Ted Dekker - Tr3s

Здесь есть возможность читать онлайн «Ted Dekker - Tr3s» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tr3s: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tr3s»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«Dekker entrega otra novela absorbente… que con genialidad lleva al lector por un viaje lleno de conspiraciones inesperadas… un fascinador relato de gatos y ratones… una mezcla casi perfecta de suspenso, misterio y horror». – Publishers Weekly
«¡Tr3s es una extraña historia llena de suspenso e imposible de dejar! Dekker supera a los maestros del género de suspenso con una trama tan absorbente, tan eficaz, tan llena de vueltas y giros inesperados, que mantiene en vilo a los lectores hasta las últimas páginas». – BOB LIPARULO Revista New Man
«Bueno, bueno, bueno, imaginen qué he descubierto. Un escritor de ficción con un raro talento especial para una historia fascinante, una mina efusiva de ideas ingeniosas, y una chispa exclusiva que me hace reír». – FRANK PERETTI Escritor de éxitos de librería como Esta patente oscuridad y El juramento
«Ted Dekker es a las claras uno de los escritores vivos más apasionantes de hoy. Crea tramas que mantienen el corazón palpitando y las palmas sudando aun después de haber terminado sus libros». – JEREMY REYNALDS Periodista sindicalizado
«Alguien preguntó hace poco si me interesaría leer al escritor más reciente de ciencia ficción en el mercado. Pregunté quién podría ser, esperando alguien al estilo de John Grisham o Stephen King. Más bien me presentaron a la nueva novela de Ted Dekker. Tenían razón… ¡Ted Dekker ha hecho que se vaya el sueño las tres últimas noches! Dekker es asombroso. Leeré todo lo que escriba». – TOM NEWMAN
Productor cinematográfico y fundador de Impact Productions
«Ted Dekker es el escritor más apasionante que he leído en mucho tiempo. Extraordinaria lectura… poderosas reflexiones. ¡Bravo!» – TED BAEHR Presidente de la revista MOVIEGUIDE®
«Ted es un gran tejedor de historias verosímiles pero matizadas con el misterio de lo oculto». – TIM WAY Ex encargado de la compra de libros, Family Christian Stores
«Dekker es un puntal emergente entre los escritores de ficción… es una narración emocionante que capta su atención inmediatamente y es casi imposible dejarla». – LARRY J. LEECH II Minorista cristiano
«[… está] soberbiamente escrito y es profundamente cautivador». – Mercado CBA
«…absorbente, repleto de acción, suspenso y aventura». – Revista Lifewise
«[… es] en realidad absorbente… se leen escenas como las mejores de David Morrell… su descripción es terriblemente precisa». – Bibliografía
***
Imagina que al contestar tu celular, escuchas una voz misteriosa que te da tres minutos para confesar tus pecados. Si no lo haces, va a hacer volar en pedazos el automovil que estas manejando. Asi empieza una pesadilla que se va desarrollando con consecuencias cada vez mas graves. Una novela imponente que trata de lo bueno, lo malo y todo lo que hay entre ambos, Tr3s es una historia de suspenso psicologico que arranca a plena velocidad y tiene al lector desbalanceado con curiosidad hasta la ultima pagina.

Tr3s — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tr3s», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Siete minutos. Iban a lograrlo. Pensó en la pistola en el auto. Entrar corriendo a la biblioteca agitando una pistola no le reportaría más que la confiscación de su duramente ganado premio. Solamente le quedaban tres balas. Una para la barriga, otra para el corazón y otra para la cabeza de Slater. Pum , pum , pum. Te voy a meter una bala en tu asqueroso coraz ó n , mentiroso saco de carne agusanada. A esto pueden jugar dos , peque ñ o. Escogiste el muchacho equivocado para fastidiarlo. Una vez te hice sangrar la nariz ; esta vez te voy a hundir. A dos metros bajo tierra , donde viven los gusanos. Me produces n á useas , n á useas…

Kevin vio el sedán blanco en la intersección delantera en el último minuto posible. Echó su peso hacia atrás en el asiento y presionó el pedal del freno hasta el piso. Las llantas chirriaron, su auto se deslizó a los lados, por poco le pega a las luces traseras de un antiguo Chevy, y se enderezó milagrosamente. Con las manos blancas en el volante, presionó el acelerador y salió a toda velocidad. Jennifer lo seguía.

