John Gardner - Scorpius

Здесь есть возможность читать онлайн «John Gardner - Scorpius» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Scorpius: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Scorpius»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

James Bond

Scorpius — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Scorpius», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

No supo lo que le despertó, pero de pronto sus ojos se abrieron y como en sueños, introdujo la mano bajo la almohada en busca de la pistola que había guardado allí antes de meterse en la cama. Podía ver el resplandor rojizo del reloj despertador mostrando que la hora era las cinco y once de la madrugada.

De pronto se quedó petrificado. La pistola no estaba en su sitio, lo que significaba que, aun cuando pareciese imposible, alguien había entrado en la habitación.

Movió lentamente las piernas de modo a poder saltar como un resorte en cuanto sus ojos se hubieran acostumbrado a la oscuridad. Pero era demasiado tarde. Sin previo aviso, una mano de hierro le tapó la boca con los dedos separados para empujarle la cabeza al tiempo que un cuerpo humano se apretaba contra sus piernas, inmovilizándole por completo. Su atacante era de una fortaleza inaudita.

Notó una respiración cálida junto al oído y luego oyó cómo le murmuraban:

– Lo siento, jefe, pero es la única manera. Puedo ahorrarle un montón de disgustos.

No había necesidad de más explicaciones. La impresión de Bond no había fallado. Notaba el frío cañón de su propia pistola en la sien. Durante un segundo se dijo que Pearlman acabaría con él a los pocos minutos.

Pearly Pearlman alargó la mano y encendió la luz, aunque sin dejar de retener a Bond contra la cama.

– Buenos días, jefe -le saludó-. Vamos a hacer un pequeño viaje. Pero no necesitará acicalarse demasiado. Le voy a contar una historia que va a ser un bálsamo para su alma.

15. Joven e insensato

Vigilado por el ojo implacable de su automática ASP, Bond se vistió, muy disgustado por no poder darse una ducha ni afeitarse. Pearlman, que iba vestido como para una operación nocturna, es decir, con pantalón negro, jersey de cuello alto, capucha y zapatillas de entrenador, dijo que disponían de poco tiempo.

– Tengo que sacarle de aquí antes de que alguno de sus amiguetes haga acto de presencia. Es usted escurridizo como una anguila, señor Bond…, si es que me perdona la comparación, y no tengo la intención de darle facilidades. Sólo Dios sabe lo que pasaría si le dejara tomar una ducha. Conozco lo suficiente este lugar, pero quizá me olvide de algo. Podría verme metido en una trampa. Seguro que comprende mi deseo de no correr ningún riesgo. Esto es algo más que un sencillo trabajo, por decirlo así.

Conforme Bond se iba poniendo las ropas que había dejado pulcramente dobladas o colgadas en el armario antes de acostarse, su mente empezó a buscar una manera de salir de aquel atolladero. Por toda la casa había timbres de alarma que, de ser oprimidos, pondrían en alerta al oficial de servicio en Regent's Park. Pero aun cuando consiguiera pulsarlos, iba a pasar bastante tiempo antes de que alguien pudiera presentarse en la casa. En el cuartel general, la señal aparecería en una pantalla de ordenador haciendo destellar la palabra «Scatter». Y el oficial de servicio tendría que contactar con una de las pocas personas conocedoras de la localización de aquel refugio secreto clasificado como de primer orden.

Pearlman se enfrentaba a aquella situación con las precauciones naturales de un hombre bien adiestrado. Luego de haber dado a Bond la orden de vestirse, se hizo atrás rápidamente, poniendo cierta distancia entre los dos. «Nunca permanezcan cercanos a una persona a la que encañonan con una arma», les habían enseñado. Y era verdad, porque existen docenas de modos para desarmar a quien esgrime una pistola si es tan tonto como para permanecer junto a la persona amenazada.

– Cruce los dedos y póngase las manos sobre la cabeza -ordenó Pearlman, que no se olvidaba ningún detalle del procedimiento-. Y ahora apriete hacia abajo y cierre los codos. Conoce bien estas medidas, jefe. Baje la escalera sin hacer ruido. Y si se cae o simula caer, es usted hombre muerto. Y no hablo porque sí. Le aseguro que no me gustaría por que es usted la mejor garantía de que dispongo en mucho tiempo. ¡Bueno, en marcha!

No había alternativa. Las palabras de Pearlman sonaban como una auténtica amenaza. Bond no abrigaba duda alguna de que un resbalón accidental o calculado significaría ir a parar al cementerio, y con mucha suerte quizá también algunas líneas en la sección necrológica de The Times .

Avanzó por el pasillo y bajó la estrecha escalera como si pisara huevos. Una vez abajo, Pearlman volvió a ordenar:

– Quédese ahí, jefe. Bien. Ahora, cuando yo diga ¡adelante!, avance usted muy lentamente hasta ese bonito saloncito. -Estaba procurando que su presa no se apartara de su línea de visión. Un par de segundos después, Bond oyó la orden.

