Índice de contenido
Epígrafes La gratitud es una de esas cosas que no pueden adquirirse. O bien nace con el hombre o, de lo contrario, ningún beneficio bastará para hacerla brotar. G.S. LORD HALIFAX La verdadera señal de que se ha nacido con grandes cualidades es haber nacido sin envidia. F. LA ROCHEFOUCAULD Nada sienta mejor a la vida que la gratitud. J.W. GOETHE ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes! Todos los vicios, Sancho, tienen un no sé qué de deleite consigo; pero el de la envidia no tal, sino disgusto, rencores y rabias. M. DE CERVANTES Pensar, ¿qué quiere decir? Significa: ¿decir la gratitud? M. HEIDEGGER El hombre que se lamenta de infelicidad podría, por lo menos, participar de la dicha de sus amigos; la envidia lo priva de esta oportunidad. J. DE LA BRUYÈRE Pocas veces quien recibe lo que no merece, agradece lo que recibe. F. DE QUEVEDO
Prólogo de Solange Matarasso
Aclaraciones
Referencias cronológicas
Biografía de Melanie Klein
Nociones esenciales antes de abordar el texto
Historia de la obra
Cuestiones fundamentales
La pulsión de muerte
Vida y muerte/amor y odio
Lo constitucional
La realidad psíquica y el mundo interno
El giro objetal
El mundo interno: la “asamblea de ciudadanos”
El mundo interno en armonía
Fantasía inconsciente. Fantasías originarias
De qué manera es legítimo hablar de fantasías inconscientes tempranas
La escena originaria, fuente de la fantasía inconsciente
Noción de triangulación
La frustración y el duelo
Vida intrauterina, impulso a la idealización y sentimiento oceánico
El conocimiento inconsciente del pecho y la anticipación de su encuentro
Elementos de la conjugación de la escena primaria: fantasía de la figura parental combinada, complejo de Edipo temprano e impulso epistemofílico
Teoría de las posiciones
La Posición depresiva
La Posición paranoide-esquizoide
La identificación proyectiva
La transición entre las posiciones
Envidia/gratitud: una matriz
La envidia, la expresión más perniciosa del odio
La gratitud, expresión primigenia del amor
Ni la gratitud ni la envidia son afectos puros
La matriz
Guía de lectura
Análisis del texto
Ideas centrales
Lo constitucional
El yo temprano y sus funciones principales
Ansiedad primordial
Gratitud
Envidia primaria y envidia excesiva
Celos
Voracidad
La objetología kleiniana
Idealización
Creatividad materna
El complejo de Edipo y la envidia excesiva
Culpa temprana
Procesos de escisión inadecuados
Mecanismos de defensa
Dependencia y desamparo
Análisis de la transferencia
Contratransferencia
Propuestas
Título
Adiciones
El pecho bueno primario en el núcleo del yo
Gratitud
La mecánica de la envidia
Imposibilidad de elaborar las ansiedades paranoides y depresivas a causa de la envidia excesiva
Envidia y voracidad
Intolerancia a la frustración más envidia excesiva más odio y resentimiento
Triangulación, gratitud y envidia excesiva
Escena de frustración
Trascendencia
Cómo fue recibido Envidia y gratitud
La nueva controversia
El problema moral de la envidia constitucional
La “desestimación” kleiniana del ambiente
Algunas críticas
Los peligros del peor de los pecados en la clínica
Desarrollos kleinianos de Envidia y gratitud
Hanna Segal
Herbert Rosenfeld
Wilfred R. Bion (por Solange Matarasso)
Donald Meltzer (por Solange Matarasso)
Desarrollos recientes
Lecturas sugeridas
Bibliografía general
Obras de Melanie Klein
Escuela Kleiniana
Diseño de la colección
Maia F. Miret
Portada
Beatriz Hernández
Logotipos
Gabriela Domínguez
Diagramas
“Imprescindibles” , Miguel Kolteniuk
“Escuela Kleiniana”, Margarita Moya y Jaime del Palacio
Primera edición, 2019
Primera reimpresión, 2019
Segunda reimpresión, 2019
Segunda edición corregida, 2021
Derechos reservados conforme a la ley
Prohibida su reproducción parcial o total
© ANALYTIKÉ EDICIONES
Magisterio Nacional 206
La Joya, Tlalpan
14000 Ciudad de México
ISBN: 968-607-8676-78-1
Se editó para publicación digital en noviembre de 2021.
