Michael Connelly - Luna Funesta

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Connelly - Luna Funesta» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Luna Funesta: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Luna Funesta»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

C. Black desea cerrar su historial delictivo para siempre. Trabaja en un concesionario de automóviles de Los Ángeles, pero un hecho inesperado le obliga a jugárselo todo a una carta. Necesita dar un golpe final que le permita realizar el último sueño. Para ello recurre a Leo Renfro, un amigo de los viejos tiempos que le propone participar en un gran robo en Las Vegas. Cassie cree que con su experiencia como ladrona de guante blanco logrará salir airosa de la operación.

Luna Funesta — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Luna Funesta», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¿Un ángel te susurró al oído,

te abrazó y te quitó todos tus miedos

en aquellos largos momentos finales?

La pregunta que planteaba la canción era un fantasma que no cesaba de acosar a Cassie. Ella quería creer que un ángel se había acercado a Max.

Cassie distinguió las siluetas afiladas de los casinos a las tres y sintió la inconfundible mezcla de emoción e inquietud. Durante años se había convencido de que no volvería a ver el lugar en el que había crecido y donde había vivido con Max. Había aceptado sin más problemas dejar Las Vegas tras de sí. Y su regreso le hizo pensar en dolor, lamentaciones y fantasmas, pero aun así no pudo menos que maravillarse con la genialidad del lugar. Si alguna vez algo se había construido de la nada, eso era Las Vegas.

Mientras circulaba a baja velocidad por el Strip descubrió los nada desdeñables cambios que éste había experimentado en su ausencia. En cada manzana había brotado un nuevo complejo, un nuevo testamento a la codicia y el exceso. Pasó junto a un rascacielos que imitaba a los de Nueva York, el colosal MGM Grand y el nuevo Bellagio. Vio reproducciones de la torre Eiffel y de la plaza de San Marcos de Venecia. Había lugares y monumentos que no había visto nunca, pero que de pronto estaban ahí mismo, en Las Vegas Strip. Recordó una frase de Max: «Al final, todo y todos terminarán en Las Vegas, y ya no habrá motivos para ir a ningún otro sitio».

Luego ellos fueron a una isla y supieron que había al menos un lugar que no podía corromperse.

Al llegar al Cleopatra, la atención de Cassie se centró en las torres gemelas llamadas Tigris y Euphrates. Su mirada se paseó por el cristal de espejo de la última planta de la Euphrates Tower y se detuvo por un momento en una de las ventanas.

Luego centró su atención en el atrio triangular de cristal que cubría el casino, el cual se extendía veinte pisos más abajo. El reflejo del sol en el cristal destellaba con la nitidez de un diamante. El complejo se alzaba retirado casi cien metros del Strip y el camino de entrada conducía al visitante por una serie de piscinas a distintos niveles, desde las cuales se elevaban fuentes de agua en una coreografiada danza acuática. De la superficie espejada de las piscinas surgían estatuas blancas de niños que jugaban bajo la mirada benevolente de Cleopatra, sentada en un trono levantado al borde de la piscina más alta. Tras ella, destacaba un motivo egipcio, integrado en el diseño moderno del exterior color arena del hotel y el casino.

Cassie pasó de largo y esperó con el tráfico que doblaba por Flamingo y se encaminaba al laberinto industrial de la zona oeste de la ciudad. No pudo evitar pensar en Max, en el tiempo que compartieron allí y en el final. Lé sorprendió un dolor punzante y se arrepintió de su regreso. El paisaje siempre variable de Las Vegas se reinventaba sin cesar y ella no esperaba que una urbe que no era más que una fachada ejerciera tantas resonancias nostálgicas. Pero así era y dolía. No había estado con ningún otro hombre desde Max y estaba segura de que nunca lo estaría. Quizá, pensó, debería abrazar ese dolor porque nunca tendría otra cosa. Pero entonces recordó que había algo más: un plan en el horizonte.

Hooten’s Lighting & Supplies estaba enclavado en un complejo industrial próximo a una sección elevada de la autovía. Llevaba cuarenta años en ese mismo lugar, aunque el negocio había cambiado considerablemente a lo largo de ese periodo y lo que había empezado como mayorista de luces para los casinos se había convertido en un comercio centrado en la electrónica, que no sólo vendía sino que también fabricaba. HLS producía y comercializaba gran parte de los sofisticados equipos de vigilancia utilizados en los casinos de Nevada y en las salas de juego de las reservas indias dispersas en todo el Oeste.

Lo que desconocían los propietarios de HLS y los casinos que adquirían los equipos de seguridad era que dentro de la empresa había al menos una persona que ponía la misma tecnología a disposición de aquellos que trataban de burlar los sistemas de seguridad que la compañía instalaba en los casinos.