¡Concéntrate! Ahora nada podía hacer con relación a Slater. Debía llegar entero a la biblioteca. Es interesante lo amargado que se puede volver un hombre en el espacio de tres días. ¿ Te voy a meter una bala en tu asqueroso coraz ó n , mentiroso saco de carne agusanada? ¿Qué era eso?

En cuanto Kevin vio el frontal arqueado de vidrio de la Biblioteca Augustine Memorial supo que habían fallado los intentos de Jennifer de despejar el lugar. Un estudiante asiático caminaba sin ninguna prisa por las puertas dobles, ensimismado. Tenían entre tres y cuatro minutos. Quizás.

Kevin puso la palanca de cambios en modo de estacionamiento mientras el auto aún estaba rodando. El vehículo se sacudió y se detuvo. Salió y corrió hacia las puertas del frente. Jennifer ya le pisaba los talones.

¡Tranquilo, Kevin! Tenemos tiempo. Simplemente sácalos tan rápido como sea posible. ¿Me oyes?

Él disminuyó la carrera. Ella se puso a su lado, y luego tomó la delantera.

– ¿Cuántas aulas hay? -preguntó Jennifer.

– Algunas en la segunda planta. Hay un sótano.

– ¿Sistema de comunicación interna?

– Sí.

– Bien, muéstrame dónde queda la oficina. Yo haré el anuncio; tú desalojas el sótano.

Kevin señaló la oficina, corrió a las escaleras y las bajó de dos en dos. ¿Cuánto tiempo? ¿Tres minutos?

– ¡Salgan! ¡Salga todo el mundo!

Corrió por el pasillo, entró al primer salón.

– ¡Salgan! ¡Salgan ahora!

– ¿Qué pasa, compañero? -preguntó indolentemente un hombre de mediana edad.

– Hay una bomba en el edificio -contestó Kevin sin poder pensar cómo decírselo de alguna manera que no hiciera cundir el pánico.

El sujeto lo miró por un segundo, luego se puso de pie como un relámpago.

– ¡Despejen el pasillo! -gritó Kevin, partiendo para el próximo salón-. ¡Salgan todos!

La voz de Jennifer se oyó por el sistema de comunicación interna, tensa.

– Les habla el FBI. Tenemos motivos para sospechar que podría haber una bomba en la biblioteca. Desalojen el edificio con calma, inmediatamente.

Ella repitió el mensaje, pero por todo el sótano resonaron gritos que apagaban su voz.

Pies que retumbaban; voces que gritaban; pánico declarado. Tal vez lo menos malo. No tenían tiempo para poner orden.

A Kevin le tomó todo un minuto, tal vez dos, cerciorarse de que el sótano estaba despejado. Comprendió que se estaba poniendo en peligro, pero esta era su biblioteca, su instituto, su culpa. Apretó los dientes, corrió hacia las escaleras, y estaba en la mitad cuando recordó el salón de suministros. Improbable que hubiera nadie allí. A menos…

Se detuvo a cuatro peldaños de lo alto. Carl. Al conserje le gustaba escuchar música con audífonos mientras trabajaba. Le gustaba bromear acerca de que había más de una forma de llenar la mente. Aseguraba que le parecían bien los libros, pero que la música era la expresión más alta de cultura. Solía descansar en el cuarto de suministros.

Se acaba el tiempo , Kevin.

Dio media vuelta y bajó corriendo. El clóset de suministros estaba a su derecha, en la parte trasera. Ahora el edificio estaba en silencio a no ser por los pasos apremiantes de sus pies. ¿Cómo sería quedar atrapado en una explosión? ¿Y dónde habría plantado Slater las cargas?

Kevin abrió la puerta de un golpe.