La gratitud es una de esas cosas que no pueden adquirirse.
O bien nace con el hombre o, de lo contrario,
ningún beneficio bastará para hacerla brotar.
G.S. LORD HALIFAX
La verdadera señal de que se ha nacido
con grandes cualidades es haber nacido sin envidia.
F. LA ROCHEFOUCAULD
Nada sienta mejor a la vida que la gratitud.
J.W. GOETHE
¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!
Todos los vicios, Sancho, tienen un no sé qué de deleite consigo;
pero el de la envidia no tal, sino disgusto, rencores y rabias.
M. DE CERVANTES
Pensar, ¿qué quiere decir?
Significa: ¿decir la gratitud?
M. HEIDEGGER
El hombre que se lamenta de infelicidad podría,
por lo menos, participar de la dicha de sus amigos;
la envidia lo priva de esta oportunidad.
J. DE LA BRUYÈRE
Pocas veces quien recibe lo que no merece,
agradece lo que recibe.
F. DE QUEVEDO
PRÓLOGO
Un psicoanalista kleiniano o post kleiniano lo es en la medida en que contempla, tanto en su perspectiva teórica de la mente como en su práctica y en su visión de la psicopatología, el tema medular de la envidia y el de su par contrapuesto, la gratitud.
El postulado de 1955 según el cual existe una dotación instintiva de vida y de muerte en cada individuo que se representa en las emociones de amor y odio y se expresa, finalmente, en la gratitud y la envidia (Moya, 2018), subvierte el orden kleiniano anterior a esta propuesta. La nueva visión parece sugerir un cambio de dirección que nos lleva a suponer que dado que existen gratitud y envidia de forma primaria, el individuo humano es capaz de buscar y encontrar al pecho y desarrollar amor u odio por él, según sea el caso y, por ello, devenir en un buscador de la vida, o convertirse en un buscador de la no-vida de los objetos degradados, mutilados y carentes de ética y belleza.
Esta subversión es sorprendente, aunque no excepcional cuando se piensan las situaciones en la clínica que llevan a replantear las teorías existentes. Freud teorizó primero los impulsos anales y sólo después encontró que éstos estaban insertos en una cadena en la que un eslabón previo, el impulso oral, anidaba como punto de arranque para el desarrollo de la libido. De igual forma, Klein supuso primero la existencia de la Posición depresiva, pero su gran capacidad de observación clínica y de captación intuitiva la llevaron a concluir que una posición previa, la paranoide-esquizoide, era la punta de lanza del desarrollo mental.
Finalmente, las teorizaciones kleinianas se reorganizaron después de 1955, cuando Melanie Klein presentó por vez primera su teoría relativa a la envidia y a la gratitud. Se comprendieron bajo una nueva luz conceptos como el de Posición paranoide-esquizoide, que ahora podía ser vista en sus dos caras, una de las cuales resulta ser el punto de arranque, normal y necesario, del desarrollo mental, y la otra, la patológica, queda afectada por los impulsos agresivos que habitan el espacio interno desde el origen mismo de la vida postnatal. De la misma forma, se redimensiona la noción de identificación proyectiva para diferenciar una modalidad capaz de destruir agresiva y ofensivamente a un objeto bueno por el hecho de serlo, de otra cuya finalidad es ocupar el interior de la mente y el cuerpo de la madre como un refugio defensivo ante la amenaza y el desvalimiento que producen al sí-mismo las emociones agresivas tanto internas como externas.
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