Víctor Munitas - Yo, entre todas las mujeres

© Copyright 2020, by Víctor Munita Fritis

© Yo, entre todas las mujeres - 2020

© Copyright 2020 Editorial MAGO

Colección Escritores Chilenos y Latinoamericanos

Director: Máximo G. Sáez

www.magoeditores.cleditorial@magoeditores.cl Registro de Propiedad Intelectual Nº 2020-A-8178 ISBN: 978-956-317-599-8 Diseño y diagramación: Sergio Cruz Lectura y revisión: MAGO Editores Autora de la portada "autorretrato, la virgen que llevamos dentro": Romina Alarcón Cid Edición electrónica: Sergio Cruz Derechos Reservados

No te acerques aquí;

quita las sandalias de tus pies,

porque el lugar en que estás

es santo”

Éxodo

3:5

Me casé con la Virgen María

linda

buena onda

me ama

por sobre todas las cosas.

La engaño con mujeres mundanas

y la hago lesa

con toda clase de vicios

bebo el vino de su único hijo

aspiro la harina de un pan judío.

Me casé

con la Virgen María

de manera invisible

pero se enojó conmigo

por mis conductas poco santas.

No la comparto con nadie

no soy un santo samaritano

para permitir

que otros hombres

le besen los pies.

Ella es un tesoro

aunque me haya enterado ayer

que tuvo amoríos

con un hombre mayor

y de barba.

No fue fácil conquistar

a esta María buenamoza

dueña de los pasillos y las aldeas

por cierto que esperé

los brotes de las plantas como quien

espera el cruce de una frontera

comprendí durante tres años

que el ejercicio del bienaventurado

tiene su raíz en la paciencia.

Como acto de Fe

pleno

le grité en lengua

que la amaba

ella miró de reojo

y con las manitos pegadas

movió un dedo

y dijo: Ven.

Ni tonto ni perezoso

aunque el sol caía sobre mí

caminé con las rodillas sangrantes

hasta sus pies.

Y comentó:

Para qué te esfuerzas tanto

hijo mío

yo siempre te he amado.

De manera invisible

celestial

luego

de manera divina

para ambos

hasta llegar

a un acuerdo o plan

de salud mental

porque

la dependencia afectiva

es desastrosa

y “el perdón

no sustituye

a la justicia”.

Esta madrugada

tuve sueños húmedos

y tú

me escuchaste delirar

gemidos por acá

gemidos por allá

creo que hasta dije un nombre

con los dientes bien apretados

Dime

querida Virgen

si es perdón divino o

te haces la lesa —Santa Mujer –

que sirves

un pan batido con mantequilla

y una taza de té

como desayuno.

Amor mío:

¿le prendo el calefón?

¿le paso la toalla?

¿le refriego la espaldita?

¿le corto las uñas de los pies?

¿le reviento una espinillita?

¿le pongo especias y sales en la tina?

yo le paso bálsamo por su pelito

pero por la cresta

¡no se seque con mi manta celeste!

A la Virgen del Carmen

Por favor

descubre tu cabeza

y di

a las muchedumbres

que te visitan coroneles

soldados rasos y

toda clase de matarifes

con charretera

Prima

por corona

no se puede llevar

dos corvos cruzados

y cuando

se llora sangre

no puede ser

la de todos los chilenos

Que no se haga tu voluntad

allá en el cielo

ni en el mar

ni en la tierra

Dios te salve Carmela

llena eres de gracia

sagrada eres

entre todas las huestes

amén.

Ahí está la Virgen

joven

lozana

blanquita

inmóvil

de pie

con sus ojitos mirando quién sabe qué

con sus ojitos mirando quién sabe dónde

con sus manitos pegaditas en la boca

no se mueve ni por un instante

parece de porcelana

pero es de carne y hueso la cristiana

ahí está

la reina de la casa

esperando algún milagro

dentro de la olla

que yo no sé llenar.

Más que amor

es tontera

las tontas amamos

y creemos

lo perdonamos todo

me asumo como una tonta más

Yo

te amo.

Amor:

Encontré trabajo

vamos a poder multiplicar el pan y el pescado

a la olla

ya no le sonarán más las tripas

pero no entiendo tu cara larga

deberías sonreír y abrazarme

no vas a venir con machismos

a esta altura del milenio

por otra parte

podré dejar estas chancletas

por un zapato

de taco alto.

Querido:

dé el biberón al niño

son dos de leche

por una taza de agua caliente

sin azúcar por favor

Me voy volando

estoy atrasada

besitos

nos vemos

a la vuelta del trabajo.

Sin embargo

fácilmente

enfrentamos todo lo que venga

no poseemos más

antecedentes de hoy

que en el ayer

Nosotros

escuchamos algunas verdades

y abrimos los ojos

en pleno ascenso

a las colinas de la salvación

pero casi nadie entiende

por qué hemos quedado

moralmente en bancarrota.

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