• Пожаловаться

Lois Bujold: Hermanos de armas

Здесь есть возможность читать онлайн «Lois Bujold: Hermanos de armas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1999, ISBN: 84-406-9289-7, издательство: Ediciones B, категория: Космическая фантастика / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lois Bujold Hermanos de armas

Hermanos de armas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Hermanos de armas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El inefable Miles Vorkosigan se encuentra en esta ocasión en la Tierra, sin dinero y con los dolores de cabeza que le da el interpretar a dos personajes a la vez con sus respectivos enemigos. La situación se complica cuando algunos de sus hombres organizan un escándalo en una tienda de licores cuando la máquina no les acepta la tarjeta de crédito. Por culpa de una periodista perspicaz Miles se ve obligado a dar una nueva vuelta de tuerca en su farsa: decide que su otra identidad es en realidad un clon suyo, y engaña a la periodista. Sin embargo, lo que no se podía esperar es que realmente un clon suyo estuviera dispuesto a reemplazarle.

Lois Bujold: другие книги автора


Кто написал Hermanos de armas? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Hermanos de armas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Hermanos de armas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Ésas son las condiciones que normalmente ofrecemos a nuestros clientes corporativos establecidos.

—La Flota de Mercenarios Libres Dendarii es una corporación establecida. Registrada en Jackson's Whole.

—Mm, sí, pero… cómo se lo diría… el riesgo más extremo que nuestros clientes normales corren habitualmente es la bancarrota, para la cual tenemos protecciones legales. Su flota mercenaria es, um…

«Se está preguntando cómo se le cobra a un cadáver», pensó Miles.

—… algo mucho más arriesgado —finalizó el ingeniero con candor. Se encogió de hombros para pedir disculpas.

«Un hombre sincero, al menos…»

—No subiremos el precio de nuestra oferta. Pero me temo que tendremos que pedir el pago por adelantado.

«Mientras que nos ciñamos a intercambiar insultos…»

—Pero eso no nos proporciona ninguna garantía contra las chapuzas en el trabajo —dijo Miles.

—Pueden demandarnos —repuso el ingeniero—, igual que todo el mundo.

—Puedo volar su…

Los dedos de Miles tamborilearon contra la costura de su pantalón donde no había ninguna cartuchera atada. La Tierra, la vieja Tierra, la vieja y civilizada Tierra. La comandante Quinn le tocó el codo en un fugaz gesto de contención. Él le dirigió una breve sonrisa tranquilizadora… no, no iba a dejarse llevar por las exóticas posibilidades del almirante Miles Naismith, comandante en jefe de la Flota de Mercenarios Libres Dendarii. Estaba simplemente cansado, dijo su sonrisa. Un leve ensanchamiento de los luminosos ojos castaños de ella respondió: «Chorradas, señor.» Pero ésa era otra discusión que no continuarían allí, en voz alta, en público.

—Busque una oferta mejor si quiere —dijo el ingeniero.

—Hemos buscado —repuso Miles. «Como bien sabes.»—. Bueno. Um… ¿Qué tal… la mitad ahora y la mitad a la entrega?

El terrestre frunció el ceño, sacudió la cabeza.

—Kaymer no hincha los presupuestos, almirante Naismith. Y nuestros costes añadidos se cuentan entre los más bajos del negocio. Es algo que nos enorgullece.

El término costes añadidos hizo que a Miles le dolieran los dientes, a la luz de lo de Dagoola. ¿Cuánto sabían estos tipos realmente de Dagoola?

—Si realmente le preocupa nuestra profesionalidad, el dinero puede ser depositado en una cuenta bloqueada bajo control de un tercer grupo neutral, como un banco, hasta que acepten ustedes la entrega. Desde el punto de vista de Kaymer no es un compromiso muy satisfactorio, pero… es lo máximo a lo que estamos dispuestos.

Un tercer grupo neutral terrestre, pensó Miles. Si no hubiera comprobado ya la eficacia de Kaymer, no estaría allí. Era en su propio dinero en lo que pensaba Miles. Lo cual, por cierto, no era asunto de Kaymer.

—¿Tiene problemas de liquidez, almirante? —preguntó el terrestre con interés. A Miles se le antojó que era capaz de ver en sus ojos cómo aumentaba el precio.

—En absoluto —respondió tímidamente. Los rumores sobre las dificultades económicas de los dendarii sabotearían muchas más cosas que aquel acuerdo de reparación—. Muy bien. Dinero por adelantado a ingresar en una cuenta bloqueada.

Si no iba a disponer de sus fondos, tampoco lo haría Kaymer. A su lado, Elli Quinn sorbió aire entre dientes. El ingeniero terrestre y el líder mercenario se estrecharon las manos con solemnidad.

Mientras seguía al ingeniero de ventas de vuelta a su propio despacho. Miles se detuvo un instante junto a una portilla que ofrecía una bella panorámica de la Tierra desde la órbita. El ingeniero sonrió y señaló con amabilidad, incluso con orgullo, al ver su expresión.

