Sue Grafton - L de ley

Здесь есть возможность читать онлайн «Sue Grafton - L de ley» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

L de ley: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «L de ley»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La detective Kinsey Millhone se aprestaba a ser dama de honor en la boda del hermano de su casero cuando, pocos días antes, acepta investigar para un vecino, Chester, por qué en los archivos militares ha desaparecido todo rastro de Johnny Lee, su padre recién fallecido y veterano de la segunda guerra mundial. ¡Adiós planes de boda!, porque, de pronto, alguien ha entrado en casa del difunto dejándolo todo patas arriba y Chester descubre, en una caja de caudales, una llave con esta misteriosa inscripción: LEY. A partir de entonces nadie es ya quien dice ser: ni Ray Rawson, el antiguo amigo del ejército, que quiere alquilar la casa; ni Gilbert Hays, a quien Kinsey sorprende llevándose una bolsa de la casa de Lee; ni Laura Huckaby, la mujer a quien aquél entrega la bolsa. A Kinsey no le queda más remedio que emprender una salvaje odisea en la que, para desenredar la madeja, acabará pasando por cualquier cosa, menos por detective…

L de ley — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «L de ley», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El sol salió tras una montaña de nubes tempranas apelotonadas en el horizonte y el cielo cambió rápidamente del albaricoque al azul claro pasando por el amarillo mantequilla. La tierra que nos rodeaba era llana. Según el mapa, aquella sección del estado formaba parte de la cuenca del Missisipi, cuyos afluentes bajaban del este y el sur. Los lagos y las fuentes termales moteaban el mapa como salpicaduras de lluvia, y el rincón noroccidental del estado aparecía sobrecargado con los montes Boston y Ouachita. Laura tenía el pie pegado al acelerador, manteniendo una velocidad uniforme de cien kilómetros por hora.

Llegamos a Memphis a las siete. Busqué con la mirada un teléfono público, pues quería llamar a Henry, pero me di cuenta de que California llevaba dos horas de retraso con relación a nosotros. Solía madrugar, pero a las cinco de la mañana era realmente un atropello. Laura, leyendo mis pensamientos, me miró por el retrovisor.

– Sé que tienes ganas de volver, pero ¿no puedes esperar hasta Louisville?

– ¿Qué tiene de malo Nashville? Llegaremos a eso de las doce, a lo cual no tengo nada que objetar.

– Nos retrasaría. Mira el mapa si no me crees. Tendríamos que salimos de la 40 y cruzar la frontera del norte por la 65. El aeropuerto de Nashville está en la otra punta de la ciudad. Perderíamos una hora. -Me entregó el mapa, doblado por la sección a la que se refería.

Calculé las distancias.

– No perderíais una hora. A lo sumo veinte minutos. Creía que no querías ir a Louisville, ¿a qué viene tanta prisa ahora?

– Jamás he dicho que no quisiera ir a Louisville. Es donde vivo. Ya te dije que Gilbert se dirigía allí. Quiero llevarme las cosas del piso antes de que aparezca.

– Olvídate de tus cosas -dijo Ray-. Ya comprarás otras. Mantente alejada de allí. Si vas al piso, te encontrarás con él.

– No si llegamos antes -dijo Laura-. Por eso no quiero perder tiempo llevándola al aeropuerto. Puede hacerlo en Louisville. No está tan lejos.

La cólera comenzó a subirme la temperatura del cuerpo.

– Otras tres horas de coche.

– No pienso parar -dijo Laura.

– ¿Quién te ha dado el mando?

– ¿Quién te lo ha dado a ti?

– ¡Señoras, ya está bien! Me vais a poner enfermo de los nervios. Tenemos que enfrentarnos a Gilbert. Yo ya tengo bastante. -Ray se volvió hacia mí con actitud comprensiva-. Tengo una idea. Sé que tienes muchas ganas de volver a tu casa, pero unas horas de retraso no creo que tengan importancia. Vente a Louisville con nosotros. Te llevaremos a casa de mi madre y allí estarás segura. Te darás una ducha caliente y mi madre te lavará la ropa. -Miró a Laura-. Ven tú también. Le alegrará verte, en serio. ¿Cuánto hace que no ves a tu abuela?

– Cinco o seis años.

– Pues claro. Seguro que se acuerda de ti con cariño -dijo Ray-. Nos preparará una buena comida casera y luego te llevaremos al aeropuerto. Te pagaremos el pasaje.

Laura apartó los ojos de la carretera.

– ¿Se lo pagaremos? ¿Desde cuándo?

– Vamos. Nosotros la hemos metido en esto. Chester no le dará ni un dólar, de modo que está sin blanca. ¿Qué nos cuesta? Es lo menos que podemos hacer.

– Eres muy generoso con un dinero que no tienes -observó Laura.

La sonrisa de Ray se alteró. Incluso desde atrás me di cuenta de que le cambiaba el ánimo.

– ¿Insinúas que no tengo derecho a lo que hay ahí? -dijo, señalando la barriga de Laura.

– Pues claro que tienes derecho. No me refería a eso, sino a que esto nos está costando ya un riñón -dijo Laura.

– ¿Y?

– Que podrías preguntarme primero. También yo tengo parte en esto. Lo último que dijiste fue que me ibas a dar los ocho mil.

