Julia Quinn - El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever

Здесь есть возможность читать онлайн «Julia Quinn - El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Исторические любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A la edad de diez años, Miranda Cheever no mostraba indicios de Gran Belleza. E incluso a los diez, Miranda aprendió a aceptar las expectativas que la sociedad tenía para ella… hasta la tarde en que Nigel Belvestoke, el guapo y gallardo vizconde Turner, besó su mano solemnemente y le prometió que un día ella se convertiría en ella misma, que un día sería tan hermosa como inteligente.
E incluso a los diez años, Miranda supo que lo amaría para siempre.
Turner siempre ha considerado a Miranda como de la familia. Tras un desastroso matrimonio, Turner sabe que el amor que pudiera sentir lo destruyeron las infidelidades de su difunta esposa.
Pero a pesar de su cinismo, Turner se sorprende a sí mismo al darse cuenta del incontrolable deseo que Miranda empieza a despertar en él.

El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Miranda trató de esquivarla escabulléndose hacia el guardarropa.

– Puesto que conoces a Winston, como ya he dicho, eso elimina la necesidad de conversar con desconocidos, y además -la cara sonriente de Olivia se hizo visible-, significa que seremos hermanas.

Miranda estaba inmóvil, sus dedos agarrando firmemente el vestido de día que había sacado del guardarropa.

– Eso sería encantador, Olivia -dijo, porque realmente, ¿qué otra cosa podía decir?

– ¡Oh, estoy emocionada de que estés de acuerdo! -Exclamó Olivia, y abrazó a Miranda-. Será maravilloso. Espléndido. Más que espléndido. Será perfecto.

Miranda se quedó quieta, preguntándose cómo diablos había logrado conseguir meterse a sí misma en tal enredo.

Olivia retrocedió, todavía radiante.

– Winston no tendrá la menor idea de lo que se le viene encima.

– ¿El propósito de esto es el de igualar o simplemente se trata de alguna manera de superar a tu hermano?

– Bien, ambos, por supuesto -admitió Olivia con franqueza. Soltó a Miranda y se dejó caer en una silla cercana-. ¿Tiene importancia?

Miranda abrió la boca, pero Olivia fue más rápida.

– Por supuesto que no -dijo-. Lo que importa es estar igualados, Miranda. Verdaderamente estoy sorprendida de no haber tenido estos serios pensamientos con anterioridad.

Como estaba detrás de Olivia, Miranda se dio el gusto de hacer una mueca. Por supuesto que a ella no le había dado por pensar seriamente. Había estado demasiado ocupada soñando con Turner.

– Y vi a Winston mirándote anoche.

– Sólo había cinco personas en la habitación, Olivia. Muy bien podía no estar mirándome a mí.

– Todo está en cómo -persistió Olivia-. Estaba como si nunca te hubiera visto antes.

Miranda comenzó a vestirse.

– Estoy convencida de que estás equivocada.

– No lo estoy. Date la vuelta, te abrocharé los botones. Nunca me equivoco acerca de estas cosas.

Miranda permaneció de pie pacientemente mientras Olivia le abrochaba el vestido. Y entonces se le ocurrió.

– ¿Cuándo has tenido la ocasión de saber que tienes razón? Estamos aquí enterradas en el campo. No es como si hubiésemos sido testigos de que alguien cayese enamorado.

– Por supuesto que lo somos. Están Billy Evans y…

Tuvieron que casarse, Olivia. Lo sabes.

Olivia acabó de abrochar el último botón, movió las manos hacia los hombros de Miranda, y la volvió hasta que estuvieron cara a cara. Su expresión era de superioridad, incluso para Olivia.

– Sí, ¿pero por qué tuvieron que casarse? Porque se amaban.

– No recuerdo tus predicciones sobre el emparejamiento.

– Tonterías. Por supuesto que las hice. Tú estabas en Escocia. Y no pude decírtelo por carta, eso hubiera hecho que todo pareciera completamente sórdido.

Miranda no estaba segura de que ese fuera el caso, un embarazo imprevisto era un embarazo imprevisto. Ponerlo por escrito no iba a cambiar las cosas. Pero a pesar de todo, Olivia tenía algo de razón. Miranda iba a Escocia durante seis semanas cada año para visitar a sus abuelos maternos, y Billy Evans se casó mientras ella no estaba. Olivia había venido con el único argumento que ella no podía refutar.

– ¿Vamos a desayunar? -preguntó Miranda con desaliento. No había manera de evitar dejarse ver, y además, Turner había estado un tanto raro la noche anterior. Si hubiese justicia en el mundo, entonces estaría como una cuba en su cama con la cabeza palpitándole toda la mañana.

