Milka Périkliéva
PALABRAS GRABADAS EN MI ALMA
Testimonio de una discípula del Maestro Peter Deunov
¡Evera!
ISBN E-book 978-84-122054-7-3
Sobre la autora
Milka Périkliéva nació en Varna, el gran puerto búlgaro sobre el Mar Negro.
Tenía quince años cuando descubrió la enseñanza del Maestro espiritual Peter Deunov, que practicó hasta el final de su vida. Como maestra, se dedicó a la educación de niños muy pequeños y escribió numerosos libros de pedagogía. Para estimular los dones y los talentos de cada niño utilizaba juegos, ejercicios musicales, inspirados a veces en la enseñanza del Maestro, así como bailes. En la primavera de 1936, Milka redactó una descripción de la Paneuritmia, una danza sagrada de la que el Maestro Peter Deunov había compuesto la música e indicado los movimientos (Véase más adelante el capítulo “Acerca de la Paneuritmia”).
Milka conoció al Maestro Peter Deunov cuando era muy joven. Éste, en 1917, tuvo que dejar Sofía durante dos años (El Maestro Deunov fue enviado al exilio en Varna por la Iglesia ortodoxa). Se instaló en Varna, en donde continuó su tarea de instructor y atrajo a un gran público. Muchos jóvenes venían a escuchar sus conferencias y participaban en una vida artística muy rica. Se organizaron numerosos conciertos y representaciones teatrales para dar a conocer las nociones básicas de su enseñanza.
Cuando Peter Deunov regresó a Sofía, el grupo de Varna, que se había ampliado considerablemente, continuó su trabajo y, en los años 1921 a 1923, la joven Milka y su hermano Alexander se hicieron miembros. Como sobrina de Milka e hija de Alexander, a menudo los escuché contar cómo habían conocido a este grupo de jóvenes y habían comenzado a formar parte de él.
Durante un viaje en tren, en julio de 1921, el encuentro inesperado de Alexander con un joven llamado Mikhaël fue un verdadero regalo del destino.
Alexander había tomado el tren de Varna a Sofía para pasar las vacaciones en casa de su abuela. En su compartimento, personas de cierta edad contaban historias que tenían muy poco interés para él. Fue al pasillo donde se apercibió de la presencia de un joven apuesto con rostro luminoso. Alexander inició la conversación preguntándole a dónde iba. El joven le respondió:
– Voy a Veliko Tarnovo. ¿Y tú?
– Voy a casa de mi abuela en Sofía, pero me temo que me aburriré allí. ¿Y qué vas a hacer tú en Veliko Tarnovo?
– Yo, en todo caso, no me aburriré. Voy a participar en una gran reunión de personas procedentes de toda Bulgaria. Escuchamos las conferencias de un hombre muy sabio, un Maestro, un ser excepcional. Cantamos canciones de gran belleza que él compuso, las palabras de estos cantos son tan profundas e inspiradoras que es difícil describir sus efectos sobre nosotros. Hacemos diferentes trabajos juntos y comemos juntos. Pero lo esencial, son las conferencias del Maestro: contienen recomendaciones sencillas en apariencia pero que, en realidad, nos revelan la ciencia de la vida. Descubrimos las reglas y las leyes gracias a las cuales llegamos a ser capaces de vivir de manera consciente. Poco a poco, comprendemos lo que debemos hacer o no hacer, y por qué.
– Ah, a mí también en casa me dicen lo que debo hacer y lo que no, pero soy incapaz de seguir el consejo de mis padres.
– En realidad, para nosotros, no se trata solo de recomendaciones. Este ser es un gran Maestro que nos explica el sentido profundo de la vida: ilumina la enseñanza de Cristo y cómo es posible vivirla en nuestro tiempo. Nos da métodos para aprender a conocernos, para descubrir nuestros verdaderos poderes y superar nuestras debilidades. Nos ayuda a perfeccionarnos para que algún día podamos realizar lo que Jesús pidió a sus discípulos cuando dijo: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto...” Para alcanzar ese objetivo, obviamente, hay un inmenso camino por recorrer... El Maestro también posee una gran capacidad de percepción y el don de sanar por la imposición de las manos. Es muy difícil describirlo; ¡hay que verlo, oirle hablar, y escuchar la magnífica música que ha compuesto! De él emana una luz extraordinaria.
