7NOCERA, Rafaelle, Chile y la Guerra 1933-1943, Lom Ediciones, Santiago, 2006.
8BERNSTEIN, Enrique, Recuerdos de un diplomático: haciendo camino 1933-1957, Vol. 1, Ed.Andrés Bello, Santiago, 1984, pp. 34-35.
9PORTALES, Felipe, Historias desconocidas de Chile , Catalonia, Santiago, 2016.
10JORGE, David, Inseguridad Colectiva. La Sociedad de Naciones, la Guerra de España y el fin de la paz mundial , Tirant Humanidades, Valencia, 2016.
11BAER, George, Test Case: Italy, Ethiopía and the League of Nations . Stanford, Hoover Institution Press, 1976.
12 Convención de 1899 para la Resolución Pacífica de Controversias Internacionales , https://pca-cpa.org/wp-content/uploads/sites/175/2016/01/Convenci%C3%B3n-de-1899-para-la-resoluci%C3%B3n-pac%C3%ADfica-de-controversias-internacionales.pdf
13CRESPO, Elena, “La segunda Conferencia de Paz de La Haya y la posición de España”, en Revista Española de Derecho Internacional, Vol LX, I, Marcial Pons, Madrid, 2008, p. 114.
14 Convención de 1907 para la Resolución Pacífica de Controversias Internacionales , http://www.ordenjuridico.gob.mx/JurInt/PA2.pdf
15CRESPO, op. cit , p. 117.
16RENOUVIN, Pierre, La Primera Guerra Mundial , Oikus-tau Ediciones (tercera edición en lengua castellana), Barcelona, 1990, pp. 51-53.
17Ello sigue la tendencia expresada desde 1648, cuando con la Paz de Westfalia, que daba término a la Guerra de los Treinta Años, surge el Estado como sujeto internacional; un avance sustancial en el ámbito de las relaciones internacionales que marca un antes y un después en este ámbito. Igualmente, tras los sucesos del 14 de julio de 1789 –otro evento que representa el inicio de la contemporaneidad en la historia- aflora la Declaración de Derechos del Hombre, enterrando de esta forma el absolutismo que primaba hasta esa fecha. Véase en este sentido, la disertación de BARROS Jarpa, Ernesto, Nuevos aspectos del orden internacional, especialmente en América , Instituto Chileno de Estudios Internacionales, El Imparcial, Santiago, 1941, pp.1-12.
18CONSUEGRA, Alberto, “Gran Bretaña, Francia y la Sociedad de Naciones: Intereses y actitudes frente al Segundo Conflicto Ítalo-Etíope (1935-1936)”, en Contra Relatos desde el Sur , nº12, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 2015, p. 80.
19Previamente a su coronación, conocido como el Ras Tafari Makonnen, Emperador de Etiopía en dos periodos: 1930- 1936 y 1941-1974. Sobre su figura, ASSFA WOSSEN ASSERATE, King of Kings: The Triumph and Tragedy of Emperor Haile Selassie I of Ethiopia, Haus Publishing , London, 2015.
20ZOCTIZOUM, Yarisse, and HERMOSO Santamaría, Luz María. “La Guerra Eritrea-Etiopía.” Estudios De Asia y Africa , vol. 25, n°. 2 (82), 1990, p. 310. En JSTOR, www.jstor.org/stable/40312215.
21KISSINGER, op. cit , p. 227.
22De acuerdo a Palomares, “…las reivindicaciones italianas se basaban en el Tratado secreto de Londres de 26 de abril de 1915, por el cual Italia entra en el conflicto europeo a cambio de las promesas que suponían el dominio italiano sobre el Adriático y el Mediterráneo Oriental, lo que significaba la anexión de Dalmacia. Las promesas fueron ampliadas con los acuerdos de Saint-Jean de Maurienne, suscritos en abril de 1917, en donde se establecía, para el caso de un desmembramiento de Turquía, una zona de influencia en Asia Menor con Adalia y Esmirna”. PALOMARES, Gustavo, “La idea Mussoliniana del poder en la concepción fascista de la política exterior y de las relaciones internacionales”, en Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), Número 68, abril-junio, Madrid, 1990, p. 310.
