Su arte radica en la forma en que logra persuadir a los contrarios para que piensen que pueden ir por él. Ocurre casi como cuando se insinúa cierta violencia truculenta en el cine sin que realmente llegue a aparecer nada en pantalla. Verdadero genio en los ataques, su control sobre las reacciones de los defensas suele evocar escenas mucho más cruentas de carnicería futbolística de lo que realmente acaba ocurriendo.
Las distintas formas en que Ronaldo maneja el balón han sido cortadas todas ellas, o más bien arrancadas, del mismo patrón. El distintivo que le ha ayudado a aumentar su popularidad tanto y tan rápido ha sido la combinación de dotes imprevisibles y poco convencionales con una fuerza interna impresionante.
Y luego está el hecho de que, al contrario que cualquier otra supuesta leyenda del fútbol. Ronaldo ha tenido siempre a mano a dos agentes de confianza para orientarle y ofrecerle ayuda. Este aspecto añade una nueva dimensión a la evolución de su carrera, puesto que en cualquier traspaso se calcula hasta el último dólar. A Ronaldo le han convencido de que los cambios de club son beneficiosos para la salud de su carrera y de su cuenta corriente, que en la actualidad se cifra en torno a los 40 millones de dólares. Sin embargo, más adelante estudiaremos con detenimiento los riesgos de enzarzarse en demasiadas discusiones ajenas al terreno de juego.
En muchos sentidos, la historia de Ronaldo es como la adaptación del guión de una telenovela. Los temas y personajes nos resultan familiares, pero los diálogos y la estructura de su vida trascienden categoría. Su estilo ha nacido en un mundo dirigido por los grandes magnates capitalistas de los noventa, una especie que nunca antes había estado tan presente en el fútbol.
Aunque su historia es una mezcla evidente de comedia, tragedia y violencia, que seguramente atraerá tanto a sus fans, como a sus detractores, no cabe duda de que las dotes de Ronaldo serán las que sigan consolidándole como joven símbolo. Su juego tiene algo de peligroso y sus actuaciones podrían llegar a gustar tanto como las sustancias prohibidas. Sus altibajos provocan subidones de adrenalina a los aficionados del fútbol y son motivo de intensos debates.
Esta faceta peligrosa forma una parte vital del mito de Ronaldo.
Lo que realmente preocupa a los supuestos expertos del fútbol es su capacidad para resucitar repentina mente durante unos pocos minutos de partido. Y eso es precisamente lo que más atrae a sus jóvenes seguidores.
Aunque en persona Ronaldo pueda parecer inofensivo, lo que le ha consagrado como mejor jugador del mundo ha sido la determinación rotunda que imprime en sus carreras ofensivas y su indiferencia cruel hacia los defensas. Aun así, ha intentado seguir siendo accesible e irradia el encanto de los que son conscientes de su nivel. Es como si estuviera diciendo: “si yo puedo hacerlo, tú también”. La saga de Ronaldo es muy parecida al motor de la vida de Río: la novela das oito, o, lo que es lo mismo, las telenovelas. Las estrellas de estas producciones líderes de audiencia son ídolos nacionales y, de hecho, un verdadero carioca sería capaz de cualquier cosa con tal de no perderse ni un solo capítulo. Simplemente hace falta imaginarse una telenovela con Ronaldo y su rubia prometida Susana Werner de protagonistas para empezar a hacerse una composición de lugar.
La historia de Ronaldo es muy similar a la vida del día a día en Rio, la novela das oito , las telenovelas. Las estrellas de estos programas en horario estelar son ídolos nacionales, y un verdadero Carioca hace todo lo posible para no perderse ni un solo episodio. Imagina una telenovela protagonizada principalmente por Ronaldo y su prometida, la rubia Susana Werner, y empezarás a hacerte una idea.
El niño que escapó de la favela que logró fama y dinero en el mundo del deporte.
La hermosa niña de clase media que se enamoró de nuestro héroe y entró en acción inmediatamente.
La madre caída del cielo que vigila las compañías de su hijo y le llama a todas horas a sus tres teléfonos móviles.
El padre que dejó las drogas y el alcohol para dar a su hijo querido el tipo de apoyo del que todos podríamos prescindir.
El, en ese entonces, presidente de la selección brasileña que formalizó su relación con el gigante Nike y vendió el equipo por $40 millones de dólares.
Los dos banqueros que se convirtieron en agentes, y que ficharon a un colegial y se encaminaron para convertirse en multimillonarios.
La leyenda del fútbol y amigo de los chicos de barrios marginales que descubrió a Ronaldo. Convenció a sus amigos Alexandre y Reinaldo para que le ficharan y después reclamó haber recibido una migaja por las molestias tomadas.
El lateral izquierdo de la selección brasileña, superestrella en Francia 98, que desconcertó a nuestro héroe con sus extraños hábitos personales.
El delantero brasileño (El Animal) que causó un gran caos en Francia 98 al querer ser titular de la selección.
El atractivo y persuasivo comentarista de televisión atractivo que, según muchos, fue el causante del mayor revuelo de la historia del fútbol, al haber sido relacionado con Susana con el objetivo de desestabilizar a Ronaldo.
El veterano seleccionador brasileño que se negó a ofrecer un juego bonito y acabó pagando un precio muy alto por su testarudez.
El médico de la selección que recibió muchas críticas.
El respetado fisioterapeuta brasileño que advirtió sobre los desastres que se avecinaban, pero al que nadie escuchó…
A todos ellos hay que añadir una docena de personajes secundarios, incluidas varias rubias (y algunas morenas), una gran cantidad de chicos de barrios marginales, amigos de nuestro héroe, los portavoces de los mayores fabricantes de material deportivo del mundo y muchos, muchos más...
PRÓLOGO
12 de julio de 1998, final del Mundial de Fútbol, París, Francia.
Dos mil millones de personas vieron el partido de fútbol más importante del mundo con el corazón en la mano. Ronaldo, la superestrella que estaba en el centro del campo, deambulaba por el Stade de France como si tuviera la cabeza en otro lado, aunque no parecía tener ninguna lesión a la vista.
La impotencia de Ronaldo quedó a la vista en su triste anonimato. No recibía ningún balón y tampoco sabía dónde ir a buscarlo. Parecía que sus compañeros de equipo lo habían olvidado; o, peor aún, lo estaban ignorando.
Brasil se hundió sin dejar rastro alguno.
Para entender los antecedentes de este partido tan trascendental, hay que remontarse al día en que nació Ronaldo...
“Pienso que si no pasas una buena infancia o adolescencia, acabas luchando por tus objetivos con más determinación en comparación con aquellas personas que han nacido en cuna de oro.”
Clodoaldo, exjugador brasileño ganador del Mundial de Fútbol de 1970
CAPÍTULO 1
La historia de dos cumpleaños
18 de septiembre de 1976, Bento Ribeiro, Río de Janeiro, Brasil
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