• Пожаловаться

Rachel Gibson: Daisy Vuelve A Casa

Здесь есть возможность читать онлайн «Rachel Gibson: Daisy Vuelve A Casa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Rachel Gibson Daisy Vuelve A Casa

Daisy Vuelve A Casa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Daisy Vuelve A Casa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Daisy Lee creía haberse sacudido de sus zapatos de tacón alto el polvo de Lorett, Texas, hacía muchos años. Sin embargo, cuando regresa a casa, se da cuenta de que todo allí continúa más o menos igual. Su hermana sigue estando loca de remate, su madre sigue teniendo los flamencos rosas de plástico en el jardin y Jackson Lamott Parrish, el chico malo que dejó atrás cuando se marchó, sigue siendo tan sexy como antes. Nada le gustaría más que poder evitar cualquier contacto con Jackson, pero Daisy ha vuelto para contarle algo, y no se irá de Lovett hasta que él escuche lo que tiene que decirle. …NO ME QUIERE Jackson aprendió la lección de manos de Daisy de la forma más dura posible, y lo único que le interesa de ella es oír de sus rojos labios un adiós. Pero se está encontrando con ella en todas las partes y no cree que sea pura coincidencia. Parece que la única forma de conservar la tranquilidad que tanto ansía es besándola, pero eso supondría una rendición. ¿Será lo suficientemente fuerte como para resistirse?, ¿lo suficientemente fuerte para ver como vuelve a salir otra vez de su vida?… ¿lo suficientemente fuerte para conseguir que se quede?

Rachel Gibson: другие книги автора


Кто написал Daisy Vuelve A Casa? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Daisy Vuelve A Casa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Daisy Vuelve A Casa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En lugar de irse a casa con Daisy y con Jack para celebrar su touchdown , Nathan le preguntó si podía ir a dar una vuelta con sus nuevos amigos. Le dedicó una mirada fugaz a Brandy Jo, y en ese instante Daisy supo que aquella jovencita de quince años, con una larga cabellera de color castaño y un marcado acento de Tejas, había usurpado el lugar que ella ocupaba en la vida de su hijo. Sintió una inesperada punzada de celos. Nathan se estaba haciendo mayor a pasos agigantados, y ella echaba de menos a ese niño que solía cogerla de la mano y levantar su cabecita para mirarla como si fuese la cosa más importante del mundo.

– ¿Nos vamos? -le preguntó Jack inclinándose hacia ella-. Quiero sacarte de aquí antes de que aparezca Cal e intente echarte el lazo otra vez.

Jack bromeaba pero no del todo. Daisy detectó el dolor en su voz.

– ¿Qué te duele?

– El hombro -dijo él caminando hay hacia el aparcamiento-. Me duele mucho.

– No sé por qué no os ponéis protecciones. -Daisy levantó una mano y añadió-: No hace falta que lo digas. Lo sé. Las protecciones son para mariquitas.

Jack abrió la portezuela del copiloto para que Daisy pudiese entrar. Justo antes de montarse en el coche echó un último vistazo hacia el campo de juego, para ver una última vez a Nathan.

– Está creciendo demasiado rápido -dijo Daisy mientras le observaba alejarse con Brandy Jo del brazo-. Siempre ha sido muy movido e independiente. No podía llevarlo a ningún sitio cuando era un niño porque salía corriendo. Así que le puse una de esas correas para niños pequeños. Siempre me sentía más segura sabiendo que estaba al otro lado de la correa. Daba un tirón y dejaba de hacer lo que estuviese haciendo. -Aferró la parte de arriba de la portezuela que separaba su cuerpo del de Jack-. Ojalá pudiese dar un tirón ahora para evitar que se metiese en problemas.

Jack colocó las manos junto a las de Daisy.

– Es un buen chico, Daisy. Todo irá bien.

Le miró a los ojos, se inclinó hacia delante y le dio un leve beso, un beso que se transformó sin transición alguna en un beso suave y lento capaz de derretirle el corazón. Jack olía a sudor y a hierba. Le acarició las manos con los pulgares mientras la besaba. Jack se tomó su tiempo, profundizando en aquel beso íntimo. Los rincones más secretos del alma de Daisy reconocieron el contacto con Jack. Fue algo más que el roce de dos bocas, algo más que el empuje del deseo, que exigía una continuación de ese beso.

Cuando se apartó, Jack la miró tal como solía hacerlo años atrás. Con la guardia baja. Sus anhelos y deseos resultaban absolutamente evidentes en su mirada verde y cristalina.

– Ven conmigo a mi casa -dijo Jack colocando las palmas de sus manos sobre las de Daisy.

Ella tragó saliva y en su boca se dibujó una sonrisa. No había necesidad alguna de preguntarle qué tenía planeado hacer.

– Creí que te dolía el hombro -dijo.

– No es para tanto.

– Puedo darte un masaje.

Jack negó con la cabeza.

– Tienes que conservar las fuerzas para otro tipo de masaje.

Capítulo 19

Daisy deslizó las manos por los hombros de Jack y acarició con los dedos sus músculos doloridos. Le masajeó la espalda y recorrió con los pulgares la línea de su columna vertebral. Del pelo mojado de Jack se iban desprendiendo gotitas de agua que descendían por su espalda hasta recalar en la toalla azul que llevaba sujeta a la cintura.

