Jonathan Kellerman - Obsesión

Здесь есть возможность читать онлайн «Jonathan Kellerman - Obsesión» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Obsesión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Obsesión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Patty Bigelow pensaba que por fin había conseguido enderezar su vida, pero de repente, su rebelde hermana Leila abandona a su hija, Tanya, en la puerta de su casa. Tía y sobrina aprenden con dificultad a vivir juntas con la ayuda profesional del doctor Alex Delaware, psiquiatra. Ahora, quince años después, Tanya acude de nuevo a la consulta de Alex porque la única madre que ha tenido, Patty Bigelow, ha fallecido dejando a la joven un extraño legado: le confesó, en su lecho de muerte, haber matado a un hombre años atrás. Este acto de barbarie abrirá inevitablemente un túnel al pasado en el que los secretos, junto con los cadáveres, han sido profundamente enterrados.

Obsesión — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Obsesión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿He roncado?

– No, pero no has parado de moverte.

– Puede que ese sea el remedio -repliqué.

– ¿No descansar?

– Sustitución de los síntomas.

– Yo preferiría que te tranquilizaras.

– Estoy bien, pequeña.

Nos vestimos en silencio.

– ¿Desayunas, Alex?

– No, gracias. No tengo hambre.

– ¿Qué te ronda por la cabeza, cariño?

– Nada, de verdad.

Me cogió la mano.

– Has hecho lo que has podido por ella. Con todos esos detectives buscando, encontrarán a esos impresentables.

– Seguro que tienes razón.

– Venga, tómate un café aunque sea, antes de que me vaya.

***

Después de que se fuera al trabajo, conduje hasta la universidad, dejé el coche en un aparcamiento de pago en el extremo sur y caminé hasta el patio interior de Ciencias. Multitud de estudiantes y profesores cruzaban el cuadrilátero. Ninguna señal de Robert Fisk o Blaise de Paine. O Tanya.

Me dirigí dirección norte hacia la fuente invertida, atravesé el edificio de física. Salí por la parte trasera y continué por un camino bajo la sombra de los árboles. El tráfico a pie era denso para estar en verano. Algunos segundos después, vi a un chico con la cabeza rapada, pequeño, pero musculoso entre los estudiantes. Vestía completamente de negro; el look perfecto para Fisk.

Paseaba por el borde exterior del camino, abarrotado de gente.

Me acerqué, le seguí hasta los escalones de entrada al edificio de antropología, donde dos muchachas con vaqueros ceñidos corrieron a recibirlo.

Cuando se dio la vuelta hacia ellas, alcancé a verle la cara. Unos cuarenta y tantos, bien afeitado.

Una de las chicas dijo:

– Hola, profesor Loewenthal. ¿Podríamos hablar sobre el examen?

Pedí un café en el puesto, me di un paseo hasta la biblioteca, justo estaba a punto de entrar cuando mi teléfono sonó.

– Acaba de llegar el resultado de balística -anunció Milo-. Sobre las balas que mataron a Moses Grant. Coincidencia perfecta con las balas extraídas de Leland Armbruster. El pequeño Pete fue realmente precoz. Dios sabrá a cuantos más se habrá cargado sin que lo hayamos descubierto. ¿Has hablado ya con Tanya?

– Va a mudarse a casa de Kyle.

– Una casa muy grande. Ahora es gótico. ¿Crees que es una buena idea?

– Es lo que han decidido -contesté.

– Kyle quiere jugar a ser Dios «El Protector». Unos cuantos años más de vida y hasta cabría la posibilidad de que llegara a ser capaz.

– Está verde, pero también motivado. El mayor problema es que no puede estar siempre con ella. ¿Qué piensas sobre enviar por fax las fotos de Fisk y De Paine a la Unidad de Control Operativo?

– Claro, pero no esperes mucho. La primera cosa que suelen decir estos chicos es siempre lo ocupados que están. Luego hablaremos sobre reforzar la seguridad de Tanya. Mientras tanto, puede que estemos acercándonos a lo que pasó hace diez años. Mary Whitbread salió de casa a las nueve y media y Biro la siguió. Todavía está fuera, probándose unos trapos de algunos diseñadores en Neiman Marcus. Petra llegó al vecindario sobre las diez y cuarto, encontró a alguien en Blackburn que se acordaba de aquellos malos viejos tiempos. Vive justo detrás de Mary. No quería hablar en su casa o en la gasolinera, pero Petra lo convenció para encontrarse con él en Encino, donde está su oficina. A la una del mediodía. -Leyó la dirección.

– Un tipo nervioso -dije.

– Eso parece. Quizá debería practicar lo que predica. Es uno de los vuestros.

