Anthony Hyde - China Lake

Здесь есть возможность читать онлайн «Anthony Hyde - China Lake» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

China Lake: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «China Lake»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Jack Tannis es un veterano de la Guerra Fría, quien formó parte de una campaña para salvaguardar la tecnología militar de los Estados Unidos de aquellos que pretendían hacérsela llegar a sus enemigos, la Unión Soviética. David Harper, por otra parte, fue una vez identificado como el miembro vital de una tendenciosa conspiración que ambicionaba poner en aprietos a los Estados Unidos y a sus aliados. Aunque Tannis no estaba convencido de la culpabilidad de Harper, las pruebas eran difíciles de rebatir, por lo que Tannis mantuvo sus dudas para sí, y David Harper fue declarado traidor.
Décadas más tarde, Tannis se verá obligado a recordar el incidente cuando una misteriosa llamada, en nombre de Harper, le encamina hacia el Centro Naval de Armas en China Lake, donde descubrirá el cadáver de un refugiado político de la Alemania del Este, lo que le llevará a reabrir el caso Harper. Mientras tanto, David Harper, que anda forjándose una carrera como fotógrafo de la naturaleza, también tendrá que recordar el pasado de forma macabra, por lo que empezará a reconsiderar aquellas circunstancias que le llevaron a la desgracia.

China Lake — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «China Lake», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Había llegado tarde. Pero no le importó. Su misterioso interlocutor esperaría, no tendría más remedio, y quizás, en cualquier caso, Tannis había ya adivinado que el Hideaway era sólo el inicio del camino. De modo que se había tomado su tiempo en atravesar el desierto, limitándose a las carreteras secundarias, poco transitadas, o a lo que ni siquiera llegaba a ser carretera. Al llegar a cierto punto había girado a la derecha para alejarse de la autopista, recorriendo ochocientos metros sobre el duro terreno, y luego, de pie, imperturbable y con las manos en los bolsillos, subido a la cabina de su vieja camioneta Dodge, había comprobado la ruta que había dejado atrás. En el Hideaway, cuando llegó, se mostró igualmente cuidadoso, fijándose en los coches y las matrículas, puesto que se trataba de un lugar público. No quería sorpresas. Quizás en el fondo de su mente pensaba que quien le había llamado temía, por improbable que fuera, que su teléfono estuviera intervenido, de modo que, aunque nadie lo estuviera vigilando en ese momento, cada uno de sus movimientos tendría quizá que ser explicado, se convertiría tal vez en un asunto susceptible de investigación. «Según la cinta, quien le llamó le dijo que estuviera en el Hideaway a las nueve en punto, pero según la camarera…» Era una mujer alta y coja con un peinado ahuecado (manteniéndose fiel a Jackie [13], a su adolescencia), y no había modo alguno de que no lo reconociera, así que ni siquiera lo intentó. Encendió un Lucky con su Zippo y le dedicó la más amigable de sus sonrisas.

– Capitán Tannis… Me alegro de volver a verlo. Hacía mucho tiempo.

– Eso mismo estaba pensando yo.

Sin embargo, desde cualquier punto de vista, quería ser discreto. No intentaría ocultarse, pero tampoco deseaba hacerse notar. Si su comunicante estaba allí, no quería asustarlo y que se fuera. Y si todo se quedaba en nada, quería ser capaz de negarlo todo con un encogimiento de hombros («Llegué, vi, me comí un bistec… ¿qué más quieren que les diga?»). De modo que pidió lo de siempre, costilla de primera calidad (poco hecha), patatas asadas (con nata agria), ensalada revuelta (y aliño ranchero), Schlitz, y trató de mantenerse en un segundo plano, esperando que nadie más lo reconociera, se acercara a él y lo saludara. Luego, instintivamente, estuvo casi seguro de que el hombre no estaba allí, de que aquello era una especie de prueba, o de preparación. O quizá le estaban tomando el pelo. Sé algo que tú no sabes. ¿No lo adivinas? Harper. Sidewinder. Principios de los años sesenta. Le hacían retroceder a aquel tiempo, que casi se burlaba de él, pues la misma gente, cuando miró a su alrededor, podía haber estado sentada allí veinte años atrás. Tampoco el restaurante había cambiado gran cosa. Su decoración de un tono oscuro uniforme, el ambiente que recordaba vagamente al viejo Oeste, con mesas espesamente barnizadas y un mural ocupando toda una pared, en el que se representaba un tipo mexicano y un lema. Tannis pensó que Harper debió de estar allí y leerlo. «La mañana. El cálido sol absorbe el frío y la humedad. Mis ojos se abren lentamente. Hoy voy a beber un vaso de vino y a comerme una buena tortilla . Hoy voy a estar a gusto conmigo mismo y con los que entren en mi vida.» Cuando llegó la camarera, llevaba consigo una barrita de pan en una pequeña bandeja de madera, al estilo ranchero, y cuando mordió una rebanada (desde luego había leído a Proust), se preguntó si su sabor le recordaría el nombre de su comunicante, o al menos el rostro de Harper. Pero no se produjo la revelación, y se dio cuenta de que, tanto Harper como su hombre misterioso, podrían estar sentados en cualquiera de aquellas mesas contiguas sin que él lo supiera. No reconocía ninguno de los rostros presentes, y siendo viernes por la noche había un buen puñado donde escoger. Intentó adivinar. Un profesor del Cerro Coso College. Un ingeniero de McDonnell Douglas. Un inspector de autopistas. Un agente de la propiedad inmobiliaria pensando en comprar un terreno urbanizado. Muchas parejas. Pero también un numeroso grupo de la Marina que procedía sin duda de la base, tripulantes de aviones con sus gorras, un aviador naval con su cazadora y un par de civiles con traje y corbata. El nivel de ruido de la sala decayó súbitamente y todo el mundo pudo oír al aviador que decía: «Por supuesto, una esposa de la Marina es inconfundible, es la que siempre va vestida con ostentación.» Todos en la sala rieron, típico del Hideaway, que siempre había poseído la cómoda atmósfera confidencial de un lugar cuya clientela está compuesta en su mayor parte por los habituales. «Pero el que me ha llamado -concluyó Tannis- no será uno de ellos, de lo contrario yo lo conocería, y un extraño destacaría entre los demás.» Así que, lo mirara por donde lo mirara, todo indicaba que no estaba allí, y la investigación que no dejaba de imaginar tendría un espacio en blanco, como mucho el tipo de pista que supone tan sólo mucho trabajo y poco provecho:

