Denise Mina - Muerte en el Exilio

Здесь есть возможность читать онлайн «Denise Mina - Muerte en el Exilio» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muerte en el Exilio: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muerte en el Exilio»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Laureen O'Donnell trabaja en la Casa de Acogida para Mujeres de Glasgow, donde conoce a Anne Harris, una chica que llega al centro con dos costillas rotas y en plena batalla contra el alcoholismo. Dos semanas después, el cuerpo de Anne aparece en el río, grotescamente mutilado y envuelto en una manta. Todo apunta a que el marido de Anne es el asesino, pero ¿no puede haber un culpable menos evidente?
Maureen y su amiga Leslie tratan de romper con la indiferencia que rodea el asesinato de Anne, aunque, misteriosamente, Leslie mantiene la boca bien cerrada y no cuenta todo lo que sabe. En un intento por aclarar la confusión en la que se ve sumida su vida, Maureen viaja a Londres. Sin embargo, en lugar de solucionar sus problemas, pronto se verá inmersa en un mundo de violencia y drogadicción.

Muerte en el Exilio — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muerte en el Exilio», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Sí que lo tiene -asintió Maureen-. Muy buen gusto.

– Por supuesto, una no puede escoger la clientela.

– Tipos duros, ¿no?

– Muy duros. Esperábamos que viniesen a comer los hombres de negocios de las oficinas, pero no vienen por aquí arriba.

– ¿Cómo es el Coach and Horses?

La mujer movió la mano delante de la nariz.

– Tipos salvajes. Sobre todo irlandeses y escoceses, y ya sabe cómo son, ¿no es cierto? -La mujer se puso delante de Maureen-. Yo os tengo fichados, a los escoceses, borrachos como una cuba, la mayoría. -Sacó la botella de limonada de debajo de la barra y llenó el vaso de Maureen.

– ¿Por qué ha hecho eso? -preguntó Maureen.

– No quiero peleas y que asustes a los demás clientes -dijo, reprimiendo una sonrisa y rejuveneciendo diez años.

En la puerta apareció una sombra. Era la mujer rana del bufete de abogados. Fue hasta la barra, se sentó en la barra a un metro de Maureen y pidió un agua mineral. Pagó la bebida y le hizo un gesto con la cabeza a Maureen.

– ¿Vaya ojos, eh? -dijo.

Maureen, desconfiada, también la saludó con la cabeza.

– Sí, espeluznantes. -Señaló con el dedo las oficinas-. ¿Esperas a tu novio?

La mujer rana se mordió la lengua con los dientes delanteros y se rió, acercando la barbilla al pecho.

– Sí, algo así -dijo-. ¿Por qué preguntas por el señor Headie?

Maureen la miró.

– Trabajo en un bufete de abogados en Escocia -dijo, pensando a mil por hora-. Me pidieron que investigara algo por aquí.

La mujer dejó de beber y echó la cabeza hacia atrás, mirando a Maureen por debajo de la nariz.

– Eso es una gilipollez -dijo-. Si trabajaras para un bufete de abogados, sabrían lo del señor Headie, sabrían la dirección de su nueva oficina, lo habrían leído en los periódicos de la Sociedad Legal.

Maureen se sintió cansada y sucia.

– Mmm -dijo, y se le acabaron las buenas ideas-. ¿Sabes dónde está su oficina?

La mujer sonrió irónicamente.

– ¿No vives aquí, verdad?

– No -dijo Maureen-. Sólo he venido por un día.

– Ya -dijo, y bebió otro trago.

– ¿Tú conoces bien esta zona, no?

La mujer le sonrió y se inclinó hacia ella, apoyándose en la barra. Le ofreció la mano.

– Kilty Goldfarb -dijo.

Maureen, sorprendida, soltó una carcajada.

– Venga ya -dijo-. Ese no es tu verdadero nombre.

Kilty también se rió, encantada por la reacción de Maureen.

– Sí que lo es -insistió-. Mi familia es polaca y mi abuela me puso el nombre de Kilty en honor a su nueva patria.

Maureen dejó de reír y se disculpó entre dientes.

– Eres muy agradable. -Kilty sonrió-. ¿Y tú quién eres?

– Maureen O'Donnell.

– No es exactamente un apodo muy exótico, que digamos.

– Sí que lo es si eres de Suazilandia -dijo Maureen.

Kilty se terminó el agua.

– ¿Tienes hambre?

– Un poco.

Kilty movió la cabeza hacia la calle.

– Conozco un lugar muy exótico.

Había un grupo de críos muy delgados con unos uniformes marrones hechos a medida dándole vueltas a sus bolsas por encima de sus cabezas, pegándose patadas entre ellos y riendo. Williams se giró para mirarlos y Bunyan se estremeció.

– Déjelos -dijo, delante de las puertas pintadas del ascensor.

– ¿Que deje el qué? -dijo Williams en voz alta.

– Déjelos, no les diga nada. Mire, ya está aquí el ascensor.

Las puertas metálicas se abrieron y ellos entraron dentro.

– Sólo estaba mirando -dijo Williams. Estaba en el fondo del ascensor y Bunyan apretó el botón-. ¿No les tendrá miedo, no?

