Jessica Hart - Cita sorpresa

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Cita sorpresa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Cita sorpresa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cita sorpresa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Kate Savage tenia un jefe que parecia sacado del mismisimo infierno; quizas fuera guapo, pero se pasaba el dia entero pegado a su mesa. Sus amigas decidieron intentar mejorar el dificil momento que estaba pasando concertandole una cita a ciegas con un atractivo viudo, pero cuando llego al lugar de la cita decubrio horrorizada que el hombre misterioso no era otro que Finn McBride… ¡su jefe! Finn tenia una curiosa proposición que hacerle a kate: no solo queria que fuera la niñera de su hija, tambien queria que se hiciese pasar por su prometida!!!!!!!!!

Cita sorpresa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cita sorpresa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Cualquier día se le ocurriría algo, pero mientras tanto tenía que comer y aquel trabajo horroroso era su única forma de pagar las facturas. Ella nunca había sido ahorradora. Además, le había prestado dinero a Seb y no tenía nada en el banco. De modo que, por el momento, tendría que quedarse con Finn McBride.

– Alison volverá dentro de unas semanas -dijo él entonces.

– ¿Qué significa eso, que no vas a tener que aguantarme mucho tiempo?

A pesar de todo, le dolió que Finn quisiera librarse de ella lo antes posible.

– Tenía la impresión de que el sentimiento era mutuo.

– Y lo es.

– ¿Quieres marcharte ahora mismo?

– No -contestó Kate, arrinconada-. Quiero quedarme. No tengo elección.

– Pues estamos los dos en el mismo barco. ¡Pero si de verdad quieres seguir trabajando aquí, sugiero que vayas a lavarte la cara y empieces a trabajar!

Tres horas más tarde, Kate estaba desesperada. Había copiado cientos de cartas y Finn, que no tenía ninguna misericordia por su resaca, le encargó un informe antes de salir a comer con un cliente.

– Quiero ese informe en mi mesa para cuando vuelva -le dijo, a modo de despedida.

Kate soltó todos los papeles sobre su escritorio. ¿De verdad iba a seguir trabajando con aquel monstruo?

Habría podido jurar que estaba disfrutando de su desgracia. Estaba segura de que muchas de aquellas cartas podrían haber esperado y de que sólo lo hacía para castigarla. Era increíble pensar que, durante un momento y debido al vino, la noche anterior lo encontró vagamente atractivo.

Necesitaba otro café, se dijo.

A pesar de que a Finn no le gustaba nada que sus empleados charlasen en la oficina, sabía que la máquina de café era un centro de reunión. Por supuesto, era posible que aquellas dos mujeres del departamento administrativo estuvieran hablando de trabajo, pero lo dudaba. Porque se callaron en cuanto se acercó.

– Estoy desesperada -sonrió Kate, echando una moneda.

– ¿Y eso?

– Tengo resaca. No pienso beber nunca más en toda mi vida.

Sus contertulias eran Elaine y Sue. Siempre habían sido amables aunque frías con ella, pero notó que se animaban al oír lo de la resaca.

– ¿Qué tal te va con Finn? -le preguntó una de ellas… ¿Sue?

– No creo que pueda llegar nunca a la altura de Alison -suspiró Kate-. ¿Es tan perfecta como dice Finn?

Sue y Elaine se lo pensaron un momento.

– Es muy eficiente -dijo Elaine, aunque no parecía muy entusiasmada.

– Finn confía mucho en ella.

– ¡Pues debe de ser una santa para aguantar a ese hombre!

No debería haber dicho eso. Las dos mujeres se miraron, sorprendidas.

– Es muy simpático -murmuró Elaine.

– Es el mejor jefe que he tenido nunca. La mayoría de los empleados llevan aquí años y años. En otras empresas, la gente se marcha a la primera de cambio, pero aquí no. Finn espera que uno trabaje, pero siempre hace comentarios halagadores y eso es importante.

– Te trata como a un ser humano.

Kate las miró, perpleja.

– Por supuesto, Alison siente devoción por él -elijo Sue-. Entre tú y yo -añadió en voz baja-, creo que espera ser algo más que su secretaria.

– ¿Ah, sí? -murmuró Kate, sorprendida e incomprensiblemente irritada-. ¿De verdad?

– Pero Finn no ha superado la muerte de su esposa y no creo que piense casarse de nuevo -dijo Elaine.

– Isabel era una persona encantadora. Era muy especial -afirmó Sue.

– Entonces Finn era diferente. La adoraba y ella lo adoraba a él. Su muerte fue una verdadera tragedia.

– ¿Qué pasó? -preguntó Kate.

