Minette Walters - La Casa De Hielo

Здесь есть возможность читать онлайн «Minette Walters - La Casa De Hielo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Casa De Hielo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Casa De Hielo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el antiguo depósito de hielo de Streech Grange ha aparecido el cadáver, desnudo y tan deteriorado que se hace imposible su identificación, de un hombre. El jefe de la policía local. Walsh. considera que se trata del cuerpo de David Maybury, desaparecido diez años atrás. Walsh, entonces, había culpado a la esposa de aquél, Phoebe. de la desaparición (y posible asesinato) de Maybury, pero no había encontrado pruebas y tuvo que dar el caso por cerrado.
Walsh, ahora, ve de nuevo la ocasión de lanzarse sobre Phoepe: la odia, se dice que porque le rechazo, hasta el punto de que no puede distinguir lo personal de lo profesional. Solo su subordinado, el sargento McLoughlin, intenta introducir ecuanimidad en una investigación que había de deparar muchas sorpresas
La casa del hielo es una novela de intriga en un ambiente de tensión, cerrado, claustrofóbico. Una obra singular, apasionante… y dentro de la mejor tradición inglesa del género.

La Casa De Hielo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Casa De Hielo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Bien. Lizzie convenció a su jefe para que le diera la noche libre y así poder encontrarse conmigo en el hospital. Me he saltado las clases de la tarde. Ya estábamos en la M 3 a mediodía. Aún no hemos comido -añadió como ocurrencia tardía.

Diana se levantó.

– Os traeré algo.

– Todavía no -dijo Elizabeth, cogiendo su mano y tirando de ella para que volviera al sofá-. Nos da lo mismo esperar unos minutos más. Decidnos qué ha pasado. Hablamos un momento con Molly en la cocina, pero no nos prodigó toda clase de detalles. ¿Sabe la policía de quién es el cadáver? ¿Han dicho algo de cómo ocurrió? -Hizo las preguntas bruscamente, insensible a los sentimientos, con los ojos muy brillantes.

Sus preguntas se recibieron con sorprendido silencio. En veinticuatro horas, las mujeres se habían adaptado a una atmósfera de sospecha inconscientemente. Una pregunta debe pensarse; las respuestas, reflexionarse con cuidado.

Como se podía prever, fue Anne quien rompió el silencio.

– Es bastante espantoso, ¿no? La opinión de uno se deteriora -tiró la ceniza del cigarrillo en la chimenea-. Imaginaos cómo debe ser un estado policial. Uno no se atrevería a confiar en nadie.

Diana le lanzó una mirada agradecida.

– Explícaselo tú. Yo no estoy entrenada para este tipo de cosas. Mi fuerte es contar con gracia anécdotas divertidas. Cuando esto se acabe, yo lo puliré, exageraré los detalles más interesantes y les daré a todos algo para que se rían durante la cena. Pero ahora no -negó con la cabeza-. De momento, no es muy divertido.

– Oh, no sé -dijo Phoebe de modo inesperado-. Me reí un montón esta mañana cuando Molly pilló al sargento McLoughlin en el armario de abajo. Lo persiguió con una escoba. El pobre hombre parecía absolutamente aterrorizado. Por lo visto, estaba intentando encontrar el meadero.-Elizabeth se rió nerviosa y tontamente.

– ¿Cómo te parece que está?

– Desconcertado -dijo secamente Anne, cogiendo las puntas del cuello de su camisa y sosteniéndolas juntas-. Ahora, Lizzie, ¿qué es lo que preguntaste? ¿Si saben de quién es el cadáver? No. ¿Han dicho algo de cómo pasó? No -se inclinó y sostuvo los dedos en el aire para marcar las cuestiones-. La situación, que sepamos, es ésta -lenta y claramente repasó los detalles del descubrimiento del cadáver, su traslado, el examen de la policía de la casa del hielo y de los jardines, y de sus interrogatorios posteriores-. El siguiente paso, creo, será una orden de registro -se volvió hacia Phoebe-. Sería lógico. Querrán registrar la casa a fondo.

– La verdad es que no entiendo por qué no lo hicieron ayer por la noche.

Anne frunció el ceño.

– Me he estado preguntando eso, pero sospecho que esperaban los resultados de la autopsia. Querrán saber lo que están buscando. En algunos aspectos, eso es peor.

Jonathan se dirigió a su madre.

– Dijiste por teléfono que querían interrogarnos a nosotros. ¿Sobre qué?

Phoebe se quitó las gafas y las limpió con el dobladillo de su camisa.

– Quieren saber los nombres de cualquiera a quien le enseñarais la casa del hielo.

Levantó los ojos para mirarlo y él se preguntó, no por primera vez, por qué llevaba gafas. Sin ellas, era hermosa; con ellas, corriente. Una vez, cuando era niño, miró a través de ellas. Fue como una especie de traición descubrir que las lentes eran cristal transparente.

– ¿Y qué hay de Jane? -dijo inmediatamente-. ¿También van a interrogarla a ella?

– Sí.

– No debes dejarles -dijo con urgencia.

Su madre le cogió la mano y la sostuvo entre las suyas.

