Michael Connelly - El Observatorio

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Connelly - El Observatorio» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Observatorio: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Observatorio»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una noche aparece un cadáver en un observatorio de las colinas de Hollywood. Aparentemente, se trata de un asesinato común, por lo que el detective de policía Harry Bosch se hace cargo del caso. No obstante, pronto se descubrirá que la víctima, Stanley Kent, trabajaba en el sector clínico y tenía acceso a sustancias radiactivas. Esto convierte un simple homicidio en un asunto de terrorismo. El FBI toma las riendas y empieza una carrera contrarreloj para encontrar a los culpables, pues saben que tienen sustancias peligrosas en su poder y pueden hacer uso de ellas -y provocar una masacre- en cualquier momento. Rachel Walling, agente del FBI y ex pareja de Harry Bosch, pondrá las cosas muy difíciles al detective, pero éste seguirá su instinto y se dará cuenta de que en este caso absolutamente nada es lo que parece.

El Observatorio — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Observatorio», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Bosch aparcó detrás del cortejo de vehículos oficiales: la furgoneta del forense y la del juez de instrucción, así como varios automóviles policiales identificados y sin identificar. La cinta policial amarilla delimitaba el perímetro externo de la escena del crimen, dentro del cual había un Porsche Carrera con el capó levantado. El Porsche estaba aislado por más cinta amarilla y eso llevó a Bosch a pensar que, casi con seguridad, se trataba del coche de la víctima.

Paró el motor y salió. Un agente de patrulla destinado al perímetro exterior anotó su nombre y número de placa -2997- y le permitió pasar por debajo de la cinta amarilla. Bosch se acercó al lugar del crimen. Habían instalado dos torres de focos a ambos lados del cadáver, que se hallaba en el centro de un descampado con vistas a la ciudad. Cuando Bosch se acercó, vio a técnicos forenses y personal del juzgado de instrucción ocupados con el cadáver y la zona de alrededor, así como a un técnico con una cámara de vídeo que estaba documentando la escena.

– Harry, aquí.

Al volverse, Bosch vio al detective Jerry Edgar apoyado en el capó de un coche de detectives sin identificar. Sostenía una taza de café y daba la sensación de estar esperando. Se separó del coche cuando Bosch se acercó.

Edgar había sido compañero de Bosch cuando ambos trabajaban en la división de Hollywood. Entonces Bosch era jefe de equipo en la brigada de homicidios, y ahora esa posición la ostentaba Edgar.

– Esperaba a alguien de Robos y Homicidios -dijo Edgar-. No sabía que serías tú, tío.

– Pues soy yo.

– ¿Trabajas solo?

– No, mi compañero está en camino.

– Tu nuevo compañero, ¿no? No había tenido noticias tuyas desde aquella movida en Echo Park el año pasado.

– Sí. Bueno, ¿qué tenemos aquí?

Bosch no quería hablar de Echo Park con Edgar; de hecho, no quería hablar de ello con nadie. Quería permanecer concentrado en el caso que le ocupaba. Era su primera investigación desde su traslado a Homicidios Especiales, y sabía que habría mucha gente observando sus movimientos. Y entre esa gente algunas personas que esperaban verlo caer.

Edgar se apartó para que Bosch examinara el maletero del coche. Harry sacó las gafas y se las puso al inclinarse a mirar. No había mucha luz, pero vio un despliegue de bolsas de pruebas, cada una de las cuales contenía distintos elementos que había llevado la víctima: una billetera, un llavero y una tarjeta de identificación con pinza. También había un grueso fajo de billetes y un móvil BlackBerry que todavía continuaba encendido, con su luz verde destellando y preparado para recibir llamadas que su propietario nunca contestaría.

– El tío del juzgado de instrucción acaba de darme todo esto -dijo Edgar-. Tendrían que terminar con el cadáver en unos diez minutos.

Bosch cogió la bolsa que contenía la tarjeta de identificación y la inclinó hacia la luz. Decía «Saint Agatha's Clinic for Women». En ella aparecía la fotografía de un hombre de cabello y ojos oscuros que sonreía a la cámara y se identificaba como el doctor Stanley Kent. Bosch se fijó en que la tarjeta de identificación era asimismo una llave magnética.

– ¿Hablas mucho con Kiz? -preguntó Edgar.

Era una referencia a la antigua compañera de Bosch, que se había trasladado después del caso de Echo Park a un puesto administrativo en la oficina del jefe de policía.

– No mucho. Pero le va bien.

Bosch pasó a las otras bolsas de pruebas, deseando cambiar el tema de conversación desde Kiz Rider al caso que les ocupaba.