– No hasta que María te arregle el pelo -decidió Olivia-. No debemos dejar nada al azar. Ahora tu trabajo es estar maravillosa. Oh, no me mires fijamente. Eres más bonita de lo que piensas.

– Olivia…

– No, no, ha sido una mala elección de palabras. Tú no eres bonita. Yo soy bonita. Bonita y sosa. Tú tienes algo más.

– Una cara larga.

– La verdad es que no. No tanto como cuando eras pequeña, por lo menos.

Olivia ladeó la cabeza. Y no dijo nada.

Nada. Olivia.

– ¿Qué pasa? -preguntó Miranda con recelo.

– Creo que te has hecho mayor.

Era lo que había dicho Turner todos esos años atrás. Algún día te harás mayor, y serás tan hermosa como ahora inteligente. Miranda odió el recuerdo. Y realmente lo odió hasta el punto de querer gritar.

Olivia, viendo la emoción en sus ojos empañados, dijo abrazándola apretadamente.

– Oh, Miranda. Yo también te quiero. Seremos las mejores hermanas. No puedo esperar.

Cuando Miranda llegó a desayunar (exactamente treinta minutos enteros más tarde, juraría que nunca había tardado tanto en arreglarse el pelo, y después juró que nunca lo haría otra vez) el estómago le rugía.

– Buenos días, familia -dijo Olivia alegremente mientras cogía un plato del aparador-. ¿Dónde está Turner?

Miranda elevó una silenciosa oración de gracias por su ausencia.

– Todavía en la cama, imagino -contestó Lady Rudland-. El pobre. Ha sufrido una conmoción.

– Ha sido una semana terrible.

Nadie dijo nada. A ninguno de ellos les había gustado Leticia.

Olivia aprovechó el silencio.

– Correcto -dijo-. Bien, espero que no esté demasiado hambriento. Tampoco cenó con nosotros anoche.

– Olivia, su esposa acaba de morir -dijo Winston-. Con el cuello roto, nada menos. Te ruego un poco de benevolencia.

– Porque le quiero es el motivo de que esté preocupada por su bienestar -dijo Olivia, con la irritabilidad que reservaba sólo para su hermano gemelo-. No come.

– Pedí que subieran una bandeja a su habitación -dijo su madre, poniendo fin a la riña-. Buenos días, Miranda.

Miranda avanzó. Había estado ocupada mirando a Olivia y a Winston.

– Buenos días, Lady Rudland -dijo rápidamente-. Confío en que haya dormido bien.

– Tan bien como puede esperarse. -La condesa suspiró y tomó un sorbo de té-. Son tiempos duros. Pero debo agradecerte otra vez que hayas pasado aquí la noche. Sé que fue un consuelo para Olivia.

– Por supuesto -murmuró Miranda-. Me complace haber ayudado.

Siguió a Olivia hacia el aparador y se sirvió un plato de desayuno. Cuando regresó a la mesa, se encontró con que Olivia le había dejado un asiento al lado de Winston.

Se sentó y contempló a los Bevelstokes. Todos le estaban sonriendo, Lord y Lady Rudland de forma totalmente benevolente, Olivia con un indicio de astucia, y Winston…

– Buenos días, Miranda -dijo afectuosamente. Y sus ojos… tenían… ¿Interés?

¡Dios mío!, ¿Tendría razón Olivia? Había algo diferente en la forma en que la estaba mirando.

– Buenos días -dijo Miranda, completamente perturbada. Winston era casi su hermano, ¿no? De ninguna manera podía pensar que a ella le gustaba, y ella tampoco. Pero si él podía entonces, ¿ella podía? Y…

– ¿Tienes intención de quedarte en Haverbreaks toda la mañana? -le preguntó Winston-. Pensé que podríamos dar un paseo. ¿Quizá después del desayuno?

Dios querido. Olivia tenía razón.

Miranda sintió que sus labios se abrían con sorpresa.

– Yo, esto, no lo había decidido.

Olivia le dio una patada por debajo de la mesa.

– ¡Oh!

– ¿Se te ha atragantado la caballa? -preguntó la señora Rudland.

Miranda negó con la cabeza.

– Lo siento -dijo, aclarándose la voz-. Ehrm, creo que era una espina.

– Ése es el motivo por el que nunca tomo pescado en el desayuno -declaró Olivia.

– ¿Qué dices Miranda? -insistió Winston. Sonrió perezosamente, una obra maestra de inocencia, que seguramente había roto más de mil corazones-. ¿Damos un paseo a caballo?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever»

Обсуждение, отзывы о книге «El Diario Secreto De La Señorita Miranda Cheever» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x