– Regresaré al palacio algún día, pero no ahora. La idea de pasar el otoño y el invierno con Crispin me hace muy feliz.
– Lo amas mucho.
– Sí -admitió Philippa con una sonrisa radiante-. ¿Estás lista? ¿Puedo llamar al tío Thomas?
– Estoy lista.
Lord Cambridge entró en la alcoba, tomó a su sobrina del brazo y la condujo con orgullo desde la casa hasta la pequeña iglesia de la aldea de Otterburn. A cada lado del camino, los aldeanos saludaban y vitoreaban a la novia mientras avanzaba hacia la capilla donde se uniría en sagrado matrimonio con Robert Neville. Después de la boda, durante la fiesta, el señor de Claven's Carn y Rosamund bailaron una sensual danza escocesa. Philippa percibió el intenso amor que se profesaban mutuamente y se preguntó si, pese a las intenciones de su madre, no nacería otro Hepburn.
Crispin, sentado junto a ella, le tomó la mano y le dijo;
– Dentro de unos días, pequeña, estaremos en casa.
– Sí. Serán unos meses maravillosos.
– Y unos años maravillosos -replicó y apoyó su mano en el vientre de Philippa-. ¿Es un niño, pequeña?
– Sólo Dios sabe la respuesta a esa pregunta. Si no lo es, haremos otro y otro y otro, hasta que llegue el varón. Y sí es un niño, le daremos muchos hermanos y hermanas.
– Veo que has planificado al detalle nuestra vida juntos, Philippa. ¿Y piensas volver a la corte?
– Algún día. La reina fue muy sabia cuando me explicó que mi deber era formar una familia. La familia es el don más preciado que nos regaló Dios.
En la primavera de 1521, la condesa de Witton alumbró a su primer hijo: Henry Thomas St. Claire. Y tres semanas más tarde, Banon dio a luz a una niña a quien bautizaron con el nombre de Katharine Rose. El 23 de mayo Elizabeth Meredith cumplió trece años, y al año siguiente, cuando cumpliera los catorce, se convertiría en la dueña formal y legítima de Friarsgate.
No tenía intenciones de casarse ni de soportar que un hombre le dijera lo que tenía que hacer. Friarsgate era su reino y ella era la única monarca. Pero Elizabeth Meredith era muy joven y, aunque lo ignoraba, el destino ya había planeado su futuro.
Nacida en Manhattan, Bertrice Smallha vivido al este de Long Island durante 31 años, lugar que le encanta. Sagitaria, casada con un piscis, sus grandes pasiones son la familia, sus mascotas, su jardín, su trabajo y la vida en general.
Es autora de 41 novelas, 36 de ellas históricas, 3 de fantasía y 2 de romance contemporáneo, además de 4 historias cortas de temática erótica. Los libros de Bertrice han figurado en lo más alto de las listas de ventas, siendo la autora una habitual del «New York Times», el «Publishers Weekly», el «USA Today», y el «L.A. Times».
Ha recibido numerosos premios entre los que destaca el Romantic Times por toda su carrera en 2004, un Silver Pen, un Golden Leaf y varios Romantic Times concedidos por los lectores. Bertrice Small es una autora muy involucrada con la comunidad literaria y es miembro, entre otros, de The Authors Guild, Romance Writers of America, PAN, y PASIC, una sección de RWA dedicada a ayudar a nuevos escritores.
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