, quienes me trajeron a esta tierra para hacer música y me regalaron a mi hermano Pakal.
Índice
Introducción
Explicación de los términos musicales
Capítulo 1. Afinaciones, rangos instrumentales y semejanzas entre el jazz y el son jarocho
Apuntes sobre la afinación de los instrumentos del son jarocho
Afinaciones para guitarra de son
Afinaciones para jarana jarocha
Rangos instrumentales
Semejanzas entre el jazz y el son jarocho
Capítulo 2. Ritmo
La rítmica del son jarocho y sus formas musicales
Sones jarochos que se cuentan en 4/4 o 2/4
Ritmos o células importantes en 2/4 y 4/4
Sones que se cuentan en 6/8 y 3/4
Ritmos o células importantes en 6/8 y 3/4
Subdivisiones, acentos y agrupaciones
Capítulo 3. Melodía
Intervalos
Intervalos simples
Intervalos compuestos
Escalas
Escala cromática
Escala mayor
Escala menor natural
Escala menor melódica
Escala menor armónica
Escala pentatónica
Escala de blues
Escala bebop
Escala simétrica de tonos enteros
Escala simétrica disminuida
Notas de aproximación
Notas de aproximación diatónicas
Notas de aproximación cromáticas
Análisis y construcciones melódicas del son jarocho
Análisis melódico y armónico de El buscapiés
Análisis melódico y armónico de El fandanguito
Tangueo
Tangueos. Análisis melódico y armónico
Capítulo 4. Armonía
Modos
Acordes y progresiones
Tríadas mayores
Tríadas menores
Tríadas disminuidas
Tríadas aumentadas
Tríadas abiertas
Permutaciones
Tríadas cerradas y abiertas en sones jarochos
Acordes suspendidos
Acordes de cuatro notas
Drop
Tensiones
Voicings
Tríadas inferiores y superiores
Acordes por cuartas y quintas
Sistema multitónica
Modulación relativa y paralela
Progresiones armónicas de son jarocho y jazz
Sustituciones armónicas
Capítulo 5. Técnicas
Formas de tocar y digitaciones
Herramientas para tocar las guitarras de son y guitarras grandes
Recursos para la jarana jarocha
Técnicas de ejecución
Patrones de digitación
Capítulo 6. Reflexiones y perspectivas finales
Recomendaciones bibliográficas
Recomendaciones discográficas
Introducción
Antes de estudiar música en la academia, me di cuenta muy pronto del potencial del requinto jarocho, de la universalidad que tiene, al igual que la de sus familiares del son jarocho. Cuando transcribía discos e iba a los fandangos (práctica que mantengo hasta la fecha), me percaté de lo anterior. Paradójicamente, los instrumentos tradicionales, y en concreto los mexicanos, han sido objeto de descalificaciones y deformaciones durante años, reflejo del racismo y discriminación que se vive en el país. No fue la excepción cuando en el Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana estudié los cursos preparatorios y la licenciatura con el requinto jarocho de cinco cuerdas, donde maestros y compañeros se referían a este instrumento como “jarana” (algo que se volvió y sigue siendo muy recurrente en mi quehacer del día a día). Nunca escuché que llamaran trompeta al trombón o bajo a la guitarra eléctrica, de la forma en que confundían mi instrumento.
Puedo decir que fueron años duros de aprendizaje y de ir a contracorriente, pero agradezco profundamente que los maestros y compañeros que tuve durante mi estancia en Jazzuv reconocieran al final no solo a mí, sino al legado musical del país y que se abriera por primera vez esa posibilidad. Así que cuando egresé de la licenciatura en 2018, se completó el precedente. Por primera vez en la historia académica musical de México, se había cursado totalmente un programa educativo con un instrumento tradicional veracruzano. Ese trayecto culminó con la monografía que escribí para titularme, “Recursos teóricos y técnicos de jazz para requinto jarocho”.
Paralelamente a los últimos semestres de mi licenciatura, terminé la construcción del primer requinto jarocho eléctrico de cinco cuerdas, el cual es el resultado de una búsqueda personal y constante del sonido. Durante la carrera tuve la oportunidad de tocar con instrumentistas que ya tienen resuelta su amplificación, mientras que mi requinto acústico estaba relegado a un segundo plano porque carecía de un sistema eficiente para proyectar su sonido. Las articulaciones y las dinámicas a las que podía acceder en ese tipo de contextos estaban muy limitadas. Así que, después de año y medio de trabajo e investigación, tenía por fin un requinto completamente eléctrico, que me permitía tocar en cualquier tipo de contexto sonoro, con el ensamble o configuración de instrumentos que fuera.
Aunque ya han pasado unos años desde que soné sus primeras notas y di a conocer sus características, la gente y músicos en general siguen describiendo con equivocación el instrumento. Si con el requinto acústico los músicos y público en general se referían a él como “jarana”, ahora, con la transición a lo eléctrico, estas mismas personas han dicho (como si lo hubieran hecho ellas o ellos, y también hubieran realizado la investigación) que es “electroacústico”, “es como una guitarra”, “toca la jarana eléctrica”, y bueno, un sinfín de erratas que mejor omito para no evidenciar más la desinformación del gremio y público en general.
Estos comentarios de “músicos” ponen en tela de juicio su conocimiento de los instrumentos a nivel general, porque a los instrumentos tradicionales se les puede deformar hasta donde llegue la imaginación, pero esto no ocurre con los instrumentos “académicos” o “cultos” de las orquestas sinfónicas, donde sí se les llama correctamente por su nombre. Sería despedido el director de orquesta que introdujera como tololoches a la sección de contrabajos, pero sí se puede bromear sobre las “vihuelas” que tocan los jaraneros. Se les olvida que el violín y todos esos instrumentos también son tradicionales, pero como ya pasaron a integrarse a las filas de las culturas dominantes, ya pertenecen a una élite y no se les considera como tal.
Cuando llegó el año 2019, pude consolidar mi visión personal sobre la universalidad de los instrumentos jarochos y su potencial para la composición y el arreglo con el disco Erosión de la memoria, con piezas de mi autoría. Así quedaba grabado por primera vez el trío de jazz con requinto jarocho eléctrico junto a la leona y la jarana en siete piezas, que parten de elementos musicales del son y el jazz, pero con un enfoque jazzístico.
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