Harlan Coben - Alta tensión

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Alta tensión» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Alta tensión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Alta tensión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Myron Bolitar siempre ha soñado con la voluptuosa mujer fatal que acaba de entrar en su despacho para pedirle ayuda. Tiene unas curvas de locura, pero está embarazada de ocho meses, y eso pone fin a todas las posibles fantasías de Bolitar. La antigua estrella del tenis Suzze T y su marido, Lex, una estrella del rock, son clientes, y a lo largo de los años Myron ha negociado multitud de contratos para la preciosa pareja. Pero ahora Lex ha desaparecido y la muy embarazada Suzze llora, convencida de que los rumores colgados en la red poniendo en duda la paternidad del bebé hayan alejado al hombre que ella jura es el padre de su hijo.
“Harlan Coben es el maestro moderno del “agárrate y no te menees” desde la primera página, para dejarte completamente noqueado en la última.” Dan Brown

Alta tensión — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Alta tensión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Creo que sí.

– Supongo que ya he tenido mi ración de aplausos. -Se movió hacia la ventana y miró al exterior durante unos segundos. Luego se volvió hacia él-. Por cierto, ¿has visto lo grandes que tengo las tetas ahora?

– Hum -dijo Myron, y decidió no añadir nada más.

– Ahora que lo pienso, me pregunto si no deberías llamar a La-La-Latte para una nueva sesión fotográfica.

– ¿Unas tomas en ángulos estratégicos?

– Exacto. Se podría hacer una gran campaña con estas mamas. -Se las cogió con las manos, como si Myron no se hubiera dado cuenta de a qué mamas se refería-. ¿Tú qué opinas?

– Creo -respondió Myron- que te estás yendo por las ramas.

Ahora en los ojos de ella había lágrimas.

– Soy tan rematadamente feliz.

– Sí, bueno, comprendo que podría ser un problema.

Ella sonrió al oírle.

– He dejado atrás los demonios. Incluso me he reconciliado con mi madre. Lex y yo no podríamos estar más preparados para tener al bebé. Quiero mantener a los demonios apartados.

Myron se irguió en el sillón.

– ¿No estarás consumiendo de nuevo?

– Por Dios, no. No esa clase de demonios. Lex y yo ya hemos acabado con aquello.

Lex Ryder, el marido de Suzze, era la mitad de la legendaria banda/dúo, conocida como HorsePower; en realidad, seamos sinceros, era la mitad menos importante respecto a Gabriel Wire, un tipo con un carisma sobrenatural. Lex era un buen músico, aunque algo atribulado, pero él siempre sería un John Oates y Gabriel, un Daryl Hall; un Andrew Ridgeley y no un George Michael; sería como el resto de componentes de las Pussycat Dolls, eclipsadas por Nicole Scherz o como se llame.

– ¿Qué clase de demonios, entonces?

Suzze metió la mano en el bolso. Sacó algo que desde el otro lado de la mesa parecía una foto. La miró durante unos instantes y se la pasó a Myron. Él le echó un vistazo y esperó a que ella hablase de nuevo. Por fin, sólo por decir algo, dijo una obviedad:

– Es la ecografía de tu bebé.

– Sí. Veintiocho semanas de edad.

Más silencio. Myron lo volvió a romper.

– ¿Al bebé le pasa algo malo?

– Nada. Es perfecto.

– ¿Él?

Suzze T sonrió.

– Voy a tener a mi hombrecito.

– Es muy guay.

– Sí. Oh, es una de las razones por las que estoy aquí: Lex y yo hemos estado hablando de ello. Los dos queremos que seas el padrino.

– ¿Yo?

– Sí.

Myron no dijo nada.

– ¿Y bien?

Ahora era Myron quien tenía los ojos húmedos.

– Me siento muy honrado.

– ¿Estás llorando?

Myron no abrió la boca.

– Estás hecho una nenaza -dijo ella.

– ¿Qué pasa, Suzze?

– Quizá nada. -Una pausa-. Creo que hay alguien que tiene la intención de destruirme.

Myron mantuvo los ojos en la ecografía.

– ¿Cómo?

Entonces ella se lo mostró. Le mostró tres palabras que resonarían sordamente en su corazón durante mucho tiempo.

3

Una hora más tarde, Windsor Horne Lockwood III -conocido por todos aquellos que le temían (es decir, casi todos) como Win- entraba en el despacho de Myron. Win tenía un estupendo andar arrogante, como si vistiese frac y sombrero negro de copa e hiciese girar un bastón. Sin embargo, vestía una corbata Lilly Pulitzer rosa y verde, una americana azul que llevaba algo que parecía un escudo y pantalón caqui con una raya lo bastante aguda como para hacer sangre. Calzaba mocasines, sin calcetines, y en resumen parecía como si llegara de un crucero en el SS Ricach ó n.

