Harlan Coben - Un paso en falso

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Un paso en falso» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un paso en falso: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un paso en falso»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Myron Bolitar, jugador profesional de baloncesto al que una lesión mantiene alejado de las canchas, es agente deportivo y, ocasionalmente, detective privado y guardaespaldas. Hace dos semanas recibió un encargo muy especial: proteger a una fulgurante estrella del baloncesto, la bella Brenda Slaughter, cuya vida parece correr peligro. De un tiempo a esta parte recibe amenazas telefónicas anónimas, y su padre -lo mismo que su madre veinte años atrás- ha desaparecido misteriosamente, dejando vacías las cuentas bancarias. Pronto Bolitar se verá inmerso en un conflicto de intereses que salpica a las principales familias de Nueva Jersey, incluido un candidato a gobernador. Para resolver el caso, Bolitar tiene que remover el pasado y andarse con mucho cuidado: un paso en falso puede ser mortal.
Harlam Coben combina en esta quinta entrega de la serie de Myron Bolitar una sólida intriga, aliviada con algún toque de humor, un ritmo trepidante y un protagonista muy peculiar. Todo al servicio del mejor suspense.

Un paso en falso — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un paso en falso», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Micros?

Myron asintió.

– Alguien está interesado en algo más que las llamadas telefónicas de Brenda.

– Jesús.

Win casi sonrió.

– Sí, creí que lo encontrarías extraño.

Myron intentó incorporar esta nueva información a su cerebro.

– Es obvio que alguien ha estado espiando a la familia desde hace mucho tiempo.

– Obvio.

– Eso significa que tiene que ser alguien con recursos.

– Muy cierto.

– Entonces tienen que ser los Bradford -señaló Myron-. Están buscando a Anita Slaughter. Por lo que sabemos, la llevan buscando desde hace veinte años. Es la única cosa que tiene sentido. ¿Sabes qué más significa?

– Dímelo -dijo Win.

– Arthur Bradford me ha estado engañando.

Win soltó una exclamación.

– ¿Un político que no dice la verdad? Y ahora me dirás que no existen los reyes magos.

– Es como creímos desde el principio -continuó Myron-. Anita Slaughter escapó porque estaba asustada. Por eso Arthur Bradford se ha mostrado tan dispuesto a cooperar. Quiere que encuentre a Anita Slaughter por él. Así podrá matarla.

– Y después intentará matarte a ti -añadió Win. Se miró el peinado en el espejo del parasol-. No sé si te das cuenta, pero no es nada fácil ser tan guapo.

– Sin embargo, lo sufres sin quejarte.

– Es mi manera de ser.

Win se echó una última mirada antes de colocar el visor en su lugar.

Clay Jackson vivía en una hilera de casas cuyos patios traseros daban por encima de la ruta 280. El barrio parecía de clase obrera pobre. Todas las casas estaban compartidas por dos familias, excepto algunas en las esquinas donde los bajos servían como taberna. Los viejos rótulos de neón de Budweiser parpadeaban a través de las ventanas sucias. Las cercas eran todas de tela metálica. Había tantos hierbajos que crecían entre las grietas de las aceras que era imposible saber dónde terminaba el cemento y dónde comenzaba el jardín.

Aquí también todos los habitantes parecían ser negros. De nuevo Myron sintió su habitual y al parecer inexplicable incomodidad.

Había un parque al otro lado de la casa de Clay Jackson. Un grupo estaba preparando una barbacoa. Un partido de softball estaba en marcha. Las carcajadas sonaban por todas partes. También una radio a toda pastilla. Cuando Myron y Win salieron del coche, todas las miradas se volvieron en su dirección. La radio se apagó de pronto. Myron se obligó a sonreír. Win permaneció absolutamente tranquilo ante el escrutinio.

– Nos miran -dijo Myron.

– Si dos hombres negros apareciesen delante de tu casa en Livingston -comentó Win-, ¿qué clase de recibimiento tendrían?

Myron asintió.

– ¿Entonces crees que los vecinos están llamando a la poli para describir a dos jóvenes sospechosos que rondan por las calles?

Win enarcó una ceja.

– ¿Jóvenes?

– Es un decir.

– Sí, diría que sí.

Fueron hacia unas escalinatas que parecían las de Barrio Sésamo. Un hombre asomó la cabeza desde el interior de un cubo de basura cercano, pero no se parecía en nada a Oscar el Gruñón. Myron llamó a la puerta. Win comenzó hacer aquello con los ojos, los movimientos deslizantes que lo veían todo. Los jugadores de softball y los tipos de la barbacoa, al otro lado de la calle, no dejaban de mirar. No parecían complacidos con lo que estaban viendo.

Myron llamó de nuevo.

– ¿Quién es? -preguntó una voz de mujer.