– Chocó contra un conductor que iba bebido… y la pobre nunca salió del coma. Finn tuvo que tomar la decisión de desconectarla de la máquina, fíjate qué horror.

Sue dejó escapar un suspiro.

– Te puedes imaginar lo duro que fue eso para él. Además, tenía a Alex… ella también iba en el coche, aunque afortunadamente salió ilesa.

– La pobre niña no dejaba de llorar llamando a su madre.

Kate se había llevado una mano al corazón. -Qué pena.

– Desde entonces, Finn ha cambiado. Cuando Isabel murió se encerró en sí mismo. Lo único que le importa verdaderamente es su hija y no deja que nadie se acerque. Ha seguido llevando la empresa, pero yo creo que es más por los empleados que por otra cosa.

– Todos esperamos que vuelva a casarse -dijo Sue-. El pobre merece ser feliz otra vez y Alex necesita una madre, así que a lo mejor Alison tiene una oportunidad… Es un poco fría, pero yo la encuentro muy atractiva, ¿no te parece, Elaine?

– Sí, y además es muy elegante.

– Y debe de conocerlo bien después de trabajar con él durante tantos años. Yo creo que sería una buena esposa para Finn.

Kate no estaba tan segura de que Alison pudiera ser una buena esposa para Finn McBride. Él era frío, serio, eficiente… lo que necesitaba era ternura y risas.

Aunque eso no tenía nada que ver con ella, claro. Sin embargo, no podía dejar de pensar en la tragedia. Lo imaginaba al lado de su esposa en el hospital, con el respirador artificial insuflando aire a sus pulmones… rezando para que abriese los ojos, intentando explicarle a su hija por qué mamá no iba a volver…

– Ahora entiendo que me mirase con esa cara de horror cuando pedí la última copa -le dijo a Bella por la tarde-. Me siento fatal. El pobre ha tenido que vivir un drama terrible.

– No lo hagas -dijo su amiga.

– ¿Que no haga qué?

– No te metas en eso.

– No me estoy metiendo en nada -se defendió Kate-. Es que me da mucha pena.

Bella dejó escapar un suspiro.

– Kate, tú sabes cómo eres. Si algo o alguien te da pena lo pones todo patas arriba para ayudarlo. Pero a veces no puedes hacerlo. También te daba pena Seb y mira lo que pasó.

– Esto es diferente. Finn no está intentando utilizarme. Él no me ha contado la historia de su mujer, han sido otros. A lo mejor ni siquiera quiere que lo sepa.

– Sólo quiero que no te pase lo de siempre: alguien te da pena, quieres ayudarlo… y te enamoras -insistió Bella-. Debes admitir que ese es tu patrón de comportamiento y esta vez puedes acabar con el corazón roto. Sería mucho peor que Seb. Nunca podrías compararte con su perfecta esposa, Kate. Sólo serías la segundona.

– ¡Por favor, Bella! Cualquiera diría que voy a casarme con él. Sólo estoy diciendo que ahora entiendo que sea tan cerrado.

– Bueno, tú ten cuidado. No te gustaba cuando lo creías felizmente casado y sigue siendo el mismo hombre. Ser viudo no es excusa para tener tan mal genio ¿no te parece? Dices que han pasado seis años desde que murió su mujer y yo creo que es tiempo suficiente para superarlo. No dejes que se aproveche de ti, ¿de acuerdo?

Kate no dijo nada porque empezaba la serie Urgencias , su favorita, pero después pensó en lo que Bella le había dicho. Su amiga podía parecer la típica rubia tonta a veces, pero en lo que se refería a relaciones sentimentales, tenía la cabeza sobre los hombros.

Por supuesto, era una tontería sugerir que ella podría enamorarse de Finn McBride. Lo que sí podía hacer era comprenderlo… y hacerle la vida más fácil. Sería amable, discreta y eficiente. Si lo que ella podía aportar era un ambiente de trabajo agradable, lo haría. Eso no tenía nada que ver con enamorarse de él. Sin embargo, cambiar el ambiente de trabajo es taba muy bien en teoría, pero en la práctica resultaba más difícil.

Kate lo intentó. Harta de oír hablar sobre la inmaculada Alison, hizo un esfuerzo para vestir mejor. Nunca estaría cómoda con un traje de chaqueta y su pelo jamás podría ser domado, pero al menos estaba dispuesta a intentarlo. Cuando Finn le daba una de sus contestaciones, se mordía la lengua. Seguía trabajando y esperaba que se diese cuenta de que estaba haciendo un esfuerzo. Incluso había practicado un discurso para cuando le diera las gracias por su trabajo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cita sorpresa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cita sorpresa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cita sorpresa»

Обсуждение, отзывы о книге «Cita sorpresa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x