– Suzze T acaba de estar aquí -comentó Myron.

Win asintió y echó la mandíbula hacia fuera.

– La vi cuando salía.

– ¿Parecía alterada?

– No me fijé -respondió Win, y se sentó-. Le han crecido los pechos -añadió.

– Tiene un problema -dijo Myron.

Win se echó hacia atrás y cruzó las piernas con su típica calma tensa.

– Explícate.

Myron giró la pantalla del ordenador para que Win la viese. Una hora antes, Suzze T había hecho lo mismo. Pensó en aquellas tres pequeñas palabras. Muy inocentes en sí mismas, pero preñadas de sentido en su contexto. En éste, aquellas tres palabras, todavía helaban la habitación.

Win miró la pantalla y buscó algo en el bolsillo interior de la chaqueta. Sacó un par de gafas. Las llevaba desde hacía casi un mes, y aunque Myron hubiese dicho que eso era imposible, hacían que Win pareciese todavía más altivo y presuntuoso. También le deprimía mucho verlas. No es que fueran viejas ni mucho menos, pero cuando Win se las mostró por primera vez, empleó esta analogía del golf: «Ahora estamos oficialmente en los últimos nueve de la vida».

– ¿Es una página de Facebook? -preguntó Win.

– Sí. Suzze dijo que la utiliza para promocionar su academia de tenis.

Win se acercó un poco más.

– ¿Es su ecografía?

– Sí.

– ¿Y cómo es que usa una ecografía para promocionar una academia de tenis?

– Es lo que le pregunté. Dijo que necesitaba darle un toque personal. La gente no sólo quiere leer propaganda.

Win frunció el entrecejo.

– ¿Entonces va y cuelga la ecografía de un feto? -Me miró-. ¿Tiene eso algún sentido para ti?

En realidad no lo tenía. Una vez más -con Win usando gafas para leer y los dos quejándose del nuevo mundo de las redes sociales-, Myron se sintió viejo.

– Mira los comentarios a la foto -dijo Myron.

Win le miró con ojos inexpresivos.

– ¿Las personas comentan una ecografía?

– Tú léelos.

Win lo hizo. Myron esperó. Se había aprendido la página de memoria. Había veintiséis comentarios en total; la mayoría expresaban buenos deseos. La madre de Suzze, la envejecida modelo del cartel de Mamá Malvada (tenis), por ejemplo, había escrito: «¡Atención, gente, voy a ser abuela! ¡Viva!». Alguien llamado Amy decía: «¡Qué chuli!». Un jocoso «se parece a su padre:)» era de un batería de estudio que solía trabajar en las sesiones de grabación con HorsePower. Un tipo llamado Kelvin escribía: «¡¡Felicitaciones!!». Tamy preguntaba: «¿Cuándo nacerá el bebé, cariño?».

Win se detuvo cuando faltaban tres para el final.

– Un tipo divertido.

– ¿Cuál?

– Un humanoide mierdoso llamado Eric escribió -Win se aclaró la garganta y se acercó más a la pantalla-: «¡Tu bebé se parece a un caballito de mar!», y luego Eric la Monda añadió las letras «MT».

– Él no es su problema.

Win no se aplacó.

– Puede que el viejo Eric aún se merezca una visita.

– Tú continúa.

– Bien.

Las expresiones faciales de Win casi nunca cambiaban. Se había entrenado a sí mismo para no mostrar nunca sus emociones en los negocios ni en el combate.

Pero unos segundos más tarde, Myron vio que algo se oscurecía en los ojos de su viejo amigo. Win le miró. Myron asintió. Porque ahora Myron sabía que Win había encontrado las tres palabras.

Las tres aparecían al final de la página. Las tres palabras estaban en un comentario hecho por «Abeona F», un nombre que no significaba nada para él. La foto del perfil era algo así como un símbolo, quizás una letra china. Después, todo en mayúsculas, sin puntuación, había tres palabras sencillas pero desgarradoras: «NO ES SUYO».

Silencio.

Entonces Win exclamó:

– ¡Caray!

– Desde luego.

Win se quitó las gafas.

– ¿Necesito hacer la pregunta obligada?

– ¿Cuál es?

– ¿Es verdad eso?

– Suzze jura que el bebé es de Lex.

– ¿La creemos?

– Sí -dijo Myron-. ¿Importa?

– No desde un punto de vista moral. ¿Mi teoría? Esto es obra de un tarado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Alta tensión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Alta tensión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Alta tensión»

Обсуждение, отзывы о книге «Alta tensión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x