Harlan Coben - Alta tensión

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Alta tensión» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Alta tensión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Alta tensión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Myron Bolitar siempre ha soñado con la voluptuosa mujer fatal que acaba de entrar en su despacho para pedirle ayuda. Tiene unas curvas de locura, pero está embarazada de ocho meses, y eso pone fin a todas las posibles fantasías de Bolitar. La antigua estrella del tenis Suzze T y su marido, Lex, una estrella del rock, son clientes, y a lo largo de los años Myron ha negociado multitud de contratos para la preciosa pareja. Pero ahora Lex ha desaparecido y la muy embarazada Suzze llora, convencida de que los rumores colgados en la red poniendo en duda la paternidad del bebé hayan alejado al hombre que ella jura es el padre de su hijo.
“Harlan Coben es el maestro moderno del “agárrate y no te menees” desde la primera página, para dejarte completamente noqueado en la última.” Dan Brown

Alta tensión — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Alta tensión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Myron lo comprobó sin soltarle los brazos. Fishman decía la verdad. No había balas. Myron arrojó el arma al otro extremo de la habitación. Levantó el puño para descargar otro golpe. Pero ahora Fishman sollozaba, encogido y aterrorizado, de una manera extraña en una persona adulta. Myron se apartó de él, manteniendo la atención para protegerse de un posible ataque por sorpresa.

Fishman se acurrucó en posición fetal. Cerró los puños, los apretó contra sus ojos y continuó sollozando. Myron esperó.

– Lo siento mucho, tío -consiguió decir Fishman entre sollozos-. Soy un desastre. De verdad que lo siento, lo siento mucho.

– Me has apuntado con un arma.

– Soy un desastre -repitió él-. No lo entiende. Estoy tan jodido.

– ¿Joel?

Continuó sollozando.

– ¿Joel? -Myron deslizó por el suelo otra foto hacia él-. ¿Ves a la mujer de la foto?

Joel seguía tapándose los ojos. Myron adoptó un tono autoritario.

– Mira, Joel.

Fishman apartó las manos poco a poco. Su rostro estaba empapado en las lágrimas y, probablemente, mocos. Crush, el duro camello de Manhattan, se limpió la cara con la manga. Myron intentó esperar a que hablara, pero el tipo se limitó a mirar.

– Hace dos noches estuviste en el Three Downing con esta mujer -continuó Myron-. Si vuelves a decirme que no sabes de qué te estoy hablando, me quitaré un zapato y te pegaré, ¿entiendes?

Fishman asintió.

– La recuerdas, ¿no?

Él cerró los ojos.

– No es lo que usted cree.

– No me importa nada de eso. ¿Sabes cómo se llama?

– No estoy seguro de que deba decírselo.

– Mi zapato, Joel. Puedo sacártelo a golpes.

Fishman se limpió la cara y sacudió la cabeza.

– No parece su estilo.

– ¿Qué quieres decir con eso?

– Nada. Sólo que no creo que me vuelva a pegar.

En el pasado, pensó Myron, lo hubiese hecho sin vacilar. Pero ahora mismo Fishman tenía razón. No podría.

Al ver que Myron titubeaba, Fishman añadió:

– ¿Sabe algo de la adicción?

¿Adónde quería ir a parar con esto?

– Sí, Joel, lo sé.

– ¿Por experiencia personal?

– No. ¿Vas a explicarme qué es un drogadicto, Joel?

– No. Me refiero, bueno, sí, yo consumo. Pero en realidad no se trata de eso. -Inclinó la cabeza a un lado, como si fuera el maestro inquisidor-. ¿Sabe cuándo acuden los adictos a pedir ayuda?

– Supongo que cuando no les queda más remedio que hacerlo.

Joel sonrió como si estuviese de acuerdo. Myron Bolitar, el alumno aventajado.

– Así es. Cuando llegan al fondo. Es lo que ocurrió esa noche. Ahora lo entiendo. Entiendo que tengo un problema y que voy a necesitar ayuda.

Myron estaba a punto de hacer un chiste, pero se detuvo. Cuando un tipo del que quieres obtener información empieza a hablar, lo mejor es dejar que continúe.

– Suena como un movimiento productivo -dijo Myron, e intentó no vomitar.

– Tengo dos hijos. Una esposa maravillosa. Mire, eche un vistazo.

Cuando Fishman movió la mano hacia el bolsillo, Myron se acercó de un salto. Fishman asintió, se movió poco a poco y sacó un llavero. Le dio a Myron uno de esos llaveros con fotos. Era una foto de familia tomada en el Six Flags Great Adventure. Bugs Bunny y Tweety Bird estaban a la izquierda y la derecha. La señora Fishman era adorable. Joel estaba arrodillado. A su derecha, una niña de unos cinco o seis años con el pelo rubio con ese tipo de sonrisa tan contagiosa, y Myron se dio cuenta de que las comisuras de sus propios labios se movían hacia arriba. Al otro lado de Joel había un niño, unos dos años menor que la niña. El niño parecía tímido, y ocultaba el rostro a medias en el hombro de su padre.

