• Пожаловаться

Lucy Gordon: Dudas y celos

Здесь есть возможность читать онлайн «Lucy Gordon: Dudas y celos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lucy Gordon Dudas y celos

Dudas y celos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Dudas y celos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El aristócrata español Don Sebastián de Santiago estaba convencido de que su novia lo había traicionado por culpa de Maggie, por eso insistía en que fuera ésta quien sustituyera a su prometida. Aunque, en cierta forma, Maggie se creía responsable de la ruptura de la pareja, realmente aceptó casarse con él porque se sentía irresistiblemente atraída por Sebastián. Pero el pasado de Maggie iba a interponerse en la felicidad de aquel matrimonio…

Lucy Gordon: другие книги автора


Кто написал Dudas y celos? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Dudas y celos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Dudas y celos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Y yo -replicó ella. No pensaba dejar que se saliera con la suya. Él enarcó levemente las cejas, aunque por lo demás no se dignó a reaccionar-. Es hora de que me marche -añadió-. Llamaré un taxi…

Sebastián se movió con celeridad para interponerse entre ella y el teléfono.

– Antes de que lo haga, quizá podría contarme cómo ha sido la velada. ¿Disfrutaron de Julio César ?

– Mucho -intervino Catalina antes de que Maggie pudiera detenerla-. Es una obra magnífica, y la actuación fue inspirada. Nos entusiasmó, ¿verdad, Maggie?

– Sí, lo imagino -se volvió hacia la institutriz-. ¿Disfrutó tanto como Catalina de la representación…?

– Don Sebastián… -las alarmas de Maggie se dispararon.

– ¿O al menos tendrá el sentido común de reconocer la verdad? -cortó él con brusquedad-. Esta noche no fueron a ver esa obra.

– Sí que fuimos -insistió Catalina con poca perspicacia-. En serio, fuimos.

– Ya es suficiente -Maggie apoyó una mano en el brazo de la joven-. No hace falta seguir, Catalina. No hemos hecho nada de lo que avergonzarnos. Quizá es don Sebastián quién debería sentirse avergonzado por habernos espiado.

– Ha sido un comentario poco afortunado, señora -afirmó con voz dura-. No le debo ni a usted ni a nadie justificar mis actos, pero le diré una cosa. Llegué inesperadamente y decidí unirme a ustedes en el teatro. Cuando resultó obvio que no estaban allí, regresé aquí para esperar. Es más de la una de la mañana, y si sabe lo que es conveniente para usted, me explicará exactamente adonde fueron y a quién han visto.

– ¿Cómo se atreve? -espetó Maggie-. No hemos visto a nadie. Catalina ha estado conmigo, y solo conmigo, toda la velada.

– ¿Vestidas de esa manera? -preguntó con desdén, contemplando el contorno elegantemente sexy del vestido-. No lo creo. Las mujeres se arreglan para los hombres, no para sí mismas.

– ¡Tonterías! -exclamó, perdiendo la serenidad-. A Catalina le gusta arreglarse por el placer que eso le proporciona, como a cualquier muchacha. Yo me arreglé para hacerle compañía.

– Me perdonará que no acepte su palabra -dijo con frialdad.

– No, no lo perdonaré, porque jamás cuento mentiras.

– Pero Catalina sí. Bajo su tutela se siente libre para engañarme. Ahora ya conozco qué clase de ejemplo le da. La lleva solo Dios sabe dónde y la anima a mentir acerca del lugar al que han ido.

– Yo no la he animado a… No pude detenerla. Sí, fue una mentira tonta, pero inocente, y no hubiera tenido lugar si usted no hubiera actuado como un hombre que trae la Palabra de Dios desde lo alto de la montaña. Deje de hacer que algo tan trivial se convierta en algo importante. Tiene dieciocho años, por el amor del cielo, y derecho a disfrutar de un poco de diversión inocente.

– Yo seré quien juzgue eso.

Del otro lado de la puerta del dormitorio se oyó el sonido de un gemido.

– Pobre Isabel -manifestó Catalina-. Olvidaba que no se siente bien. Debería ir a su lado.

– Sí, hazlo -aconsejó Maggie, observando a Sebastián con ojos centelleantes-. Nos pelearemos mejor sin ti.

Catalina se marchó con pasos presurosos, dejando a los otros dos para que se estudiaran como luchadores. Una vez más Maggie volvió a experimentar la sensación de peligro. No estaba asustada. Algo en el peligro le provocaba júbilo cuando podía enfrentarlo cara a cara. Quizá era él quien debería de tener miedo.

Capítulo 2

– Tiene razón, señora -dijo Sebastián-. Mi prometida es inocente en este asunto. La culpa recae sobre la mujer encargada de su bienestar, quien ha fallado de manera notable en cumplir con sus responsabilidades. Por última vez, exijo que me cuente dónde han estado.

