Índice de contenido
Obras completas
Baltasar (del) Alcázar
Poesías Poesías Preso de amores Tres cosas me tienen preso de amores el corazón, la bella Inés, el jamón y berenjenas con queso. Esta Inés (amantes) es quien tuvo en mí tal poder, que me hizo aborrecer todo lo que no era Inés. Trájome un año sin seso, hasta que en una ocasión me dio a merendar jamón y berenjenas con queso. Fue de Inés la primer palma, pero ya júzgase mal entre todos ellos cuál tiene más parte en mi alma. En gusto, medida y peso no le hallo distinción, ya quiero Inés, ya jamón, ya berenjenas con queso. Alega Inés su beldad, el jamón que es de Aracena, el queso y berenjena la española antigüedad. Y está tan fiel en el peso que juzgado sin pasión todo es uno, Inés, jamón, y berenjenas con queso. A lo menos este trato de estos mis nuevos amores, hará que Inés sus favores, me los venda más barato. Pues tendrá por contrapeso si no hiciere razón, una lonja de jamón y berenjenas con queso.
Preso de amores
Su modo de vivir en la vejez Su modo de vivir en la vejez Deseáis, señor Sarmiento, saber en estos mis años, sujetos a tantos daños, cómo me porto y sustento. Yo os lo diré en brevedad, porque la historia es bien breve, y el daros gusto se os debe con toda puntualidad. Salido el sol por oriente de rayos acompañado, me dan un huevo pasado por agua, blando y caliente. Con dos tragos del que suelo llamar yo néctar divino, y a quién otros llaman vino porque nos vino del cielo. Cuando el luminoso vaso toca en la meridional, distando por un igual del Oriente y del ocaso, me dan asada y cocida una gruesa y gentil ave, con tres veces del süave licor que alarga la vida. Después que cayendo, viene a dar en el mar Hesperio, desamparado el imperio que en este horizonte tiene; me suelen dar a comer tostadas en vino mulso, que el enflaquecido pulso restituyen a su ser. Luego me cierran la puerta, yo me entrego al dulce sueño, dormido soy de otro dueño; no sé de mi nueva cierta. Hasta que, habiendo sol nuevo me cuentan cómo he dormido: y así de nuevo les pido que me den néctar y huevo. Ser vieja la casa es esto: veo que se va cayendo, voile puntales poniendo porque no caiga tan presto. Más todo es vano artificio; presto me dicen mis males que han de faltar los puntales y allanarse el edificio.
Una cena
En el baile
Epigramas
A un giboso de delante
A una mujer escuálida
Constanza
Doña Valentina
El estudiante
Los ojos de Elvira
Job
La capa
La nariz de Clara
Los ojos de Ana
Salir por pies
El nombre de Pedro
Receta para encornar
Sonetos
A Cristo
Al amor
Cercada está mi alma de contrarios...
Di, rapaz mentiroso
Yo acuerdo revelaros un secreto
La mujer celosa
Diálogos entre un galán y el eco
Obras completas
Baltasar (del) Alcázar
Publicado:1606 Categoría(s):Ficción, Poesía
Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón,
la bella Inés, el jamón
y berenjenas con queso.
Esta Inés (amantes) es
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés.
Trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dio a merendar jamón
y berenjenas con queso.
Fue de Inés la primer palma,
pero ya júzgase mal
entre todos ellos cuál
tiene más parte en mi alma.
En gusto, medida y peso
no le hallo distinción,
ya quiero Inés, ya jamón,
ya berenjenas con queso.
Alega Inés su beldad,
el jamón que es de Aracena,
el queso y berenjena
la española antigüedad.
Y está tan fiel en el peso
que juzgado sin pasión
todo es uno, Inés, jamón,
y berenjenas con queso.
A lo menos este trato
de estos mis nuevos amores,
hará que Inés sus favores,
me los venda más barato.
Pues tendrá por contrapeso
si no hiciere razón,
una lonja de jamón
y berenjenas con queso.
Su modo de vivir en la vejez
Deseáis, señor Sarmiento, saber en estos mis años, sujetos a tantos daños, cómo me porto y sustento. Yo os lo diré en brevedad, porque la historia es bien breve, y el daros gusto se os debe con toda puntualidad. Salido el sol por oriente de rayos acompañado, me dan un huevo pasado por agua, blando y caliente. Con dos tragos del que suelo llamar yo néctar divino, y a quién otros llaman vino porque nos vino del cielo. Cuando el luminoso vaso toca en la meridional, distando por un igual del Oriente y del ocaso, me dan asada y cocida una gruesa y gentil ave, con tres veces del süave licor que alarga la vida. Después que cayendo, viene a dar en el mar Hesperio, desamparado el imperio que en este horizonte tiene; me suelen dar a comer tostadas en vino mulso, que el enflaquecido pulso restituyen a su ser. Luego me cierran la puerta, yo me entrego al dulce sueño, dormido soy de otro dueño; no sé de mi nueva cierta. Hasta que, habiendo sol nuevo me cuentan cómo he dormido: y así de nuevo les pido que me den néctar y huevo. Ser vieja la casa es esto: veo que se va cayendo, voile puntales poniendo porque no caiga tan presto. Más todo es vano artificio; presto me dicen mis males que han de faltar los puntales y allanarse el edificio.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.