Jessica Hart - Una chica prudente

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Una chica prudente» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Una chica prudente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Una chica prudente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Jane era una chica prudente, todos lo decían. Diez años antes, su prudencia le había impedido escaparse con Lyall Harding, un muchacho de su pueblo. Ahora, Lyall había vuelto y, lejos de ser el chico impulsivo, irresponsable y descarado que todos recordaban, se había convertido en el reputado director de una multinacional.
Jane necesitaba conseguir un contrato de su empresa para mantener el negocio familiar. Pero, tal y como estaban las cosas, iba a ser Lyall quien decidiera las condiciones…

Una chica prudente — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Una chica prudente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Me habías dicho que habías cambiado, pero hasta este momento no he sabido cuánto.

La cara de Jane estaba pálida y sentía ganas de vomitar, pero no hizo ningún intento de explicarse.

– Ahora ya lo sabes.

– Me sorprende que no me pidieras el dinero antes de que yo te lo ofreciera. Te mandaré un cheque a través de Dennis mañana. ¿O prefieres en efectivo?

– Un cheque me viene bien -declaró con indiferencia.

– ¿También pides dinero a Alan para que disfrute de tu encantador cuerpo? ¿Le cobras lo mismo, o tiene algún descuento por usarlo de manera regular?

Jane cerró los ojos angustiada, había empezado y tenía que continuar.

– Alan nunca necesitaría comprar una mujer. Cualquier mujer estaría contenta de encontrar un hombre bueno y amable como él.

– Entonces, ¿mentías cuando me dijiste que no pensabas casarte con él? Bueno, no hace falta que lo pregunte. ¡Era mentira!

– Le dije que no me casaría con él, pero he cambiado de opinión. Me tomaba su confianza e integridad como algo que había que dar por supuesto, pero haberme encontrado otra vez contigo ha cambiado todo eso.

– ¿Y ahora vas a intentar recuperarlo de los brazos de Dimity?

– Sí.

– ¿No crees que un hombre bueno como Alan merece una mujer buena también? -preguntó provocativamente-. Estará mejor con Dimity que con una mujer sin corazón como tú. Porque a ti no te importa nada excepto tú. Nunca te ha importado y nunca te importará.

La pena que invadía el corazón de Jane la impedía hablar.

– Me importa mucha gente -dijo, pensando en Dorothy y los hombres que trabajaban para ella, y que pronto se quedarían sin trabajo-. Tú eres el que no me importa.

Jane hubiera querido arreglarlo, pero era demasiado tarde.

– Ya veo -dijo Lyall-. En ese caso, no hay mucho más que decir.

– No -dijo, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas y su corazón se rompía en miles de pedazos.

Las tres semanas siguientes vivió en una constante pesadilla. Dorothy se dio cuenta, pero Jane no reveló sus sentimientos. No era necesario preocupar a nadie más hasta que Multiplex no lo confirmara. La tensión pronto empezó a reflejarse: adelgazó y los ojos, siempre tan claros y brillantes, se volvieron opacos. Luchaba constantemente entre el amor hacia Lyall y el rechazo debido a su traición.

Lyall le envió un cheque como había dicho, con un mensaje insultante: Por los servicios prestados. La boca de Jane esbozó una mueca y rompió despacio el cheque en trozos.

La carta de Kit llegó al día siguiente. Por una vez, Kit había escrito una carta entera, y dejo la bomba para el final. Jane leyó varias veces la carta y luego metió la cabeza entre las manos.

– ¿Qué pasa? -exclamó preocupada Dorothy, yendo hacia ella para intentar consolarla-. ¿Es Lyall?

Jane negó con la cabeza. Esto sería el fin de Makepeace and Son.

– Es Kit. Carmelita está embarazada y la paternidad inminente ha hecho que Kit se sienta responsable, así que ha decidido asentarse y quiere vender la mitad de Makepeace and Son para reunir suficiente capital y empezar su propio negocio allí.

– ¿Podrías comprarle su parte? -preguntó Dorothy, intentando proponer una solución, pero Jane ya había pensado en eso.

– No, incluso aunque vendiera la casa no tendría dinero suficiente.

– ¿No puedes decirle a Kit que ahora mismo es imposible?

– Es su herencia. No tengo derecho a negárselo, y él la necesita.

– ¿Qué vas a hacer?

– No sé… Puedo ir al banco, pero sería más fácil que me cancelara el préstamo que me lo aumentaran. Intentaré vender la mitad de la compañía, pero ahora es un momento difícil -iba a explicar que aunque alguien estuviera interesado, dejaría de estarlo cuando se enteraran que Lyall iba a cancelar el contrato-. Si no puede ser así, tendré que vender toda la compañía.