– No creemos que sea posible detenerlos, cariño, y si lo intentamos, puede que lo empeoremos. Vendrá a casa mañana. Anne dice que debemos confiar en ella.

Jonathan, enojado, se levantó.

– Estás loca, Anne. Se destruirá a sí misma y a mamá.

Anne se encogió de hombros.

– Tenemos muy pocas opciones, Johnny -deliberadamente utilizó su diminutivo de la infancia-. Sugiero que tengas más fe en tu hermana y ojalá todo salga bien. Francamente, es una mierda todo lo demás que podemos hacer.

Capítulo 11

Gota a gota, a medida que se conseguían comunicar los mensajes, los hombres de Walsh se reunieron en la explanada de hierba que se extendía delante de la casa del hielo para presentar sus informes. El día había llegado a su punto más álgido de calor y los compañeros se quitaban las chaquetas, agradecidos, y se sentaban o se reclinaban en el suelo como padres de familia en la playa. McLoughlin, echado ahora sobre su estómago, miraba con la frente arrugada a una distancia intermedia, como un padre nervioso con alejados hijos revoltosos. El sargento Robinson, inconsciente de las necesidades ajenas pero no de las propias, se zampaba unos enormes bocadillos felizmente y daba a todo el aire falso de una comida campestre improvisada. En último plano, las zarzas, que una vez habían adornado como una magnífica cortina verde, segregaban su savia silenciosamente a través de los tallos rotos y se ponían morenas al sol.

Walsh sacó su pañuelo y se secó el sudor de la frente.

– Vamos a ver qué tiene entonces -gruñó en el silencio contenido como si ya hubiese hecho la sugerencia una vez y se hubiese ignorado. Estaba sentado con las piernas estiradas y separadas y con un cuaderno en el suelo situado entre las rodillas. Volvió una página para encontrar otra en blanco.

– Los zapatos -dijo, escribiendo una nota en lápiz y luego dando un golpecito a los zapatos marrones que estaban en la bolsa junto a él-. ¿Quién fue a la casa?

– Yo, señor -dijo uno del grupo de búsqueda de Jones-. Fred Phillips calza el número diez y sus pies son casi tan anchos como largos. Se sacó las botas para enseñármelos -se rió al recordarlo-. No sólo es corpulento como un elefante, además sus pies hacen juego -atrajo la mirada de Walsh y miró apresuradamente los zapatos en el interior de la bolsa. Negó con la cabeza-. Ninguna posibilidad. Incluso dudo que ni siquiera pudiera meter los dedos de los pies en ésos. Jonathan Maybury calza el número nueve -miró para arriba-. A propósito, él y la hija de la señora Goode han llegado, señor. Ahora están con sus madres.

Walsh pronunció un murmullo de agradecimiento mientras apuntaba los números de los zapatos.

– Bien, Robinson, ¿qué tiene usted?

El detective sargento Robinson se atiborró la boca con el último bocadillo y sacó su bloc.

– Un ascenso -murmuró al respirar, dirigiéndose al hombre que estaba sentado a su lado.

– ¿Qué es eso? -exigió fríamente Walsh.

– Lo siento, señor, gases -contestó Robinson, hojeando las páginas-. Di con una mina de información, señor. Lo escribiré todo en mi informe, pero lo más importante es esto: uno, este bosque lo utilizan con regularidad las parejas enamoradas del lugar y, por lo visto, ha sido así durante años; dos, David Maybury hizo imprimir cien copias de un folleto con una historia resumida del lugar, que mostraba un mapa de los jardines -echó una mirada a Walsh-. Quería atraer a los turistas -explicó- y dio folletos a cualquier persona del pueblo que pudiese distribuirlos.

– Maldita sea -dijo con sentimiento el inspector jefe-. ¿Tiene una copia?

– Todavía no. Fue el dueño del pub quien me lo dijo y está buscando sus copias. Si las encuentra, me telefoneará.

– ¿Alguna cosa más?

– Hágame el favor, señor, apenas he comenzado -dijo lastimeramente Nick Robinson-. Pregunté acerca de desconocidos. Muchas personas recuerdan haber visto un viejo vagabundo andando por el pueblo hace unos dos, tres meses, pero no pude obtener una fecha exacta de cuándo fue visto. Tenía dinero, puesto que se tomó un par de cervezas en el pub.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Casa De Hielo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Casa De Hielo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


N. Walters - Howl of the Wolf
N. Walters
Minette Walters - Der Schrei des Hahns
Minette Walters
Minette Walters - The Ice House
Minette Walters
Minette Walters - Fox Evil
Minette Walters
Minette Walters - Donde Mueren Las Olas
Minette Walters
Minette Walters - Crimen en la granja
Minette Walters
Minette Walters - Las fuerzas del mal
Minette Walters
Minette Walters - La Escultora
Minette Walters
Minette Walters - The Devil's Feather
Minette Walters
Minette Walters - La Ley De La Calle
Minette Walters
Andrea Casals Hill - Futuro esplendor
Andrea Casals Hill
Отзывы о книге «La Casa De Hielo»

Обсуждение, отзывы о книге «La Casa De Hielo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x