– En marcha. Mantenga las manos sobre la cabeza con los dedos entrelazados… Ahora camine lentamente hasta el sillón que hay junto a la biblioteca… Bien… Vuélvase y siéntese. Por favor, no haga ninguna tontería. De todos modos, de poco le iba a servir porque las alarmas están desactivadas.

Permanecían sentados el uno frente al otro en lados opuestos de la habitación: Bond, inmóvil, con las manos sobre la cabeza y los dedos entrelazados; Pearlman, con la pistola firmemente sujeta y el índice sobre el gatillo.

– ¿Cómo ha podido entrar, Pearly ? -preguntó Bond-. Y no hablemos de cómo ha logrado desactivar el sistema de alarma.

– ¡Preguntas, preguntas! No, jefe; no va a conseguir que me las dé de listo. ¿Cómo lo hubiera hecho usted?

– No entiendo cómo ha dado conmigo. Y me parece un milagro que haya podido entrar aquí. Porque esta casa está tan protegida como una caja fuerte.

– Todo a su tiempo. En primer lugar tengo algo que contarle. Cierta vez leí un libro en el que alguien que estaba trabajando para el Servicio de Inteligencia dijo justamente esas palabras. Y cuando hubo terminado, las vidas de quienes le escucharon cambiaron dramáticamente. Ya verá usted cómo le pasa lo mismo luego de que me haya oído.

– ¡Adelante!

– Los dos conocemos muchas cosas de La vida y también de la muerte, ¿verdad?

Bond hizo una señal de asentimiento y Pearlman continuó:

– Hemos presenciado muertes violentas, horribles. Esta es una época sangrienta. Como dice la Biblia: «…hay un tiempo para vivir y otro para morir.» Pues bien, vivimos en el tiempo de morir. De morir de repente la mayor parte de las veces por culpa de una guerra o a manos de terroristas que actúen en las calles. Es como si hubiéramos nacido para morir de ese modo.

Bond hizo una señal de asentimiento.

– Me parece espantoso, horrible. Y a usted también, ¿verdad?

Una vez más, Bond asintió.

– De acuerdo. Mi madre solía cantar una canción. Murió cuando yo tenía doce años y el viejo nunca pudo recuperarse. Compró su billete para el viaje de ida un par de años después. La canción me la enseñó mi abuela. Más tarde supe que se trataba de un poema titulado Paseando por los jardines Salley . Parte de él sirve para contar mi historia. Dice así:

Me pidió que tomara el amor sencillamente, como las hojas crecen en los árboles.

Pero como yo era joven e insensato no quise aceptar su consejo.

Mi amor y yo estábamos en un campo a las orillas del río.

Y ella puso sobre mi hombro su mano blanca como la nieve.

Me pidió que tomara la vida tal como es, igual que la hierba crece en el prado.

Pero yo era joven e insensato y ahora las lágrimas corren por mi cara.

Vaciló como si el poema de Yeats lo conmoviera.

– Sentimental, ¿verdad, jefe? Tal vez. Pero yo era joven e insensato cuando aquella chica surgió en mi vida. Siempre he sido disciplinado, jefe. Fui niño-soldado a los quince años y pasaba mis permisos con los abuelos. El ejército fue mi padre, mi madre, mis hermanos y mis hermanas. Luego conocí a aquella chica. De ello ahora veinte años. Pensábamos casarnos; pero me destinaron a un país lejano… Una de esas cosas que ocurren, ¿comprende? Llegó un telegrama en que me ordenaban que me incorporara. Fue como si la radio quedara en silencio, por así decirlo. Por aquel entonces seguíamos cediendo pedazos del imperio y había que realizar una gran labor policíaca. Ya sabe a lo que me refiero. -Dirigió una sonrisa burlona a Bond y le guiñó un ojo-. El caso es que no volví a recibir noticias de la chica. Le escribí y también a sus padres. Pero no supe nada de ella hasta volver a mi casa y enterarme de que había muerto al dar a luz a mi hija. Un episodio muy sentimental, ¿verdad, señor Bond? Parece una historia de amor para mujeres. Pero le aseguro que esas cosas duelen más que un

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Scorpius»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Scorpius» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Gardner - Nickel Mountain
John Gardner
John Gardner - Jason and Medeia
John Gardner
John Gardner - Freddy's Book
John Gardner
libcat.ru: книга без обложки
John Gardner
John Gardner - Brokenclaw
John Gardner
John Gardner - Never send flowers
John Gardner
John Gardner - Seafire
John Gardner
John Gardner - Muerte En Hong Kong
John Gardner
Отзывы о книге «Scorpius»

Обсуждение, отзывы о книге «Scorpius» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x