Me he formado en la cultura del pop (segunda mitad de los 60) inglés y americano. Mi primera influencia fue Andy Warhol, pero sin olvidarme de Lola Flores. En mi vida también he compartido esos extremos, lo más moderno de fuera, junto a lo más castizo de dentro. A principios de los 80, junto a Carlos Berlanga, Fabio, Alaska, las Costus, Bernardo Bonezzi, Sigfrido Martin Begué, Blanca Sánchez... y muchos más, llevábamos un tipo de vida muy parecida a la de la Factory de Warhol. Drogas, drags, fiestas infinitas, y resacas tempranas, hedonismo y el presente como único horizonte, todos nos sentíamos estrellas, pero nadie pensaba en el mercado. Autenticidad exasperada, para lo bueno y para lo malo. En lo musical la mezcla era total, la Velvet, Bowie junto a Dolores Vargas la Terremoto y Bambino, la “beat generation”, junto a Juan Marsé, el cine de Cassavetes, Morrissey y John Waters, junto a Ferreri, Berlanga y La tía Tula de Miguel Picazo. Más todos los clásicos americanos, desde la comedia disparatada, al thriller, los melodramas de los 50, el western, etc. Antes de tener éxito en Estados Unidos la cultura y el cine americano ya habían influido en mis películas, siempre desde un punto de vista manchego. Soy un admirador del cine americano de todas las épocas excepto digamos de los últimos 20 años (con excepciones, claro, Tarantino, Scorsese, Lynch, Eastwood, y los Coen).
Buena prueba de esta admiración son las frecuentes inserciones de películas norteamericanas dentro de sus textos fílmicos, bien como homenaje (el director no duda en calificar de “robos” estas referencias), 15 como duplicación de la trama o como anticipación del desenlace. Baste pensar en la conexión entre el asesinato del marido de Gloria con una pata de jamón en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? y el del marido de la protagonista de Cordero para cenar de Alfred Hitchcock (1958) con una pata de cordero; en la inserción de una escena de Duelo al sol de King Vidor (1946), como preludio de la muerte de los protagonistas de Matador ; en el comienzo de Todo sobre mi madre con la proyección en televisión de Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1951); en la evocación de El rock de la cárcel de Richard Thorpe (1957) en Tacones lejanos ; en el “homenaje” a Johnny Guitar de Nicholas Ray (1954), como lo llama Peter Evans (156), o en las escenas de terror de las que habla Antonio Holguín (104), inspiradas en La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974).
Igualmente marcada es la influencia del melodrama clásico americano en buena parte de su obra. Refiriéndose a esta cuestión, Paul Julian Smith (2009) analiza la dialéctica entre melodrama y neorrealismo en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? , y contrasta las pautas generales del melodrama con su utilización en esta película. La esencia netamente femenina del género melodramático, su intensa emotividad, la búsqueda de amor por parte del personaje femenino, el protagonismo de la música, la afectación y la estilización estética se proyectan claramente en no pocas películas de Almodóvar. P.J. Smith alude al melodrama Alma en suplicio de Michael Curtiz (1945), protagonizado por Joan Crawford, y a Stella Dallas de King Vidor (1937) como claros referentes de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? y de Tacones lejanos , aunque estos rasgos melodramáticos atraviesan buena parte de su filmografía. 16
Pero por encima de las señaladas huellas de la cultura americana en la obra del español, uno de los determinantes de su posicionamiento en el panorama cinematográfico de este país es su continua presencia en los festivales de cine con anterioridad mencionados. Si bien sus primeros largometrajes apenas traspasaron las fronteras españolas en el momento de su estreno, a partir de 1987 todas sus películas están presentes tanto en los principales eventos cinematográficos de Estados Unidos como del resto del mundo. Su primer reconocimiento oficial en este país llega en 1987 con la concesión a La ley del deseo (1987) del premio de la Asociación de Críticos de Los Angeles y del Premio del Público al Mejor Largometraje en el San Francisco International Lesbian and Gay Film Festival. Se presentó además al Festival de Cine de Miami y a la Muestra del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Con Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) conquista un espacio sólido en las pantallas norteamericanas al ser, primero nominada la Mejor Película Extranjera en la ceremonia de los Globos de Oro, y recibir a continuación el mismo reconocimiento en los Oscars. Además de dichas nominaciones recibió el Premio a la Mejor Película Extranjera concedido por el Círculo de Críticos Cinematográficos de Nueva York, los Premios a la Mejor Película, al Mejor Director y a la Mejor Actriz (Carmen Maura) por parte de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (A.C.E), el Premio D.W. Griffith a la Mejor Película en Lengua Extranjera de The National Board of Review of Motion Pictures (NBR), el mismo premio de la revista Premiere de Nueva York y el Special Award al director por parte de la National Society of Film Critics Awards. Fue además seleccionada por el Lincoln Center of the Performing Arts para la inauguración del 26 Festival Internacional de Cine de Nueva York.