***

Antes de salir hacia Valley, saqué los datos del doctor Byron Stark de la web del Consejo de Regulación de Psicología. Veintiocho años, licenciado en Filosofía y Letras en Cornell, doctorado por la Universidad de Oregón, post doctorado en Portland, Virginia, acababa de ser habilitado.

Su edificio era un bloque de seis pisos de cristal en Ventura con Balboa, con todo el encanto de un mal dolor de cabeza. En la puerta se leía: «Grupo de comportamiento accidental.» El de Stark aparecía el último de una lista de catorce nombres. Siete psiquiatras y ocho psicólogos, especializados en desórdenes alimenticios, abuso de sustancias, gestión estratégica, orientación académica, asistencia para el día a día.

La oficina de Stark tenía una única ventana y mobiliario beis fuerte que se adecuaba a la perfección con su estatus.

De estatura media, espalda estrecha, vestía una camisa abotonada de cuadros diminutos azules, corbata marrón y pantalones caqui ajustados. Cara infantil redonda y rosada, con el pelo beis cortado al rape. Llevaba una perilla cutre que parecía postiza. Entre los mechones, su pequeña boca parecía permanentemente fruncida; el resultado era un gesto perenne de desaprobación que no debía ayudarle mucho con los pacientes.

Cuando yo empecé, intenté evitar la típica pregunta sobre mi edad utilizando el vello facial. Tenía una barba densa y a veces, hasta funcionaba. Stark necesitaba otro tipo de atractivos.

Petra, Milo y yo nos amontonamos frente a su escritorio.

– Gracias por recibirnos, doctor -dijo Petra.

– Llámenme Byron -respondió.

Voz juvenil. Deberías utilizar tu título, chico. Aprovecha todo lo que te sirva como placebo.

– No esperaba un simposio, detective Connor.

– Es un caso importante -replicó-. Hemos venido con nuestro psicólogo asesor. -Me presentó.

– ¿En qué les ayuda? -preguntó-. ¿Define los perfiles?

Hice un movimiento negativo con la cabeza.

– Los perfiles oficiales son bastante inútiles cuando se trata de resolver casos. Examino caso por caso.

– Consideré colaborar como forense hasta que leí sobre la definición de perfiles, me pareció básicamente sin ningún mérito.

Utilizamos por unos momentos la jerga. Stark se relajó. Cuando paró para responder a una llamada telefónica, algo relacionado con la facturación por los servicios a los pacientes hospitalizados, Petra me dio un codazo para que siguiera adelante con el tema.

– Lo siento -dijo cuando colgó-. Todavía estoy adaptándome al sistema.

– Le agradecemos que hable con nosotros sobre Peterson Whitbread.

– Resulta gracioso oírles decir eso. Nunca pensé que este día llegaría.

– ¿Por qué?

– Justo después de que las chicas desaparecieran, mi padre llamó a la Policía. Su actitud fue de total indiferencia.

– Las chicas…

La boca de Stark se comprimió como un piñón.

– No están aquí por aquello.

– Estamos aquí para oírle, doctor -contestó Milo.

Stark sonrió.

– Acepté reunirme porque creí que por fin alguien iba a investigarlo, como uno de esos casos abiertos que echan por la televisión -argumentó, dirigiéndose a Petra-. Eso es lo que usted me hizo pensar, detective Connor.

– Lo que le dije era la verdad, doctor Stark. Estamos investigando la vida de Peterson Whitbread. Nos estamos centrando principalmente en varios crímenes en los que recientemente se le ha considerado sospechoso, si bien es cierto que nos interesa cualquier cosa que pueda haber hecho en el pasado. Si tiene conocimiento de un crimen, debe contárnoslo.

– Increíble -contestó Stark-. Así que es sospechoso de un nuevo crimen. No es un gran descubrimiento, sus tendencias eran evidentes incluso para mí.

– ¿Incluso?

– Yo era un estudiante de último curso del instituto.

– Tiene la misma edad que Pete -comenté.

– Sí, pero no nos relacionábamos. Mis padres eran maestros que tuvieron que pedir préstamos para que mi hermano y yo pudiéramos ir a la Academia Burton y a Harvard-Westlake. Pasaba todo mi tiempo libre estudiando. Pete parecía pasarse todo el día en la calle. Ni siquiera estoy seguro de que llegara al instituto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Obsesión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Obsesión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jonathan Kellerman - Devil's Waltz
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Billy Straight
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Test krwi
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Compulsion
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Dr. Death
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - True Detectives
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Evidence
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - The Clinic
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - The Conspiracy Club
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Rage
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Gone
Jonathan Kellerman
Отзывы о книге «Obsesión»

Обсуждение, отзывы о книге «Obsesión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x