– En el teatro.

– ¿Viendo qué?

– Un musical ligero. No tan serio ni edificante como Julio César , pero estamos en navidad y ninguna de las dos tenía ganas de pensar en guerra y asesinatos.

– ¿Y ese musical ligero tiene título? -gruñó. Sabía que lo estaba engañando.

– Sí -suspiró-. Se llama ¿En tu casa o en la mía? -repuso con renuencia.

¿En tu casa o en la mía? -repitió-. Supongo que eso me indica qué clase de entretenimiento soez considera adecuado para una joven protegida.

– Tonterías -espetó con firmeza-. El título lleva a engaño. No es en absoluto soez… solo un poco picante, pero básicamente inocente.

– ¿De verdad? -recogió el periódico que había estado leyendo para pasar el tiempo y señaló un anuncio para la obra que acababan de ir a ver-. «Descarada» -citó-. «¡Excitante! ¡No lleven a su abuela!»

Maggie intentó contener el temblor en los labios, sin éxito.

– ¿Es que la divierto? -preguntó él con tono de advertencia.

– Francamente, sí. Si supiera algo sobre publicidad, comprendería que esa clase de texto va dirigido a hacer que el público crea que se trata de una obra más escandalosa de lo que es. «No lleven a su abuela» significa que ni su abuela se escandalizaría. A mi abuela le habría encantado.

– No me cuesta imaginarlo.

– ¿Qué ha querido decir?

– ¿Desea que se lo deletree?

– No a menos que disfrute siendo desagradable, cosa de la que empiezo a estar convencida. ¡Qué rabieta por nada¡ Catalina es joven y bonita. Debería de estar saliendo con jóvenes de su edad, pero, ¿qué le ofrece usted? Julio César , ¡por el amor de Dios! Hombres con túnicas y faldas cortas y rodillas huesudas.

– Como no ha visto la obra, no está cualificada para comentar sobre las rodillas de los actores -soltó.

– Apuesto que eran huesudas. Una joven protegida como Catalina sin duda habría quedado asustada por la visión -pero el humor se desperdiciaba en ese hombre.

Había entrecerrado los ojos de una manera que algunas personas habrían podido encontrar intimidatoria, pero Maggie ya había cruzado ese umbral. Jamás había conocido a alguien que la enfureciera tan deprisa.

– Usted tiene sus valores y yo los míos -comentó él al final-. Parecen ser completamente distintos. Me culpo a mí mismo por contratar sus servicios sin haber comprobado sus referencias.

– ¿No tiene los dedos en demasiados pasteles? – exigió exasperada-. ¿Es que cada detalle ínfimo ha de ser sometido a su control?

– Con cada palabra revela lo poco que entiende. Cuando un hombre se halla en un puesto de autoridad, el control es esencial. Si no controla todos los detalles, su autoridad es incompleta.

– ¡Detalles! -exclamó con voz explosiva-. Habla de la vida de esa pobre muchacha. Y si considera eso como un detalle, solo puedo decir que la pobre me da pena.

– Es una suerte que no esté obligado a tomar en consideración su opinión -espetó Sebastián.

– Imagino que jamás lo ha hecho con la opinión de nadie -replicó ella.

– No tolero interferencias en mis asuntos privados. No le corresponde a usted criticarme a mí o mi inminente matrimonio.

– Si tuviera algo de decencia, no se celebraría ningún matrimonio.

– Todo lo contrario, es mi sentido del deber lo que me impulsa a tomar a una joven de cabeza ligera como esposa. En el lecho de muerte, su padre me hizo prometerle que la protegería, y yo le di mi palabra.

– Pues sea su tutor, ¡pero no su marido!

– El poder de un tutor termina el día en que su pupilo se casa. La protegeré mejor siendo su tutor de por vida.

– De todas las…

– Ya conoce a Catalina. ¿Es inteligente? Vamos, sea sincera.

– No, no lo es. Tiene la mente de una mariposa. Razón de más para que se case con un hombre a quien eso no le importe.

– ¿Y cómo va a elegir a su marido? Es una heredera, y los cazafortunas la acosarán. ¿Se imagina la elección que realizará? Yo no necesito el dinero. Redactaré un acuerdo matrimonial que lo deje todo a favor de sus hijos, y luego le proporcionaré lo que quiera.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Dudas y celos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Dudas y celos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
libcat.ru: книга без обложки
Alex Kava
Janet Evanovich: Amor Comprado
Amor Comprado
Janet Evanovich
Lucy Gordon: The Stand-In Bride
The Stand-In Bride
Lucy Gordon
Susan Mallery: La Pasión del Jeque
La Pasión del Jeque
Susan Mallery
Maggie Gee: The Ice People
The Ice People
Maggie Gee
Отзывы о книге «Dudas y celos»

Обсуждение, отзывы о книге «Dudas y celos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.