Jessica Hart - Un Trato Justo

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Un Trato Justo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Trato Justo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Trato Justo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Aunque Polly Armstrong y Simon Taverner se conocían desde la infancia, nunca se habían llevado bien. Ella había crecido pensando que él era un esnob y a él nunca le había gustado la desorganizada vida que ella llevaba. Por eso, no era de extrañar que cuando Polly se quedó sin trabajo y Simon le ofreció ayuda, ella la rechazara. Sin embargo, poco después, Simon le propuso un trato que sí fue de su agrado: él la ayudaría económicamente si ella accedía a ser su prometida durante unos días.
Vivir con Simon no resultó ser la pesadilla que ella había imaginado. Incluso parecía haber cierta química entre ellos… De hecho, lo único que podía impedir que aquel compromiso fuera permanente era la verdadera prometida de Simon, ¡si es que ésta era la verdadera!

Un Trato Justo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Trato Justo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Nos encantará -respondió ella.

Bajo la atenta mirada de Simon, Philippe volvió a besar a Polly en las mejillas, deteniéndose algo más de lo necesario.

Au revoir , Polly -musitó Philippe.

Au revoir -contestó ella.

– Adiós -concluyó Simon, estrechando aún más fuertemente a Polly entre sus brazos-. Vamos, cariño. Es hora de que nos vayamos a casa.

Capítulo 7

AU REVOIR -dijo Simon, imitando a Philippe despiadadamente, mientras se separaban de él. -Si no te gustaba la conversación -replicó Polly, soltándose de él-, te podrías haber ido a comprar el periódico o haberte excusado de algún modo para dejarnos solos. ¡Hubiéramos estado mucho mejor sin ti, de eso estoy segura!

– ¡Sólo Dios sabe lo que habríais hecho si os hubiera dejado solos! Ni siquiera mi presencia fue un obstáculo para impedir que te ofrecieras a él en bandeja de plata. ¡Clases de francés! ¡Ja! ¡Está muy claro la clase de lecciones que él se está imaginando!

– Philippe me va a ayudar con mi conversación, eso es todo -replicó ella, sonrojándose.

– Un hombre como ése sólo conoce una clase de conversación, y es la que tiene lugar encima de una almohada.

– Bueno, pues dicen que ésa es la mejor manera de aprender -replicó ella.

Simon abrió el maletero del coche para que ella pudiera meter las flores y lo cerró con una fuerza absolutamente innecesaria.

– ¡Yo no confiaría en ese hombre en absoluto!

– Nadie te está pidiendo que confíes en él -le espetó Polly, dirigiéndose al asiento del copiloto, mientras esperaba que él abriera el coche-. No tenías necesidad alguna de ser tan grosero con Philippe. Si él se hubiera marchado de repente, no le hubiera echado a él la culpa, pero, además, te invitó a su fiesta.

– No te creerás que yo quiero ir a una fiesta suya, ¿verdad? -replicó Simon, cerrando la puerta del coche de un portazo para luego arrancar el coche.

– Entonces, no vayas. Además, yo preferiría ir sola. No me gustaría que estuvieras allí, controlándome como has hecho hoy. ¿Te diste cuente lo interesado que estaba Philippe?

– Sólo porque se cree que estás comprometida. Es la clase de hombre que sólo muestra interés porque yo estoy presente porque piensa que la competencia hace las cosas más interesantes. Sin embargo, tan pronto como rompe una relación, pierde interés y se pone a perseguir a otra mujer que haya herido su vanidad prestando atención a otro hombre.

– No sé cómo eres tan listo como para saber todo eso con sólo haberle dado la mano -replicó Polly, rechazando la idea de que Philippe sólo había mostrado interés por ella en la fiesta cuando la había visto mirando a Simon-. Es un hombre muy agradable.

– ¿Qué diablos ves en él?

– Encanto, ingenio, atractivo, inteligencia, sinceridad… cualidades de las que tú no conoces ni la existencia.

– ¿Encanto? ¡Todo lo que sabe hacer es sonreír!

– Es mucho más que eso. Philippe es sofisticado y excitante. Hace la vida divertida. Puede que a ti y a Helena os guste pasaros el día escribiendo listas y organizándolo todo cada cinco minutos, pero a mí me gusta divertirme. Philippe tiene un yate y participa en carreras de barcos, esquía, escala montañas y va a casinos y fiestas elegantes.

– En otras palabras, no hace nada que sea productivo o útil.

– ¿Sabes tu problema? ¡Estás celoso!

– ¿Celoso? -repitió Simon, con una carcajada de incredulidad-. ¡Philippe Ladurie no tiene nada que yo quiera!

