Harlan Coben - Tiempo muerto

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Tiempo muerto» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tiempo muerto: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tiempo muerto»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hubo un tiempo en el que el futuro de Myron Bolitar parecía predestinado a ser una gran estrella de la NBA. Una maldita lesión en la rodilla en el primer partido de la pretemporada le impidió llegar a jugar con los Boston Celtics y le obligó a abandonar el baloncesto profesional. “El hombre planea y Díos se ríe”, según Bolitar. Convertido, casi diez años después, en un temido agente deportivo e investigador privado volverá por fin a las canchas. Calvin Johnson, el nuevo general manager de los New Jersey Dragons lo contratará. No lo quiere para el equipo, sino para que busque a su gran estrella, Greg Downing, desaparecido misteriosamente, un jugador con el que Bolitar compitió sobre las canchas y por el amor de una mujer. Bolitar se verá no sólo ante un caso de muerte, chantaje y enemigos fuera de control, sino que se tendrá que enfrentar a un pasado que nunca creyó que volvería a revivir.

Tiempo muerto — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tiempo muerto», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Estaba pensando en emprenderla a patadas con la puerta cuando observó algo. Se acercó más y examinó el espacio que separaba la puerta del marco. De nuevo, algo se le antojó muy extraño. Los cerrojos no estaban pasados. ¿Para qué comprar aquellos cerrojos de primera calidad y no utilizarlos? Probó con el pomo. La llave estaba echada, pero sería fácil forzarlo con una tarjeta de plástico.

Sacó la tarjeta. No recordó la última vez que la había utilizado. Parecía nueva. Quizá nunca. La encajó entre el marco y la puerta.

Pese a que la cerradura era vieja, Myron tardó casi cinco minutos en encontrar el lugar correcto para empujar el pestillo hacia adentro.

Hizo girar el pomo. La puerta cedió.

Apenas se había abierto quince centímetros, cuando un olor nauseabundo lo echó para atrás.

El hedor espeluznante salió al pasillo como si fuese gas a presión. Myron estuvo a punto de vomitar y notó una opresión en el pecho. Conocía aquel olor y el miedo se apoderó de él. Buscó un pañuelo en los bolsillos, pero no encontró ninguno. Se cubrió la nariz y la boca con la parte interior del codo, como si fuera Bela Lugosi en Dr á cula. Se resistía a entrar. No soportaba aquella clase de cosas. Sabía que la visón de lo que había detrás de la puerta, fuera lo que fuese, quedaría grabada en su memoria, torturaría sus noches, y muy a menudo sus días. Se aferraría a él como un amigo del alma, le palmearía el hombro cuando pensara que estaba solo y en paz consigo mismo.

Abrió la puerta del todo. El hedor atravesó la débil barrera que constituía su brazo. Intentó respirar por la boca, pero desistió al recordar el origen de lo que estaba inhalando.

Por suerte, no tuvo que avanzar mucho más para localizar el origen de aquel olor espantoso.

12

– Colonia nueva, ¿eh, Bolitar?

– Muy gracioso, Dimonte.

El detective de Homicidios Roland Dimonte, del Departamento de Policía de Nueva York, sacudió la cabeza.

– Joder, qué peste.

No llevaba uniforme, pero tampoco se podía decir que fuera de paisano. Vestía una camisa de seda verde y unos tejanos azules muy ceñidos. Las perneras estaban embutidas en unas botas de piel de serpiente de color púrpura. Las tonalidades variaban intermitentemente según la incidencia de la luz o el ángulo desde el cual se las contemplaba, como un póster psicodélico de Hendrix de los años sesenta. Dimonte mordisqueaba un palillo, un hábito adquirido, en opinión de Myron, cuando un día se miró en el espejo y decidió que le daba aspecto de tipo duro.

– ¿Has tocado algo? -preguntó.

– Sólo el pomo de la puerta -respondió Myron, que había registrado el resto del apartamento para comprobar que no le aguardaban más sorpresas macabras.

– ¿Cómo entraste?

– No habían echado la llave.

– ¿De veras? -Dimonte enarcó una ceja y miró hacia la puerta-. La puerta se traba automáticamente cuando la cierras.

– ¿He dicho que no habían echado la llave? Quería decir que la encontré entornada.

– Desde luego. -Dimonte mordisqueó el palillo un poco más y volvió a sacudir la cabeza. Se pasó la mano por el pelo grasiento y preguntó-: ¿Quién es ella?

– No lo sé -respondió Myron.

Dimonte lo miró con expresión de escepticismo. El lenguaje corporal sutil no era su fuerte.

– Es un poco temprano para que empieces a tomarme el pelo, ¿no crees, Bolitar?

– No sé cómo se llama. Tal vez Sally Guerro. Tal vez Carla.

Dimonte mordisqueó su palillo, entornó los ojos y dijo:

– Te vi anoche en la tele. Has vuelto a las pistas.

