Michael Connelly - El Observatorio

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Connelly - El Observatorio» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Observatorio: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Observatorio»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una noche aparece un cadáver en un observatorio de las colinas de Hollywood. Aparentemente, se trata de un asesinato común, por lo que el detective de policía Harry Bosch se hace cargo del caso. No obstante, pronto se descubrirá que la víctima, Stanley Kent, trabajaba en el sector clínico y tenía acceso a sustancias radiactivas. Esto convierte un simple homicidio en un asunto de terrorismo. El FBI toma las riendas y empieza una carrera contrarreloj para encontrar a los culpables, pues saben que tienen sustancias peligrosas en su poder y pueden hacer uso de ellas -y provocar una masacre- en cualquier momento. Rachel Walling, agente del FBI y ex pareja de Harry Bosch, pondrá las cosas muy difíciles al detective, pero éste seguirá su instinto y se dará cuenta de que en este caso absolutamente nada es lo que parece.

El Observatorio — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Observatorio», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Deja que te diga algo, Jesse. Mi compañero es bueno y llegará lejos en el departamento, de eso no hay duda. Pero ahora mismo es un bebé. Es detective desde que tú te dejaste esa barba de pelusilla de melocotón, más o menos. Yo, en cambio, llevo muchos años, y eso significa que he estado con muchos mentirosos. A veces creo que todo el mundo miente. Y, Jesse, te lo aseguro, me estás mintiendo, y a mí nadie me miente.

– ¡No! Yo…

– Mira, tienes treinta segundos para empezar a hablar o voy a llevarte abajo y a meterte en el calabozo del condado. Estoy seguro de que habrá alguien allí esperando la compañía de un chico como tú. ¿Ves?, a eso me refiero con las penas duras respecto al acecho.

Mitford se miró las manos en la mesa. Bosch esperó y pasaron lentamente veinte segundos. Finalmente, Bosch se levantó.

– Vale, Jesse, levántate. Nos vamos.

– Espere, espere, espere.

– ¿Para qué? ¡He dicho que te levantes! Vamos. Es una investigación de asesinato, no voy a perder el tiempo con…

– Vale, vale, se lo contaré. Lo vi todo, ¿vale? Lo vi todo. Bosch lo estudió un momento.

– ¿Estás hablando del mirador? -preguntó-. ¿Viste los disparos en el mirador?

– Lo vi todo, tío.

Bosch apartó la silla y volvió a sentarse.

8

Bosch impidió que Jesse Mitford hablara hasta que hubo firmado una declaración de derechos. No importaba que se le considerara testigo de un asesinato ocurrido en el mirador de Mulholland; lo que había presenciado, fuera lo que fuese, lo vio porque estaba en el proceso de cometer su propio delito: acechar y entrar en una propiedad privada. Bosch quería asegurarse de que no cometía errores en el caso. No quería apelaciones por lo que en la jerga judicial se conocía como «fruta del árbol envenenado». No quería retrocesos. Las apuestas eran altas, los federales eran especialistas en cuestionar las cosas a posteriori y Bosch sabía que tenía que hacerlo bien.

– Vale, Jesse -dijo cuando el joven canadiense firmó el formulario de derechos-. Vas a decirme lo que viste y oíste en el mirador. Si dices la verdad y resultas útil voy a retirar todos los cargos y te dejaré marchar como un hombre libre.

Técnicamente, Bosch estaba exagerando. Carecía de autoridad para retirar cargos o hacer tratos con sospechosos de delitos. Ahora bien, tampoco lo necesitaba, porque Mitford todavía no había sido acusado formalmente de nada. Eso le daba margen. Era una cuestión semántica: lo que realmente estaba ofreciendo era no proceder a acusar a Mitford a cambio de la cooperación honrada del joven canadiense.

– Entiendo -dijo Mitford.

– Recuerda, sólo la verdad: lo que viste y oíste. Nada más.

– Entiendo.

– Levanta las manos.

Mitford levantó las manos y Bosch usó su propia llave para quitarle al joven las esposas de su compañero Ferras. Mitford inmediatamente empezó a frotarse las muñecas para recuperar la circulación. Le recordó a Bosch la imagen de Alicia Kent haciendo lo mismo antes.

– ¿Te sientes mejor? -preguntó.

– Sí, bien -replicó Mitford.

– Vale, entonces empecemos por el principio. Dime de dónde vienes, adonde ibas y qué viste exactamente en el mirador.

Mitford asintió con la cabeza y durante veinte minutos relató a Bosch un recorrido que empezaba en Hollywood Boulevard con la compra de un plano de las estrellas a un vendedor callejero y una larga caminata hasta las colinas. Su trayecto le llevó casi tres horas y probablemente explicaba -más que la calefacción de la sala de interrogatorios- el olor que emanaba su cuerpo. Le dijo a Bosch que a la hora que llegó a Mulholland Drive estaba oscureciendo y él estaba cansado. La casa donde según el mapa vivía Madonna estaba oscura en el interior y no parecía haber nadie en la propiedad. Decepcionado, decidió descansar de su larga excursión y esperar a ver si la cantante pop llegaba a la casa más tarde. Encontró un lugar detrás de algunos arbustos donde podía apoyarse en el muro exterior que rodeaba la casa de su presa -él no usó esa palabra- y esperar. Mitford aseguró que se quedó dormido hasta que algo le despertó.

