• Пожаловаться

Liz Fielding: Cuando amar es un riesgo

Здесь есть возможность читать онлайн «Liz Fielding: Cuando amar es un riesgo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

libcat.ru: книга без обложки

Cuando amar es un riesgo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cuando amar es un riesgo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando Bronte Lawrence recibió la carta de una niña que decía ser su hija, supo que allí había habido un error. Sin duda, la carta de la pequeña Lucy Fitzpatrick había llegado a la hermana Lawrence equivocada. Para su hermana, tan centrada como obsesionada en su carrera, aquella pequeña debía suponer poco más que una molesta atadura, ¡pero a Bronte le encantó la idea de conocer a una sobrina que ni siquiera sabía que existía! Pero los errores no se detuvieron ahí: James Fitzpatrick dio por supuesto que ella era la madre de Lucy, y Bronte encontró todo aquello demasiado tentador como para no seguir el juego. Y no sólo por Lucy. Fitz era alto, moreno, atractivo y un gran padre… una combinación perfecta que bien merecía el riesgo. Pero ¿qué sucedería cuando Lucy y Fitz descubrieran que Bronte no era quien parecía?

Liz Fielding: другие книги автора


Кто написал Cuando amar es un riesgo? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Cuando amar es un riesgo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cuando amar es un riesgo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ese pensamiento la devolvió a Lucy, a preguntarse quién la estaría cuidando. ¿Un ama de llaves o una niñera quizás? ¿O volvía a una casa vacía después del colegio, mientras que su padre seguía trabajando?

Se dirigió al teléfono y marcó el número de información. Allí le dieron el teléfono de unos Estudios Fitzpatrick.

Se preguntó qué clase de estudios. ¿De cine?

El corazón le dio un salto. Eso podía encajar, había dado por hecho que Lucy había elegido a Brooke por madre porque era famosa. Pero si su padre hacía películas, la coincidencia era demasiado…

¿Pero qué clase de estudios de cine estarían en un pequeño pueblo de Sussex?

De todas formas, después de anotar el número, pensó que el padre de la niña tenía que saber lo que estaba pasando y ella no podía ignorarlo. Si Lucy estaba tan desesperada por amor que necesitaba a Brooke como madre de fantasía… ¿Pero y si no estaba fantaseando?

No importaba. Iba a tener que llamar. Pero después de desayunar, nadie podía afrontar algo como eso con el estómago vacío.

Poco después tomó el teléfono de nuevo. Sonó tres veces y ya pensaba que no iba a haber nadie, lo que la alivió.

– James Fitzpatrick -dijo una voz.

Una voz como el chocolate fundido. Como un chocolate oscuro y caro.

– No puedo atenderle ahora -continuó la voz-, pero si me deja un mensaje, me pondré en contacto con usted.

Bron todavía tenía el auricular en la mano cuando llamaron a la puerta insistentemente. A Fitz le había resultado imposible hablarle a Lucy de su madre. Se dijo a sí mismo que lo otro no sería tan difícil. Pero mientras salía de la casa, todavía no estaba nada seguro de estar haciendo lo correcto.

Podría ser más inteligente dejar que todo se calmara por sí solo. Brooke sabía donde encontrarlo, pero no lo había hecho en casi nueve años; en todo ese tiempo ni se había molestado en llamarlo para preguntar por su hija.

Bueno, ése era el trato al que él había accedido.

Hasta el momento en que se había dado cuenta de que ella dijo en serio lo de que iba a dar en adopción a la niña, Fitz nunca había pensado mucho en lo que eso significaba. Nunca se había tenido por un hombre que quisiera tener hijos, pero entonces esa criatura que habían creado se le hizo tan real, tan preciosa, que lo había inundado el ansia por protegerla. Y, cuando por fin la tuvo en sus brazos, horas después de nacer, supo que no podría soportar separarse de ella.

Le habría prometido a Brooke cualquier cosa en ese momento y nunca había dudado de que se había quedado con la mejor parte del trato. La había soportado durante el embarazo, la había cuidado, en la seguridad de que, una vez que tuviera a su hija en brazos, la amaría. Luego, después de que Lucy naciera, cuando Brooke le dijo tan tranquilamente que la iba a dar en adopción, fue cuando llegaron a ese acuerdo.

Y así estaban… Ahora allí estaba él, delante de una casa que, hasta ese momento, no había sido más que una dirección en el documento que le daba la custodia de Lucy, aunque bien podía estar haciendo una tontería.

Ésa era la casa de la familia de Brooke y, seguramente, ella no había vivido allí desde sus días en la universidad, pero era la única dirección que tenía.

Vio entonces que el cartero se acercaba a la casa con unas cartas y un paquete en la mano, algo que había que firmar.

¿Quién abriría la puerta? ¿La madre? ¿El padre?

