Esta recomendación, tan semejante a la que contemporáneamente hacía san Benito de Nursia a los monjes de occidente al fin de su Regla 66, tiene por objeto orientar al monje hacia lo que es esencial de su vida, lo cual lleva naturalmente a cierto tipo de lecturas como también a un modo especial de hacerlas. Y en ello consiste la sabiduría monástica cuyas bases sentaron estos dos Padres del monacato.
Sobre estos pilares Doroteo edifica toda su doctrina espiritual. Es esa obediencia la que garantiza una vida de oración continua auténtica, en la que Doroteo consolidó a su discípulo Dositeo hasta los últimos momentos de su vida67.
Habría muchos otros temas interesantes para señalar en esta Introducción, pero los dejaremos aparecer a los ojos del que lea las enseñanzas mismas que Doroteo dejó a sus monjes. Solo queremos decir, para terminar, que todas sus enseñanzas tienen la ventaja de hacernos ver que antes de enseñar a los otros y de ser el padre espiritual probado que él fue, Doroteo vivió como un hijo obediente y totalmente entregado a sus padres.
D. INFLUENCIA
1. En Oriente
El primer indicio de la influencia de Doroteo de Gaza en la tradición monástica lo encontramos en san Juan Clímaco (año 600), monje del Sinaí. En su obra La Escala espiritual hay varios pasajes inspirados en la obra de Doroteo, aunque nunca lo cita68.
Pero fue Teodoro Estudita (+ 826) quien mayor trascendencia dio a Doroteo. Al captar el corazón de su doctrina, se ocupó de difundirla dentro del monacato bizantino. “... Su espiritualidad está impregnada de ese renunciamiento tan particular de Doroteo, hecho de calma y serenidad, en la sumisión de la voluntad del monje a la voluntad de su superior, en el humilde trabajo manual y en el servicio a la comunidad, en la oración constante, sin buscar los carismas de la gnosis ”69.
La influencia de Teodoro Estudita fue tan grande en el cenobitismo bizantino, que los monjes que le sucedieron siempre conservaron las obras de Doroteo como una de sus predilectas.
Más profunda todavía fue su influencia en Rusia y en el Monte Athos. La autoridad que le atribuían a Doroteo era tal, que su obra era considerada una de las lecturas obligatorias para todo monje, y por otro lado constituía una de las lecturas patrísticas que se leían tanto en los oficios de la Iglesia como en los refectorios de los monasterios70.
En Occidente su penetración también fue grande. No sólo en el ambiente monástico sino como lectura de perfección cristiana general, recomendada para todo cristiano.
El abad benedictino Mabillon en su Traité des Études Monastiques recomienda a sus monjes la lectura de Doroteo, y en ello estuvo totalmente de acuerdo con su adversario, el abad trapense De Rancé, que acababa de publicar una traducción francesa de Doroteo y que Mabillon recomienda y alaba, aunque nunca dice quién es el traductor (año 1680).
Fuera del ambiente monástico Doroteo influyó muy hondamente en las primeras generaciones de jesuitas, que consideraban su lectura como una de las más recomendadas para los novicios, junto con Casiano y Cesáreo de Arles. El jesuita español Alonso Rodríguez en su Tratado de la Perfección Cristiana (1600) hace resaltar los valores que Doroteo supo transmitir a su discípulo Dositeo.
El interés de los jesuitas por la obra de Doroteo siguió hasta nuestros días, especialmente en la persona de I. Hausherr, quien le dedicó varios estudios71. Y es en la colección que ellos dirigen, Sources Chrétiennes , donde fue publicada la obra completa de Doroteo, con texto crítico y edición bilingüe, en 1963.
Finalmente podemos decir con palabras de De Rancé, que la importancia que tuvo Doroteo a lo largo de la historia en tan variados sectores de la vida cristiana, se debe a que sus enseñanzas “no son sino una síntesis de las máximas más puras del Evangelio: todos los cristianos aprenderán allí a vivir según el espíritu de Jesucristo”72.
La traducción que ofrecemos la hemos hecho a partir del texto griego presentado por L. Regnault. Hemos tenido en cuenta la traducción francesa que la acompaña, como asimismo la versión italiana de M. Paparazzi73 y la de L. Chremaschi74. Hemos tomado la división del texto en parráfos, de la edición francesa, los cuales siguen un orden corrido a lo largo de las diez y siete Conferencias , y dan una mejor presentación de los distintos temas que se suceden. Respecto a las notas, hemos tratado de reducirlas a lo estrictamente indispensable para comprender el texto. En su mayoría son citas de la Escritura y de los Padres, las dos fuentes de Doroteo.
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BARSANUPHE – GAZA, Jean de, Correspondance I-III. Introduction, texte critique et notes par François NEYT et Paula NOAH, traduction par Lucien REGNAULT , Les Éditions du Cerf ( Sources Chrétiennes 426, 427, 450, 451, 468) , 1997-2002.
DOROTHEÉ DE GAZA, Oeuvres spirituelles. Introduction, texte grec, traduction et notes par L. Regnault et J. Préville ( SC 92), Paris: 1963. (Citado como Regnault SC 92 y número de página).
DOROTHÉE SAINT, La Vie de saint Dosithée. Texte critique et traduction par P. M. Brun , OC XXVI (1932) 87-123.
Traducciones en Cuadernos Monásticos:
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b. ELIZALDE, M. de, Vida de Dositeo . En: CuadMon 13 (1970) 134-151.
c. TAMBURINI, M. E., Selecciones de “La doctrina espiritual” de Doroteo de Gaza. En: CuadMon 32 (1975) 111-141.
d. RIVAS, F., Doroteo de Gaza: Conferencias espirituales :
a. Introducción y Conferencias I, II y V. En: CuadMon 86 (1988) 331-370.
b. Conferencias III, VII, XI, XIII, XIV. En: CuadMon 87 (1988) 459-486.
c. Conferencias IV, VI, VIII, IX. En: CuadMon 89 (1989) 225-254.
d. Conferencias X, XII, XV, XVI y XVII. En: CuadMon 90 (1989) 345-372.
CREMASCHI, L., Doroteo de Gaza. Comunione con Dio e con gli uomini . Bose 2014.
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