– ¿Por qué no me cuentas lo que tienes, Jerry? -dijo.

– Encantado -dijo Edgar-. Encontraron el fiambre hace una hora. Como verás por las señales de la calle, está prohibido aparcar aquí arriba y merodear después de que oscurezca. Hollywood siempre manda que una patrulla se pase por aquí unas cuantas veces cada noche para espantar a los fisgones; así tienen contentos a los ricos del barrio. Me han dicho que esa casa de allí arriba es de Madonna. O lo era.

Edgar señaló una mansión que se extendía a unos cien metros del calvero. El claro de luna perfilaba una torre que se elevaba por encima de la estructura. La mansión, pintada alternando tonos de color óxido y amarillo, como una iglesia toscana, se alzaba en un promontorio que ofrecía una magnífica vista de la ciudad a quien mirara a través de sus ventanales. Bosch imaginó a la estrella del pop en la torre, contemplando la ciudad que yacía a sus pies. Volvió a mirar a su antiguo compañero, listo para escuchar el resto del informe.

– El coche patrulla pasa en torno a las once y los tipos ven el Porsche con el capó delantero levantado. El motor está en la parte de atrás en esos Porsche, Harry, lo que significa que el maletero estaba abierto.

– Entendido.

– Vale, eso ya lo sabías. La cuestión es que el coche patrulla para. Los dos agentes no ven a nadie en el Porsche ni alrededor, así que bajan del vehículo. Uno de ellos se acerca y encuentra a nuestra víctima. Está boca abajo y presenta dos tiros en la nuca. Una ejecución, más claro el agua.

Bosch señaló con la cabeza la credencial de la bolsa de pruebas.

– ¿Y es este tipo, Stanley Kent?

– Eso parece. Según la credencial y la billetera se trata de Stanley Kent, de cuarenta y dos años. Vivía en Arrowhead Drive, aquí al lado. Hemos comprobado la matrícula del Porsche y resulta que pertenece a una empresa llamada K and K Medical Physicists. Acabo de verificar a Kent en el sistema y ha salido muy limpio: unas pocas multas por exceso de velocidad con el Porsche y nada más. Un tipo cabal.

Bosch asintió con la cabeza al asimilar toda la información.

– Yo no voy a quejarme porque me quites el caso, Harry -dijo Edgar-. Tengo a un compañero en el tribunal este mes y al otro lo he dejado en la primera escena que nos ha tocado hoy, un tres bolsas con una cuarta víctima en coma en el Queen of Angels.

Bosch recordó que las brigadas de homicidios de Hollywood estaban compuestas por equipos de tres personas en lugar de las parejas tradicionales.

– ¿Alguna posibilidad de que el tres bolsas esté relacionado con éste?

Señaló a la reunión de técnicos en torno al cadáver del mirador.

– No, es un tiroteo de bandas -dijo Edgar-. Creo que esto no tiene nada que ver y me alegro de que te lo quedes.

– Bien -dijo Bosch-. Te dejaré ir lo antes que pueda. ¿Alguien ha mirado ya el coche?

– La verdad es que no. Os esperábamos.

– Vale. ¿Alguien ha ido a la casa de la víctima en Arrowhead?

– Todavía no.

– ¿Alguien ha hablado con los vecinos?

– Todavía no. Estamos trabajando primero la escena.

Edgar obviamente había decidido enseguida que el caso se pasaría a Robos y Homicidios. A Bosch le molestaba que no hubieran hecho nada, pero al mismo tiempo sabía que desde el principio sería trabajo suyo y de Ferras, y eso no era malo. El departamento contaba con un largo historial de casos dañados o malogrados al ser traspasados de los equipos de detectives divisionales a los del centro. Bosch miró al calvero iluminado y contó un total de cinco hombres de los equipos del juez de instrucción y el forense trabajando en el cadáver o a su alrededor.

– Bueno -dijo-, puesto que estáis trabajando primero la escena del crimen, ¿alguien ha buscado huellas de pisadas en torno al cadáver antes de dejar que se acercaran los técnicos?

Bosch no pudo evitar que el enfado se percibiera en su voz.

– Harry -dijo Edgar, cuyo tono traicionó su irritación con el enfado de Bosch-, por este observatorio pasan doscientas personas cada puto día. Podríamos estar buscando huellas hasta Navidad si quisiéramos tomarnos la molestia, pero teníamos un cadáver en un espacio público y necesitábamos ponernos con él. Además, parece el golpe de un profesional. Eso significa que los zapatos, la pistola, el coche y todo lo demás ya han desaparecido hace mucho.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Observatorio»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Observatorio» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Observatorio»

Обсуждение, отзывы о книге «El Observatorio» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x