• Пожаловаться

Guillermo Orsi: Sueños de perro

Здесь есть возможность читать онлайн «Guillermo Orsi: Sueños de perro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Guillermo Orsi Sueños de perro

Sueños de perro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sueños de perro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando Sebastián Mareco se entera por televisión de que en un inquilinato de mala muerte han asesinado a un viejo amigo, la tentación de olvidar inmediatamente la noticia tiene los sólidos fundamentos del sentido común y el instinto de supervivencia. El Chivo Robirosa nunca fue un inocente, aunque licuadas en el tercer o cuarto whisky de la madrugada las entrañables imágenes del pasado acarician la memoria de Mareco. La tentación de volver a quien no hace tanto tiempo triunfó en Italia corriendo detrás de una absurda pelota ovalada, de abrazarse por lo menos a su cadáver, regresa mezclada con otros recuerdos y otras nostalgias bastante más inquietantes que la sencilla y alguna vez profunda amistad que los unió. Por la vida de El Chivo circularon todo tipo de personajes, desde los que le amaron hasta los que se aprovecharon de cada uno de sus gestos y que no encuentran divertido a ese amigo curioso que ha venido desde el pasado olvidado a remover historias que El Chivo se llevó a la tumba. Y aunque la investigación va volviéndose cada vez más peligrosa, para Mareco es, en el fondo, una forma de huir de la desesperanza y de enfrentarse al fin a sus propios fantasmas. Retrato despiadado de la última década de la Argentina, Sueños de perro traslada al lector a un Buenos Aires abatido pero todavía vivo y de la mano de un narrador que no se da nunca por vencido, le lleva a través de las calles de una ciudad donde los crímenes y los amores no tienen razón ni castigo.

Guillermo Orsi: другие книги автора


Кто написал Sueños de perro? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Sueños de perro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sueños de perro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Los minutos corrían como las fichas en el reloj del taxi que Hugo se había empecinado en conducir, para ganarse unos mangos cubriendo mi turno. Yo me había convertido en un pasajero sin destino cierto, resignado a pasearse por las calles de la ciudad infinita buscando rostros conocidos, señales de náufragos a los que nadie excepto yo daba por perdidos. Volver a mi departamento no parecía lo más inteligente, el matrimonio Fernández andaba suelto y en busca de su tercera mascota, y para colmo yo no podría conformarlos con esas ofrendas, no tengo animales que me esperen para mover la cola, ronronear o trinar cuando entro solo y cansado de dar vueltas a la calesita porteña.

Deduje que las visitas de la simpática pareja al loft de Gargano y al departamento de Charo habían sido modos de ir acercando el bochín para la carambola final, y que yo era entonces la tercera mascota, la que justificaba y cerraba el juego. Mi secuestro con apariencias de arresto y mi reaparición en un hospital público con patente de suicida recuperado, los habría alertado sobre la inconveniencia de ir directos al grano, por lo menos hasta que el grano hubiera sido examinado por los expertos del Ministerio del Interior y desechado por híbrido. Ahora, y con sólo dejar pasar unos días, yo estaría nuevamente a su entera disposición y podrían apretar la tecla delete con mi entera y magra biografía, se sabe que tarde o temprano los suicidas vuelven a las andadas.

Pero si la deliciosa pareja especializada en visitar casas de amigos ausentes no me encontraba pronto, quizás se tomaran revancha con Charo o con Gargano, o con ambos, si ya no lo habían hecho. Y eso, suponiendo que los pibes de Charo estuvieran a salvo, lo que tampoco me constaba. Tenía entonces que encontrar la manera de reunirme con los Fernández.

Y el modo más directo de lograrlo fue volver a mi departamento.

39

Era un 31 de enero, aniversario de casamiento de mis padres. Esto no parece agregar nada porque mis viejos ya no están para cuidar que el nene de cincuentisiete años no se meta en laberintos de los que después no puede salir. Pero cuando el tiempo apremia y las brújulas enloquecen porque nos internamos entre los campos magnéticos de la muerte, la infancia aparece como una isla brumosa y apacible en medio del mar negro, de la noche sin estrellas, de la tempestad que nos encierra en un círculo de baja presión como en una casa vacía donde nos van cerrando las puertas y tapiando las ventanas.

Pensé en ellos como en guardianes de un faro que todavía pudieran enviarme señales de afecto y protección desde la dichosa isla, entré en mi departamento esa noche y encendí la tele.

En un canal de cable por el que transmiten viejos programas de la televisión en blanco y negro, pasaban un teleteatro de éxito en la década del sesenta, La familia Falcón, una comedia moralizante al estilo yanqui pero con argentinos -Pedrito Quartucci, Elina Colomer y Roberto Escalada-, auspiciada por la misma marca y modelo del auto norteamericano que en la década siguiente usarían los chupadores de gente para llevarse a sus víctimas y despedazar sin misericordia a la familia unida, núcleo de nuestro ser nacional y del teleteatro en cuestión. «Juntitos, juntitos -decía la letra de la canción con que se abría y cerraba el programa-, unidos descubrieron lo hermoso que es vivir de una ilusión.» Ilusión rimaba con Falcón, que -sin acento- es el modelo del coche en el que pocos años después irían a llevarse «al hombre con su esposa, cuatro hijos y hasta un tío solterón». Bomborombón.

