Steve Berry - La Habitación de Ámbar

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - La Habitación de Ámbar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Habitación de Ámbar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Habitación de Ámbar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La Habitación de Ámbar es uno de los mayores tesoros creados por el hombre. Las tropas alemanas que invadieron la Unión Soviética se hicieron con ella en 1941. Cuando los Aliados comenzaron los bombardeos fue ocultada y se convirtió en un misterio que perdura hasta nuestros días.
A la juez Rachel Cutler le encantan su trabajo y sus hijos, y mantiene una relación civilizada con su ex marido Paul. Todo cambia cuando su padre muere en misteriosas circunstancias, dejando pistas acerca de un secreto llamado 'la Habitación de Ámbar'. Desesperada por descubrir la verdad, Rachel viaja a Alemania seguida de cerca por Paul.
Enfrentados a asesinos profesionales en un juego traicionero, los dos chocan contra las fuerzas de la avaricia, el poder y la misma Historia.

La Habitación de Ámbar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Habitación de Ámbar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Sí, Herr Knoll?

– ¿Podría pasar al baño?

– En el pasillo, nada más salir del salón.

– Gracias.

No creía ni por un momento que Knoll necesitara usar el baño. Lo más probable es que tuviera que cambiar la cinta de una grabadora de bolsillo sin preocuparse por interrupciones, o usar la excusa para echar un vistazo por la casa. Se trataba de un truco que él mismo había usado muchas veces en el pasado. El alemán se estaba volviendo molesto. Decidió divertirse un poco. Del armarito que había junto al fregadero sacó el laxante que sus viejos intestinos le obligaban a tomar al menos dos veces por semana. Vertió algunos de los insípidos granos en uno de los vasos y lo sacudió un poco. Ese hijo de puta iba a necesitar un cuarto de baño, pero esta vez de verdad.

Llevó los vasos fríos al salón. Knoll regresó y aceptó el té, que bebió con grandes tragos.

– Excelente -dijo-. Té helado. Toda una bebida americana.

– Nos enorgullecemos de ello.

– ¿Nos? ¿Se considera estadounidense?

– Llevo aquí muchos años. Ahora es mi hogar.

– ¿No vuelve a ser independiente Bielorrusia?

– Sus dirigentes no son mejores que soviéticos. Suspendieron la constitución.

– ¿No otorgó el pueblo bielorruso esos poderes a su presidente?

– Bielorrusia es provincia de Rusia, no independiente de verdad. Tarda uno siglos en sacudirse la esclavitud.

– Parece que no le caen bien ni los alemanes ni los comunistas.

Borya se estaba cansando de aquella conversación y empezó a recordar lo mucho que odiaba a los germanos.

– Dieciséis meses en campo de exterminio cambian el corazón.

Knoll apuró el té. Los cubitos de hielo tintinearon cuando depositó el vaso sobre la mesilla.

– Alemanes y comunistas asolaron Bielorrusia y Rusia. Los nazis usaron Palacio de Catalina como barracones y después para practicar tiro. Visité tras la guerra. Poco queda de belleza regia. ¿No intentaron alemanes destruir la cultura rusa? Bombardearon y arrasaron palacios para enseñar una lección.

– Yo no soy nazi, señor Borya, de modo que no puedo responder su pregunta.

Se produjo un momento de tenso silencio.

– ¿Por qué no bajamos los guantes? -preguntó Knoll al fin-. ¿Encontró la Habitación de Ámbar?

– Como dije, habitación perdida para siempre.

– ¿Por qué será que no le creo?

Borya se encogió de hombros.

– Soy hombre viejo. Moriré pronto. No hay razón para mentir.

– Pues me permito dudar de esta última observación, señor Borya.

Karol miró a Knoll a los ojos.

– Voy a contarle una historia. Quizá le ayude con búsqueda. Meses antes de caída de Mauthausen, Göring visitó el campamento. Me obligó a ayudar a torturar a cuatro alemanes. Los hizo atar a estacas, desnudos, congelados. Les echamos agua hasta morir.

– ¿Con qué propósito?

– Göring quería das Bernstein-zimmer. Los cuatro hombres estaban entre los que evacuaron paneles de ámbar de Königsberg, antes de invasión rusa. Göring quería Habitación de Ámbar, pero Hitler se adelantó.

– ¿Reveló alguna información alguno de los soldados?

– Nada. Solo gritaron «Mein Führer» hasta morir congelados. Aún veo en sueños sus caras congeladas. A veces. Extraño, Herr Knoll, pero en cierto modo debo vida a un alemán.

– ¿Cómo es eso?