– Pero este hombre excepcional, ¿quién es? ¿Cuál es su nombre? ¿Puedo ir contigo a Veliko Tarnovo en lugar de ir a aburrirme a Sofía? Bajaré del tren contigo...
– Me encantaría, pero tu abuela vendrá a esperarte a la estación de Sofía y se disgustará mucho si no bajas del tren. Escucha, te haré otra proposición. Dime tu nombre y dónde vives en Varna.
– Me llamo Alexander Périkliev y vivo en la calle Danubio, número 2.
– ¡No es posible! Yo también vivo en la calle Danubio, pero en el número 82. Esto es lo que propongo. A mi regreso a Varna, en la segunda quincena de agosto, iremos juntos a ver la salida del sol desde el “Jardín del Mar”. Nuestro Maestro nos explica lo importante que es saber relacionarse con el sol. Sí, el sol no es una simple bola de fuego, está poblado por numerosas entidades muy evolucionadas: es una fuente de vida, de calor, de luz, de poder, de alegría y de inspiración. Todo esto te explicaré cuando nos volvamos a ver. A partir del 22 de septiembre nuestro grupo, en Varna, comienza sus reuniones anuales. Nos encontramos para leer las conferencias del Maestro, cantar y bailar la Paneuritmia. ¡Todo esto es fantástico! ¿Te gustaría unirte a nosotros?
– ¡Por supuesto que quiero! Estaba ofreciéndote acompañarte a Véliko Tarnovo, ¿y me preguntas si me gustaría venir? ¡Claro que quiero! ¿Cómo te llamas?
– Me llamo Mikhaël Ivanov.*
A medida que el tren se acercaba a la estación de Véliko Tarnovo, los dos nuevos amigos se separaron, prometiéndose a su regreso encontrarse en el “Jardín del Mar”.
Según lo acordado, a su regreso, fueron juntos a presenciar la salida del sol y escuchar la lectura de las conferencias de Peter Deunov. Posteriormente, Alexander invitó a su hermana Milka a acompañarlo y fue el comienzo de una gran amistad con Mikhaël Ivanov. Alexandre y Milka comentaban sin cesar cuánto se distinguía entre todos los jóvenes de su edad, y el Maestro Peter Deunov se refería a él como ejemplo.
En 1967, Milka Périkliéva escribió sus recuerdos. Con sencillez y gran fuerza de convicción, nos hace descubrir al gran Maestro que fue Peter Deunov.
Marta Alexandrovna Périkliéva, su sobrina, 2013
* – Me llamo Mikhaël Ivanov.* A medida que el tren se acercaba a la estación de Véliko Tarnovo, los dos nuevos amigos se separaron, prometiéndose a su regreso encontrarse en el “Jardín del Mar”. Según lo acordado, a su regreso, fueron juntos a presenciar la salida del sol y escuchar la lectura de las conferencias de Peter Deunov. Posteriormente, Alexander invitó a su hermana Milka a acompañarlo y fue el comienzo de una gran amistad con Mikhaël Ivanov. Alexandre y Milka comentaban sin cesar cuánto se distinguía entre todos los jóvenes de su edad, y el Maestro Peter Deunov se refería a él como ejemplo. En 1967, Milka Périkliéva escribió sus recuerdos. Con sencillez y gran fuerza de convicción, nos hace descubrir al gran Maestro que fue Peter Deunov. Marta Alexandrovna Périkliéva, su sobrina, 2013 * Mikhaël Ivanov (1900-1986) es ahora conocido como Omraam Mikhaël Aïvanhov. En 1937, el Maestro Peter Deunov lo envió a Francia para difundir y desarrollar su enseñanza.
Mikhaël Ivanov (1900-1986) es ahora conocido como Omraam Mikhaël Aïvanhov. En 1937, el Maestro Peter Deunov lo envió a Francia para difundir y desarrollar su enseñanza.
Los momentos más sagrados de mi vida
Hace 100 años, un mensajero celestial vino a la tierra para indicarnos el camino hacia la vida eterna. Nos ha revelado el poder de las leyes de la naturaleza, nos ha enseñado los métodos del Amor divino, de la Sabiduría divina y de la Verdad divina.
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