Homero Hómēros - Homero - Odisea

Здесь есть возможность читать онлайн «Homero Hómēros - Homero - Odisea» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Homero - Odisea: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Homero - Odisea»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

"Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos,
que anduvo errante muy mucho después de Troya sagrada asolar;
vió muchas ciudades de hombres y conoció su talante,
y dolores sufrió sin cuento en el mar tratando
de asegurar la vida y el retorno de sus compañeros.
Mas no consiguió salvarlos, con mucho quererlo,
pues de su propia insensatez sucumbieron víctimas,
¡locas! de Hiperión Helios las vacas comieron,
y en tal punto acabó para ellos el día del retorno.
Diosa, hija de Zeus, también a nosotros,
cuéntanos algún pasaje de estos sucesos."
La «Odisea» de Homero es un poema épico griego compuesto por 24 cantos. El poema es, junto a la «Ilíada», uno de los primeros textos de la épica grecolatina y por tanto de la literatura occidental.

Homero - Odisea — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Homero - Odisea», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y le contestó luego el de Gerenia, el caballero Néstor:

«Hijo mío, puesto que me has recordado los infortunios que tuvimos que soportar en aquel país los hijos de los aqueos de incontenible furia: cuánto vagamos con las naves en el brumoso ponto, a la deriva en busca de botín por donde nos guiaba Aquiles y cuánto combatimos en torno a la gran ciudad del soberano Príamo... Allí murieron los mejores: allí reposa Ayax, hijo de Ares, y allí Aquiles, y allí Patroslo, consejero de la talla de los dioses, y allí mi querido hijo, fuerte a la vez que irreprochable, Antíloco, que sobresalía en la carrera y en el combate. Otros muchos males sufrimos además de éstos. ¿Quién de los mortales hombres podría contar todas aquellas cosas? Nadie, por más que te quedaras a su lado cinco o seis años para preguntarle cuántos males sufrieron allí los aqueos de linaje divino. Antes volverías apesadumbrado a tu tierra patria. Durante nueve años tramamos desgracias contra ellos acechándoles con toda clase de engaños y a duras penas puso término (a la guerra) el hijo de Cronos.

«Jamás quiso nadie igualársele en inteligencia, puesto que el divino Odiseo era muy superior en toda clase de astucias, tu padre, si es que verdaderamente eres descendencia suya. (Al verte se apodera de mí el asombro. En verdad vuestras palabras son parecidas y no se puede decir que un hombre joven hable tan discretamente.)

«Jamás, durante todo el tiempo que estuvimos allí, hablábamos de diferente modo yo y el divino Odiseo ni en la asamblea ni en el consejo, sino que teníamos un solo pensamiento, y con juicio y prudente consejo mostrábamos a los aqueos cómo saldría todo mejor.

«Después, cuando habíamos saqueado la elevada ciudad de Príamo y embarcamos en las naves y la divinidad dispersó a los aqueos, Zeus concibió en su mente un regreso lamentable para los argivos porque no todos eran prudentes ni justos. Así que muchos de éstos fueron al encuentro de una desgraciada muerte por causa de la funesta cólera de la de poderoso padre, de la de ojos brillantes que asentó la Disensión entre ambos atridas. Convocaron éstos en asamblea a todos los aqueos, insensatamente, a destiempo, cuando Helios se sumerge, y los hijos de los aqueos se presentaron pesados por el vino, y les dijeron por qué habían reunido al ejército.

«Allí Menelao aconsejaba a todos los aqueos que pensaran en volver sobre el ancho lomo del mar. Pero no agradó en absoluto a Agamenón, pues quería retener al pueblo y ejecutar sagradas hecatombes para aplacar la tremenda cólera de Atenea. ¡Necio!, no sabía que no iba a persuadirla, que no se doblega rápidamente la voluntad de los dioses que viven siempre. Así que los dos se pusieron en pie y se contestaban con palabras agrias. Y los hijos de los aqueos de hermosas grebas se levantaron con un vocerío sobrehumano: divididos en dos bandos les agradaba una a otra decisión.

«Pasamos la noche removiendo en nuestro interior maldades unos contra otros, pues ya Zeus nos preparaba el azote de la desgracia.

«Al amanecer algunos arrastramos las naves hasta el divino mar y metimos nuestros botines y las mujeres de profundas cinturas. La mitad del ejército permaneció allí, al lado del atrida Agamenón, pastor de su pueblo, pero la otra mitad embarcamos y partimos. Nuestras naves navegaban muy aprisa una divinidad había calmado el ponto que encierra grandes monstruos y llegados a Ténedos realizamos sacrificios a los dioses con el deseo de volver a casa. Pero Zeus no se preocupó aún de nuestro regreso. ¡Cruel! Él, que levantó por segunda vez agria disensión: unos dieron la vuelta a sus bien curvadas naves y retornaron con el prudente soberano Odiseo, el de pensamientos complicados, para dar satisfacción al atrida Agamenón, pero yo, con todas mis naves agrupadas, las que me seguían, marché de allí porque barruntaba que la divinidad nos preparaba desgracias.

