• Пожаловаться

Robert Heinlein: Viernes

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Heinlein: Viernes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. год выпуска: 1985, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Robert Heinlein Viernes

Viernes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Viernes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Viernes es su nombre. Es una mujer. Y es un mensajero secreto. Está empleada por un hombre al que únicamente conoce como "Jefe". Operando desde y a través de una Tierra de un futuro próximo, en la cual Norteamérica ha sido balcanizada en docenas de estados independientes, en donde la cultura ha sido extrañamente vulgarizada y el caos es la norma feliz, se enfrenta a una sorprendente misión que la hace ir de un lado para otro bajo unas órdenes aparentemente absurdas. De Nueva Zelanda al Canadá, de uno a otro de los nuevos estados desunidos de América, mantiene ingeniosamente su equilibrio con rápidas y expeditivas soluciones, de una calamidad y embrollo a otro. Desesperada por la identidad y las relaciones humanas, nunca está segura si se halla un paso por delante, o un paso por detrás, del definitivo destino de la raza humana. Porque Viernes es una Persona Artificial… la mayor gloria de la ingeniería genética. Una de las mejores obras de Heinlein, lo cual es lo mismo que decir una de las mejores de toda la ciencia ficción…

Robert Heinlein: другие книги автора


Кто написал Viernes? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Viernes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Viernes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Me desperté cuando Jim giraba y entraba por nuestra verja, y estuve completamente despierta cuando pasamos bajo la puerta cochera. Salté del carruaje sin esperar a ser una «dama» y me volví para darle las gracias a Jim.

Entonces me agarraron por ambos lados.

El querido viejo tío Jim no me avisó. Simplemente se me quedó mirando mientras me agarraban.

2

¡Estúpida culpa mía! En básica se me enseñó que ningún lugar es nunca totalmente seguro, y que cualquier lugar al que regresas habitualmente es tu punto de máximo peligro, el lugar más probable para una trampa, una emboscada, una encerrona.

Pero aparentemente había aprendido esto tan sólo como un papagayo; como una vieja profesional, lo había ignorado.

Y ahora me remordió.

Esta regla es análoga al hecho de que la persona que más probablemente te asesinará es algún miembro de tu propia familia… y esa desconsoladora estadística es ignorada también; tiene que serlo. ¿Vivir temiendo a tu propia familia? ¡Mejor estar muerta!

Mi peor estupidez había sido ignorar una clara, específica, importante advertencia, no simplemente un principio general. ¿Cómo había conseguido el querido viejo «tío» Jim encontrar mi cápsula… en el día exacto y casi al minuto preciso? ¿Una bola de cristal? El Jefe es más listo que el resto de nosotros, pero no utiliza la magia. Puede que esté equivocada, pero soy positiva. Si el Jefe dispusiera de poderes sobrenaturales no nos necesitaría al resto de nosotros.

Yo no había informado de mis movimientos al Jefe; ni siquiera le había dicho cuándo abandoné Ele-Cinco. Esta es su doctrina; no nos anima a que informemos cada vez que nos movemos, puesto que sabe que una filtración puede ser fatal.

Ni siquiera yo sabía que iba a tomar aquella cápsula en particular hasta que la tomé.

Había encargado el desayuno en la cafetería del Hotel Seward, me había quedado allí sin probarlo, había depositado algunas monedas en el mostrador… tres minutos más tarde estaba herméticamente encerrada en una cápsula exprés. ¿Entonces?

Obviamente el cortar aquel rastro en la Estación del Tallo de Kenya no había eliminado todos los rastros. O había habido algún perseguidor de repuesto o el señor «Belsen» («Beaumont», «Bookman», «Buchanan») había sido echado en falta y reemplazado rápidamente. Posiblemente habían estado conmigo durante todo el camino, o quizá lo que le había ocurrido a «Belsen» los había hecho precavidos acerca de ir demasiado pegados a mis talones. O la última noche de sueño les había proporcionado el tiempo necesario para alcanzarme.

Fuera cual fuese la variante, no tenía importancia. Poco después de que yo subiera a aquella cápsula en Alaska, alguien había enviado por teléfono un mensaje parecido a este: «Luciérnaga a Libélula. Mosquito se ha ido de aquí en cápsula exprés Corredor Internacional hace nueve minutos. El control de tráfico de Anchorage muestra a cápsula desviándose y abriéndose en Lincoln Meadows a las once punto tres hora de ustedes». O algo así. Alguien no muy amistoso me había visto entrar en aquella cápsula y había telefoneado previniendo; de otro modo el dulce viejo Jim no hubiera sido capaz de encontrarme. Lógico.

La mirada retrospectiva es algo maravilloso: te muestra como te partiste la cabeza…

después de haberte partido la cabeza.

