Joseph Finder - Paranoia

Здесь есть возможность читать онлайн «Joseph Finder - Paranoia» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Paranoia: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Paranoia»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Adam Cassidy tiene veintiséis años y odia su empleo miserable en una compañía tecnológica, pero su vida cambia por completo cuando le ofrecen convertirse en espía infiltrado en la Trion Systems, el principal competidor de su empresa. Sus superiores le preparan, le proporcionan información sobre su nueva empresa y, en cuanto empieza a trabajar en ella, se convierte en empleado estrella ascendiendo rápidamente a puestos de gran responsabilidad. Ahora su vida es perfecta: adora su trabajo, conduce un Porsche y tiene una novia que quita el sueño; lo único que tiene que hacer para mantener las cosas como están es traicionar a todos los que le rodean.
«Ha llegado el nuevo Grisham… Paranoia es un thriller magistralmente narrado y tremendamente absorbente» People Magazine

Paranoia — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Paranoia», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Podía imaginar perfectamente la sesión de estrategia entre Judith, Meacham y Wyatt, todos desesperados por la cometa que había roto la cuerda. Judith diría algo acerca de mostrarse suave con el chico, acaba de perder a su padre, pobre, y Wyatt soltaría un taco y diría que le importaba una mierda, que no había tiempo para eso, y Meacham trataría de ser más duro que su jefe diciendo que me iban a quemar vivo y me iban a joder de por vida; y enseguida Judith diría que no, tenemos que adoptar un punto de vista más sensible, dejad que trate de ponerme en contacto con él…

El mensaje seguía: «Pero es muy importante, aun en este momento de agitación, que permanezca en contacto con nosotros. Quiero que todo sea positivo y cordial, Adam, pero necesito que nos contacte hoy mismo.»

Borré su mensaje igual que el de Meacham. Así comprenderían. En unos días enviaría un mensaje a Meacham para terminar oficialmente con nuestra relación, pero por ahora, pensé, los mantendría en el aire, mientras se asentaba la realidad de la situación. Ya había dejado de ser la cometa de Nick Wyatt.

Les había entregado lo que necesitaban. Se darían cuenta de que no valía la pena aferrarse a mí.

Podían amenazarme, pero no podían obligarme a seguir trabajando para ellos. Mientras tuviera presente que no podían hacer nada, podría marcharme.

Tan sólo debía tener eso presente. Podía marcharme en cualquier momento.

Capítulo 74

A la mañana siguiente, mi móvil comenzó a sonar antes de que tuviera tiempo de entrar en el parking de Trion. Era Flo.

– Jock quiere verlo -dijo en tono urgente-. Ahora mismo.

Goddard estaba en su despacho auxiliar con Camilletti, Colvin y Stuart Lurie, el vicepresidente de Desarrollo Empresarial que yo había conocido en la barbacoa de Jock.

Cuando entré, Camilletti estaba hablando.

– … no, no. Por lo que sé, el hijo de puta viajó ayer mismo a Palo Alto con una lista de términos y condiciones ya redactada. Comió con Hulman, el presidente ejecutivo, y a la hora de la cena ya habían firmado el contrato. Igualó nuestra oferta, hasta el último dólar, hasta el último centavo, ¡pero en efectivo!

– ¿Cómo diablos ha podido pasar esto? -explotó Goddard. Nunca lo había visto tan enfadado-. ¡Delphos firmó un compromiso, por todos los cielos!

– El compromiso tiene fecha de mañana. Nosotros no lo hemos firmado todavía. Por eso viajó con tanta urgencia, para cerrar el trato antes de que nosotros lo aseguráramos.

– ¿De quién hablamos? -dije en voz baja mientras me sentaba.

– Nicholas Wyatt -dijo Stuart Lurie-. Acaba de comprar Delphos, nos la ha quitado de las manos. Por quinientos millones en efectivo.

El estómago se me hundió. Reconocí el nombre de Delphos pero recordé que no debía reconocerlo. «¿Wyatt ha comprado Delphos?», pensé sorprendido.

Dirigí a Goddard una mirada interrogante.

– Es la compañía que estábamos en proceso de adquirir. Ya le había hablado de ella -dijo con impaciencia-. Nuestros abogados estaban acabando de redactar el acuerdo de compra definitivo… -Su voz se apagó, luego resurgió más fuerte-. ¡Ni siquiera creí que Wyatt tuviera tanto efectivo en su hoja de balance!

– Tenían poco menos de mil millones -dijo Jim Colvin-. Ochocientos millones, para ser precisos. Así que quinientos millones dejan el cerdito prácticamente vacío, porque tienen deudas por tres mil millones, y los intereses sobre eso son fácilmente de unos doscientos millones al año.

Goddard golpeó la mesa redonda con la mano.

– ¡Maldito sea! -tronó-. ¿De qué diablos le sirve a Wyatt una compañía como Delphos? Él no tiene Aurora… Que Wyatt arriesgue su propia empresa de esta forma no tiene ningún sentido, a menos que sea para tratar de jodernos.

