Logan J. Davisson - Los Colores De Un Mundo Optimista

Aumentar la autoestima

Aumentar la autoestima es enormemente importante para restaurar el equilibrio interior. ¿Qué es lo que te pasa? Porque sólo tomaremos medidas saludables si realmente valemos la pena. ¿Eres lo suficientemente importante para ti mismo como para hacer cambios y lograr una mayor relajación y equilibrio en tu vida, incluso si esto puede significar una crítica externa? Nuestra autoestima es nuestro mejor amigo, porque sólo a través de una sana autoestima nos motivamos a tomar decisiones saludables y a confiar en nosotros mismos.

La causa de la baja autoestima suele ser la infancia. No a todas las personas se les permitió experimentar a través de sus padres lo importantes, cariñosos y fuertes que son. Pero no te preocupes, puedes ponerte al día en cualquier momento. En lugar de reprochar a menudo tus propias debilidades y hacerlas tu buque insignia personal y compararte con ídolos supuestamente inalcanzables, deberías tratarte con mucho amor, respeto y paciencia. Esto incluye aceptar cumplidos externos, alabarse a sí mismo regularmente por el éxito y el progreso, y no compararse con otras personas. Otras personas no están en su situación y simplemente tienen diferentes requisitos previos. Dos vidas no se pueden comparar. Es mejor que te compares contigo mismo y veas tu progreso!

Con el fin de silenciar al crítico interno, usted debe tomar un poco de tiempo todos los días para jugar a través de conductas juzgadas críticamente de nuevo y considerar conductas alternativas. El vecino te trató de nuevo de forma increíblemente irrespetuosa, porque tu cesta de la compra se quedó en el hueco de la escalera durante unos segundos? ¿Ha sido capaz de defenderse con seguridad y confianza en sí mismo o se le han quedado atascadas las palabras en la garganta? Entonces considere para tales situaciones cómo poner fin a estos encuentros antiestéticos la próxima vez respetuosa, clara e inequívocamente.

Encontrar la aceptación y percibir la retroalimentación

Acepte su situación actual, sus sentimientos y también su condición física. ¿Te parece gracioso? Aceptar la situación actual es, sin embargo, un paso lógico e importante. ¿Qué lo desencadena en ti si no quieres aceptar un hecho? Lo más probable es que sea tensión! Y la tensión es un claro mensajero del estrés inminente, porque en ese mismo momento has hecho un juicio negativo sobre una condición. Usted ya sabe que su actitud personal ante las circunstancias controla sus emociones con respecto a esta afección.

Por lo tanto, no es de extrañar si usted se mete en estrés innecesario y adicional debido a la falta de aceptación de su situación. No estoy diciendo que de repente deba amar su dolor de espalda o considerar su situación actual perfecta, pero simplemente estoy recomendando que vea la situación como lo que es: una condición cambiante. Así que tienes la posibilidad de percibir tus sentimientos y tus señales físicas exactamente y de aceptarlos sin juzgarlos. Usted puede percibir todas sus emociones negativas y también las consecuencias físicas del estrés a largo plazo y el desequilibrio exactamente como tales mensajes. En el momento en que usted percibe su retroalimentación emocional y física sin juicio, ¡ha dado un gran paso! Por así decirlo, ha realizado un inventario o un inventario de su situación y puede iniciar pasos de optimización basados en esto.

No todos son capaces de practicar la autoaceptación de inmediato. Puede ser útil si se toma por lo menos 15 minutos al día para hacer un balance. Escribe qué aspectos de tu situación actual no quieres aceptar y luego trata de aceptar exactamente estos aspectos como una expresión de un estado cambiante: "Acepto que estoy muy irritable en este momento. Esta es una expresión de una sobrecarga momentánea". Usted notará rápidamente que se alejará del pensamiento crítico sobre sí mismo y su situación hacia una actitud enfocada a la resolución de problemas!