Después del enorme éxito de este film, el siguiente, Átame (1989), fue bien recibido en España, como prueba la nominación para quince Goyas, pero obtuvo escasa atención a nivel internacional. En Estados Unidos su presencia se limitó al Festival del National Board of Review. Como veremos en el capítulo siguiente, la controversia que desencadenó el tema de la película y el tratamiento de la protagonista entre un amplio sector de la crítica y en especial entre las feministas, afectó sin duda a la difusión de este film.
En 1992 Tacones lejanos (1991) vuelve a ser nominada Mejor Película Extranjera en la ceremonia de los Globos de Oro. La siguiente película, Kika (1993), se presentó a cuatro festivales en Estados Unidos, Festival Internacional de Cine de Miami, Ciclo de Cine Español en Los Angeles, Festival Internacional de Cine de San Francisco y Houston International Film Festival, sin lograr recibir ningún galardón. La crítica en este caso, como veremos más adelante, tampoco fue favorable.
La flor de mi secreto (1995), en principio un film con gran potencial para las pantallas norteamericanas, no estuvo presente en los festivales estadounidenses. Aunque fue seleccionada para representar a España en los Oscars, solo Marisa Paredes obtuvo el Premio a la Mejor Actriz concedido por la Asociación de Cronistas Hispanos de Espectáculos de Nueva York. Carne trémula (1997), a pesar la tibia recepción que tuvo en este país, fue nominada Mejor Película Extranjera en los Golden Satellite Awards y recibió el Premio a la Mejor Película de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York. Fue además incluida por la revista Time en la lista de las diez mejores películas del año.
Todo sobre mi madre (1999) marca la consagración de Almodóvar como uno de los directores más emblemáticos del cine extranjero en Estados Unidos. Concebido como un proyecto de amplio alcance, con un presupuesto alto, este film se presentó en cinco de los festivales con mayor visibilidad en este país: el Festival Internacional de Cine de Nueva York, el Festival del American Film Institute de Los Angeles, el Palm Springs Festival, el Fort Lauderdale International Film Festival, en el cual el director recibió el “People Choice Award” y el Robert Festival en el que le otorgaron el Premio a la Mejor Película no Americana. Obtuvo además tres nominaciones en el Golden Satellite Awards, a la Mejor Película de Habla no Inglesa, a la MejorActriz Principal (Cecilia Roth) y a la Mejor Actriz Secundaria (Antonia San Juan). A esto se suma la nominación a la Mejor Película con Edición Limitada concedido por la Gay and Lesbian Alliance Against Defamation (GLAAD Media Awards, New York), la Mejor Película Extranjera por el Independent Spirit Awards, y la misma nominación por parte del Online Film Critics Society Awards (OFCS). Esta película fue hasta el 2002 la más galardonada de Almodóvar en Estados Unidos, país en el que además de ganar el Oscar a la Mejor Película Extranjera, obtuvo el premio en esta misma categoría otorgado por Boston Society of Film Critics Awards, Los Angeles Film Critics Association Awards, New York Film Critics Circle Award, National Board of Review, Broadcast Film Critics Association Awards, Golden Globe Awards, Chicago Film Critics Association Awards y Santa Fe Film Critics Association. Junto a esto las revistas Time y Entertainment Weekly la eligieron la mejor película del año.
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