Le devolvió el llavero.

– Unos chicos preciosos.

– Gracias.

Myron recordó algo que su padre le había dicho una vez: las personas tienen una capacidad asombrosa para destrozar sus propias vidas. En voz alta, Myron comentó:

– Eres un gilipollas integral, Joel.

– Estoy enfermo -le corrigió él-. Hay una diferencia. Sin embargo, quiero curarme.

– Demuéstramelo.

– ¿Cómo?

– Empieza a demostrarme que estás dispuesto a cambiar. Háblame de la mujer con la que estuviste hace dos noches.

– ¿Cómo sé que no quiere hacerle daño?

– De la misma manera que sabes que no me voy a quitar el zapato y pegarte.

Joel Fishman miró el llavero y se echó a llorar de nuevo.

– ¿Joel?

– Quiero dejar todo eso atrás, de verdad.

– Sé que lo harás.

– Lo haré. Lo juro por Dios. Buscaré ayuda. Seré el mejor padre y marido del mundo. Sólo necesito una oportunidad. Lo entiende, ¿verdad?

Myron tenía ganas de vomitar.

– Sí.

– Sólo es que… No me interprete mal. Amo a mi familia y a mis hijos. Pero durante dieciocho años me he levantado, he venido a esta escuela y he enseñado francés a los alumnos. Lo odian. Nunca prestan atención. Cuando comencé, tenía una visión de cómo iba a ser: yo les enseñaría este precioso idioma que amo tanto. Pero no es así en absoluto. Sólo quieren conseguir aprobar y seguir adelante. Nada más. Todos los cursos, año tras año, pasamos por este mismo baile. Amy y yo siempre tenemos que hacer filigranas para llegar a final de mes. Siempre es lo mismo. Cada día. Año tras año. El mismo aburrimiento. ¿Cómo será mañana? Será exactamente igual. Todos los días serán iguales hasta que, bueno, hasta que me muera.

Se calló y desvió la mirada.

– ¿Joel?

– Prométame -dijo Fishman-. Prométame que si le ayudo, no me denunciará. -Iba a cantar, como uno de esos alumnos a los que han pillado copiando el examen-. Deme esa oportunidad, por favor. Por el bien de mis hijos.

– Si me dices todo lo que sabes de esa mujer -respondió Myron-, no te denunciaré.

– Deme su palabra.

– Tienes mi palabra.

– La conocí en el club hace dos noches. Quería droga. Yo lo arreglé.

– Cuando dices que lo arreglaste, quieres decir que le diste la droga.

– Sí.

– ¿Nada más?

– No, nada más.

– ¿Te dijo su nombre?

– No.

– ¿Qué me dices de un número de teléfono? ¿Por si necesitaba comprar de nuevo?

– No me dio ninguno. Es todo lo que sé. Lo siento.

Myron no se lo creía.

– ¿Cuánto te pagó?

– ¿Perdón?

– Por la droga, Joel. ¿Cuánto dinero te pagó?

Una sombra cruzó su rostro. Myron lo vio. Ahí llegaba la mentira.

– Ochocientos dólares -contestó Fishman.

– ¿En metálico?

– Sí.

– ¿Llevaba ochocientos dólares?

– No acepto Visa o Mastercard -dijo él con la risa de un mentiroso-. Sí, por supuesto.

– ¿Dónde te dio el dinero?

– En el club.

– ¿Cuando le diste la droga?

Joel entrecerró los ojos.

– Por supuesto.

– ¿Joel?

– ¿Qué?

– ¿Recuerdas las fotos que te acabo de enseñar?

– ¿Qué pasa con ellas?

– Están sacadas de un vídeo de una cámara de vigilancia -dijo Myron-. ¿Ves por dónde van los tiros?

El rostro de Fishman perdió el color.

– Para decirlo de una manera poco educada -añadió Myron-, se ve el intercambio de fluidos, no de pasta.

Joel Fishman volvió a echarse a llorar. Puso las manos como si rezase, con el llavero entre sus dedos como si fueran las cuentas de un rosario.

– Si me vas a seguir mintiendo -dijo Myron-, no veo la razón para mantener mi palabra.

– Usted no lo entiende.

De nuevo apelaba a su comprensión.

– Lo que hice fue terrible. Me avergüenzo de ello. No me atrevía a contarle esa parte. Pero eso no cambia nada. No la conozco. No sé cómo localizarla.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Alta tensión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Alta tensión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Alta tensión»

Обсуждение, отзывы о книге «Alta tensión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.