La Tierra. La vieja, romántica, histórica Tierra; la gran canica azul. Miles siempre había soñado con viajar hasta allí algún día, aunque no, sin duda, en aquellas circunstancias.

La Tierra seguía siendo el planeta más grande, más rico, más variado y poblado de todo el nexo de agujero de gusano del espacio explorado. Su escasez de buenos puntos de salida en el espacio local solar y su desunión gubernamental hacían que fuera militar y estratégicamente menor a escala galáctica. Pero la Tierra seguía reinando, aunque no gobernando, con su supremacía cultural. Más lastrada por las guerras que Barrayar, tan avanzada tecnológicamente como la Colonia Beta, el punto final de todas las peregrinaciones religiosas y seglares… Gracias a esto, las embajadas de todos los mundos que podían permitírselo se congregaban aquí. Incluidos, reflexionó Miles mientras mordisqueaba su dedo índice, los cetagandanos. El almirante Naismith debería usar todos los medios a su alcance para evitarlos.

—¿Señor? —Elli Quinn interrumpió sus meditaciones. Él sonrió levemente ante su rostro esculpido, el más hermoso que su dinero había podido comprar después de la quemadura de plasma y, sin embargo, gracias al genio de los cirujanos, todavía inconfundiblemente el propio de Elli. Ojalá todas las bajas de combate a su servicio pudieran ser redimidas de la misma forma—. El comodoro Tung a la espera en la comuconsola.

La sonrisa se desvaneció de sus labios. ¿Y ahora qué? Abandonó la portilla y la siguió para apoderarse del despacho del ingeniero de ventas con un amable e implacable:

—¿Nos disculpa, por favor?

El blando y ancho rostro eurasiático de su tercer oficial se formó sobre la placa vid.

—¿Sí, Ky?

Ky Tung, sin uniforme ya y vestido de civil, le dirigió un breve ademán a guisa de saludo.

—Acabo de terminar los acuerdos en el centro de rehabilitación para nuestros nueve heridos graves. Las perspectivas son buenas en el caso de la mayoría. Son recuperables cuatro de los ocho muertos congelados, tal vez cinco si tienen suerte. Los cirujanos incluso piensan que lograrán reparar el casco de salto de Demmi, una vez que el tejido neuronal haya sanado. Por un precio, naturalmente…

Tung mencionó el precio en créditos federales. Miles los tradujo mentalmente a marcos imperiales barrayareses, y rechinó un poquito por dentro.

Tung sonrió secamente.

—Sí. A menos que quieras renunciar a esa reparación. Es igual a todo lo demás junto.

Miles sacudió la cabeza, hizo una mueca.

—Hay un montón de personas en el universo a quienes me gustaría traicionar, pero mis heridos no se cuentan entre ellas.

—Gracias —dijo Tung—. Estoy de acuerdo. Me dispongo a abandonar este lugar. Lo último que tengo que hacer es firmar un documento aceptando la responsabilidad personal por la tarifa. ¿Estás seguro de que podremos cobrar aquí lo que nos deben por la operación de Dagoola?

—De eso voy a ocuparme a continuación —prometió Miles—. Ve y firma, yo me encargaré.

—Muy bien, señor —dijo Tung—. ¿Podré disfrutar de mi permiso después?

Tung el terrestre, el único terrestre que Miles había conocido… lo cual probablemente explicaba los inconscientes sentimientos favorables que tenía sobre ese lugar, reflexionó.

—¿Cuánto tiempo te debemos ya, Ky, un año y medio?

«Paga incluida, ay», añadió una vocecita interior, que reprimió por considerarla indigna.

—Puedes disfrutar de todo lo que quieras.

—Gracias —el rostro de Tung se suavizó—. Acabo de hablar con mi hija. ¡Tengo un nieto!

—Enhorabuena —lo felicitó Miles—. ¿El primero?

—Sí.

—Adelante, pues. Si sucede algo, nosotros nos encargaremos. Sólo eres indispensable en combate, ¿eh? Uh… ¿Dónde estarás?

—En casa de mi hermana. En Brasil. Tengo cuatrocientos primos allí.

—Brasil, bien. De acuerdo —¿dónde demonios estaba Brasil?—. Que lo pases bien.

—Lo haré.

El semisaludo de despedida de Tung fue decididamente etéreo. Su rostro desapareció del vid.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Hermanos de armas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Hermanos de armas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Lois Bujold: Il gioco dei Vor
Il gioco dei Vor
Lois Bujold
Lois Bujold: Il nemico dei Vor
Il nemico dei Vor
Lois Bujold
Lois Bujold: Cryoburn
Cryoburn
Lois Bujold
Lois Bujold: Miles Vorkosigan
Miles Vorkosigan
Lois Bujold
Lois Bujold: Mirror Dance
Mirror Dance
Lois Bujold
Отзывы о книге «Hermanos de armas»

Обсуждение, отзывы о книге «Hermanos de armas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.