Marion Lennox - Un millonario enamorado

Здесь есть возможность читать онлайн «Marion Lennox - Un millonario enamorado» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un millonario enamorado: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un millonario enamorado»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hay cosas que el dinero no puede comprar…
Molly Farr entendía por qué el millonario Jackson Baird era conocido como "el soltero más codiciado de Australia". Era guapo, encantador y rico… y Molly tenía que cerrar aquel trato con él o perdería su empleo. Por eso lo último que necesitaba era sentirse atraída por su cliente más importante. Especialmente sabiendo que Jackson tenía fama de salir solo con las mujeres más guapas y sofisticadas. ¿Qué podría ver en ella un hombre como él?
Molly no lo sabía…, pero Jackson sí.

Un millonario enamorado — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un millonario enamorado», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

«Pero si Molly estuviera aquí, esperando…»

Molly estaría con Michael.

Roger Francis había llamado a Jackson antes de que saliera de Nueva York para decirle que irían a la granja por separado. Roger iría en su propio coche, la señora Copeland iría con su chofer, y Molly, Sam y Michael, irían juntos.

¡Estupendo!

El había ayudado a que Molly se reconciliara con Michael, así que debería estar contento.

«Estoy contento», se obligó a admitir. Sam tendría un lugar seguro donde crecer. Una familia.

Pero con un hombre que había engañado a Molly…

¡No era asunto suyo! ¿Es que no había aprendido nada del pasado?

Miró por la ventana del helicóptero y vio que Doreen y Gregor lo esperaban sonrientes para recibirlo. Ellos eran su futuro. Nadie más. Suspiró, y puso una amplia sonrisa.

Era una buena compra. Y debía llevarla a cabo.

– Michael, la carretera que lleva a Bírranginbil sale hacia el norte. Deberías haber torcido en el cruce anterior.

– ¿Estamos yendo a Birranginbil?

– Por supuesto.

– Mira en la guantera, cariño. Tengo una sorpresa para ti.

– ¿Una sorpresa?

– Un anillo de compromiso. Y la licencia para casarnos.

Las cosas no iban a funcionar.

Hannah Copeland estaba esperando sentada en el salón y, al ver a Jackson, puso cara de decepción.

– Ha venido solo -comentó-. ¿Qué ha pasado con su prometida, jovencito?

– Creía que ya se lo había dicho -dijo él, y se acercó para darle la mano-.Cara no es mi prometida.

«Dónde está Molly?», pensó Jackson.

– Sí. Pero es alguien con quien tiene una relación.

– La tenía -dijo él.

– ¿Quiere decir que ya no la tiene?

– No.

– ¿Puedo preguntarle por qué no?

– Creo que eso es asunto mío.

– Entonces, no puedo venderle mi propiedad -dijo la señora Copeland poniéndose en pie-. El acuerdo era que me presentaría a su prometida.

– No tengo una prometida. Solo estoy yo -¿donde diablos estaba Molly? Jackson sonrió y decidió que lo mejor era ser sincero-. Hannah, Cara es mi hermanastra -le dijo-. Habíamos decidido compartir la granja, pero se ha enamorado de un francés. Así que me he quedado solo. Me encanta este sitio, y estoy preparado para cuidar de él como a usted le gustaría que lo cuidaran. Pero no puedo ofrecerle nada más. No puedo prometerle relaciones que no existen.

La anciana lo miró desconcertada, y Jackson pensó que podría decidir cualquier cosa.

Pero entonces, Francis Roger apareció por la puerta.

– ¿Qué ocurre? -Hannah no tenía tiempo para saludar al abogado, y estaba muy disgustada-. ¿Sabe algo de la señorita Farr?

– ¿Dónde está Molly? -preguntó Jackson con el ceño fruncido. Habían acordado que ella estaría allí antes que él. Cielos, si ni siquiera aparecía…

– Lo siento -dijo Roger Francis-. Es una inepta…, señor Baird, no sabe lo mucho que lo siento. No debí permitir que mirara esta propiedad.

– ¿Qué pasa?

– Su agente inmobiliario se ha ido de luna de miel… y se ha llevado el contrato y las escrituras con ella.

Hubo un tenso silencio. La señora Copeland miró a los dos hombres enojada, y Roger Francis miró hacia la ventana para evitar mirar a Jackson.

– ¿Qué ha pasado? -preguntó Jackson, y Roger habló de nuevo. Demasiado rápido.