– Mi nombre es Myron Bolitar. Me acompaña Win Lockwood. Nos gustaría ver a Clay Jackson, si es que está en casa.

– ¿Pueden esperar un momento?

Esperaron por lo menos un minuto entero. Después oyeron el tintineo de una cadena. Giró el pomo, y una mujer apareció en el umbral. Era negra y de unos cuarenta años. Su sonrisa se encendía y apagaba como uno de aquellos carteles de Budweiser en las ventanas de las tabernas.

– Soy la madre de Clay -se presentó-. Por favor, pasen.

La siguieron al interior. Algo bueno se estaba cociendo en la cocina. Un viejo aparato de aire acondicionado rugía como un DC-10, pero funcionaba. El frescor era de agradecer, aunque duró poco. La madre de Clay se apresuró a llevarlos por un angosto pasillo y salieron por la puerta de la cocina. Ahora estaban de nuevo afuera, en el patio trasero.

– ¿Puedo ofrecerles algo de beber? -preguntó.

Tuvo que gritar por encima del ruido del tráfico.

Myron observó a Win. Win fruncía el entrecejo.

– No, gracias -respondió Myron.

– De acuerdo. -La sonrisa se apagaba y se encendía ahora más rápido, como la luz estroboscópica de una discoteca-. Voy a buscar a Clay. Ahora mismo vuelvo.

La puerta mosquitera se cerró de golpe.

Se quedaron solos. El patio era pequeño. Había tiestos de flores de todos los colores y dos grandes arbustos que se morían. Myron se acercó a la alambrada y miró hacia abajo, a la ruta 280. El tráfico en la autopista de cuatro carriles se movía con rapidez. El humo de los coches ascendía poco a poco con tanta humedad que formaba una capa que no desaparecía; cuando Myron tragó, notó el sabor.

– Esto no es bueno -comentó Win.

Myron asintió. Dos hombres blancos se presentan en tu casa. No conoces a ninguno de los dos. No pides una identificación. Sólo les haces pasar, les dejas en el patio de atrás. Era evidente que algo no iba bien.

– Vamos a ver qué pasa -dijo Myron.

No tardaron mucho en saberlo. Ocho hombres fornidos aparecieron desde tres lados diferentes. Dos salieron por la puerta de la cocina. Tres aparecieron por el lado derecho de la casa. Otros tres por el izquierdo. Todos llevaban bates de aluminio y la expresión de «Vamos a romper unos cuantos culos».

Se desplegaron para rodear el patio. Myron sintió que se le aceleraba el pulso. Win cruzó los brazos; sólo sus ojos se movían.

No eran gamberros de la calle o miembros de una banda. Eran los jugadores de softball del otro lado de la calle, hombres hechos y derechos con los cuerpos endurecidos por el trabajo diario: estibadores, peones y cosas por el estilo. Algunos sujetaban los bates en la posición de bateo. Otros los tenían apoyados en los hombros. Los demás los hacían balancear suavemente contra sus piernas como Joe Don Baker en Pisando fuerte.

Myron entrecerró los ojos para protegerse del sol.

– ¿Han terminado el partido? -preguntó.

El más grande se adelantó. Tenía una enorme barriga en forma de caldero, las manos callosas, y los brazos musculosos aunque no modelados, de alguien capaz de destrozar los aparatos de gimnasia Nautilus como si fuesen vasitos de plástico. La correa de la gorra de béisbol Nike estaba puesta en el último ojal, pero así y todo parecía una kipá. Su camiseta tenía el logo de Reebok. Gorra Nike, camiseta Reebok. Una lealtad a las marcas que llevaba a la confusión.

– El partido acaba de empezar, idiota.

Myron miró a Win.

– Bien expresado -opinó Win-, pero la frase carece de originalidad. Además, añadir la palabra «idiota» al final parece forzado. Tendré que ponerle un insuficiente, pero espero con interés ver su próximo trabajo.

Los ocho hombres se movieron alrededor de Myron y Win. Nike/Reebok, a todas luces el líder, hizo un gesto con el bate.

– Eh, bollicao, mueve el culo hacia aquí.

Win miró a Myron.

– Creo que se refiere a ti -dijo Myron.

– Debe ser porque ayudo a criar cuerpos fuertes en doce maneras diferentes.

Entonces Win sonrió, y Myron sintió que su corazón palpitaba. Todo el mundo lo hacía. Siempre se centraban en Win. Con un metro setenta de estatura, Win era quince centímetros más bajo que Myron. Pero había algo más. El pelo rubio, el rostro pálido, las venas azules, el exterior de porcelana, hacían que en las personas surgiese lo peor. Win parecía blando, indefenso, la clase de tipo al que le pegas y se rompe como la loza barata. Una presa fácil. A todos les gustan las presas fáciles.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un paso en falso»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un paso en falso» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Un paso en falso»

Обсуждение, отзывы о книге «Un paso en falso» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x