¿Nada? Simon cambió de marcha con algo de ira al recordar la cara de adoración con la que Polly había mirado a Philippe. ¡Philippe se podía quedar con ella! Ya le gustaría ver cómo se las arreglaba él con su desorden y su falta de responsabilidad. ¿Y también con su sonrisa y sus besos?

Simon insistió. Philippe se lo podía quedar todo. No había nada que Simon quisiera para él. Nada.

El camino de vuelta a La Treille transcurrió en un silencio que se prolongó mientras descargaban el coche.

– Me voy a nadar -anunció Polly, tan pronto como hubo puesto las flores en un cubo de agua.

– Imposible -replicó Simon-. Vamos a guardar todo esto primero.

– ¿Es que no puede esperar?

– No. Ya ha estado más de dos horas metido en un coche a pleno sol.

Polly suspiró y empezó a vaciar las bolsas de mala gana. Cuando intentaba poner algo en un armario, Simon se lo quitaba de la mano y lo ponía en otro sitio.

– Se llama lógica -le espetó Simon-. ¿Sabes lo que es la lógica, Polly?

– ¿Has recibido tú alguna vez un buen puñetazo en la nariz? -replicó Polly, harta de aquella situación, tirando un paquete de azúcar encima de la mesa-. ¡Si tan importante es, lo guardas tú solo! ¡Yo me voy a nadar!

¡Simon era insoportable! Polly se puso a nadar con furia de arriba abajo de la piscina. Quisquilloso, dominante, arrogante… era peor de adulto que de niño. Polly tendría mucha suerte si Simon no había estropeado para siempre sus posibilidades con Philippe. Lo que tenía que haber hecho era marcharse con Philippe y dejar a Simon para que escribiera las listas y organizara la cocina.

Tras unos cuantos largos, Polly se sintió más tranquila y empezó a calmarse. Se puso a flotar un rato encima de la espalda, deseando que Simon no la sacara tanto de quicio. Un minuto estaban tan a gusto el uno con el otro y al siguiente deseaba pegarle. Cuando no la sacaba de quicio, podía ser bastante agradable, como lo había sido hasta que Philippe entró en escena.

Polly cerró los ojos y vio el rostro de Simon cuando le puso el anillo en la joyería. Luego, pensó en la expresión que tenía cuando se detuvieron en la calle y ella le preguntó si de verdad creía que era bonita. ¿Qué habría estado él a punto de decir?

Polly frunció el ceño. Debería estar soñando con Philippe y no con Simon. Además, ¿dónde estaba Simon? se preguntó, abriendo los ojos con un suspiro. Probablemente seguía ordenando la compra por orden alfabético o algo por el estilo. Polly no entendía lo que una mujer como Helena veía en él. ¡Era tan severo en todo! Menos en el modo de besar…

Polly se puso frenéticamente a nadar de nuevo. Ya había vuelto a pensar en los besos y, una vez que el recuerdo se había instalado, no sería fácil deshacerse de él. Respirando profundamente, Polly se puso a bucear como si de aquella manera pudiera deshacerse de unos recuerdos tan turbadores. Sin embargo, cuando salió a la superficie y se apartó el pelo y el agua de la cara, lo primero que vio fue a Simon al borde de la piscina.

No tenía por qué sorprenderle verlo allí, ya que, al fin y al cabo, era su piscina, pero Polly se sintió como si le quitaran el aire de los pulmones. Estaba allí, al pie de la piscina, con una copa de vino en cada mano.

– He venido a hacer las paces contigo -dijo él, levantando una copa.

Polly se dirigió nadando hacia él y salió de la piscina. Se escurrió el pelo y aceptó la copa que Simon le ofrecía. Por un momento, le pareció que él evitaba rozarla.

– Gracias -dijo ella, tímidamente-. Pero no creo que haya hecho nada para merecer esto.

– Creo que te debo una disculpa -respondió Simon, aclarándose la garganta al contemplar a Polly allí de pie, cubierta tan sólo por un minúsculo biquini-. He estado muy nervioso por esta posible fusión para asegurarme de la que reunión con Julien salga bien y me temo que lo has pagado tú.

– No importa -respondió Polly, algo perpleja. Ella estaba acostumbrada a que Simon fuera agrio y burlón con ella, por lo que le sorprendió mucho ver que se estaba disculpando-. Supongo que yo tampoco soy una persona fácil.

Simon la miró. El biquini realzaba sus largas piernas y destacaba sus curvas, haciendo que él deseara que ella se cubriera con algo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Trato Justo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Trato Justo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un Trato Justo»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Trato Justo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x