Pero les hice pagar sus copas. Si hubiera sido lista, me hubiera rendido inmediatamente después de darme cuenta de que me superaban abrumadoramente en número. Pero no soy lista; ya lo he probado. De otro modo, hubiera echado a correr como un diablo cuando Jim me dijo que lo había enviado el jefe… en vez de subir al coche y echar una cabezada, por el amor de Dios.

Recuerdo haber matado a uno de ellos.

Posiblemente dos. ¿Pero por qué insistían en hacerlo del modo difícil? Podían haber aguardado hasta que yo estuviera dentro y entonces haberme gaseado, o utilizado un dardo anestésico, o incluso un trozo de cuerda. Tenían que cogerme viva, eso resultaba claro. ¿No sabían que un agente de campo con mi entrenamiento pone automáticamente la sobremarcha cuando es atacado? Quizá yo no sea la única estúpida.

¿Pero por qué malgastar tiempo violándome? Toda la operación tenía toques de aficionados. Ningún grupo profesional utiliza la violencia o la violación antes del interrogatorio hoy en día; no hay ningún provecho en ello; cualquier profesional está entrenado para resistir cualquiera de las dos cosas, o ambas. En lo que a la violación se refiere, ella (o él… he oído decir que con los hombres es peor) puede o bien aislar su mente y aguardar a que haya pasado todo, o (entrenamiento avanzado) emular el antiguo adagio chino. O, en lugar del método A o B, o combinados si la habilidad histriónica del agente es bastante, la víctima puede emplear la violación como una oportunidad de ganar una baza a sus captores. Yo no soy nada del otro mundo como actriz pero lo intento y, aunque nunca me ha permitido cambiar por completo la situación, al menos una vez me salvó la vida.

En esta ocasión el método C no afectó el resultado pero sí causó una saludable distensión. Cuatro de ellos (esta es mi estimación, por el tacto y el olor corporal) me violaron en uno de los dormitorios de arriba. Puede que fuera mi propio dormitorio, pero no podía estar segura porque había permanecido inconsciente durante un tiempo y estaba vestida (únicamente) con una banda de cinta adhesiva sobre mis ojos. Me poseyeron sobre un colchón en el suelo, una violación con empleo de sadismo menor… el cual ignoré, pues estaba muy atareada con el método C.

Mentalmente los llamé «Jefe de Paja» (parecía estar al mando), «Rocas» (así lo llamaban… rocas en la cabeza, probablemente), «Cortito» (tómenlo como quieran), y «el otro», puesto que no tenía características distintivas.

Trabajé en todos ellos — actuando con método, por supuesto — reluctante al principio, teniendo que ser forzada, luego gradualmente dejando que tu pasión te coma; no puedes evitarlo. Cualquier hombre creerá en esa rutina; están ansiosos por creerla… pero trabajé especialmente duro con Jefe de Paja, y esperé haberme merecido como mínimo el título de maestra predilecta o algo así. Jefe de Paja no era tan malo tampoco; los métodos B y C combinaron perfectamente.

Pero trabajé más duramente aún con Rocas debido a que con él tenía que ser C combinado con A; su respiración era tan hedionda. Tampoco era demasiado limpio en otros aspectos; tuve que hacer un gran esfuerzo para ignorarlo y hacer que mis respuestas halagaran su ego de macho.

Cuando se puso flojo dijo:

— Mac, estamos malgastando nuestro tiempo. A la puta le gusta.

— Entonces salte de en medio y dale al chico otra oportunidad. Está listo.

— Todavía no. Voy a atizarle un poco, para que nos tome en serio. — Me largó un buen bofetón, directamente al lado izquierdo de mi rostro. Gruñí.

— ¡Deja eso! — era la voz de Jefe de Paja.

— ¿Quién lo dice? Mac, te estás pasando un poco en tus atribuciones.

— Yo lo digo. — Era una nueva voz, muy fuerte… amplificada, sin lugar a dudas, por el sistema de sonido en el techo —. Rocas, Mac es vuestro jefe, y tú lo sabes. Mac, envíame a Rocas; quiero tener unas palabritas con él.

— ¡Mayor, yo simplemente estaba intentando ayudar!

— Ya has oído al hombre, Rocas — dijo Jefe de Paja tranquilamente —. Ponte tus pantalones y muévete.

Repentinamente el peso del hombre ya no estuvo sobre mí y su hediondo aliento desapareció de ante mi rostro. La felicidad es relativa.

La voz en el techo habló de nuevo:

— Mac, ¿es cierto que la señorita Viernes simplemente disfruta con la pequeña ceremonia que hemos preparado para ella?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Viernes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Viernes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Robert Sawyer: Humanos
Humanos
Robert Sawyer
Robert Heinlein: Puerta al verano
Puerta al verano
Robert Heinlein
Andrés Trapiello: La brevedad de los días
La brevedad de los días
Andrés Trapiello
Отзывы о книге «Viernes»

Обсуждение, отзывы о книге «Viernes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.