– ¡Carl!

El conserje estaba al lado de un montón de cajas con las palabras Libros Nuevos escritas en hojas rosadas de papel.

– ¡Carl! ¡Gracias Dios!

Carl le sonrió mientras asentía con la cabeza a cualquier música que entrara a sus oídos. Kevin corrió hacia él y le quitó los audífonos.

– ¡Sal de aquí! Han desalojado el edificio. ¡Rápido, hombre! ¡De prisa!

Los ojos del hombre se abrieron de par en par.

Kevin lo agarró de la mano y lo jaló hacia la puerta.

– ¡Corre! Ya salió todo el mundo.

– ¿Qué pasa?

– ¡Tú corre!

Carl corrió.

Dos minutos. A su derecha había otro clóset más pequeño… con material de oficina para la administración, según le dijo una vez Carl. Vacío casi todo el tiempo. Kevin saltó hacia el clóset y abrió bruscamente la puerta.

¿Cuántos explosivos se necesitaban para hacer volar por los aires un edificio de este tamaño? Kevin estaba mirando la respuesta. Cables negros sobresalían de cinco cajas de zapatos y se unían en un artefacto que parecía el interior de un radio de transistores. La bomba de Slater.

– ¡Jennifer! -gritó Kevin; giró hacia la puerta y volvió a gritar, a voz en cuello-. ¡Jennifer!

Su voz volvió a resonar. El edificio estaba vacío. Kevin se pasó las manos por el cabello. ¿Podría sacar esto? Volaría allí. Allí es donde están las personas. ¡Tienes que desactivarla! ¿Pero cómo? Extendió el brazo hacia los cables, hizo una pausa, y lo echó atrás.

Tirar de los cables probablemente la detonaría, ¿o no?

Vas a morir , Kevin. Podría pasar en cualquier segundo. El podría detonarla antes.

– ¡Kevin! -gritó Jennifer escaleras abajo-. Kevin, por el amor de Dios, ¡contéstame! ¡Sal!

El salió corriendo del cuarto de suministros a toda velocidad. Lo había visto un centenar de veces en las películas: la explosión detrás, las llamaradas, el salto del héroe rodando hacia la libertad apenas fuera del alcance de la onda expansiva.

Pero esto no era una película. Esto era real, esto era ahora, y este era él.

– Kevin…

– ¡Vete! -gritó él-. ¡Aquí está la bomba!

Subió de un salto los cuatro primeros peldaños, y su impulso lo llevó a lo alto en otros dos.

Jennifer estaba en la puerta, manteniéndola abierta, pálida.

– ¿Qué estás pensando? -ella lo agitó bruscamente-. Pudo explotar antes. ¡Vas a hacer que los dos muramos!

Él se lanzó corriendo hacia el estacionamiento. Jennifer le siguió el ritmo.

A cien metros había un enorme arco de espectadores, viéndolos correr.

– ¡Atrás! -gritó ella, corriendo hacia ellos-. ¡Más atrás! ¡Atr…!

Un profundo y horrible soplido la interrumpió. Luego una explosión más fuerte y repentina, y el estallido de cristales saltando en pedazos. La tierra se estremeció.

Jennifer agarró a Kevin por la cintura y lo lanzó a tierra. Cayeron juntos y rodaron. Ella puso los brazos sobre la cabeza de él.

– ¡No te levantes!

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tr3s»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tr3s» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Ted Dekker - Outlaw
Ted Dekker
Ted Dekker - Sanctuary
Ted Dekker
Ted Dekker - Mortal
Ted Dekker
Ted Dekker - Verde
Ted Dekker
Ted Dekker - Rojo
Ted Dekker
Ted Dekker - Negro
Ted Dekker
Ted Dekker - Blanco
Ted Dekker
Tom Dekker - Clockwork
Tom Dekker
Tom Dekker - Terapolis
Tom Dekker
Tom Dekker - Diesel
Tom Dekker
Отзывы о книге «Tr3s»

Обсуждение, отзывы о книге «Tr3s» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x