John Connolly - Los hombres de la guadaña

Здесь есть возможность читать онлайн «John Connolly - Los hombres de la guadaña» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los hombres de la guadaña: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los hombres de la guadaña»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando parecía que la vida de Louis y Angel, los amigos del ex policía Charlie Parker, había alcanzado cierta paz y estabilidad, surgen de pronto sombras de su turbio pasado deseosas de saldar cuentas pendientes. No cabe duda de que alguien quiere atentar contra sus vidas. Y, en esta ocasión, prefieren dejar al margen a Parker, que ha perdido su licencia de investigador privado y el permiso de armas y se gana la vida de camarero en un bar. A Louis no le queda más remedio que volver a ponerse en contacto con su viejo mentor, el enigmático Gabriel… A los quince años, Louis estaba al borde del abismo: había vengado la muerte de su madre y, acusado de asesinato, se encontraba en pleno interrogatorio cuando apareció Gabriel y le ofreció una vía de escape: formar parte de los temibles Hombres de la Guadaña. Ahora, Louis tendrá que librar junto a Angel una encarnizada lucha a vida o muerte.

Los hombres de la guadaña — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los hombres de la guadaña», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

As í pues, Gabriel observ ó a Louis a trav é s del cristal, y el chico fij ó la mirada en é l. Pasaron cinco minutos as í , y al final Gabriel asinti ó , aparentemente satisfecho. A continuaci ó n, se puso en pie y sali ó de la sala para enfrentarse al asesino de quince a ñ os.

Como cualquier buen jefe, Gabriel, a su manera, apreciaba a los suyos, pese a que estaba dispuesto en todo momento a sacrificarlos si surg í a la necesidad. En los a ñ os posteriores, Louis cumpli ó , incluso super ó , las expectativas de Gabriel, salvo en un aspecto: se neg ó a matar a mujeres por orden de Gabriel. Era, supuso Gabriel, un legado de su educaci ó n, y Gabriel condescendi ó , porque ciertamente apreciaba a Louis. Se convirti ó en un hijo para é l, y Gabriel, a su vez, se convirti ó en su padre.

Gabriel entr ó en la sala de interrogatorios y tom ó asiento frente a Louis al otro lado de la mesa. La sala ol í a a transpiraci ó n y otras cosas m á s desagradables, pero Gabriel hizo como si no lo notara. Al chico le resplandec í a el rostro por el sudor.

Gabriel desenchuf ó la grabadora de la toma y apoy ó las manos en la mesa.

– Me llamo Gabriel -se present ó -, y t ú , seg ú n creo, eres Louis.

Sin contestar, el chico se limit ó a observar al hombre, esperando a ver qu é ven í a a continuaci ó n.

– Por cierto, puedes marcharte -dijo Gabriel-. No se te acusar á de ning ú n delito.

Esta vez el chico s í reaccion ó . Abri ó un poco la boca y levant ó las cejas visiblemente. Mir ó la puerta.

– S í , puedes salir de aqu í ahora mismo, si es lo que quieres -continu ó Gabriel-. Nadie intentar á detenerte. Tu abuela te espera ah í fuera. Te llevar á a vuestra peque ñ a caba ñ a. Podr á s dormir en tu propia cama y estar entre los objetos que te son familiares. Ser á todo igual que antes.

Sonri ó . El chico no se hab í a movido.

¿ O no te lo crees?

¿ Qu é quiere? -pregunt ó Louis.

¿ Qu é quiero? Quiero ayudarte. Creo que eres un muchacho muy poco com ú n. Incluso me atrever í a a decir que tienes talento, aunque es un talento que tal vez no se valore en c í rculos como é stos.

Abarc ó con un suave gesto de la mano derecha la sala de interrogatorios, la comisar í a, Wooster, la ley…

– Puedo ayudarte a encontrar un lugar en el mundo. A cambio, tus aptitudes estar í an mejor aprovechadas que en este pueblo. Ver á s, si te quedas aqu í , tarde o temprano dar á s un paso en falso. Te desafiar á n, te amenazar á n. Esa amenaza puede venir de la polic í a o de otros. T ú responder á s a ella, pero ahora ya te conocen. No saldr á s impune por segunda vez, y morir á s.

– No s é de qu é me est á hablando.

Gabriel blandi ó un dedo en direcci ó n a é l, pero no era un gesto de desaprobaci ó n.

– Muy bien, muy bien -dijo. Ri ó entre dientes y luego dej ó que el sonido se desvaneciera en el silencio antes de volver a hablar-. Perm í teme que te explique lo que pasar á a partir de ahora. Deber ten í a amigos, o quiz á « conocidos » ser í a una manera m á s exacta de describirlos. Son hombres como é l, y peores. No pueden consentir que su muerte pase inadvertida. Da ñ ar í a su propia reputaci ó n e indicar í a un grado de debilidad que podr í a volverlos vulnerables al ataque de otros. A estas alturas ya se habr á n enterado de que te han interrogado por su asesinato, y ellos no ser á n tan esc é pticos como la polic í a del estado. Si vuelves a tu casa, te encontrar á n y te matar á n. Quiz á , de paso, hagan da ñ o a las mujeres que comparten la casa contigo. Incluso si huyes, ir á n a por ti.

¿ Ya usted por qu é habr í a de importarle?

¿ Importarme? No, no me importa. Puedo marcharme de aqu í , y abandonaros a tu familia y a ti a vuestra suerte, y no lo lamentar é en absoluto.

O bien puedes escuchar mi ofrecimiento, y tal vez redunde en beneficio mutuo. Tu problema es que no me conoces, y por lo tanto no puedes confiar en m í . Me hago cargo de tu delicada situaci ó n. Soy consciente de que necesitas tiempo para pensar en mi propuesta…

– No s é cu á l es su propuesta -repuso Louis-. No me la ha dicho.

Este chico es casi gracioso, pens ó Gabriel. Para quince a ñ os, tiene una cabeza muy madura.

– Ofrezco disciplina, formaci ó n. Te ofrezco una manera de canalizar tu ira, de usar tu talento.

¿ Protecci ó n?

– Puedo ayudarte a protegerte.

¿ Y a mi familia?

– Corren peligro s ó lo mientras t ú sigas aqu í , y s ó lo si saben d ó nde est á s.

– Entonces, ¿ puedo irme con usted, o puedo marcharme de aqu í ?

– Exacto.

Louis apret ó los labios, pensativo.

– Gracias por su tiempo, se ñ or -dijo, transcurrido un momento-. Me voy ya.

Gabriel asinti ó . Se llev ó la mano al bolsillo de la chaqueta y sac ó un sobre. Se lo entreg ó al chico. Tras una vacilaci ó n, Louis lo tom ó y lo abri ó . Intent ó disimular su reacci ó n al ver el contenido, pero la expresi ó n de sus ojos, muy abiertos, lo traicion ó .

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los hombres de la guadaña»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los hombres de la guadaña» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los hombres de la guadaña»

Обсуждение, отзывы о книге «Los hombres de la guadaña» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x