– Lo cual acaba de hacer, y con éxito -dijo Camilletti.

– ¡Por Dios, Delphos no vale nada sin Aurora!

– Pero sin Delphos, Aurora se ha jodido -dijo Camilletti.

– Tal vez Wyatt sepa lo de Aurora -dijo Colvin.

– ¡Imposible! -dijo Goddard-. Y aunque supiera de Aurora, ¡no lo tiene!

– ¿Y si lo tuviera? -sugirió Stuart Lurie.

Hubo un largo silencio. Camilletti habló lenta, intensamente.

– Hemos protegido Aurora con exactamente las mismas medidas de seguridad que el Departamento de Defensa exige a los contratistas del gobierno que tratan con información sensible compartimentada. -Miró fijamente a Goddard-. Control de tráfico, autorizaciones de seguridad, protección en red, acceso seguro de varios niveles… Todos los sistemas de protección informática conocidos por el hombre están ahí. Él Aurora está metido en un cono de silencio. No hay manera, joder.

– Pues bien -dijo Goddard-, Wyatt ha descubierto de alguna manera los detalles de nuestras negociaciones…

– A menos -interrumpió Camilletti- que tuviera un infiltrado. -Pareció que se le hubiera ocurrido algo, y me miró-. Usted trabajaba para Wyatt, ¿no es así?

Sentí que la sangre se me agolpaba en la cara, y, para disimular, fingí sentirme ultrajado.

– Trabajaba en Wyatt -le respondí bruscamente.

– ¿Se mantiene en contacto con él? -me preguntó, perforándome con la mirada.

– ¿Qué sugiere?

– Es una pregunta sencilla, la respuesta es sí o no: ¿se mantiene en contacto con Wyatt? -me atacó Camilletti-. No hace mucho que cenó con él en el Auberge, ¿correcto?

– Suficiente, Paul -dijo Goddard-. Adam, siéntese, siéntese ahora mismo. Adam no tuvo ningún acceso al Aurora. Ni a los detalles de las negociaciones con Delphos. Creo que hoy ha escuchado por primera vez el nombre de esa compañía.

Asentí.

– Continuemos -dijo Goddard. Parecía haberse calmado un poco-. Paul, quiero que hables con nuestros abogados, veamos qué recursos tenemos. Veamos si podemos detener a Wyatt. Ahora bien, el lanzamiento de Aurora está previsto para dentro de cuatro días. Tan pronto como el mundo se entere de lo que estamos haciendo, se armará un barullo de locos para comprar materiales y fabricantes a lo largo de toda la maldita cadena de suministros. O aplazamos el lanzamiento, o… no quiero formar parte de ese barullo. Tendremos que ponernos a pensar en otra adquisición comparable…

– ¡Pero sólo Delphos tiene esa tecnología!

– Todos somos gente inteligente -dijo Goddard-. Siempre hay otras posibilidades. -Se apoyó en los brazos de su silla y se levantó-. Hay una historia que Ronald Reagan solía contar, acerca del chico que encontró un montón de estiércol y dijo: «Debe de haber un poni por aquí cerca.» -Goddard rió y los demás rieron también, educadamente. Parecía que ese débil intento de romper la tensión los había complacido-. Bueno, pues manos a la obra. Encontrad el poni.

Capítulo 75

Yo sabía lo que había ocurrido.

Esa noche, de camino a casa, repasé los acontecimientos, y cuanto más lo hacía más enfadado me sentía, y cuanto más enfadado me sentía más rápida y erráticamente conducía.

Si no hubiera sido por la lista de condiciones que había cogido de los archivos de Camilletti, Wyatt no habría sabido de Delphos, la compañía que Trion estaba a punto de comprar. Cuanto más pensaba en eso, peor me sentía.

Maldita sea, había llegado el momento de explicarle a Wyatt que todo se había acabado. Que ya no trabajaba para ellos.

Abrí la puerta de casa, encendí las luces y me dirigí al ordenador para escribir un correo electrónico.

Pero no.

Arnold Meacham estaba sentado frente a mi ordenador mientras un par de tíos de aspecto agresivo y pelo cortado al rape destrozaban el lugar. Mis cosas estaban desperdigadas por todas partes. Habían tirado todos los libros de las estanterías, habían destrozado los equipos de CD y DVD, incluso la televisión. Parecía como si un desquiciado hubiera arrasado con todo, destruyendo cuanto tuviera a mano, causando el mayor daño posible.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Paranoia»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Paranoia» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Кейт Новак - Finder's Bane
Кейт Новак
Joseph Finder - Guilty Minds
Joseph Finder
Ruth Warburton - Witch Finder
Ruth Warburton
Colin Harrison - The Finder
Colin Harrison
Roger Taylor - Dream Finder
Roger Taylor
Kimberly Derting - The Body Finder
Kimberly Derting
Joseph Finder - Power Play
Joseph Finder
Joseph Finder - Vanished
Joseph Finder
Gill Hasson - Career Finder
Gill Hasson
Отзывы о книге «Paranoia»

Обсуждение, отзывы о книге «Paranoia» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x