La necesidad de ampliar sus perspectivas laborales le hicieron mudarse a Barcelona, una ciudad cosmopolita en desarrollo y crecimiento, donde las editoriales, revistas de información general, semanarios satíricos, periódicos, agencias de publicidad y otras publicaciones ofrecían mayor oportunidades. Por mediación de su amigo Ramón Reventós “Moni” empezó a colaborar en L’Esquella de la Torratxa , que publicó su primera caricatura en la contraportada en mayo de 1913 y comenzó a enviar trabajos a otras como “Papitu”. En 1915 se incorporó como redactor en La Campana de Gràcia , lo que le permitió tener un sueldo seguro y la posibilidad de seguir colaborando en otras publicaciones como El poble català , El liberal y La Publicidad y con textos infantiles en El Sol de Madrid y La Mainada .
Jaume Passarell trabajó de periodista y publicó sus caricaturas y sus ilustraciones en los diversos medios catalanes y participó en distintos certámenes y salones. En enero de 1916 concurrió al I Saló dels Humoristes celebrado en la sala Mozart de Barcelona y el 3 de junio de 1917 inauguró una individual en el saloncito de “La Publicitat” en la que reunió varias decenas de caricaturas. Al conseguir con su trabajo cierta estabilidad financiera y emocional decidió regresar a su ciudad natal, Badalona, donde el 25 de octubre de 1922 contrajo matrimonio en la Iglesia de Santa María con su prometida Eulàlia Fartró i Estrada. En 1930 se incorporó como redactor de La Publicitat y prosiguió como era habitual en él publicando sus dibujos de contenido crítico en La Esquella y La campana de Gràcia sin abandonar sus reportajes en Mirador y otras revistas infantiles. Antes de que finalizase aquel año publicó el libro Cents ninot y una mica de literatura , una recopilación de cien caricaturas personales, acompañadas de un comentario generalmente breve relacionado con cada uno de los personajes. Igualmente ilustró los libros La bassa roja (1924) de Prudenci Bertrana, Cartilla de gramàtica catalana (1931) de Ramón Torroja.
Jaume Passarell apoyó la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931, una decisión que tomó ante el fracaso de la dictadura primorriverista con la que el rey Alfonso XIII se había comprometido. El mismo 1931 publicó conjuntamente con Ángel S. Escó, el libro Vida, obra i anecdotes d’en Santiago Rusiñol , en 1934 el opúsculo Homenatge a Pompeu Fabra , que editó la Associació de la Prensa de Badalona y en 1935 sacó a la luz en solitario L’Inventor Narcis Monturiol , una biografía de divulgación. Comenzó a colaborar en el Be Negro , la revista humorística creada por el equipo de La Publicitat en junio de 1931 y paralelamente siguió publicando en las páginas de Mirador y en La Jornada deportiva .
En la guerra civil abrazó la causa republicana, y trabajó en Barcelona en labores de publicidad y propaganda bélica, al tiempo que colaboraba en diversas revistas satíricas con caricaturas y viñetas de carácter antifascista, pero también criticando las actuaciones violentas propiciadas por grupos incontrolados y militantes anarquistas, lo que provocó problemas y amenazas. Por edad no llegó a ser militarizado, por lo que acrecentó su colaboración en la revista Criticom y articulista en Meridiá , similar a la antigua “Mirador”, mientras que la Biblioteca Política de Catalunya le encargó y publicó en su colección “Homes de Catalunya”, su biografía popular de Pompeu Fabra .
Al finalizar la contienda, en enero de 1939, Passarell decidió exiliarse solo a Francia, mientras que su mujer y su hijo se quedaban en Barcelona. Capturado por los guardias móviles fue enviado al campo de concentración de Argelès-sur-Mer que abandonó al cabo de unos meses para instalarse en la localidad de Tolosa de Llenguadoc, donde vivió en muy malas condiciones en un antiguo parque de bomberos cedido por el doctor Soula para acoger a republicanos españoles. Aprovechó su estancia para conocer la ciudad y sus alrededores, y reanudó la actividad periodística y dibujística centrada en la caricatura.
