Sin embargo, reconocía la necesidad de ser flexible según exigiera la ocasión, de modo que estableció recursos por los que podría tomarse en consideración la excepción del Código y aceptarse o denegarse dependiendo de cada caso.
Las excepciones del Código se juzgan por un único caballero que se elige entre varios seleccionados que ocupan un alto cargo. El papel de magistrado está reservado generalmente para caballeros oficiales de alta categoría. En ocasiones se les concede ese derecho a oficiales de rango inferior, aunque la decisión depende de lord Ariakan. (A muchos de los oficiales de alta graduación no se les concede ese derecho, entre ellos a la mayoría de los Caballeros de la Espina). El símbolo visible de un magistrado es un cetro, que le entrega al caballero en cuestión el propio lord Ariakan.
Si el magistrado decide que el Código se ha quebrantado y que no se puede admitir una excepción, al infractor se le impone el castigo. Habida cuenta de que un caballero que viola el Código también ha violado la Visión y ha roto el Voto de Sangre, por lo general el castigo es la muerte.
A diferencia de los Caballeros de Solamnia, a los Caballeros de Takhisis se les permite mentir, robar o cometer asesinato, pero sólo si tales actos están encaminados a la consecución de la Visión y no por interés personal o por perder el control de sí mismo. En consecuencia, los Caballeros de Takhisis no «violan, saquean ni expolian». Tales actos se consideran adversos a la consecución de la Visión, que es el establecimiento de un mundo ordenado, libre del caos.
La ejecución la lleva a cabo el padrino, si está presente, o, en su ausencia, el comandante del caballero. El caballero no ve la muerte como el fin último, sino más como un avance hacia un rango superior. Takhisis es la juez final de la vida de un caballero, y éste es recompensado o castigado eternamente por su Oscura Majestad según sea su decisión. En consecuencia, el caballero no teme a la muerte, pero sí podría temer la ira de la reina en la otra vida. Un caballero que desea apelar al fallo del padrino puede hacerlo; una vez que su alma ha sido enviada ante Takhisis, ésta escuchará esa petición.
Se sabe de caballeros condenados injustamente a los que la Reina Oscura ha enviado de vuelta para «corregir el error». A estos caballeros muertos vivientes se los conoce como «resucitados». Debido a esto, todos los padrinos querrán estar completamente seguros de los hechos y ordenarán la ejecución del caballero sólo tras largas reflexiones y preces.
Parte del Código trata específicamente del establecimiento y mantenimiento de las líneas de comunicación y autoridad. Así, cuando una orden se imparte desde arriba, se despacha rápidamente y se actúa en consecuencia. Pero Ariakan sabía que los caballeros probablemente podrían encontrarse en situaciones en las que estarían solos, incomunicados con la cadena de mando. Por consiguiente, amplias secciones del Código se dedican a la actuación conforme a la Visión. Cuando la comunicación con la Orden queda cortada, los individuos que tengan un concepto claro de la Visión actuarán independientemente a fin de llevar a cabo la voluntad de la organización hasta el momento en que se haya restablecido la comunicación. De este modo, el orden se mantiene en tiempos de caos.
Dentro de los límites de las órdenes dadas, los caballeros tienen un amplio criterio de decisión en cuanto al modo de llevarlas a cabo. Mientras sus acciones no violen la Visión, el reglamento de su Orden o las órdenes específicas que se les han dado, un caballero tiene libertad para actuar.
El Código se divide en varios preceptos básicos que guían a las tres órdenes mayores de la caballería:
El Lirio: La independencia genera el caos. Somete y serás fuerte.
La Calavera: La muerte es paciente, ataca tanto desde dentro como desde fuera. Estate alerta y sé escéptico con todo.
La Espina: El que se guía por el corazón cosecha sufrimientos. Que tu único sentimiento sea el deseo de victoria.
Estas divisiones del Código conducen a la especialización natural de los caballeros y ayudan a definir sus tareas en el nuevo mundo que se proponen crear.
Organización de los Caballeros
El Orden de Batalla para los Caballeros de Takhisis es como sigue:
* El rango de jefes oficiales y oficiales es superior conforme aumenta el número de caballeros que tienen a su mando.
Adviértase que las Alas compuestas principalmente por Caballeros de la Calavera trabajan codo con codo con tropas de los Caballeros del Lirio y hechiceros de los Caballeros de la Espina. Es esta cooperación organizada la que hace de la caballería una fuerza combatiente tan mortífera y eficiente.
Al igual que los Caballeros de Solamnia, cualquiera que entre en los Caballeros de Takhisis debe empezar por el escalón más bajo, en este caso como solicitante, en la Orden del Lirio. Todos los caballeros permanecen en esta Orden hasta que alcanzan el rango de guerrero/a y están preparados para ascender a novicio/a. En este punto es cuando los caballeros/damas pueden escoger entrar en la Calavera, en la Espina, o permanecer en las filas del Lirio.
Los Caballeros del Lirio son la fuerza militar de la caballería y también el centro del poder político. La Orden de la Calavera y la Orden de la Espina están separadas, con sus propias y particulares habilidades y áreas de responsabilidad. Aunque a alguien ajeno a la hermandad puede parecerle que los Caballeros del Lirio son la fuerza dominante de la caballería, las tres Órdenes tienen a su cargo las suficientes competencias para que se consideren iguales en poder y autoridad, con la mera diferencia de jurisdicción y función.
Los distintos rangos son como siguen (en orden ascendente): solicitante; suplicante; seguidor; creyente; guerrero; Novicio de la Noche; Acólito de la Noche; Guerrero de la Noche; Bardo Negro; Errante Oscuro; Guerrero Oscuro; Guerrero del Lirio; Maestro del Lirio; Campeón del Lirio; Gran Maestro del Lirio (sólo 147); Rector del Lirio (sólo 21); Señor del Lirio (sólo 7); Señor de la Noche (sólo 1).
En todas las Órdenes, ascender al rango siguiente a guerrero requiere que el caballero pase una prueba de lealtad. Del mismo modo que los hechiceros de Krynn deben someterse a la temida Prueba de la Torre de la Alta Hechicería, así también todos los Caballeros del Lirio pasan una prueba similar a fin de ascender. El fracaso en esta prueba tiene por resultado la muerte. No ha habido ningún caso en el que el caballero que ha fracasado haya sobrevivido. Incluso si un caballero se las ingenia para escapar, los miembros de las tres Órdenes utilizan sus poderes para rastrearlo y darle caza.
La Prueba de los Caballeros del Lirio se centra principalmente en torno a tres temas: la Visión, el Orden y la Obediencia, y es tan difícil como la Prueba de la Torre de la Alta Hechicería. Los problemas típicos planteados son: ¿sacrificará el caballero lo que sea necesario —poder, fortuna, un amor, la propia vida— con tal de llevar a cabo la Visión? ¿Se impondrán el orden y la obediencia sobre los sentimientos y el corazón? ¿Obedecerá el caballero una orden de sacrificar la propia vida o la de sus familiares o la de su amada/o?
Igual que en la Torre, la prueba puede ser ilusoria, aunque los caballeros que la pasan creen sinceramente que les está ocurriendo en realidad. O, en algunos casos, a los caballeros se les puede enviar en misiones o búsquedas establecidas a propósito para demostrar su valía. La prueba es peligrosa y a menudo cruel en extremo, pero quienes la superan salen tan fortalecidos de ella como el acero forjado en los fuegos de Neraka.
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