No existe una fórmula mágica ni exacta para cada una, pero sí una serie de acciones que permiten a la mayoría de las mujeres transformarse desde el dolor y resurgir con una gran fuerza interior, como mujeres dispuestas a ser dueñas de su vida y su destino en armonía, paz, tranquilidad y felicidad.
En este libro plasmo esas acciones en pasos, los que a través de la experiencia y con el apoyo de profesionales han permitido generar cambios verdaderos en las mujeres, ya que están diseñados según un orden para ir avanzando de una decisión a otra.
A la vez, estos 14 pasosson una invitación para educar a Mujeres Púrpura, que se reconozcan como seres humanos independientes, libres, que abracen su paz interior, con un alto amor propio y sabedoras de su valía; capaces, además, de educar a nuestras niñas, niños y adolescentes en una nueva cultura de respeto pleno y con igualdad de derechos, oportunidades y obligaciones.
El color púrpura representa la reivindicación de los derechos de las mujeres, en primer lugar, el derecho a una vida plena; simboliza nuestra libertad. Pintar nuestro mundo de color púrpura significa tomar las riendas de nuestra vida, vivir conscientes de cada una de nuestras decisiones, las que tomamos o dejamos de tomar.
Lo primero que necesitas es decidirte a cambiar para así lograr transformar tu vida.
Liliana Aguilera
Eli Martínez *
Ser mujer representa un camino de mucho sufrimiento por el alto índice de abuso económico, sexual, físico y psicológico en el que hemos vivido a lo largo de generaciones. Las creencias que hemos venido acarreando desde hace 8 000 años antes de la era cristiana, cuando comienza el sedentarismo y con ello la propiedad privada, llevan a convertir a la mujer en una «propiedad» del esposo, donde el hombre pareciera que puede hacer cualquier cosa con ella. Si bien cada día hay más información con relación al abuso, así como apoyos para su prevención y atención, este va en aumento tanto en cantidad como en tipologías. ¿Qué ocurre? En la mayoría de los casos son patrones heredados y no cuestionados. Las mamás muchas veces entrenan a las hijas para seguir los mismos pasos de servilismo, incondicionalidad y sumisión. Un árbol de peras, ¿qué da? Pues, peras…
Asimismo, aunque ya existe bastante literatura, procesos terapéuticos y grupos de Al Anon o Codependientes Anónimos que pueden ayudar, el trabajo que nos propone Liliana Aguilera en este libro me parece fundamental dada su experiencia en el tema, su profesionalismo, una comprensión profunda del problema y, sobre todo, una metodología práctica, fácil de entender y de aplicar, lo que sin duda permitirá obtener resultados. Coincido con ella en la importancia de establecer estos grupos de apoyo como los hay en otros países. Llama la atención que hasta el momento no existieran en México. Por eso estoy segura que será de muchísima utilidad la metodología aquí propuesta, incluso me atrevo a afirmar: salvará vidas, reorientará la de muchas otras hacia su desarrollo personal, y muchas niñas y niños evitarán ver y experimentar en carne propia este abuso y perpetuarlo.
Necesitamos regalar, compartir, promover y difundir este contenido a cuantas mujeres conozcamos hasta que logremos terminar con los atropellos en nuestro país y en el mundo.
En mi experiencia como psicoterapeuta he tenido la oportunidad de atender muchos casos de mujeres abusadas, yo misma lo fui… y créanme, me habría encantado que en su momento yo hubiera recibido este manual y ser parte de un grupo de Mujeres Púrpura. Solamente quien lo vive, lo entiende… El miedo, la culpa, el enojo, la vergüenza, la impotencia y la frustración que se experimentan muchas veces impide tomar decisiones que incluso nos pudieran salvar la vida.
Las mujeres no somos propiedad de nadie, necesitamos recuperar nuestra dignidad y valía, ser independientes económica y emocionalmente, aprender a reconocer los focos rojos de una relación abusiva, aprender a poner límites y a dejar de soñar con ese amor romántico tipo Hollywood del príncipe y la princesa, con su «Y fueron felices para siempre…» que tanto daño nos ha hecho. El amor representa otra cosa completamente distinta, es una decisión, pero de ninguna manera implica ningún tipo de maltrato.
Es tiempo de evolucionar, de dejar atrás la cultura del sufrimiento, atrevernos a vivir una vida plena, digna y libre. Sin embargo, esto requiere en primera instancia reconocer si estamos en una relación abusiva, aceptar que no se puede salir de ella por sí misma, que nuestra vida se ha vuelto ingobernable, buscar ayuda profesional, un grupo de Mujeres Púrpura, así como trabajo espiritual. Asumir la responsabilidad sobre nuestra participación en una relación de ese tipo. ¿Cuáles eran mis expectativas acerca de esta persona que me llevaron a elegirla? ¿Volverías a elegirla? ¿Qué estrategias de control y manipulación has usado para que cambie y actúe de acuerdo con tus expectativas? ¿Cuál es el costo que has pagado por ello? ¿Por qué a pesar de lo dolorosa que es esta situación decides permanecer allí? En fin, confrontarse muchas veces no es fácil, pero es la única forma de crecer y de convertirte en una mejor versión de ti, para los que los que te rodean y para ti misma. ¡Es el mejor regalo que te podrás dar!
Finalizo con una frase que le escuché a Mario Guerra: « No es el amo el que va a liberar al esclavo jamás, es el esclavo el que tiene que dejar ir a su amo…».
PASO #1
Busco ayuda para comprender y regular mis emociones
Identifico y hablo de lo que me sucede. Reconozco cómo me siento y qué necesito: cuidarme y atenderme
Reconozco que ya no puedo sola con la situación. ¿Qué haré para sentirme mejor? ¿Qué sí puedo hacer por mí? ¿Qué es lo que siento?
• Hoy sé que mi tristeza o enojo están ahí y, más allá de culparme o de culpar a alguien más, busco cómo sentirme mejor y asumir la responsabilidad de mi vida.
• Sé que el miedo, la angustia, la ansiedad, la ira, la tristeza, la culpa o cualquiera de esas emociones se encuentran dentro de mí y que hoy son las que me han traído hasta aquí para tener el coraje de buscar ayuda y salir adelante.
• Estoy decidida a encontrar la calma que se halla en mi interior. Comienzo a buscar conectar conmigo a través de mi respiración. Aprendo a estar en el presente, en él estoy a salvo. El pasado me sirve para enfrentar decisiones, y desde el aquí y el ahora construyo mi futuro.
• Aceptar que callo o guardo cosas es un paso importante. ¿Qué tanto he callado? ¿Lo he ocultado por el qué dirán ? ¿Por vergüenza? ¿Por culpa? Al final, liberarme me hará sentir mejor; aquello que guardo y que me duele se queda en mi interior. El paso que daré es para liberar toda emoción que esté ahí lastimando mi ser. El decirlo no cambiará mi realidad, aunque sí mi ser. Y a partir de hoy me ocuparé de mí misma.
Tal vez en la infancia o en la adolescencia no se ocuparon de mí como yo hubiera querido o como necesitaba. Hoy decido ocuparme de mí misma y eso implica dejar de estar en el lugar de la víctima. Hoy asumo el sitio de la protagonista de mi vida.
• Busco ayuda. ¡Sí, la requiero! Busco ayudaprofesional para manejar mis emociones, una psicóloga, un psicólogo, un psiquiatra, la Red de Mujeres Púrpurao lo que decida, pero busco ayuday me comprometo a ser constante. Busco ayudagratuita en las instituciones públicas o sociales.
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