– Sí.

El forense se acercó. Era alto, delgado y utilizaba unas gafas con montura metálica demasiado grandes para su cara alargada.

– Lleva muerta bastante tiempo -anunció-. Cuatro días, como mínimo.

– ¿La causa?

– Es difícil precisarlo. Alguien la golpeó con un objeto romo. Sabré más cuando le haga la autopsia. -Miró el cuerpo sin vida con desinterés profesional, y luego de nuevo a Dimonte-. Por cierto, no son de verdad.

– ¿El qué?

El hombre hizo un gesto vago en dirección al cadáver.

– Las tetas. Son implantes.

– Joder, ¿ahora te dedicas a magrear a los muertos?

– No hagas bromas sobre eso -masculló el forense-. ¿Sabes el efecto que pueden producir esa clase de rumores en mi profesión?

– ¿Un ascenso? -aventuró Dimonte.

El forense no rió. Miró a Dimonte y a Myron con expresión airada.

– Te parece gracioso, ¿eh? ¡Que te jodan; es mi carrera lo que estás poniendo en peligro!

– Calma, Peretti, sólo era una broma.

– ¿Una broma? ¿Crees que mi carrera es una jodida broma? ¿Qué cojones te pasa?

Dimonte entornó los ojos.

– Todo esto te pone muy nervioso, Peretti.

– Deberías estar en mi lugar -repuso el forense, y enderezó la espalda.

– Si tú lo dices…

– ¿A qué mierda te refieres?

– «La dama protesta demasiado, me parece.»

– ¿Qué?

– Shakespeare -le dijo Dimonte-. Una cita de Macbeth.

– De Hamlet -corrigió Myron con una sonrisa.

– Me importa una mierda de quién sea -protestó Peretti-. No deberías jugar con la reputación de un hombre. No me parece nada divertido.

– Y a mí me da igual lo que tú pienses -le espetó Dimonte-. ¿Tienes algo más?

– Llevaba peluca.

– ¿Peluca? No me jodas, Peretti. Es como si el caso ya estuviera resuelto. Bastará con encontrar a un asesino que odie las pelucas y las tetas de pega. Has sido de gran ayuda, Peretti. ¿Qué clase de bragas llevaba? ¿Aún no las has olfateado?

– Sólo estaba…

– Hazme un favor, Peretti. -Dimonte se subió los pantalones, lo que era una señal inequívoca de superioridad. De nuevo aquella expresión sutil-. Dime cuándo murió. Dime cómo murió. Después hablaremos de los detalles, ¿de acuerdo?

Peretti alzó las manos con gesto de resignación y se acercó nuevamente al cadáver. Dimonte se volvió hacia Myron, quien señaló:

– Los implantes y la peluca podrían ser importantes. Ha hecho bien en decírtelo.

– Sí, lo sé, pero me gusta cabrearlo.

– Y la cita es: «Me parece que la dama protesta demasiado».

– Ya. -Dimonte cambió de palillo-. ¿Vas a decirme qué coño está pasando, o tendré que arrastrarte hasta la comisaría?

Myron hizo una mueca.

– ¿Arrastrarme hasta la comisaría?

– No me toques más las pelotas, Bolitar. ¿De acuerdo?

Myron hizo un esfuerzo y desvió la vista hacia el cadáver. Sintió náuseas. Estaba acostumbrándose al olor, aunque pensar en él seguía produciéndole escalofríos. Peretti estaba haciendo un pequeño corte para acceder al hígado. Myron apartó la mirada. Los hombres del Departamento Forense estaban tomando fotos y buscando huellas.

El compañero de Dimonte, un tal Krinsky, caminaba arriba y abajo y tomaba notas.

– ¿Por qué se las hizo tan grandes? -se preguntó en voz alta Myron.

– ¿El qué? -quiso saber Dimonte.

– Las tetas -contestó-. Puedo comprender el deseo de aumentarlas de tamaño por las presiones de esta sociedad y todo eso; pero ¿por qué se las hizo tan grandes?

– Me estás tocando los huevos, ¿vale? -dijo Dimonte.

Krinsky se acercó.

– Todas sus cosas están en esas maletas. -Señaló dos bolsas que había en el suelo. Myron había topado con Krinsky en media docena de ocasiones. Hablar no era el punto fuerte del muchacho. Lo hacía con tanta frecuencia como Myron forzar cerraduras-. Yo diría que tenía intención de mudarse.

– ¿La has identificado? -inquirió Dimonte.

– Según una tarjeta que hay en su billetero se llama Sally Guerro -dijo Krinsky en voz baja-. Lo mismo pone en uno de sus pasaportes.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tiempo muerto»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tiempo muerto» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - Sólo una mirada
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Tiempo muerto»

Обсуждение, отзывы о книге «Tiempo muerto» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x