– Me llamó desde el aeropuerto hace un par de horas. Intenté localizarla antes de que saliera de Sidney, pero su teléfono móvil estaba apagado. Así que se lo contaré ahora. La llamada era de la señorita Farr… Parecía demasiado contenta como para hablar. Al parecer, Michael apareció en su casa anoche con unos billetes para ir a Hayman Island. Molly, Sam y él. Y con la licencia de matrimonio. No estaba dispuesto a aceptar un no como respuesta y, como ella dijo, una oportunidad como esa no se puede desaprovechar. Así que se han ido. En el vuelo que salía a las nueve de Sidney.

«Casi nos cruzamos en tránsito», pensó Jackson, y se sintió muy mal.

¿Por qué? ¿Por la granja?

No. Sabía muy bien que la granja no tenía nada que ver.

– ¿Y qué pasa con los contratos? -preguntó Hannah, sin dejar de mirar a Jackson. No, estaba interesada en el contrato. Había un trasfondo en todo aquello que no era muy difícil de comprender.

– No tengo ni idea de lo que ha hecho con ellos. Su jefe tampoco lo sabe. Acabo de telefonearlo. Estaba jugando al golf y no tenía ni idea de lo sucedido. Se ha quedado tan sorprendido como yo. Parece ser, que ella lo ha dejado todo y se ha ido.

– Entonces, ya está -dijo Hannah-. No hay contrato. No hay prometida. No está la señorita Farr. Parece que no podré venderle la granja aunque quiera, señor Baird. Quizá cuando regresemos a Sidney podamos…

– No creo -dijo Jackson. Se pasó los dedos entre el cabello y cerró los ojos. Su voz era tan lúgubre como una noche de invierno-. Diablos.

– Lo siento -dijo Roger, y Jackson abrió los ojos y miró a su abogado.

– ¿Dices que hablaste con ella?

– Sí.

– ¿Y parecía contenta?

– Sí, señor. Muy contenta.

– ¡Maldita sea! Debería…

– Pero no lo hizo -dijo Hannah-. ¿Qué le parece un viaje rápido a Hayman Island?

– Nunca llegaría a tiempo. Y si ella ama a ese hombre…

– ¿Pero y si lo ama a usted? -sugirió la anciana.

– No lo sé -se quejó Jackson. Al fin y al cabo, estaba entrenado para recibir duros golpes. Para el dolor. Sabía muy bien cómo manejarlo. Retirarse era la única solución-. Siento haberla hecho perder el tiempo, señora Copeland -le dijo con voz formal. Una vez más, había sacado el escudo protector y no estaba dispuesto a que se lo quitaran-. Pero parece que la culpa no es del todo mía. Usted ha elegido un agente inmobiliario poco serio, para que la represente.

– Eso es evidente -dijo Roger Francis mirando a Jackson-. Si quiere un lugar hecho para usted, ese es Blue Mountain -dijo él-. Antes de conocer este sitio, le parecía un lugar muy atractivo. Solo está a una hora de Sidney. Ayer hablé con los propietarios y todavía está en venta.

– De eso estoy seguro.

– Estaré encantado de mostrárselo otra vez. Podemos ir ahora mismo en helicóptero. Puedo buscar a alguien para que recoja mi coche…

– Ya basta -Jackson dio un paso atrás-. Ya basta. Necesito tiempo para pensar.

– Tengo los documentos de Blue Mountain en mi maletín -dijo Roger-. ¿Quiere que le diga al piloto del helicóptero que desea marcharse?

– No. ¡Sí! -hizo una pausa. Se oía el ruido de un coche acercándose por el camino. Alguien conducía demasiado rápido y, por el sonido del motor, parecía un coche viejo.

Todos se volvieron para mirar por la ventana y vieron cómo un vehículo polvoriento se detenía haciendo derrapar las ruedas.

Al momento, salió Molly, seguida de Angela, Guy y Sam.

– ¿Llegamos demasiado tarde? ¿Ya se ha ido?

Molly irrumpió en la habitación cargada de documemos y, cuando vio a Jackson, se quedó paralizada.

El dio un paso hacia delante y ella dejó caer los papeles al suelo. En menos de un segundo, estaba entre los brazos de Jackson… como si nunca fueran a separarse.

Después de eso, empezó el caos. Angela, Guy y Sam entraron detrás de Molly. Sam agarraba la caja de las ranas como si su vida dependiera de ella, pero toda su atención estaba centrada en Molly que lloraba sobre el hombro de Jackson.

– ¿Qué diablos…? -fue todo lo que Jackson tuvo que decir.

– Nunca pensé que él lo haría -Molly lloraba y hablaba a la vez-. Pensaba que para él solo era un juego, así que decidí seguirselo para ver cuáles eran sus intenciones. No pensaba que fuera en serio. Y entonces, se comportó como un animal y trató de retenerme y yo tuve que pegarle…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un millonario enamorado»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un millonario enamorado» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un millonario enamorado»

Обсуждение, отзывы о книге «Un millonario enamorado» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x