El trayecto desde el aparcamiento hasta la casa de Jack les había llevado menos de diez minutos. Por lo general, se necesitaban unos quince para recorrer esa distancia, pero Jack se había saltado alguna que otra señal de stop y no había respetado todos los semáforos.

En ese momento Jack estaba sentado en una silla de cocina, junto a la mesa del comedor. Tenía las piernas a ambos lados y los brazos cruzados sobre el respaldo. Había insistido en darse una ducha rápida antes de que ella le diese el masaje y, cuando salió del baño ataviado únicamente con una toalla, a Daisy le faltó poco para echársele encima allí mismo.

– ¿Qué tal? -le preguntó Daisy mientras sus manos recorrían sus fuertes músculos de arriba abajo.

– Creo que podré volver a utilizarlos.

El calor de la piel de Jack le calentaba las manos, y Daisy iba notando el contorno y la textura de sus músculos a medida que los iba acariciando.

– ¿Daisy?

Ella observó la nunca de Jack. La luz del comedor destellaba en su cabello húmedo.

– ¿Hmm?

– Cuando estuvimos en el lago Meredith dijiste que me habías echado de menos. -Levantó el brazo y la agarró de la muñeca-. ¿Hablabas en serio? -Jack volvió la cabeza. La intensidad de su mirada le indicó a Daisy que su respuesta era de suma importancia para él.

– Sí, Jack. Hablaba en serio.

Jack tiró del brazo de Daisy y lo dijo junto a la mejilla derecha:

– Yo también te he echado de menos, Daisy Lee. Todos estos años te he echado de menos más de lo que era capaz de admitir. -Le acarició la otra mejilla con la mano libre-. Más de lo que estaba dispuesto a que supieses.

Daisy sintió que se le hacía un nudo en la garganta, se inclinó y dijo contra los labios de Jack;

– Te quiero, Jack.

Él cerró los ojos y dejó escapar todo el aire que tenía en los pulmones. Se mantuvo inmóvil durante unos cuantos segundos y después añadió:

– Siempre he estado enamorado de ti. Incluso cuando no quise estarlo.

– Date la vuelta -susurró Daisy.

Jack abrió los ojos.

– ¿Qué?

– Ponte de pie -le dijo ella.

En cuanto se puso en pie y se volvió, ella le colocó las manos en sus hombros y le obligó a sentarse de nuevo.

– No sé qué pasará con nosotros a partir de ahora -dijo Daisy al tiempo que se levantaba la falda del vestido para sentarse en su regazo. Jack abrió las piernas y el trasero de Daisy acabó apoyado en el asiento de la silla. Sus pies descalzos colgaban a ambos lados-. Pase lo que pase, siempre te querré. No puedo evitarlo.

Jack le acarició los muslos sin dejar de mirarla a los ojos y le dijo:

– Voy a mostrarte lo que va a pasar entre nosotros. -Las palmas de sus manos alcanzaron sus caderas y con los dedos encontró el cierre del vestido.

Ella se acomodó mejor entre sus piernas y le preguntó:

– ¿Eso que tienes ahí es la estaca de una tienda de campaña o es que te alegras de verme?

En su boca se dibujó una sonrisa cargada de sexualidad.

– Ambas cosas. ¿Quieres verla?

– ¡Oh, sí! -dijo ella mientras le recorría los hombros y el pecho con las manos. Dejó reposar sus palmas encima de los pezones de Jack y se inclinó hacia delante para besarle en el cuello. Lo único que les separaba era la toalla y la fina tela de sus bragas.

Jack tiró del cierre y el vestido se aflojó.

– Levanta los brazos -le dijo a Daisy.

Ella le obedeció, y Jack agarró el vestido y se lo sacó por encima de la cabeza. El pelo le cayó suelto sobre los hombros y Jack miró con pasión los ojos de Daisy. Arrojó el vestido al suelo y después le cubrió los pechos desnudos con las manos. Los erizados pezones le presionaban el centro de las palmas y Jack los frotó con los pulgares. Daisy entornó los parpados y se humedeció los labios. Jack la conocía. Conocía el peso de su cuerpo cuando estaba encima de él, y reconocía el latido bajo su corazón al sentirlo bajo las palmas de sus manos, sus suspiros de placer y el aroma de su piel.

Era Daisy. Su Daisy.

– ¿Estás seguro de que no te duele el hombro?

¿El hombro? Le importaba un comino el hombro. El único dolor que sentía se localizaba en la entrepierna.

– Lo único que noto es el deseo por ti. -Todas las fantasías sexuales de su vida empezaban y finalizaban en Daisy Lee. Y ahora la tenía frente a sí. Estaba sentada sobre su regazo y no llevaba más que unas braguitas. Si jugaba bien sus cartas, no volvería a perderla.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Daisy Vuelve A Casa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Daisy Vuelve A Casa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
libcat.ru: книга без обложки
Cecilia Ahern
Jillian Hunter: Perverso como el pecado
Perverso como el pecado
Jillian Hunter
Jennifer Greene: Fuerte como el amor
Fuerte como el amor
Jennifer Greene
Rachel Gibson: Un Año En Truly
Un Año En Truly
Rachel Gibson
Отзывы о книге «Daisy Vuelve A Casa»

Обсуждение, отзывы о книге «Daisy Vuelve A Casa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.