—Mi clonificación.
—Sí. El procedimiento todavía estaba en etapa experimental en la época de Hiram. Hubo problemas con tus telómeros —estructuras genéticas que controlan el envejecimiento de las células—. Tu deterioro fue rápido después de…
—Después de mi último retorno al pasado, en la Fábrica de Gusanos.
—Sí.
Qué extraño resultaba pensar que aun mientras le alcanzaba aquella última taza de café a David, su vida efectivamente había terminado, y lo que restaba de ella evidentemente no valía la pena vivirse.
Mary le tomó la mano. Cuando Bobby se puso de pie se sintió liviano, como si estuviera en un sueño, frágil. Recién entonces, Bobby advirtió que Mary estaba desnuda, pero que llevaba un patrón de implantes en la carne de sus brazos y vientre; los pechos parecían moverse de manera extraña, lánguida, como si en este sitio la gravedad no fuera realmente tal.
Mary dijo:
—Hay tanto que tienes que aprender. Ahora tenemos lugar. La población de la Tierra es estable. Vivimos en Marte, las lunas de los planetas exteriores, y nos estamos dirigiendo hacia las estrellas. Se realizaron experimentos sobre descarga de mentes humanas dentro de la espuma cuántica.
—¿…Lugar para qué?
—Para la anastasis. Intentamos restaurar todas las almas humanas, retrotrayéndonos hasta el comienzo de la especie. Cada refugiado, cada niño abortado. Pretendemos corregir el pasado, derrotar la horrible tragedia de la muerte en un universo que puede durar decenas de miles de millones de años.
Qué maravilloso, pensó Bobby: cien mil millones de almas, restauradas como las hojas de un árbol en otoño. ¿Cómo será'?
—Pero —preguntó con lentitud—, ¿son la misma gente? ¿Yo soy yo ? —Algunos filósofos argumentan que es posible. La Identidad de los Indiscernibles, de Leibniz, nos dice que tú eres tú. Pero…
—Pero no crees que sea así.
—No, lo lamento.
Bobby meditó sobre eso.
—Cuando hayamos revivido todos, ¿qué haremos después? Mary pareció estar perpleja por la pregunta. —Pues… cualquier cosa que queramos, por supuesto. —Tomó la mano de Bobby: —Ven, Kate está aguardando por ti. Tomados de la mano caminaron adentrándose en la luz.
El concepto de “espectador que puede ver a través del tiempo”, si bien muy reverenciado, en ciencia ficción sólo se exploró de manera muy tangencial; quizá porque es mucho menos espectacular que el viaje a través del tiempo. Pero existieron varias obras notables sobre el tema, que van desde The Vicarion (1926), de Gardner Hunting, hasta Pastwatch: The Redemption of Christopher Columbus (1996), de Orson Scott Card. Uno de nosotros esbozó brevemente las consecuencias de ese concepto en obras anteriores (El Fin de la Niñez , 1953, El Parásito , 1953). Quizás el ejemplo más conocido, y el mejor sin dudas, es el clásico sobre el “espejo que atrasa” de Bob Shaw, que comparte nuestro título (Analog , agosto de 1966).
Hoy en día, la noción tiene los primeros tenues reflejos de admisibilidad científica, que le son otorgados por la física moderna; y la resonancia que tiene en nuestra propia época, rodeados cada vez más, como lo estamos, por los equipos de vigilancia y control permanentes.
El concepto de agujeros de gusano en el espacio-tiempo se describe bien en la obra de Kip Thorne, Black Holes and Time Warps : Einstein's Ourageous Legacy (W. W. Norton, 1994). La propuesta de que a los agujeros de gusano se los podría generar “comprimiendo el vacío” la expusieron David Hochberg y Thomas Kephart (Physics Letters B , volumen 268, 1991 páginas 377–383).
La muy especulativa, y esperamos que respetuosa, reconstrucción de la vida histórica de Jesucristo se extrajo en gran medida de la excelente biografía Jesús , de A. N. Wilson (Sinclair-Stevenson, 1992). Los autores expresan su agradecimiento por la ayuda con los pasajes sobre Abraham Lincoln, a Warren Alien Smith, corresponsal en Nueva York de Gay and Lesbian Humanist (VK).
La idea de que a la Tierra primitiva la asolaron feroces episodios de glaciación la propuso Paul Hoffman, de la Universidad de Harvard, y sus compañeros de investigación (véase Science , volumen 281, 28 de agosto de 1998, páginas 1342). Y la noción de que las formas primitivas de vida pudieron haber sobrevivido al bombardeo de la Tierra en tiempos remotos buscando refugio en lo profundo del subsuelo se reconoce, por ejemplo, en The Fifth Miracle , de Paul Davies (Penguin, 1998).
También los autores quieren agradecer a Andy Sawyer, de la Science Fiction Foundation Collection, Biblioteca Sydney Jones, Universidad de Liverpool, por su ayuda con las investigaciones; y a Edward James, de la Universidad de Reading, y a Eric Brown por la lectura de los borradores del original. Cualesquiera errores u omisiones son, claro está, nuestra responsabilidad exclusiva.
Por su naturaleza, este libro contiene gran cantidad de especulaciones sobre personajes y sucesos históricos. Parte de esas especulaciones está razonablemente bien fundada sobre fuentes históricas actuales; parte se halla en la algo más distante periferia de la teorización respetable; y parte es poco más que la propia imaginación desenfrenada de los autores. Como ejercicio para el lector dejamos que establezca por sí mismo cuál es cuál, adviniéndole de antemano que no es factible que se pueda demostrar que estamos equivocados hasta que se produzca la invención de la cámara Gusano.
Tres. Dos. Uno. Encendido. En ruso en el original. (N. del T.)
Forma de dirigirse a una mujer sin señalar su estado civil (como sí ocurre con Miss, señorita o Mrs, señora). No hay equivalente en español, por lo que se conserva la forma en inglés. (N. del T.)
White Anglosaxon Protestant: Blanco/a, anglosajón/a y protestante. Sigla despectiva con la que las minorías de la sociedad estadounidense se refieren al tipo racial dominante que mantiene una férrea unión de clan entre ellos. (N. del T.)
Valija que contiene los códigos para disparar las armas termonucleares, en caso de guerra. (N. del T.)
Enmienda en la constitución de Estados Unidos que enumera los derechos de los procesados y, en particular, hace que sea nula la autoincriminación. (N. del T.)
En realidad, Passover quiere decir “el salto”: se refiere al hecho de que Dios “saltó” por encima de las casas de los hebreos para castigar a los primogénitos egipcios. Se conserva la denominación Pascua porque así se ha difundido el conocimiento de esta importante conmemoración judía de la liberación de la esclavitud. (N. del T.)