«También marchó el belicoso hijo de Tideo y arrastró consigo a sus compañeros y más tarde navegó a nuestro lado el rubio Menelao nos encontró en Lesbos cuando planeábamos el largo regreso: o navegar por encima de la escabrosa Quios en dirección de la isla Psiría dejándola a la izquierda o bien por debajo de Quios junto al ventiscoso Mirnante. Pedimos a la divinidad que nos mostrara un prodigio y enseguida ésta nos lo mostró y nos aconsejó cortar por la mitad del mar en dirección a Eubea, para poder escapar rápidamente de la desgracia. Así que levantó, para que soplara, un sonoro viento y las naves recorrieron con suma rapidez los pecillenos caminos. Durante la noche arribaron a Geresto y ofrecimos a Poseidón muchos muslos de toros por haber recorrido el gran mar. Era el cuarto día cuando los compañeros del tidida Diomedes, el domador de caballos, fondearon sus equilibradas naves en Argos. Después yo me dirigí a Pilos y ya nunca se extinguió el viento desde que al principio una divinidad lo envió para que soplara. Así llegué, hijo mío, sin enterarme, sin saber quiénes se salvaron de los aqueos y quiénes perecieron, pero cuanto he oído sentado en mi palacio lo sabrás como es justo y nada te ocultaré. Dicen que han llegado bien los mirmidones famosos por sus lanzas, a los que conducía el ilustre hijo del valeroso Aquiles y que llegó bien Filoctetes, el brillante hijo de Poyante. Idomeneo condujo hasta Creta a todos sus compañeros, los que habían sobrevivido a la guerra, y el mar no se le engulló a ninguno. En cuanto al Atrida, ya habéis oído vosotros mismos, aunque estáis lejos, cómo llegó y cómo Egisto le había preparado una miserable muerte, aunque ya ha pagado lamentablemente. ¡Qué bueno es que a un hombre muerto le quede un hijo! Pues aquél se ha vengado del asesino de su padre, del tramposo Egisto, porque le había asesinado a su ilustre padre. También tú, hijo pues te veo vigoroso y bello , sé fuerte para que cualquiera de tus descendientes hable bien de. ti.»

Y le contestó Telémaco discretamente:

«Néstor, hijo de Neleo, gran honra de los aqueos, así es, por cierto; aquél se vengó y los aqueos llevarán a lo largo y a lo ancho su fama, motivo de canto para los venideros.

«¡Ojalá los dioses me dotaran de igual fuerza para hacer pagar a los pretendientes por su dolorosa insolencia!, pues ensoberbecidos me preparan acciones malvadas. Pero los dioses no han tejido para mí tal dicha; ni para mi padre ni para mí. Y ahora no hay más remedio que aguantar.»

Y le contestó luego el de Gerenia, el caballero Néstor:

«Amigo puesto que me has recordado y dicho esto , dicen que muchos pretendientes de tu madre están cometiendo muchas injusticias en él palacio contra tu voluntad. Dime si cedes de buen gusto o te odia la gente en el pueblo siguiendo una inspiración de la divinidad. ¡Quién sabe si llegará Odiseo algún día y les hará pagar sus acciones violentas, él solo o todos los aqueos. juntos! Pues si la de ojos brillantes, Atenea, quiere amarte del mismo modo que protegía al ilustre Odiseo en aquel entonces en el pueblo de los troyanos donde los aqueos pasamos penalidades (pues nunca he visto que los dioses amen tan a las claras como Palas Atenea le asistía a él), si quiere amarte a ti así y preocuparte de ti en su ánimo, cualquiera de aquéllos se olvidaría del matrimonio.»

Y le contestó Telémaco discretamente:

«Anciano, no creo que esas palabras lleguen a realizarse nunca. Has dicho algo excesivamente grande. El estupor me tiene sujeto. Esas cosas no podrían sucederme por más que lo espere ni aunque los dioses lo quisieran así.»

Y de pronto la diosa de ojos brillantes, Atenea, se dirigió a él:

«¡Telémaco, qué palabra ha escapado del cerco de tus dien­tes! Es fácil para un dios, si quiere, salvar a un hombre aun desde lejos. Preferiría yo volver a casa aun después de sufrir mucho y ver el día de mi regreso, antes que morir al llegar, en mi propio hogar, como ha perecido Agamenón víctima de una trampa de Egisto y de su esposa. Pero, en verdad, ni siquiera los dioses pueden apartar la muerte, común a todos, de un hombre, por muy querido que les sea, cuando ya lo ha alcanza­do el funesto Destino de la muerte de largos lamentos.»

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Homero - Odisea»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Homero - Odisea» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Homero - Odisea»

Обсуждение, отзывы о книге «Homero - Odisea» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x