El tiempo pasa y el zorro pierde el pelo pero no las mañas, dicen en el campo. Los viejos viven de fantasmas, dice Huguito y le parece bárbaro que Gustavo se case con el zapatero porque es hincha de Vélez. Hoy el parque automotor se ha renovado y el fordfalcon es una pieza de museo, auto de pobres que pasean orondos a la patrona, la abuela, los ocho pibes y el perro, con el mismo desparpajo e inocencia que si salieran a dar la vuelta dominguera en una carroza fúnebre.

La noche iba a ser larga con tanta resaca. No es que me obsesione el pasado, habiendo tanta cosa linda en el presente, tanta flor y pajaritos revoloteando y amaneceres en el campo. Pero también el pasado anda dando vueltas por el aire, como las palomas del conventillo de Constitución espantadas por el tiro que acabó con el Chivo. Parece que nadie duerme tranquilo en la Argentina aunque todos digan yo no fui. La gente saca a pasear al perro sin darle tiempo a que encuentre un buen lugar para arquear el lomo, flexionar los cuartos traseros y cagar sin que lo apuren, soñando con los ojos abiertos en que la preciosa dálmata de la otra cuadra por fin le da bola. No, hay que volver rápido a casa, mirando atrás a cada paso, atentos a los ruidos y apartando, como a un chorro que viene a pegarnos un navajazo, al tipo que se acerca a pedir fuego o a preguntar dónde queda la calle Cochabamba.

Cambié de canal. Con los sesenta del cable y mis propias imágenes armé un zapping existencial, un videoclip con gente riendo, cogiendo y cayendo acribillada, con escenas de playa y explosiones con cuerpos despedazados y tipos muy circunspectos hablando del tiempo, la corriente del Niño, los fundamentalistas de Argelia degollando pobladores como gallinas, la crisis en los mercados asiáticos y los talibanes en Afganistán amenazando al camarógrafo de la CNN con sus fusiles franceses, americanos o rusos -a las armas argentinas ya nadie las quiere porque se disparan por la culata-. La noche se escurría como un vaso de whisky con hielo de la mano de un muerto.

Temí que no fueran a buscarme: ya habían ido antes, aunque no los mismos, claro, pero tal vez ahora se las arreglaran sin mí o habían perdido la curiosidad o esa compulsión por las visitas nocturnas que en todo el mundo tienen los fascistas. Afeitado y sin visitas me iba emborrachando, al otro día Huguito tenía exámenes y yo había quedado en cubrirle su turno sin descontarle un centavo, «no me hagas trampas, viejo, las leyes laborales protegen a los estudiantes: levantá pasajeros, no dejes de seña a la gente en las esquinas y tratalos bien, sonreíles por el espejito como si el mundo fuera todavía un lugar habitable», me había pedido el hijo adolescente que quince días antes salía de noche y dormía después jornada completa y horas extras.

Tapé la botella, apagué la tele y decidí que era hora de ir a la cama.

Pero al diablo no se lo convoca en vano, y cuando se lo llama, por lo general viene. Uno no puede hacer los conjuros, revolear los polvos, pronunciar las invocaciones y acostarse como si nada. Me acordé del Rabi, gurú a trasmano, viejo cabrón y embustero y encima sabio que me lo había advertido como si mi vida, de tanto mirar la tele, estuviera ya condensada en un video y él sólo la hubiera puesto a correr en la casetera.

Tocaron el timbre y casi en seguida golpearon a la puerta. Con alguna impaciencia pero con respeto, todavía.

– Ya voy -dije.

Pero no fui. Y empezaron a las patadas, «sabemos que estás ahí, Mareco, abrí, si no querés salir lastimado», dijo una voz de hombre, «no hay escaleras de incendio como en las películas», voz de mujer, «queremos charlar, tomar un trago». Les pedí que se fueran o llamaba a la policía y conseguí que el chiste les cambiara el humor: «este Pinocho», dijo el hombre. Cuando escuché que deslizaba una llave en la cerradura me prometí que a la portera, ese año, minga de propina. Una seca patada de karateca hizo volar limpio el pasador y en la puerta se recortó la silueta bifronte del matrimonio Fernández.

– ¿Quién de los dos sabe karate? -pregunté.

– No es karate, es kung-fu -aclaró Araca, sin jactancia.

40

No eran marido y mujer en el sentido estricto, sino dos pájaros promiscuos que debieron encontrarse en pleno vuelo migratorio y decidieron volver juntos a los sórdidos nidos del sur.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sueños de perro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sueños de perro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Nicholas Sparks: Fantasmas Del Pasado
Fantasmas Del Pasado
Nicholas Sparks
Harlan Coben: La promesa
La promesa
Harlan Coben
Jordi Sierra i Fabra: Sin tiempo para soñar
Sin tiempo para soñar
Jordi Sierra i Fabra
Joe Hill: Fantasmas
Fantasmas
Joe Hill
Robert Silverberg: La estrella de los gitanos
La estrella de los gitanos
Robert Silverberg
Отзывы о книге «Sueños de perro»

Обсуждение, отзывы о книге «Sueños de perro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.