Hermann Hesse - Viaje a Oriente

Здесь есть возможность читать онлайн «Hermann Hesse - Viaje a Oriente» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1971, Издательство: PLAZA & JANES, S.A., Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Viaje a Oriente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Viaje a Oriente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Como en todos los viajes iniciáticos, en El viaje a Oriente lo que cuenta no es la meta esquiva e imprecisa, sino el recorrido en sí mismo, el proceso que lleva a sus protagonistas hacia el descubrimiento de una nueva realidad, que pasa por la muerte simbólica y el renacimiento espiritual. Esta novela es, junto con Siddharta, la más importante contribución de Herman Hesse al tema del desarrollo interior del hombre y la búsqueda del sentido de la existencia. Se trata de una novela breve claramente alegórica, en el que un singular viaje colectivo hacia Oriente, una especie de mística Cruzada emprendida por una misteriosa hermandad, sirve de base para un vigoroso y poético alegato a favor de otro tipo de relaciones, más auténticas y profundas, con uno mismo y con el mundo. Es un viaje fantástico que, como los viajes de la imaginación y de los sueños, se salta las barreras del espacio y del tiempo, pues su objetivo no es otro que el de englobar la experiencia humana en un todo armonioso y significativo.

Viaje a Oriente — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Viaje a Oriente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Al oírla, todo el mundo se puso en movimiento; los empleados se retiraron; la sala se alargó hasta perderse en una oscura lejanía; pequeños y casi irreales, los componentes de aquella aplicada muchedumbre siguieron trabajando en el fondo del inmenso paisaje lleno de archivos. En el centro aparecieron rigurosamente ordenadas diversas filas de sillones; surgiendo del fondo de la sala o de las innumerables puertas, aparecían los Superiores, que se acercaban remisos a los sillones, para dejarse caer finalmente en ellos. Una tras otra, todas las hileras de sillones fueron ocupadas. Todas aquellas filas formaban una construcción que se alzaba hacia el fondo, en cuya cúspide se elevaba un trono. Leo me dirigió una mirada significativa, recomendándome paciencia, silencio y respeto. Después, sin que pudiera darme cuenta de cómo y por donde, desapareció entre los Superiores, y ya no le volví a ver. Entre los Superiores, que se hallaban reunidos formando la Gran Silla, vi rostros conocidos que ahora aparecían graves o sonrientes. Allí estaba Alberto el Magno, el conductor Vasudeva, el pintor Klingsor y muchos otros más.

Al cabo, rodeado por un silencio absoluto, se adelantó el Orador. Yo permanecía de pie ante la Gran Silla, dispuesto a todo, lleno de angustia, pero plenamente identificado de antemano con todo lo que sucediera o se resolviese allí.

La voz del Orador sonó clara y tranquila en el ámbito de la sala: «Autoacusación de un miembro desertor del Círculo», le oí anunciar. Las rodillas me temblaban. Se trataba de mi vida. Pero era mucho mejor así, pues todo recobraría su orden. El Orador continuó:

— ¿Se llama usted H. H.? ¿Participó usted en la marcha a través de la Suabia Superior? ¿Estuvo usted presente durante los festivales en Bremgarten? ¿Desertó usted poco después de nuestra estancia en Morbio Inferiore? ¿Confiesa estar escribiendo una historia del viaje a Oriente? ¿Se cree coartado en su trabajo por el juramento que hizo de no revelar los secretos del Círculo?

Contesté afirmativamente a cada una de las preguntas, incluso a aquéllas que me parecieron incomprensibles y absurdas.

Durante unos instantes los Superiores hablaron en voz baja gesticulando entre ellos, luego se adelantó nuevamente el Orador y dijo:

— Autorizamos al autoacusado a revelar públicamente cualquier ley o secreto del Círculo que conozca. Además, ponemos a su disposición todo el archivo del Círculo que le sea necesario para su trabajo.

El Orador se retiró de nuevo; los Superiores se separaron y desaparecieron por las profundidades de la sala y por las puertas. La inmensa estancia se sumió en un completo silencio. Miré asustado a mi alrededor y, de pronto, mis ojos tropezaron con una mesa sobre la que aparecían unas hojas de papel. Las reconocí en el acto. Se trataba de mi máxima preocupación, de mi trabajo, del manuscrito que había comenzado con tantas vacilaciones y angustias. «Historia del viaje a Oriente, narrado por H. H.», podía leerse sobre la cubierta azul. Me abalancé sobre él, recorrí sus páginas de escaso texto, escritas con una letra muy apretada y llenas de enmiendas y tachaduras. Tenía prisa, me dominaba el ansia del trabajo, era poseído por una alegría febril, convencido de que ahora podría terminar finalmente mi trabajo con la autorización superior, con el apoyo del Círculo. Jamás mi empresa me pareció tan grande y honrosa como ahora, al pensar que ningún juramento me ligaba ya al silencio, ni tan fácil, puesto que podía disponer de todo el archivo, de aquella inagotable cámara de tesoros.

Recorrí las páginas de mi manuscrito, y debo decir que ni en las horas de mayor desesperanza juzgué mi trabajo tan inútil y erróneo como en aquellos instantes. Todo me parecía confuso, sin sentido alguno; las conexiones más claras aparecían desfiguradas, había olvidado lo más elemental y las cosas más fútiles y menos importantes habían sido colocadas en lugar preferente. Tenía que empezar de nuevo la tarea. Mientras recorría el manuscrito, fui tachando frase por frase, y al borrarlas se disolvían sobre el papel. Las claras y puntiagudas letras se descomponían en fragmentos juguetones, líneas y puntos, círculos, florecillas y estrellas. Las páginas se convirtieron entonces en tapices cuajados de bellos adornos caprichosos, sin sentido alguno. Bien pronto desapareció todo el texto, quedando tan sólo una serie de hojas en blanco. Me puse a pensar, recapacité. Si hasta entonces no me había sido posible hacer una exposición clara e imparcial del tema propuesto, era debido a mi juramento, el cual me vedaba referirme a los secretos cuya revelación me estaba absolutamente prohibida. Por esta razón había prescindido de la exposición histórica objetiva, concretándome a mis experiencias personales, sin intentar establecer conexiones superiores con los altos objetivos y propósitos del Círculo. Pero ya había podido verse adonde me conducía mi propósito. Felizmente, ahora ya no tenía ninguna obligación de guardar silencio y, por lo tanto, ninguna limitación pesaba sobre mí. Me habían autorizado oficialmente y, al propio tiempo, podía disponer del inagotable archivo para mis trabajos.

Resultaba claro, pues, que aunque todo mi trabajo no se hubiera descompuesto en adornos, tenía que iniciarlo de nuevo, fundamentándolo y construyéndolo sobre las nuevas bases. Decidí comenzar con una breve historia del Círculo, desde su fundación o constitución. Los catálogos que se encontraban sobre las mesas — kilómetros, enormes, que se perdían en la lejanía y en la penumbra— debían darme una contestación a cada una de mis preguntas.

Primeramente decidí examinar el archivo realizando unas pruebas al azar; tenía que aprender a manejar aquel enorme aparato informativo. Como es lógico, lo primero que busqué fue la Carta del Círculo. «Carta del Círculo», decía el catálogo, «véase compartimiento Chrysostimos, ciclo V, párrafo 39, 8». Encontré el compartimiento, el ciclo y el párrafo sin el menor esfuerzo: el archivo estaba maravillosamente ordenado. Cuando tuve la Carta del Círculo entre mis manos, vi que me sería imposible leerla. Aquel documento, según me pareció, estaba escrito en caracteres griegos; el griego lo entiendo bastante bien, pero aquélla era una escritura muy antigua y extraña, cuyos signos no pude descifrar a pesar de su aparente claridad. El texto parecía haber sido redactado en un dialecto; quizás en el lenguaje secreto de los adeptos, y sólo de vez en cuando, alcanzaba a comprender alguna palabra por el sonido o por la analogía. Pero aún no me sentí descorazonado. Aunque no pudiera leer la Carta, aquellos signos me sugerían poderosas y vivas imágenes de mi vida de antaño; vi, por ejemplo, a mi amigo Longus junto a mí, dibujando signos griegos y hebraicos en el jardín, y de nuevo los signos se transmutaban en pájaros, dragones y serpientes que se perdían en las profundidades de la noche.

Me estremecí al comprobar lo que representaba para mí hojear aquel catálogo. Tropecé con varias palabras conocidas, con nombres que me eran familiares. Como fulminado por un rayo, leí mi propio nombre, pero no me atreví a consultar el archivo. ¿Quién sería capaz de escuchar sin inmutarse la sentencia pronunciada por un tribunal infalible sobre uno mismo? Encontré también el nombre del pintor Paul Klee, a quien recordara del viaje, y que era amigo de Klingsor. Busqué su número en el archivo. Hallé allí una placa de oro esmaltada, al parecer muy antigua, en la que aparecía dibujado o grabado con hierro candente un trébol. En una de sus hojas figuraba un barco de una sola vela pintado de azul; en la segunda, un pez de escamas de colores; la tercera parecía un impreso telegráfico y en él aparecía escrito lo siguiente:

So blau wie Schnee
So Paul wie Klee [1] Juego de palabras: Tan azul como la nieve — tan Pablo como Trébol. .

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Viaje a Oriente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Viaje a Oriente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Viaje a Oriente»

Обсуждение, отзывы о книге «Viaje a Oriente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x