– Si uno de ellos haber hablado, Göring hubiera atado a mí y hubiera matado de igual modo. -Se había cansado de recordar. Quería que aquel cabrón se marchara de su casa antes de que el laxante hiciera efecto-. Odio a los alemanes, Herr Knoll. Odio a los comunistas. No dije nada a kgb. No diré nada a usted. Ahora váyase.

Knoll pareció comprender que cualquier otra pregunta sería inútil y se incorporó.

– Muy bien, señor Borya. Que no se diga que lo he presionado. Le deseo una buena noche.

Se dirigieron hacia el vestíbulo y Karol abrió la puerta principal. Knoll salió, se volvió y le ofreció la mano. Se trataba de un gesto despreocupado, que parecía más surgido de la educación que del deber.

– Ha sido un placer, señor Borya.

Este volvió a recordar al soldado alemán, Mathias, desnudo bajo una temperatura intolerable y el modo en que había respondido a Göring.

Escupió en la mano que se le tendía.

Knoll guardó silencio y tardó algunos segundos en reaccionar. Por fin, con calma, el alemán sacó un pañuelo del bolsillo del pantalón y se limpió el esputo mientras la puerta se le cerraba en las narices.

14

21:35

Borya volvió a revisar el artículo de la revista International Art Review y encontró la sección que recordaba.

… Alfred Rohde, el hombre que supervisó la evacuación de la Habitación de Ámbar desde Königsberg, fue rápidamente detenido después de la guerra y convocado ante las autoridades soviéticas. La denominada Comisión Estatal Extraordinaria para el Daño Causado por los Invasores Fascistas Alemanes buscaba la cámara y quería respuestas. Pero Rohde y su mujer aparecieron muertos la mañana en que deberían haber declarado. La causa oficial fue la disentería, lo que resultaba plausible porque en aquellos tiempos de agua contaminada las epidemias campaban a sus anchas, pero se especuló mucho con que habían sido asesinados para proteger la ubicación de la Habitación de Ámbar.

Aquel mismo día desapareció el doctor Paul Erdmann, el médico que había firmado el certificado de muerte de los Rohde.

Erich Koch, representante personal de Hitler en Prusia, terminó por ser arrestado y juzgado por los polacos por crímenes de guerra. Fue condenado a muerte en 1946, pero su ejecución se pospuso una y otra vez a petición de las autoridades soviéticas. Existía la creencia generalizada de que Koch era el único hombre vivo que conocía el paradero real de los cajones que habían abandonado Königsberg en 1945. Paradójicamente, la supervivencia de Koch dependía de que no revelara esta ubicación, ya que no había motivo para pensar que los soviéticos volverían a intervenir en su favor una vez que la Habitación de Ámbar estuviera en sus manos.

En 1965, los abogados de Koch obtuvieron al fin de los soviéticos garantías de que se anularía la sentencia de muerte una vez que revelara la información. Koch anunció entonces que las cajas habían sido emparedadas en un bunker a las afueras de Königsberg, pero se declaró incapaz de recordar el lugar exacto como resultado de la reconstrucción que después de la guerra habían llevado a cabo los rusos. Se fue a la tumba sin llegar a revelar el paradero de los paneles.

En las décadas siguientes, tres periodistas de la Alemania del Este murieron misteriosamente mientras buscaban la Habitación de Ámbar. El primero de ellos se precipitó por la columna de una mina de sal abandonada en Austria, un lugar del que se rumoreaba que era un repositorio de botín de los nazis. Los otros dos fueron atropellados por sendos conductores que se dieron a la fuga. George Stein, un investigador alemán que llevaba mucho tiempo tratando de dar con el paradero de la cámara, fue encontrado muerto. Al parecer, se había suicidado. Estos acontecimientos dieron pábulo a las habladurías acerca de una maldición asociada con la Habitación de Ámbar, lo que volvió aún más intrigante la búsqueda del tesoro.

Estaba en la planta superior, en lo que había sido la habitación de Rachel. Ahora albergaba un estudio donde Karol guardaba sus libros y papeles. Había un antiguo escritorio, un armario de roble y un sillón en el que le gustaba sentarse a leer. Cuatro estanterías de nogal alojaban novelas, tratados históricos y literatura clásica.

Había subido después de cenar, aún pensando en Christian Knoll, y había encontrado más artículos en uno de los armarios. En su mayoría eran piezas escuetas y mal documentadas, sin información real alguna. Lo demás seguía en el congelador. Necesitaba bajar a por ellos, pero no tenía ganas de subir de nuevo las escaleras.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Habitación de Ámbar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Habitación de Ámbar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Habitación de Ámbar»

Обсуждение, отзывы о книге «La Habitación de Ámbar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x