Cassie estacionó el Boxster en el aparcamiento vallado de la parte de atrás, donde los instaladores dejaban sus camiones por la noche, y accedió al local por la puerta trasera. Una vez dentro, Cassie se quedó quieta un momento mientras sus ojos se acostumbraban a la penumbra. Cuando logró ver con claridad, se fijó en el largo mostrador que ocupaba toda la parte derecha de la austera sala de equipamientos y catálogos. Tras él, media docena de hombres atendían a los clientes o hablaban por teléfono. La mayoría tomaban pedidos con un ejemplar del grueso catálogo de HLS abierto ante ellos. El lugar apenas había cambiado y en la pared de detrás del mostrador seguía el mismo eslogan que siete años antes:

EN DIOS CONFIAMOS

A TODOS LOS DEMÁS LOS VIGILAMOS

Cassie tardó unos segundos en localizar a Jersey Paltz, que estaba hablando por teléfono en un extremo del mostrador. Se había dejado barba y tenía el pelo más canoso, pero mantenía la cola de caballo y el aro de plata en la oreja. Era él.

Paltz colgó justo cuando Cassie se acercaba al mostrador, pero no la miró. Terminó de escribir notas en la parte superior de un talonario de pedidos. Cassie leyó boca abajo, vio que era un pedido del Tropicana y habló mientras Paltz seguía apuntando.

– ¿Qué, Jersey, estás demasiado ocupado para saludar a una vieja amiga?

Paltz terminó de anotar y levantó la cabeza, sonriente. Titubeó un instante hasta que su rostro mostró un leve registro de reconocimiento.

– ¿Cassie Black?

Cassie asintió y sonrió.

– Eh, niña, ha pasado mucho tiempo. ¿Cuándo has…, eh…?

– Hace diez meses. Aún no había estado por aquí. Desde High Desert me mudé a California. Me gusta, la temperatura sólo rompe el termómetro un par de veces al año.

Paltz asintió, pero Cassie se apercibió de su vacilación. Él sabía que ella no había ido a recordar viejos tiempos, en primer lugar porque entre ambos nunca había existido otra relación que la profesional. Cassie miró en torno a sí para asegurarse de que nadie los escuchaba y entonces se inclinó sobre el mostrador y puso los codos en el catálogo abierto.

– Necesito un equipo completo. Al menos tres cámaras y una ha de ser verde.

Paltz se puso el lápiz que había estado usando sobre la oreja y negó con la cabeza sin mirarla.

– Necesitaré un par de gafas de visión nocturna y un rollo de cinta conductora -agregó Cassie-. He pasado por Radio Shack de camino hacia aquí y ya no vendían cinta. El resto de las herramientas me las he traído yo.

– Eso puede ser un problema -dijo Paltz.

– ¿Las gafas o la cinta?

– Todo. Ya no… Quiero decir que ya no estoy metido en esa clase de…

– Mira, Jersey, ¿no crees que si hubiera querido tenderte una trampa lo habría hecho hace seis años, cuando podía sacar algún provecho? Sabes que ganaste un montón de dinero con Max y conmigo. Lo recuerdas, ¿verdad?

Paltz asintió de mala gana.

– Es que las cosas han cambiado en esta ciudad. Si cruzas la línea van a por ti. Quiero decir que van a por ti en serio.

Cassie se enderezó.

– No has de convencerme de eso. Ni a Max tampoco.

– Lo siento, ya lo sé. -Apoyó las manos en el mostrador.

– Entonces, ¿qué te parece, Jersey? Tengo dinero y estoy lista.

Cassie se descolgó la mochila y la abrió para dejar a la vista los fajos de billetes de cien que Leo le había dado. Ella sabía que al otro lado de la ley la confianza y la lealtad eran una cosa y mostrar el dinero otra bien distinta.

– Tengo que saberlo ahora, porque si no vas a ayudarme he de encontrar a otro.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Luna Funesta»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Luna Funesta» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Michael Connelly - The Wrong Side of Goodbye
Michael Connelly
Michael Connelly - Murder in Vegas
Michael Connelly
Michael Connelly - The Crossing
Michael Connelly
Michael Connelly - The Drop
Michael Connelly
Michael Connelly - The Fifth Witness
Michael Connelly
Michael Connelly - Nueve Dragones
Michael Connelly
Michael Connelly - Cauces De Maldad
Michael Connelly
Michael Connelly - Cmentarzysko
Michael Connelly
Michael Connelly - The Scarecrow
Michael Connelly
Michael Connelly - Angels Flight
Michael Connelly
Отзывы о книге «Luna Funesta»

Обсуждение, отзывы о книге «Luna Funesta» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x