Ben Bova - Los fabricantes del tiempo
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- Название:Los fabricantes del tiempo
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- Издательство:EDICIONES GEMINIS, 5. A.
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- Год:1968
- Город:Barcelona
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Pero para el joven músico que cruzaba presuroso el recinto universitario aquella noche, el viento era una fuerza viva y salvaje, cálida y misteriosa, que agitaba los retoños verdes de los árboles y que suspiraban entre él y las estrellas. Era una emoción, una melodía que intentarla captar en el papel, un recuerdo que conservaría durante años.
El piloto de las líneas aéreas que llevaba a su reactor repleto de pasajeros hacia el aterrizaje, odiaba al viento y a sus ráfagas súbitas. Sabia que los pasajeros le echarían la culpa personalmente por cada salto y traqueteo.
La esposa del granjero, sentada junto el porche posterior, cerca de su adormilado marido, sonrió hacia el viento nocturno. Podría traer lluvia. La lluvia había sido escasa. La sequía empolvaba los campos, creando arrugas de preocupación en el rostro del hombre dormido.
Ted y Barney llegaron la mañana del sábado. Tuli se quedó en Cambridge para terminar algunas tareas universitarias. Les conduje a la biblioteca, en donde mi padre y sus hermanos ya se sentaban en torno a la larga mesa que cruzaba la habitación, a partir del viejo escritorio del abuelo.
Ted expuso sus ideas acerca del "Laboratorio de Investigaciones Eolo", mientras paseaba con firmeza desde la mesa hasta las grandes ventanas francesas. Cuando hubo terminado, se produjo un momento de silencio. Luego, tío Turner dio tranquilo:
— Está usted hablando de una empresa muy grande.
Hay un riesgo — asintió Lowell -. ¿Pero en que nueva aventura no hay riesgo? Podríamos conceder un presupuesto.
— Hasta que empecemos a tener beneficios — dije.
Tío Lowell soltó una carcajada.
— Adopta la actitud adecuada.
— Yo no les conozco a ustedes dos — dijo mi padre, pero necesito predicciones sobre el tiempo a largo plazo. Si pueden conseguirlo, pondré la tercera parte del dinero necesario para que empiecen.
— ¿De qué cantidad de dinero estamos hablando? Preguntó Turner -. Van a necesitar un edificio, personal, computadores, equipos de experimentos… y esto puede subir mucho.
— Tengo una lista del equipo y del personal técnico que me hace falta — dijo Ted, sacando del bolsillo un manojo de papeles -. Estuve trabajando en eso toda la semana.
Colocó la lista sobre la mesa y todos nos inclinamos para estudiarla.
Aquí no hay nada para personal de oficinas. Necesitará usted empleados, contables, servicio de compras, de mantenimiento.
Ted se encogió de hombros.
— Yo me encargaré de los problemas técnicos. La administración es otra cosa.
— Necesitaremos un hombre de primera categoría para que gobierne los aspectos comerciales del laboratorio.
Eso es importante, Ted.
— De acuerdo, pero ha de estar al corriente del trabajo técnico. No quiero tener a un chupatintas que diga al personal técnico cómo se trabaja en pro de la ciencia.
— Claro que no — asintió tío Lowell.
— Los buenos administradores son muy escasos — anunció mi padre.
— Quienquiera que sea, debe tener un conocimiento profundo de los propósitos del laboratorio — indicó tío Turner.
— Y preferiblemente gozar de una estrecha amistad con el personal técnico superior — añadió mi padre.
De pronto todos me estaban mirando.
— ¿Yo? ¿Dirigir el negocio? Pero, no puedo. No sé como… ¡No podría!.
— Si, podrías — dijo mi padre. Y lo harás.
VIII
INVESTIGACIONES EOLO
No discutí con mi padre; habría sido inútil. Y, a decir verdad, sentía curiosidad por ver si efectivamente podría dirigir nuestra pequeña empresa.
Acabamos la conferencia accediendo mis tíos y mi padre a financiar un año de trabajo de "Investigaciones Eolo". Al disolverse la reunión y marcharse los demás de la biblioteca, mi padre me contuvo.
— Quiero decirte algo, Jeremy.