– Pelearme con una banda de adolescentes de Glasgow no es mi idea de un pequeño descanso, señor. -Se giró y lo miró-. ¿Está seguro de que estará en casa?

– Sí -dijo Williams-. Estará. No nos espera hasta las dos. Ahora estará en casa, preparando a los crios para ir al colegio.

Caminaron por el pasillo azotado por el viento y golpearon fuerte la puerta de James Harris. El mayor de los niños abrió la puerta. Aún llevaba el pijama. Miró a Williams sonriente, con una gran sonrisa feliz, y dijo «Hola» con una voz muy ronca. Tosió, aclarándose la flema. Tenía la voz de un fumador de un paquete diario.

– Hola -dijo Bunyan, con su estúpida voz infantil-, ¿cómo es que todavía vas en pijama?

El niño dio la vuelta y entró corriendo en el salón llamando a su padre. James Harris ya había salido a la calle. Había una bolsa de la compra junto a la pared de la cocina y todavía llevaba la chaqueta. Estaba sentado en el sillón, vistiendo a los más pequeños. Llevaban un gorro y una capa impermeable a juego, delgados como una hoja de papel y de color verde oscuro, un color que no solían llevar los niños. Harris levantó la mirada y vio a los dos policías en el escalón. Puso los ojos en blanco y parpadeó despacio. Williams y Bunyan esperaron que les dijera algo. Esperaron durante un minuto.

– Creí que vendrían a las dos -les susurró, alargando el brazo y quitándoles los gorros a los más pequeños.

– ¿Cómo es que los niños no están en el colegio? -preguntó Bunyan.

– John ya se ha ido -dijo Harris tranquilamente, alisando los sombreros de lana en la rodilla-. Y Alan no se encuentra bien.

– Estoy constipado -dijo Alan, mirando a Williams con una cara angelical.

Williams lo ignoró.

– Señor Harris, necesitamos hablar con usted a solas. ¿Puede enviar a los niños a jugar al piso de arriba durante un rato?

– No se quedarán arriba -dijo Harris, mirando al suelo.

Williams se aclaró la garganta.

– Está bien, entonces hablaremos delante de ellos. Usted elige.

Harris parecía darse por vencido.

– Alan -dijo-, lleva a tus hermanos arriba.

– Hala, no, yo me quedaré -dijo Alan. Miró a Bunyan-. Puede hablar delante de mí -dijo impaciente-, y los pequeños no entienden ni una palabra.

Harris suspiró y se rascó los ojos, estirando la fina piel de un lado al otro.

– Llévate a tus hermanos arriba, hijo.

Kilty Goldfarb sacó la hamburguesa de la caja de poliestireno y quitó el papel.

– Ah, McComida -dijo-. Me recuerda a la triste McEscocia.

Maureen bebió un trago de Coca-Cola y picó del montón de patatas saladas.

– ¿Te fuiste hace mucho tiempo?

– Unos años. -Kilty se quedó pensativa-. ¿Cinco años? Después de la graduación. Vine a hacer un curso de asuntos sociales y me quedé -mordió un trozo de hamburguesa, se quedó quieta con una mueca en la cara y se metió los dedos en la boca. Sacó una rodaja de pepinillo, lo miró como si hubiera encontrado un pelo en la hamburguesa y lo dejó en una servilleta.

– ¿Por qué estudiaste asuntos sociales si habías ido a la escuela de arte?

– Hacer moldes no me pareció tan importante como esto. Iba a salvar al mundo.

Maureen se reclinó en la silla.

– ¿Has pensado alguna vez en volver a casa?

Kilty suspiró.

– A todas horas. Es difícil encontrar un piso aquí, es difícil conocer gente con la que tengas algo en común. Pero todo el mundo que conocía se ha mudado, excepto mi madre y mi padre. De hecho, allí ya no tengo amigos. -Sonrió-. El mejor patriota es el expatriado. ¿Y tú que haces, aparte del trabajo inventado en el bufete de abogados imaginario?

– En realidad, acabo de dejar el trabajo. Trabajaba en las Casas de Acogida Hogar Seguro.

– ¿En serio? -Kilty asintió porque el nombre le sonaba-. ¿Por qué lo has dejado?

Maureen intentó encontrar una manera suave de decirlo pero no la encontró.

– Estaba asqueada y estaban a punto de descubrirme. Además, lo odiaba. Parece que nunca llegas a ningún sitio y toda aquel papeleo, ya sabes, todo ese rollo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muerte en el Exilio»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muerte en el Exilio» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Giorgio Scerbanenco - Muerte en la escuela
Giorgio Scerbanenco
Denise Mina - Exile
Denise Mina
Denise Mina - Field of Blood
Denise Mina
Denise Mina - Still Midnight
Denise Mina
Denise Mina - Resolution
Denise Mina
Denise Mina - Garnethill
Denise Mina
Denise Mina - Muerte en Glasgow
Denise Mina
Denise Mina - Campo De Sangre
Denise Mina
Denise Mina - The Dead Hour
Denise Mina
Denise Mina - Slip of the Knife
Denise Mina
Отзывы о книге «Muerte en el Exilio»

Обсуждение, отзывы о книге «Muerte en el Exilio» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x