Practica una actitud positiva - Mira las cosas desde un ángulo diferente

A menudo no son las situaciones en sí mismas las que nos ponen bajo estrés, sino nuestra evaluación de la situación. Así que considerar una actitud positiva hacia las situaciones estresantes, es decir, mirar la situación desde una perspectiva completamente nueva, puede en realidad reducir la presión y el estrés. Y aunque al principio pueda sonar como si te estuvieras mintiendo a ti mismo, este nuevo optimismo pronto se convertirá en un hábito feliz de una actitud atenta y equilibrada. A partir de ahora, dedique al menos 15 minutos al día a averiguar cómo redefinir y evaluar las situaciones estresantes.

Aquí hay un ejemplo: La relación conflictiva con los vecinos era antes una razón para caer en un estado de tensión. En otras palabras, la relación cargada de conflictos con los vecinos podría ser una ocasión maravillosa para el cambio espacial, para un nuevo comienzo o para aprender una amplia variedad de técnicas de gestión de conflictos. Incluso la cola en la caja del supermercado no tiene por qué ser evaluada negativamente. Esta también puede ser una buena manera de escribir un mensaje corto y agradable a tu mejor amigo, descargar un libro interesante a tu smartphone o hablar con la gente que te rodea.

Durante tu reflexión diaria, anota qué situaciones te han causado estrés. En un segundo paso, trate de analizar la situación de la manera más objetiva posible. Un coche defectuoso es un coche defectuoso y no tiene que convertirse en un drama familiar de tamaño medio. ¿Qué perspectivas alternativas podría dar a esta situación? La situación que desencadena el estrés, ¿posiblemente también tiene sus ventajas o incluso ofrece oportunidades para un mayor desarrollo? Cuanto más impersonal sea una situación en particular, más probable es que cambie su perspectiva de la situación y vea los aspectos positivos de todo ello.

Abandonar la autocompasión y el papel de víctima

Bañarse en la autocompasión y rendirse al papel de víctima no es nada difícil. Y a veces nos hace bien, porque nos da una motivación extra para desarrollarnos más en la vida y atrevernos a cosas nuevas. Así que la autocompasión puede tener sus lados buenos, siempre y cuando no nos hundamos completamente en ella. La vida no siempre va por caminos perfectos, pero a menudo nos da la oportunidad de hacer otro esfuerzo real. Sin embargo, si la autocompasión se convierte en un hábito, entonces no hay mucho que sentir del efecto curativo y nos desviamos hacia una especie de papel de víctima. Esto significa que ya no asumimos la responsabilidad de nuestra situación actual, sino que nos sentimos indefensos, ignorados, excluidos e inútiles. Eso es lo opuesto a la confianza en sí mismo.

A largo plazo, esto puede llevar a la apatía e incluso a la depresión. Tan pronto como nos sentimos cómodos en el papel de víctima, transferimos la responsabilidad. Después de todo, los perpetradores, los otros que lo están haciendo bien, son los culpables y la vida misma ha jugado cartas injustas para usted. Entonces ya es hora de que vuelvas a asumir la responsabilidad de tu propia situación y te preguntes a ti mismo: ¿Cómo ha podido llegar a esto? ¿Qué he contribuido a esta situación? ¿Y cómo puedo evitar tales eventos en el futuro? Trabajar fuera del papel de víctima significa practicarse en la autorreflexión y en la honestidad implacable hacia uno mismo. Por lo tanto, si muestras más autocompasión que compasión por ti mismo, es hora de mantener un registro de los escenarios más comunes de autocompasión y la investigación correspondiente para romper estas estructuras establecidas desde hace mucho tiempo.

Mantenga un registro del estrés

Llevar un registro del estrés puede ayudar a determinar las causas reales de la respuesta al estrés. Muchas personas pasan por alto los signos de una respuesta al estrés, pero es exactamente en ese momento cuando se puede llevar a cabo una intervención. Así que tómese por lo menos una semana para observarse de cerca. Preste atención a los siguientes puntos: