Orson Card - El septimo hijo

Здесь есть возможность читать онлайн «Orson Card - El septimo hijo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1990, ISBN: 1990, Издательство: Ediciones B, Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El septimo hijo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El septimo hijo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Inicios del siglo XIX. Un Norteamérica alternativa en la que la magia y los conjuros del folklore popular son efectivos y en la que las colonias americanas no se han independizado todavía de la corona británica gobernada todavía por el lord Protector y cuyo rey está exiliado en Carolina del Sur. Un mundo en el que los pieles rojas se encuentran con los colonos que parten hacia el oeste.
En ese mundo rural, mágico y complejo, transcurren las historias de Alvin (séptimo hijo varón de un séptimo hijo varón) llamado por la magia de su prodigioso nacimiento y las circunstancias que en él concurren, a poseer un don poco corriente, el de ser un Hacedor. Ello le enfrenta, incluso sin él saberlo a los poderes aniquiladores del Deshacedor. Sólo logrará sobrevivir y cumplir su misión con el uso de su excepcional don si llega a dominar su poder y evade las fuerzas ocultas que buscan su muerte antes de llegar a la edad adulta.

El septimo hijo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El septimo hijo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Lo más razonable era que no cayese. Pero Truecacuentos ya había aprendido que no había que confiar en lo razonable. Alvin Júnior tenía un enemigo invisible y poderoso, que no perdería una oportunidad como ésa.

Truecacuentos avanzó unos pasos. Cuando llegó a la altura de la piedra, sintió que la tierra cedía bajo sus pies, que se desmoronaba. No mucho, sólo unos centímetros, pero suficiente para que el borde inferior de la rueda se inclinara apenas y provocara un impulso imposible de detener en lo alto de la inmensa rueda. La roca caería sobre el sitio correcto, sobre la base de cantos rodados, y debajo de ella quedaría el pequeño Alvin, triturado como los granos de la molienda.

Con un grito, Truecacuentos tomó a Alvin del brazo y dio un tirón para alejarlo de la roca. Sólo entonces vio Alvin que la piedra caería sobre él. El movimiento de Truecacuentos tuvo fuerza suficiente para hacer que el niño retrocediera unos pasos, pero no bastó. Las piernas del pequeño quedaron bajo la sombra de la roca. Y ésta caía deprisa, muy deprisa. Truecacuentos no pudo reaccionar a tiempo, no pudo hacer otra cosa, más que mirar cómo aplastaba las piernas de Alvin. Sabía que era un daño igual a la muerte, pero más prolongado. Había fracasado.

En ese momento en que observaba la caída asesina de la piedra, vio aparecer una grieta sobre su superficie y, en menos de un instante, la rueda quedó partida en dos mitades perfectas. Cada una caería a un lado de las piernas de Alvin, sin tocarlo.

Apenas vio Truecacuentos el haz de luz por entre ambos fragmentos de la piedra, oyó que Alvin gritaba:

—¡Noo!

Cualquiera habría pensado que el niño gritaba por su muerte inminente bajo el peso de la roca. Pero Truecacuentos estaba sobre el suelo, a su lado, iluminado por la luz mortecina de las antorchas que se filtraba a través de la rajadura. Y para él, el grito fue algo más. Inconsciente del propio peligro, como era propio de los niños, Alvin gritaba porque la piedra se rompía en dos. Después de todo su trabajo y del esfuerzo de traer la roca a casa, no podía soportar verla destruirse.

Y como no pudo soportarlo, no sucedió. Las mitades de la rueda volvieron a unirse como una aguja se adhiere a un imán, y la roca cayó intacta.

La sombra de la piedra había exagerado su huella sobre el suelo. No aplastó ambas piernas del niño. Su pierna izquierda, en realidad, quedó fuera de la rueda, pero la derecha estaba tendida de tal forma que el borde de la piedra le mordió la pantorrilla unos centímetros en la parte más ancha. Como Alvin estaba apartando las piernas, el impulso dirigió la rueda aún más en la dirección que llevaba. Y la rueda de piedra desgarró la piel y el músculo, hasta el hueso, pero la pierna no quedó aplastada bajo el peso de la roca. Ni siquiera se habría roto, de no ser porque la escoba yacía atravesada debajo de ella. La rueda empujó la pierna de Alvin hacia abajo contra el mango de la escoba, con fuerza suficiente para partir por la mitad ambos huesos de la extremidad inferior. Las puntas rotas de los huesos perforaron la piel y quedaron a ambos lados del mango de la escoba, sujetándolo firmemente como una prensa de tornillo. Pero la pierna no había quedado bajo la piedra, y los huesos se habían partido en un corte limpio, sin que la roca los redujera a polvo.

El aire estaba atravesado por el estruendo de la roca sobre la roca, por los gritos roncos de los hombres azorados por el dolor, y sobre todo por la agonía hiriente de un niño que nunca como entonces había sido tan pequeño y vulnerable.

Cuando todos estuvieron allí, Truecacuentos ya había visto que ambas piernas de Alvin habían quedado libres. Alvin trató de sentarse para observar su herida. Tal vez la visión fuese demasiado para él, o acaso fuera el dolor. Lo cierto es que se desmayó. Entonces, su padre lo alzó. No había sido el más próximo, pero se había acercado más rápido que los hermanos de Alvin. Truecacuentos trató de tranquilizarlo, pues la pierna no parecía rota, ya que ambos huesos estaban aferrados al mango de la escoba. Miller levantó a su hijo, pero la pierna no cedió y, aun en la inconsciencia, el dolor arrancó un cruel quejido al pequeño. Fue Mesura quien tuvo agallas para tirar de la pierna y liberarla del mango de la escoba.

Antorcha en mano, David iba delante de su padre, alumbrando el camino mientras éste llevaba en sus brazos al niño. Mesura y Calma los habrían seguido, pero Truecacuentos los detuvo.

—Allí ya están las mujeres, David y vuestro padre —les señaló—. Alguien tiene que ocuparse de esto.

—Tiene razón —concedió Calma—. Padre no querrá acercarse por aquí durante un tiempo.

Los jóvenes emplearon palancas para levantar la rueda de forma que Truecacuentos pudiera retirar el mango de la escoba y las cuerdas que seguían atadas a los caballos. Los tres retiraron las herramientas del molino y luego encerraron los animales en el establo y guardaron todos los instrumentos. Sólo entonces regresó Truecacuentos a la casa. Alvin dormía en la cama del anciano.

—Esperó que no se moleste —dijo Ana con ansiedad.

—Pues claro que no —repuso Truecacuentos.

Las demás niñas y Cally estaban recogiendo los platos de la cena. En la habitación que fuera de Truecacuentos, Fe y Miller estaban sentados sobre la cama, mudos y con el rostro del color de la ceniza. Alvin yacía con la pierna entablillada y vendada.

David estaba de pie, cerca de la puerta.

—Ha sido una fractura limpia —murmuró a Truecacuentos—. Pero las heridas… tememos que haya infección. Ha perdido toda la piel de delante de la pantorrilla. No sé si podrá curar así el hueso desnudo…

—¿Volvieron a ponerle la piel en su lugar? —preguntó Truecacuentos.

—Toda la que quedó la prensamos contra el lugar, y Mamá la cosió en su sitio.

—Bien hecho.

Fe levantó el rostro.

—¿Sabe algo de medicina, Truecacuentos?

—Uno aprende, después de años de intentar hacer lo que esté en sus manos para ayudar a quienes saben tan poco como uno…

—¿Cómo puede ser que esto haya ocurrido? —preguntó Miller—. ¿Por qué esta vez, cuando tantas otras nada le sucedió? —Miró de frente a Truecacuentos—. Había llegado a pensar que el niño tenía un protector…

—Lo tiene…

—Entonces el protector fracasó.

—No —lo corrigió Truecacuentos—. Durante un momento mientras la rueda caía, vi que se partía en dos y que entre ambas mitades quedaba el espacio suficiente para no tocarlo.

—Como la viga… —recordó Fe.

—Yo también creí verlo, Padre —intervino David—. Pero cuando cayó entera, pensé que había visto una esperanza, y no la realidad.

—Pero ahora no hay ninguna grieta… —manifestó Miller.

—Así es —convino Truecacuentos—. Alvin se negó a dejar que se partiera.

—¿Está disiendo que la volvió a unir? ¿Para que cayera sobre él y le aplastara la pierna?

—Estoy diciendo que no pensó siquiera en su pierna. Sólo en la rueda.

—Ay, mi niño. Mi buen niño… —murmuraba su madre, acariciando tiernamente el brazo que se extendía hacia ella instintivamente. Mientras ella movía los dedos del niño, éstos cedían laxos para luego volver a caer.

—¿Es posible? —se preguntó David—. ¿Es posible que la rueda se haya partido y vuelto a unir con tanta rapidez?

—Debe de serlo —concluyó Truecacuentos—, pues así sucedió.

Fe volvió a mover los dedos de su hijo, pero esta vez no cayeron flácidos. Se extendieron aún más, luego se cerraron y finalmente volvieron a extenderse.

—Está despierto —dijo su padre.

—Iré a buscar algo de ron para el niño —indicó David—. Para calmarle el dolor. Soldado de Dios ha de tener algo en su tienda.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El septimo hijo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El septimo hijo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El septimo hijo»

Обсуждение, отзывы о книге «El septimo hijo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x