– Los rechazaste.

– ¡No los rechacé!

– Lo hiciste estando yo delante -dije, prácticamente sacándole la lengua.

– ¿Quieres decirle que no se meta en nuestros asuntos? Esto no tiene nada que ver contigo, Kinsey, de modo que ocúpate de tus cosas.

Me subió a la boca una burbuja de risa.

– Sé deportiva. Yo lo encuentro divertido. Soy la hija adoptiva. Esto es «dinámica de familia», ¿no se llama así? Había leído algo sobre esto, pero hasta ahora no lo había vivido en directo. La rivalidad de «los hermanos» es una bagatela.

– ¿Qué sabes tú de la familia?

– Nada en absoluto. Y ahí está la cuestión. Ahora que los he cogido el tranquillo, me gustan estas peleas.

– ¿Es verdad? -dijo Ray-. ¿No tienes familia?

– Tengo parientes, pero ninguno cercano. Unas primas en Lompoc, pero nada cotidiano donde la gente se cabrea y se fastidia entre sí, y todos se hacen perrerías.

– Yo he vivido muchos años sin familia. Es lo que más siento -dijo Ray-. Bueno, ¿te vienes a Louisville o no? Te devolveremos a tu casa. Te lo juro.

Me vuelvo idiota cuando me lo piden con amabilidad, sobre todo si es un padre honorario que olía tan bien.

– De acuerdo. ¿Por qué no? Tu madre tiene que ser increíble.

– Es lo que yo digo.

– ¿Cuánto hace que no la ves?

– Diecisiete años. Estaba en libertad condicional, pero no tardaron en pillarme haciendo un trabajito. Nunca fue a verme a la cárcel. Creo que no quería afrontarlo.

Firmado el acuerdo, seguimos el camino en paz. Llegamos a Nashville a las diez y media y con un hambre de lobo. Laura distinguió los arcos dorados de un McDonald's en la avenida Briley. Tomó la salida siguiente. En cuanto estacionamos el coche en el aparcamiento, metió la mano bajo el chaquetón y retiró una modesta suma del Banco Nacional del Ombligo. Puesto que mi cara era la única que no había recibido golpes últimamente, se me eligió para entrar en el establecimiento y adquirir la comida. Para asegurar la variedad del menú, me llevé un surtido de hamburguesas, Big Mac y Súper con Queso. Me llevé además dos envases de patatas fritas, aros de cebolla y Coca-Colas suficientes para hacernos mear cada veinte minutos. Me llevé también tres cajas de galletas de animales, con estilizadas asas de cuerda, para los niños obedientes que no dejaban nada en el plato. Para demostrar nuestra educación, comimos con el coche estacionado al fondo del aparcamiento e hicimos una visita a los lavabos antes de reanudar el trayecto. Esta vez condujo Ray, Laura se pasó al asiento del copiloto y yo me estiré en el trasero para dar una cabezada.

Cuando desperté, Ray y Laura hablaban en voz baja. El murmullo me hizo recordar los viajes en coche de mi infancia, mis padres en el asiento delantero haciendo comentarios intrascendentes. Probablemente fue así como aprendí a escuchar a escondidas. Mantuve los ojos cerrados y presté atención a lo que hablaban.

– Ya sé que no he sido un buen padre -decía Ray-, pero déjame intentarlo.

– Ya tengo un padre. Paul se ha comportado como un padre conmigo.

– Olvídalo. Ese tipo es un mierda. Tú misma lo has dicho.

– ¿Cuándo?

– Anoche, en el coche, mientras hablabas con Kinsey. Dijiste que cuando creciste se volvió dominante.

– Por eso mismo. Ya he tenido un padre. ¿Para qué quiero otro?

– Llámalo relación. Quiero ser parte de tu vida.

– ¿Para qué?

– ¿Para qué? ¿Qué clase de pregunta es ésa? Eres mi única hija. Somos de la misma sangre.

– La misma sangre. Tonterías.

– ¿De cuántas personas puedes decir lo mismo?

– De pocas, por suerte -dijo Laura con mordacidad.

– Olvídalo y ve a tu aire. No quiero imponerte mi existencia. Haz lo que te plazca.

– No tienes por qué ofenderte. No es nada personal -dijo Laura-. Son cosas de la vida. Seamos sinceros. Lo único que me han dado los hombres es sufrimiento.

– Te agradezco el voto de confianza.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «L de ley»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «L de ley» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sue Grafton - T de trampa
Sue Grafton
Sue Grafton - U Is For Undertow
Sue Grafton
Sue Grafton - I de Inocente
Sue Grafton
Sue Grafton - H is for Homicide
Sue Grafton
Sue Grafton - P is for Peril
Sue Grafton
Sue Grafton - O Is For Outlaw
Sue Grafton
libcat.ru: книга без обложки
Sue Grafton
Sue Grafton - F is For Fugitive
Sue Grafton
Sue Grafton - E Is for Evidence
Sue Grafton
Sue Grafton - K Is For Killer
Sue Grafton
Sue Grafton - Z Jak Zwłoki
Sue Grafton
Sue Grafton - S is for Silence
Sue Grafton
Отзывы о книге «L de ley»

Обсуждение, отзывы о книге «L de ley» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x