Con sus compañeros artistas Alfons Maseres, Josep M. Francés y Josep Miracle celebró una exposición colectiva en la que reunió varias decenas de caricaturas tomadas de los refugiados residentes. También colaboró con artículos en El Poble Catalá , revista editada en París a finales de 1940 por un grupo de catalanes del exilio.
Al producirse la invasión alemana Passarell descartó exiliarse a México, al haber conseguido un visado y un pasaje y haciendo caso a la recomendación de unos gendarmes, se reencontró con su esposa en Perpiñán, y en 1942 se trasladó a Castellnou de Bages, un municipio muy tranquilo y apartado, situado en la comarca del Bages, en la provincia de Barcelona. En 1945 recibió el encargo de su amigo Ángel Milla de escribir la historia de los bibliófilos y libreros de Barcelona que se tradujo en su estudio Libre de llibreters de vell i de bibliòfils barcelonins d’abans i d’ara , una obra muy bien editada donde alternó el texto con las ilustraciones y en junio expuso las caricaturas que aparecían en el libro en las galerías Syra.
Entre 1947 y 1948 realizó la ilustración de diversos libros para la editorial Millà, con trabajos convencionales y poco destacable. En 1947 tomó la decisión de regresar a su ciudad natal, Badalona, e instalarse junto a los suyos en su anhelado domicilio familiar de la calle San Pedro de Badalona. Se entregó a la pintura de caballete celebrando su primera exposición en solitario ese mismo año en las galerías Syra, cuya propietaria era Montserrat Isern, una vieja conocida y compañera del exilio francés. Al año siguiente volvió a exponer en la misma sala una selección de dibujos coloreados bajo el título de “Rincones de la Barcelona vieja”. También prosiguió realizando caricaturas al margen de la prensa que regalaba a sus familiares y amigos.
En 1950 Passarell participó con dos acuarelas de la playa en la Exposición Local de Bellas Artes de Badalona y consiguió una Mención Honorífica y en 1962 concurrió otra vez con tres acuarelas, una de las cuales obtuvo un premio especial. Igualmente, en 1954 y en 1955 expuso diversas obras, dos de las cuales fueron adquiridas por el Ayuntamiento para ser destinadas a su futuro museo de la ciudad. En 1954 volvió a exponer en las galerías Syra y en 1967 en el Taller d’Art de Pobla de Claramunt.
A partir de entonces Jaume Passarell se entregó casi por entero a la literatura que ya había ejercido durante la guerra civil, y se dedicó a describir sus experiencias en tres libros consideradas de memorias. Uno que publicó en 1971 y giraba en torno a sus vivencias como redactor de La Publicitat , el diario para el cual trabajaba de reportero y los otros dos escritos en 1968 y 1974 sobre la Barcelona que conoció de joven. También redactó unas biografías de Lerroux-Azaña; una obra de ilustraciones sobre personajes famosos de los años sesenta y un libro sobre la localidad de Tiana. Al enviudar se trasladó a casa de su hijo Salvador en Barcelona y poco tiempo después, el 5 de febrero de 1975, falleció, siendo enterrado en el cementerio general de Badalona.
Ubaldo Izquierdo Carvajal (1896-1960)
El que sí describió y recreó con sus apuntes, bocetos y acuarelas su visión trágica de este campo fue el pintor y militar madrileño Ubaldo Izquierdo Carvajal, quien con ello trató de denunciar la hipócrita política humanitaria y el falso moralismo del gobierno francés y la humillación y los malos tratos recibidos por sus compatriotas. Sus trabajos fueron impresionantes testimonios gráficos de las penalidades que sufrieron los refugiados, a la vez que les supo impregnar de una ternura sensible y delicada, por lo que algunos los consideraron como lo mejor de su producción artística.
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