Avanzó despacio hasta el viejo escritorio. Al quedar ahí, enmarcado por las grandes ventanas, me asombré viendo lo mucho que se parecía al abuelo. No me había dado cuenta antes de ese detalle.
— Jeremy, vas a dirigir tu propio equipo durante una temporada. Te deseo todos los éxitos del mundo, pero… con franqueza, creo que tu laboratorio se hundirá antes de que termine el año.
— ¿Qué quieres decir? Nosotros…
— Escúchame — continuó, levantando las manos para cortar mis palabras -. Tus tíos y yo financiaremos vuestro trabajo durante un año y emplearemos las predicciones a largo plazo. ¿Pero qué te imaginas que ocurrirá durante ese año?
Encogiéndome de hombros, contesté.
— Tendremos que aprender como proporcionar predicciones a largo plazo obteniendo un beneficio.
Me obsequió con la clase de mirada indulgente que guardan los padres para los niños traviesos.
— Escúchame, tu amigo Marrett va a verse tan empapado de dinero como un elefante que se bebiera toda una bañera. Ya sabes que este asunto de las predicciones a largo plazo es cosa vieja en él. No le interesa convertirlo en un negocio… sólo significa un fin en su vida. Quiere investigar… investigaciones caras para controlar el tiempo. Por cada dólar que Thornton te proporcione, él gastará seis. Cuando dejemos de pagar las facturas, os arruinaréis en menos de un mes.
— Sé lo que hay en la cabeza de Ted — dije. Y el control del tiempo, cuando lo consigamos, será un negocio mucho mayor que las predicciones a largo plazo.
— Si entretanto no vais a la ruina.
— Ted podría conseguir una subvención — pero no lo dije muy convencido.
— Quizá — asintió mi padre -. Pero la tentación del dinero "gratis" de Thornton podría arruinarle a él y a vuestro laboratorio. Si aceptas mi consejo, deberás pasarte todo este año buscando clientes que compren las predicciones a largo plazo. Es la única manera de sobrevivir después de que Thornton deje de poneros sus huevos de oro.
Afirmé con la cabeza.
— Y otra cosa — continuó mi padre -. Tarde o temprano, Marrett querrá hacer experimentos. No te sorprendas que os tropecéis con algunas dificultades legales con el Gobierno.
Bueno, esperarnos que el doctor Rossman trate de bloquearnos si tiene ocasión. Pero me parece…
— No consideres esto como un duelo personal entre Rossman y Marrett. Dije problemas legales. ¿Has oído alguna vez hablar de "Environmental Science Services Administration"?
Negué con la cabeza.
— Oirás. Poseen el aire de la nación.
— ¿Son dueños de la atmósfera?
— En cierto sentido — contestó mi padre, sonriendo ante mi confusión -. Hice unas cuantas investigaciones antes de salir de Honolulú. ESSA es la agencia que dirige todos los programas del Gobierno sobre el envenenamiento del aire, oceanografía, cartografía y toda clase de investigación geofísica. El Departamento Meteorológico has de saber que forma parte de ESSA.
— Lo ignoraba…
— Bueno, durante los pasados quince años ESSA ha tenido el poder de conceder o retirar licencias para experimentos de control del tiempo. Han tumbado peticiones de unos cuantos chiflados en todo ese plazo. Ahora, ¿qué diferencia hay entre los sembrados de nubes y el envenenamiento del aire? Depende la respuesta de a quien se lo preguntes.
— Pero no rechazarían una petición legítima… Entonces comprendí adónde quería ir a parar mi padre -.Si el doctor Rossman quiere detenernos… podría hacerlo a través de ESSA.
Mi padre se encogió de hombros.
— No lo Sé; quizás es eso lo que hará. Apostaría a que es más conocido en ESSA que tu amigo Marrett.
No contesté.
— Vas a vivir un año muy interesante, Jeremy — dijo mi padre, pasando un dedo a lo largo del borde del viejo escritorio -. Creo que un año muy educativo. Espero que vuelvas a casa, cuando finalice, más triste, pero también más sabio y dispuesto a ponerte a trabajar para un grupo establecido… Thornton Pacific Enterprises.
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