– Así pues, ¿no estaba allí cuando usted llegó?

– Diría que no.

– Aun así no entró en el bar ni en la sala lateral. ¿Por qué?

– Intentaba que se confiara. No quería asustarlo y que se fuera. Según el plan, él tenía que abordarme.

– En cualquier caso no vio a nadie conocido.

– Hasta más tarde no. En el comedor no había nadie conocido.

Luego Howard Angell salió del bar.

– ¿Cuándo fue eso?

– Yo ya estaba comiendo, digamos que diez o quince minutos después. Iba con otra persona a la que yo no conocía.

– ¿Quién es Howard Angell?

– Era director de seguridad en Ford Aerospace. Quizá todavía lo es. Trabajamos juntos cuando establecimos los límites para el Sidewinder en la playa de Newport.

– ¿Y él le vio a usted?

No . Me hubiera saludado. Pero estaba allí. Pregúnteselo.

– ¿Podría haber sido Angell quien le llamó?

– En absoluto.

– Eso suena muy definitivo.

– La voz no era la suya. Sencillamente, la voz por teléfono no podía ser la suya, por mucho que se hubiera alterado. Además, no veo qué relación podría tener él con todo esto. No tendría el menor sentido.

– Muy bien. Pero cuando usted miraba a su alrededor, ¿no le pareció ver a nadie? Intente recordarlo. ¿Qué nombres acudieron a su mente?, ¿qué asociaciones?

Pero no acudieron. Miró a un centenar de rostros y no descubrió miedos, ni amenazas, ni secretos ocultos, ni cualquier otra cosa que se remontara quizás a muchos años atrás. Llegó su café. Lo bebió. Pidió más. Seguía sin ocurrir nada. Se levantó para ir al lavabo, dando así ocasión al hombre para que le dejara una nota sobre la mesa. En otro momento compró cigarrillos. No cabía la más mínima duda: Tannis le había dado todo tipo de facilidades.

– Así que, hacia las once…

– Y cuarto. Miré el reloj. Sabía que lo preguntarían…

– En cualquier caso, usted se figuró que no iba a aparecer.

– O que no sería en aquel lugar. Yo hice exactamente lo que me pidió.

No tan exactamente. Llegó tarde.

– ¡Qué demonios! Si quería verme, allí estaba. Eso no podía tener importancia. Pero imaginé que alguna otra cosa lo habría asustado. O tal vez se trataba únicamente de una prueba. En cualquier caso, no tenía sentido seguir allí, y no lo hice. Aquello había terminado.

Pero en realidad Tannis no creía que hubiera terminado.

Y sabía que eso, implícitamente, era una admisión de que el hombre, el que le había llamado, representaba algo serio, puesto que un aficionado quizá se hubiera dado a conocer en el interior del Hideaway, pero un profesional no. Un profesional habría comprendido exactamente los problemas que el Hideaway presentaba para él; hubiera percibido la vigilancia invisible, las preguntas inevitables. De modo que si su comunicante aparecía ahora significaba que… pero no podía significar nada… no tenía ni idea de lo que…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «China Lake»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «China Lake» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «China Lake»

Обсуждение, отзывы о книге «China Lake» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x