– Brooke…

Ese nombre se le escapó sin querer. Era lo último que se habría imaginado. Pero allí estaba ella, había abierto la puerta y estaba hablando con el cartero, dedicándole una de sus famosas sonrisas. Antes de saber lo que estaba haciendo, salió del coche y se dirigió a la casa.

El cartero lo vio llegar y le abrió la puerta de la cerca. Pero él se detuvo en medio del camino.

¿Y si ella se negaba a hablarle? ¿Y si se lo tomaba como un fantasma del pasado que había preferido olvidar?

Tenía todo el derecho a hacerlo. El le había prometido que nunca se pondría en contacto con ella, que nunca traicionaría su secreto. Pero entonces nunca se había imaginado que tendría que mantener esa promesa. Y la felicidad de Lucy era más importante que ninguna promesa. Salió del sendero y se dirigió al jardín trasero de la casa.

Bron dejó sin abrir la carta certificada de la compañía de seguros de su madre sobre la mesa de la cocina. Su madre estaba muerta y nada cambiaría eso, pero Lucy estaba viva y necesitaba ayuda ahora. Tomó de nuevo el teléfono y volvió a marcar. Le dejaría un mensaje al tal James Fitzpatrick para que la llamara. Mientras sonaba el teléfono, una sombra pasó por delante de la ventana. Alguien estaba dirigiéndose a la puerta trasera de la casa. Sin duda la señora Marsh para ver cómo estaba.

– Adelante… -dijo.

Entonces volvió a oír la voz, pero esta vez no venía del teléfono.

– Brooke… -dijo él y ella se dio la vuelta.

Supo inmediatamente quién era él.

– James Fitzpatrick.

Como para confirmarlo, la voz del contestador le repitió el nombre.

Él no se movió por un momento, se quedó en la puerta.

– Eso es un poco formal dadas las circunstancias, Brooke. Sigo llamándome Fitz.

– Fitz -repitió ella mientras trataba de pensar qué estaba sucediendo.

Él, al parecer, se tomó esa pausa como una invitación y entró en la cocina. La voz era perfecta, el hombre era perfecto. Más que perfecto, era hermoso. Alto, con hombros anchos, delgado, con el cabello oscuro y rizado, una boca sensual y unos hermosos ojos azules. Ningún hombre tenía derecho a estar tan bien.

– Estaba tratando de llamarte… -dijo ella.

– Entonces eso responde a mi pregunta. Has recibido la carta de Lucy.

Bron miró entonces el sobre que había dejado también sobre la mesa de la cocina. Desafortunadamente, trató al mismo tiempo de colgar el teléfono. Falló y el auricular dio en la pared. Todo terminó por los suelos.

James Fitzpatrick se acercó y se inclinó para recoger el aparato.

– Se ha roto -dijo.

– Ya lo estaba.

– Ya veo -dijo él mirándola-. Me he preguntado a menudo a quién se parecía Lucy en esto.

¿Lucy era torpe?

– Me has asustado -dijo ella-. ¿Por qué has venido por la puerta trasera?

– Pensé que sería una buena idea tomarte por sorpresa, antes de que tuvieras tiempo de echar la cadena de seguridad.

A Bron le estaba resultando difícil respirar con él tan cerca. ¿Era ése el padre de Lucy? ¿Brooke se había apartado de ese hombre para irse a filmar monos y arañas en unos pantanos infestados de mosquitos? No podía creerse que su hermana fuera tan tonta.

– ¿Y por qué iba a hacer yo eso?

– Hice una promesa. Y el hecho de que esté aquí debe indicarte que estoy a punto de romperla.

¿Qué promesa?

– ¿Por Lucy? ¿Cómo está…?

– Has tenido casi nueve años para hacer esa pregunta -la interrumpió él.

– No he querido decir…

– No tienes que hacer como si te importara, Brooke, no por mí. Ahórratelo para tu hija.

¿La hija de Brooke?

Brooke lo estaba mirando como si estuviera atontada y vio con satisfacción que no era el único al que le estaba costando respirar. Pero seguramente ella lo estaría esperando, si había llegado al punto en que lo iba a llamar, seguramente para que no la fuera a buscar. No le cabía duda de que lo iba a hacer para detenerlo. Como si alguien pudiera hacerlo.

Era curioso. La había visto en televisión docenas de veces y nunca había sentido nada. Había estado tan seguro de que ella era incapaz de hacerle eso de nuevo y, ahora resultaba que era como si todos esos años no hubieran pasado, ella siguiera teniendo veinte años y lo estuviera mirando sentados en un banco del campus de la universidad.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cuando amar es un riesgo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cuando amar es un riesgo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cuando amar es un riesgo»

Обсуждение, отзывы о книге «Cuando amar es un riesgo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.