– ¿Qué te despertó? -preguntó Bosch.

– Voces. Oí voces.

– ¿Qué dijeron?

– No lo sé. Sólo sé que me despertaron.

– ¿A cuánta distancia estabas del mirador?

– No lo sé. A unos cien metros, creo. Estaba bastante lejos.

– ¿Qué oíste una vez estuviste despierto?

– Nada. Pararon de hablar.

– Muy bien, entonces, ¿qué viste cuando te despertaste?

– Vi tres coches aparcados en la explanada. Uno era un Porsche y los otros dos eran más grandes. No conozco la marca, pero eran muy parecidos.

– ¿Viste a los hombres en el mirador?

– No, no vi a nadie. Estaba demasiado oscuro. Pero entonces volví a oír la voz y procedía de allí, de la oscuridad. Era como un grito. Justo en el momento en que miré vi dos rápidos destellos de disparos como amortiguados. Vi a alguien de rodillas en la explanada, en el fogonazo de luz. Pero fue tan rápido que es lo único que vi.

Bosch asintió.

– Está bien, Jesse. Lo estás haciendo bien. Vamos a repasar esta parte otra vez para tenerla clara: estabas dormido y entonces una voz te despertó y tú miraste y viste los tres coches. ¿ Es así?

– Sí.

– Vale, bien. Entonces oíste otra vez una voz y te volviste hacia el mirador. Justo entonces se produjeron los disparos. ¿Todo esto es correcto?

– Sí.

Bosch asintió con la cabeza; sin embargo, sabía que Mitford podría simplemente estar diciéndole lo que quería oír. Tenía que poner a prueba al chico para asegurarse de que no pasaba eso.

– Ahora has dicho que con el destello de la pistola viste a la víctima caer de rodillas, ¿es así?

– No, no exactamente.

– Entonces cuéntame exactamente lo que viste.

– Creo que ya estaba de rodillas. Fue tan rápido que no lo habría visto caer. Creo que ya estaba arrodillado.

Bosch asintió con la cabeza. Mitford había pasado el primer test.

– Vale, buen detalle. Ahora hablemos de lo que oíste. Dijiste que oíste a alguien gritar antes de los disparos, ¿sí?

– Sí.

– Bien, ¿qué gritó esa persona?

El joven pensó por un momento y luego negó con la cabeza. -No estoy seguro.

– No importa. No quiero que digas nada de lo que no estemos seguros. Intentemos un ejercicio para ver si ayuda: cierra los ojos.

– ¿Qué?

– Sólo cierra los ojos -dijo Bosch-. Piensa en lo que viste. Trata de recuperar la memoria visual y el sonido vendrá a continuación. Estás mirando los tres coches y entonces una voz atrae tu atención hacia el mirador. ¿Qué dice la voz?

Bosch habló con voz calmada y tranquilizadora. Mitford siguió sus instrucciones y cerró los ojos. Bosch esperó.

– No estoy seguro -dijo finalmente el joven-. No puedo recordarlo todo. Creo que estaba diciendo algo sobre Alá y luego sonó el disparo.

Bosch se quedó un momento en perfecto silencio antes de responder.

– ¿Alá? ¿Quieres decir la palabra árabe Alá?

– No estoy seguro. Eso creo.

– ¿Qué más dijo?

– Nada más. Los disparos lo cortaron. Empezó a gritar cosas de Alá y entonces el disparo ahogó el resto.

– Quieres decir « Alá akbar », ¿es eso lo que gritó?

– No lo sé. Sólo oí la parte de Alá.

– ¿Sabes si tenía acento?

– ¿Acento? No lo sé. Sólo oí eso.

– ¿Británico? ¿Árabe?

– La verdad es que no lo sé. Estaba demasiado lejos y sólo oí esa palabra.

Bosch pensó en ello durante unos segundos. Recordó lo que había leído de las grabaciones de la cabina de pilotos en los atentados del 11-S. Los terroristas gritaron Alá akbar (Dios es grande) en el último momento. ¿Uno de los asesinos de Stanley Kent había hecho lo mismo?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Observatorio»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Observatorio» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Michael Connelly - The Wrong Side of Goodbye
Michael Connelly
Michael Connelly - Murder in Vegas
Michael Connelly
Michael Connelly - The Crossing
Michael Connelly
Michael Connelly - The Drop
Michael Connelly
Michael Connelly - The Fifth Witness
Michael Connelly
Michael Connelly - Nueve Dragones
Michael Connelly
Michael Connelly - Cauces De Maldad
Michael Connelly
Michael Connelly - Cmentarzysko
Michael Connelly
Michael Connelly - The Scarecrow
Michael Connelly
Michael Connelly - Angels Flight
Michael Connelly
Отзывы о книге «El Observatorio»

Обсуждение, отзывы о книге «El Observatorio» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x