23Prueba de ello, es el Tratado entre la Santa Sede e Italia, conocido como el Pacto de Letrán, firmado entre Mussolini y el Cardenal Gasparri, en calidad de plenipotenciarios, el 11 de febrero de 1929. Para mayores detalles,véase http://www.vaticanstate.va/content/dam/vaticanstate/documenti/leggi-e-decreti/TratadoentrelaSantaSedeeItalia.pdf
24Véase el trabajo de RODRÍGUEZ, Fernando, La Italia imperial, “¿realidad de mañana?”: Roma y la “Romanità” en los discursos de Benito Mussolini anteriores a la proclamación del Imperio (1915-1933). Trabajo de fin de Grado en Estudios Clásicos, U. de Valladolid, julio de 2017, p. 52.
25CONSUEGRA, op. cit , p. 81.
26ILLIFE, John, África, historia de un continente , Akal, Madrid, 2013, p. 289.
27SERRANO, Rubén, “Etiopía, revolución y caída. Recuento de una transición fallida”, en Memoria del XII Congreso Internacional y X Congreso Nacional México ALADAA. Diversidad y Perspectivas de Asia y África frente al siglo XXI. Benemérita U.A. de Puebla, México, 17-19 de octubre de 2007.
28BERNSTEIN, op. cit , p. 34.
29Véase ORTEGA Y GASSET, Eduardo, Etiopía, el conflicto ítalo-abisinio, Ed. del Viento, Madrid, 2009 (1º edición, 1935). 30Sin embargo, la citada colonia europea en África tendría corta vida. El Negus, en el exilio, organizó la resistencia de etíopes y eritreos con la finalidad de expulsar a los italianos de su territorio. Tras un lustro, Selassie retornaría al poder en 1941. ZOCTIZOUM y HERMOSO, op. cit, pp. 311-312.
31JORGE, op. cit, p. 70.
32Italia optó, a efectos de hacer la guerra lo más breve posible, por usar Iperita, también conocido como gas mostaza. Según Pita, lo anterior se realizó pese a haber ratificado sin reserva alguna el Protocolo de Ginebra de 1928, relativo a la prohibición del uso de este tipo de armamento. PITA, René, Las armas químicas: la ciencia en manos del mal , Plaza y Valdés, Madrid, 2008, pp. 102-103.
33 Mensaje leído por S.E. El Presidente de la República en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, 21 de mayo de 1936.
34BERNSTEIN, op. cit , pp. 34-35.
35SAVARINO, Franco. “La Actuación de México En una Crisis Internacional: El Caso de Etiopía (1935-1937)”, en Iberoamericana (2001) 4, nº. 16 (2004): 17-33. Disponible en línea: http://www.jstor.org.dti.sibucsc.cl/stable/41675599.21
36DUROSELLE, J, Política Exterior de los Estados Unidos (1913-1945) , FCE, México, 1965, p. 274.
37PERTIERRA DE ROJAS, José, Las relaciones internacionales durante el periodo de entreguerras, Akal, Madrid, 1991, p. 39.
38BERNSTEIN, op. cit , p. 33.
39Mensaje leído por S.E. El Presidente de la República en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, 21 de mayo de 1936.
40Idem.
41BERNSTEIN, op. cit , p. 34.
42 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile para 1936, p. 438.
43Ya casi un año antes, los estadounidenses no tenían la mejor de las impresiones del embajador chileno en Londres: “No hay duda de que las cercanas relaciones de Edwards con Alessandri son una fuente de debilidad más que de fuerza para el presidente [de Chile]”, señalaba Winthrop R. Scott, Encargado de Negocios interino de EEUU en Santiago a sus superiores en Washington. National Archives and Records Administration (College Park, MD) – 701.2541/40. Más tarde, Edwards jugaría un rol protagónico en la Sociedad de Naciones en lo referido a la llamada “cuestión española”. JORGE, David, “Las relaciones interamericanas durante la Guerra de España: Sociedad de Naciones, panamericanismo, soberanía y cooptación de elites”, en HERRERA, Fabián y WEHRLI, Yannick (coords.): América Latina y el internacionalismo ginebrino de entreguerras: Implicaciones y resonancias . Ciudad de México: Secretaría de Relaciones Exteriores, 2019 (en prensa).
44 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile para 1936, p. 438.
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