El contrato de Penbury Manor había cambiado todo. De repente, había pensado que sería posible emplear a un encargado y dedicarse a lo que siempre había soñado. Vender Makepeace and Son significaría lo mismo, pero sería admitir que había fracasado ante todo el mundo que había sido leal a ella. Y aunque el futuro significara libertad, ¿para qué la quería sin Lyall a su lado?

Capítulo 10

Al día siguiente, Jane se vistió con su traje más elegante y se encaminó al banco. El director, no muy dispuesto a cooperar, como ella había esperado, aceptó estar al corriente por si alguien quería comprar la mitad de la empresa constructora.

Cuando se dirigía a la furgoneta de vuelta vio Alan, al que no había visto desde el fin de semana en que ella se había marchado, y esperaba que no se sintiera muy dolido. Alan que ni siquiera la había visto, alzaba los brazos en ese momento a Dimity, que se envolvió en ellos para besarse apasionadamente en medio de la calle.

Jane sonrió y siguió su camino. Era evidente que Alan se estaba consolando a sí mismo. Él y Dimity no parecían una combinación muy adecuada, pero si era capaz de dar a Dimity ese beso en público era porque estaban hechos el uno para el otro. Se decía que los opuestos se atraían: sólo tenía que pensar en ella y Lyall. Eran de lo más diferente y a la hora de hacer el amor no parecía importar nada.

El simple recuerdo de Lyall era suficiente para hacer a Jane dar un suspiro de resignación; así que se esforzó por seguir pensando en el proyecto de la venta de Makepeace and Son de camino al despacho.

– No ha sido de mucha ayuda -contestó Jane a la pregunta de Dorothy sobre cómo había ido la entrevista con Derek Owen, el director del banco-. Ha dicho que diría a todo el mundo que estoy buscando un socio.

– Todo se arreglará -dijo Dorothy alegre, y Jane no pudo hacer otra cosa que afirmar sin muchas ganas. Sin pensar en por qué su secretaria se mostraba tan positiva.

Dos días más tarde, el director del banco la llamó diciendo que tenía algo que proponer. Jane fue a verlo y el director la recibió demasiado sonriente como para no pensar que algo raro pasaba.

– Entre, entre, señorita Makepeace. Creo que puedo asegurar que su problema está solucionado.

– ¿De verdad? ¿Me va a aumentar el préstamo?

– No exactamente, pero alguien está interesado en comprar la mitad de su compañía.

– ¿Quién?

– Me temo que no puedo decirle eso. La petición viene de alguien que ha expresado su deseo de no ser identificado.

– Pero tendrán que identificarse algún día, ¿no es así?

– No necesariamente: todo el papeleo necesario lo haremos nosotros. El cliente no está interesado en dirigir la compañía día a día, eso quedará por completo en sus manos, será un socio a la sombra.

– No entiendo. ¿Cómo se puede comprar la mitad de una compañía sin interesarse por ella?

– Nuestro cliente está interesado únicamente en la inversión.

– ¿Está usted seguro de que es una oferta seria? ¡Suena demasiado bien para que sea realidad!

El director pareció ofendido.

– No estaría perdiendo su tiempo y el mío si no fuese una oferta seria -apuntó-. Desde luego, usted es la que tiene que dar la última palabra -añadió solemnemente-, pero le advierto que es difícil encontrar otra propuesta tan buena.

– Me doy cuenta. Me gustaría saber quién es, aunque sólo fuera para darle las gracias. ¿No puede darme una pista?

– Me temo que no. Sería ir contra las indicaciones de su cliente. ¿Quiere tomarse un tiempo para pensarlo?

– No, estoy en una situación delicada y tengo que solucionarlo cuanto antes.

– ¿Acepta entonces?

– Sí, acepto.

Todo le parecía bastante extraño, pensaba de camino al despacho. Ese socio anónimo ni siquiera había pedido detalles sobre el estado de las cuentas. Eso hubiera supuesto tener que revelar que el proyecto de restauración de Penbury Manor estaba en el aire, pero todo le parecía demasiado rápido. El director del banco dijo que tendría los papeles preparados para firmar la semana siguiente, y si su cliente estaba preparado para arriesgarse, ¿por qué iba a detenerlo?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Una chica prudente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Una chica prudente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Una chica prudente»

Обсуждение, отзывы о книге «Una chica prudente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x